Por Lucas Molinari
En el discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional en 1954, Juan Perón anunció: “El Poder Ejecutivo se propone enviar próximamente al Congreso Nacional el proyecto de ley que modifica la actual organización de los ministerios, ley que al mismo tiempo reducirá los gastos de nuestra burocracia administrativa y facilitará el entendimiento armónico del pueblo con las organizaciones simples y objetivas del gobierno y del Estado. (…). Gobernaremos libremente elegidos por un pueblo libre por su justicia social, por su independencia económica y por su soberanía política. Gobernaremos con el pueblo, con la participación en el gobierno de sus organizaciones responsables. Cumpliremos así la primera verdad del peronismo, que constituye los fines de la verdadera democracia”.
Previamente, entre los fundamentos que expuso el General, dijo: “El gobierno libremente elegido sólo lo es por un pueblo libre de todo sometimiento extraño a su voluntad. No puede existir libertad electoral –que es la primera libertad política- en un pueblo que no sea socialmente justo ni económicamente libre. La segunda condición de una verdadera democracia es la de que el gobierno sea ejercido “con el pueblo” y la tercera que sea gobierno para el pueblo. No se gobierna para el pueblo si no se gobierna con el pueblo. Para gobernar con el pueblo se necesita, señoras y señores, esto que nosotros poseemos en principio: una comunidad organizada”.
Y completó, como declaración de principios: “Nunca hemos hecho de la política una finalidad. Vale decir ”una profesión”, sino un medio, un instrumento para seguir adelante con el afán de cumplir nuestros mandatos supremos en beneficio de la patria”.
Un año después el bombardeo en Plaza de Mayo inició el tremendo ciclo de terrorismo de Estado que obturó el desarrollo de la Revolución Justicialista y culminó en 1983, con el nacimiento de una “democracia de la derrota”.
La posguerra de Malvinas se caracterizó por la entrega de la Patria y con los “Acuerdos de Madrid” firmados por Menem – Cavallo se capituló ante el invasor.
Luego, devino la Reforma del Estado, las privatizaciones y el desmantelamiento de las Fuerzas Armadas, para consolidar una Argentina neocolonial.
Fue una “ola liberal“, similar a la actual, con un entramado mediático e intelectual que agitó la consigna de la desmalvinización que expresó Alain Rouquié en 1983. El sociólogo francés dijo por entonces:
“Quienes no quieren que las Fuerzas Armadas vuelvan al poder, tienen que dedicarse a ‘desmalvinizar’ la vida argentina. Eso es muy importante: desmalvinizar. Porque para los militares las Malvinas serán siempre la oportunidad de recordar su existencia, su función y, un día, de rehabilitarse. Intentarán hacer olvidar la ‘guerra sucia’ contra la subversión y harán saber que ellos tuvieron una función evidente y manifiesta que es la defensa de la soberanía nacional”.
Esta operación se llevó por delante la Gesta Nacional que significó Malvinas, encarnada en los combatientes y en un pueblo movilizado, más allá de los militares genocidas (que fueron juzgados a partir del proceso de Memoria, Verdad y Justicia por la lucha de los organismos de Derechos Humanos y la decisión del kirchnerismo).
Pero, la política de Defensa Nacional quedó postergada. La Soberanía sobre nuestro territorio marítimo se perdió con el desguace de nuestra flota mercante y la privatización de los puertos.
Los gobiernos de Néstor y Cristina recuperaron las “banderas históricas” en su discurso y retomaron el camino de la industrialización. Sin embargo, al toparse con la “restricción externa” se resolvió “volver a los mercados”.
En este ciclo, el sindicalismo, en gran medida, no logró trascender las posiciones corporativas. En la mayoría de los casos se limitó a la lucha salarial y en 2015 muchos de los obreros mejores pagos del país, que pagaban el impuesto a las ganancias, optaron por la lista de Macri.
Se fragmentó el Campo Nacional, hecho que, según algunos análisis, ocurrió por responsabilidad del liderazgo de Cristina Fernández que se encerró en un sectarismo de Palacio, reivindicando una “democracia representativa” que caminaba velozmente a una “insatisfacción” popular.
En una década, la degradación es tremebunda, en un ritmo vertiginoso ritmo que impone la nueva ola liberal que nos invade.
Milei llegó a la Rosada, expresando un “que se vayan todos” por la vía electoral. Consecuencia de la crisis de representación y también de la “guerra cognitiva”.
Toda esta introducción sirve para hablar de la Revolución Bolivariana.
Radio Gráfica estuvo en Venezuela, para cubrir la Segunda Consulta Popular Nacional. El chavismo, asediado por el Imperio yanqui y la región, busca profundizar el debate sobre la tan reclamada democracia.
Vale decir, la propuesta, es la misma que expresó Perón en 1954, con las distancias y salvedades que pueden discutirse.
Ya en febrero de 1949, el General definió, ante agregados obreros designados en las embajadas:
“Pensamos que de la antigua democracia liberal a que nos tenían acostumbrados los políticos, nosotros pasamos a una democracia social. En consecuencia, se ha liberado al pueblo argentino de los preconceptos que establecía la democracia liberal, en la cual el acceso a la función o representación pública estaba sólo en manos de una clase, la clase dirigente y política. Nosotros, al transformar la democracia liberal en la social, creemos que el gobierno debe estar en manos de toda la representación del pueblo argentino, sin exclusión alguna”.
En Venezuela, andan por ese camino. Ciertamente tiene sus contradicciones y desafíos. El principal, la defensa de la Soberanía. Porque el petróleo, y otros bienes comunes, que poseen son el eje de la contradicción con el Imperio (según Elon Musk, la demanda de energía de la IA se multiplica por diez cada 6 meses).
Les toca una etapa difícil, por la falta de socios en la región. Pero a la vez, a nivel mundial, quien analice la geopolítica va a constatar que Estados Unidos es una potencia en declive y el BRICS es el bloque emergente: La desdolarización en las relaciones comerciales a nivel global va increscendo.
Nicolás Maduro estará presente en la reunión que se desarrollará en la ciudad rusa de Kazán en octubre próximo. Vladimir Putin lo invitó así:
“Estoy seguro de que su participación personal enriquecerá la próxima discusión, ayudará a identificar áreas prometedoras de la cooperación multilateral en beneficio de la mayoría mundial y, sin duda, contribuirá a un mayor desarrollo progresivo de las relaciones ruso-venezolanas”.
La “mayoría mundial” está representada en esa alianza. Hacia allí va Venezuela y la dirección del chavismo tiene expectativa en continuar con la recuperación económica, tras la hiperinflación y la desestabilización provocada por el bloqueo.
Es contra fáctico, pero vale arriesgar, al menos para provocar discusión, que Argentina hubiese sido asediada como Venezuela si Perón decidía resistir y lograba vencer el embate imperial de 1955.
En esta coyuntura, mucha dirigencia “progresista” en Nuestramérica se puso en el rol de “inspeccionar” la democracia venezolana.
El colmo se pudo ver esta semana con el llamado de Lula Da Silva a la golpista Dina Boluarte en el que hablaron, según trascendió, sobre “la importancia de la democracia” y la búsqueda de una solución para el “impás electoral” en Venezuela.
Vale decirlo, en ese país hay un proceso histórico de recuperación de soberanía iniciado con Hugo Chávez en 1998. Manejan sus bienes comunes y exploran una vía al “socialismo del siglo XXI”, como llaman a nuestra “justicia social”…
Las multinacionales Chevron, Total, Repsol, entre otras explotan el petróleo venezolano pero bajo las reglas que establece el Estado Nacional. Lo que busca el Imperio y sus corporaciones es quitarle el manejo de la renta petrolera al chavismo. Fulminar ese hecho maldito de la Región colonial.
La respuesta bolivariana es la alianza cívico-militar-policial: La firmeza política y el protagonismo del pueblo para quebrar al golpismo.
Comentaron sus referentes, que el 80% de los detenidos por la violencia del 29 y 30 de julio de este año, tras las elecciones, declaró no haber votado y haber recibido dinero para generar los desmanes: destruyeron centros de salud, escuelas, y derribaron estatuas (al estilo revolución de los colores). Las “guarimbas” le dicen. Muchos de ellos, fueron identificados por el mismo pueblo que los denunció, que aportó pruebas para la posterior detención. Esto no significa que no haya descontento, pero la mayoría rechaza el conflicto permanente y aspira a la recuperación económica.
Esta semana hubo marchas opositoras que mermaron en convocatoria. El chavismo mantiene su vitalidad y discute su futuro.
“Hay que reformar el Estado y avanzar con las Comunas que permitan ampliar la base de apoyo del gobierno”, explica un referente.
La Segunda Consulta Popular del pasado 25 de agosto tuvo 3,5 millones de venezolanos yendo a las urnas a votar proyectos para sus comunas, relacionados a la infraestructura y los espacios comunitarios. Se trata de una reforma del Estado, a partir de la construcción de una democracia directa que vaya reemplazando la administración forjada hace un siglo. Sin embargo, como dijo Perón, la condición de posibilidad está en la defensa de la soberanía. De allí la consigna que planteaba la Consulta, que podrán ver en nuestro informe realizado en Zulia: “Comunas o nada“.
“La organización popular es la que con menos recursos hace muchísimo, la gente ejecuta de manera eficiente. Que esa sea la metodología es lo que se espera. Que sea el pueblo el que se encargue de la administración de los recursos nacionales. Y que someta a la institucionalidad a defender los intereses del pueblo”, resaltó el ministro para las Comunas y los Movimientos Sociales, Ángel Prado, que también es vocero de la Comuna El Maizal.
Es decir, Venezuela bloqueada viene definiendo su presente y lo hace con una dirección que da la pelea round por round.
(En la imagen de portada de nuestro Panorama, Sebastián Maissa con optimismo, representó a Maduro noqueando a Elon Musk. En la militancia chavista hay conciencia en la Resistencia regional que significa ese proceso. Si cae Venezuela, el avance imperial será arrollador y seguramente lo que fuera una región de paz, pase a ser terreno de un conflicto bélico).
Mientras tanto, por estas pampas hay flashes del “peronismo palaciego” que parecen agravar la crisis del Ser Nacional. Hay quienes se arriman a la progenocida Villarruel soñando con ser parte de una posible transición, quienes se oponen a ello, pero a la vez son parte de negociaciones en el Congreso, como la votación para jueces de la Corte Suprema.
Por abajo, el peronismo vive una crisis de identidad. El posicionamiento de comunicadores y dirigentes del “campo nacional y popular”, criticando a Venezuela marca un clima de época: Ya no causa vergüenza ir a la Embajada yanqui. Hay fotos que expresan este desbarranco.
Alfonsín prometió: “Con la democracia no sólo se vota, sino también se come, se cura y se educa”. Pasados más de 40 años podemos afirmar que el sistema demoliberal está en crisis, tanto en Argentina como en Occidente. No se puede extender a Irán, Rusia, China, por poner ejemplos, que han desarrollado otras formas de gobierno, donde la inclusión social no es una consigna sino un hecho. Vale animarse a la reflexión y formación política, porque Argentina cuenta con el peronismo, una enorme caja de herramientas llena de futuro.
Eso sí, siempre y cuando haya quienes se deciden a revolucionar este presente de saqueo y colonialismo.
“No somos ni calco ni copia”, expresó Nicolás Maduro en la Cumbre del ALBA-TCP, citando al peruano José Carlos Mariátegui y repudió a los golpistas que desconocen su reelección: “Con la elección del 28 de julio van 31 elecciones en 25 años de revolución (..) de las cuales ganamos 29 y casi en todas la oposición gritó fraude. Ellos sólo reconocen cuando ganan“. Y reafirmó: “Vamos a continuar en nuestro camino constitucional, defendiendo la paz, la institucionalidad, la Constitución, los poderes públicos y defendiendo el poder más grande de todos, el poder dueño verdaderamente de la soberanía nacional, el poder popular“.
Finalmente, un apunte. En la edición de hoy podrán leer el comentario de Carlos Avondoglio titulado “Entender la etapa“. Es que la “ola liberal” es fuerte. Esto nos decía un militante chavista, que el efecto Milei trasciende fronteras (la oposición golpista cosechó 5 millones de votos). Por eso, nos decía ese compañero venezolano: “En América Latina hay dos modelos en disputa, el que encabeza Milei y el que representa Maduro, la socialdemocracia no tiene destino”. El comentario va en torno a la “guerra cognitiva“, que se expresa en el consumo de basura informativa y el formateo cultural que promueven las plataformas.
Hay un libro del 2020, que recomendó leer Maduro, titulado “Fascismo mainstream”, del escritor español Carles Senso, quien afirma:
“El fascismo mainstream es hijo de la filosofía de la época, de la estructura de pensamiento incorpóreo que nos sobrevuela. Un momento histórico caracterizado por la incerteza en el futuro debido a los acelerados cambios tecnológicos, la desconfianza en los antiguos intelectuales, entre los que se destacan el periodismo y, consecuentemente, la crisis de la razón, la verdad y el hecho objetivo”.
A contracorriente y surfeando las modas, insistimos con escritos de fondo, y nos esforzamos por coberturas de calidad, siempre posicionados “desde el pueblo y desde el sur“.
REPRESIÓN Y VETO
Milei vetó la nueva fórmula para las jubilaciones aprobada el 22 de agosto 2024, que hubiera llevado el pago de julio 2024 a $317.704, mientras que con la formula ahora ratificada la mínima fue de $215.581 más el bono de $70.000. Ya se hizo público y se difundirá en el Boletín Oficial en las próximas horas.
El presidente reunió a diputados y senadores del oficialismo y el PRO. Cristian Ritondo aseguró que el Congreso no va a lograr los dos tercios para rechazar el veto.
Lo que queda es la calle.
La brutal represión a los jubilados no contó por ahora con una firme convocatoria de las organizaciones populares. El próximo miércoles habrá una marcha del Congreso a Plaza de Mayo.
Para esta edición hemos consultado a diferentes espacios para conocer si van a marchar.
Desde ATE Capital, respondió su titular, Daniel Catalano: “Vamos a movilizarnos y también sumarnos a la campaña nacional de firmas”.
Sobre la campaña de firmas, se comunicó con Gráfica la filial Barracas del Credicoop que envía a sus clientes la planillas para ser descargadas y firmadas.
La CGT sacó un comunicado: “Con los jubilados NO” en el que rechaza “enérgicamente la vergonzosa represión” de la Policía Federal, continúa caracterizando que con el veto a la nueva movilidad “asistimos nuevamente a un ataque a nuestros jubilados” y cierra diciendo: “Esta CGT no cesará si lucha y su defensa de los jubilados”.
La imagen de los policías pegándole a los jubilados hizo que en las redes sociales reaparezca la figura del eterno Diego Armando Maradona diciendo:
“Hay que ser muy cagones para no defender a los jubilados”.
Respuestas virtuales que marcan la impotencia que vivimos en esta coyuntura.
Pero, aprovechemos la ocasión para recordar la Constitución de 1949 eliminada por los fusiladores. Un repaso imprescindible para discutir hacia delante, desde una posición humanista que contraste con esta “ideología de las bestias”. En el artículo 37 se definen los “derechos de la ansianidad”,
“Derecho a la asistencia: Todo anciano tiene derecho a su protección integral, por cuenta y cargo de su familia. En caso de desamparo, corresponde al Estado proveer a dicha protección, ya sea en, forma directa o por intermedio de los institutos y fundaciones creados, o que se crearen con ese fin, sin perjuicio de la subrogación del Estado o de dichos institutos, para demandar a los familiares remisos y solventes los aportes correspondientes; 2. Derecho a la vivienda: El derecho a un albergue higiénico, con un mínimo de comodidades hogareñas es inherente a la condición humana; 3. Derecho a la alimentación: La alimentación sana y adecuada a la edad y estado físico de cada uno, debe ser contemplada en forma particular; 4. Derecho al vestido: El vestido decoroso y apropiado al clima complementa el derecho anterior; 5. Derecho al cuidado de la salud física: El cuidado de la salud física de los ancianos ha de ser preocupación especialísima y permanente; 6. Derecho al cuidado de la salud moral: Debe asegurarse el libre ejercicio de las expansiones espirituales, concordes con la moral y el culto; 7. Derecho al esparcimiento: Ha de reconocerse a la ancianidad el derecho de gozar mesuradamente de un mínimo de entretenimientos para que pueda sobrellevar con satisfacción sus horas de espera; 8. Derecho al trabajo: Cuando el estado y condiciones lo permitan, la ocupación por medio de la laborterapia productiva, ha de ser facilitada. Se evitará así la disminución de la personalidad; 9. Derecho a la tranquilidad: Gozar de tranquilidad, libre de angustias y preocupaciones, en los años últimos de existencia, es patrimonio del anciano; 10. Derecho al respeto: La ancianidad tiene derecho al respeto y consideración de sus semejantes”.
Luego de leer este texto hay que decir que el kirchnerismo estuvo lejos de ese espíritu de justicia social. Si bien se incluyó a un universo importante de laburantes pasivos, que no tenían los aportes producto de la precarización que se masificó en los `90, no se logró profundizar la política.
El 14 de octubre de 2010, la presidenta Cristina Fernández vetó la ley del 82% móvil. La decisión fue tomada, según explicó el gobierno, porque la norma desfinanciaría al Estado nacional. En ese sentido, expresó que “como Presidenta no puedo permitir que la Argentina quiebre“. A la vez, la mandataria acusó a la oposición: “los que ahora sancionaron el 82%, le descontaron el 13% a los jubilados en 2001”.
Un día después, el 15, fue el acto de la CGT en la cancha e River. Allí, Hugo Moyano, en su discurso, tras respaldar al gobierno hizo tres “sugerencias” a la Presidenta: “un esfuerzo más para que los jubilados estén mejor”, luego “pedimos sumar más para las viviendas para los trabajadores” y finalmente “les pido a los senadores y diputados que apoyen la ley de participación en las ganancias”.
Ejes de profundización que no trascendieron, porque un año y medio después se dio la ruptura con el gobierno y división de la central obrera.
Quien discuta esa etapa, puede reflexionar sobre el vínculo que tenía la propuesta cegetista con políticas de industrialización y del mercado laboral. Es decir, ampliar la base de aportantes es crucial para sostener la caja previsional.
En ese sentido el analista económico Rodolfo Treber explicó (con porcentajes aproximados):
“Una cuenta básica es que tenemos el 40% de la población económicamente activa con un trabajo formal. Se le descuenta un 35% (21% de IVA y 14% de aportes) para la caja previsional. El 35% de ese escaso 40% que trabaja formalmente alcanza para menos de la mitad de los jubilados argentinos. Pero si la población trabajara en un 100% en trabajo formal, bastaría, y sobraría, para pagar jubilaciones al 82% móvil. Que quiere decir, que hasta se podría bajar la contribución impositiva que se le deduce al trabajador formal y se le pagaría más a nuestras viejas y nuestros viejos. Si aumenta el trabajo, bajan los impuestos y aumentan las jubilaciones. La única manera virtuosa de bajar impuestos es creando trabajo, totalmente contrario al pensamiento liberal”.
CGT SIN FECHA – HACIA LA MARCHA UNIVERSITARIA
Sobre la agenda de la Mesa Chica de la central obrera, hay que recordar que en julio se anunció una convocatoria al Plenario de Secretarios Generales y de Regionales, pero aún no hay fecha.
Septiembre se viene con una visita al Papa Francisco. Allí los dirigentes le entregarán un documento.
Los sindicatos universitarios están con la atención puesta en el tratamiento de la ley de financiamiento de la educación superior que debe tratarse en el Senado. De confirmarse en la agenda legislativa el próximo jueves 5, habrá paro y movilización al Congreso.
Se espera su sanción y posterior veto por parte del Ejecutivo. En respuesta a eso se definió ponerle fecha a la Segunda Marcha Universitaria. Veremos aquí cómo juega el radicalismo que gobierna la Universidad de Buenos Aires y también qué ocurre con el movimiento estudiantil.
De convocarse, será un hecho importante para “entender la época”, como dice Carlos Avondoglio…
ENTENDER LA ÉPOCA
“¿Cuáles son los rasgos distintivos de esta etapa?”, se preguntó Carlos Avondoglio del Centro de Estudios para el Movimiento Obrero, en comunicación con Radio Gráfica.
Compartimos esta reflexión porque dialoga con las ediciones del Panorama sindical que se publican desde el 2020, y se trabajan como un material de debate y reflexión política.
“Es una pregunta que me obsesiona un poco y que últimamente siento que venimos (hablo de un amplio espectro de la militancia que hace rato discute estos temas de fondo) dándole vueltas a la caracterización, al diagnóstico en torno de esta clase política profesional, de la crisis de representación que derivó en esa descomposición ideológica, a la que le siguió una descomposición moral por cuyo tobogán descendimos a este infierno. Pero creo que la sociedad entera ya hizo la crítica de esa dirigencia política a través de las urnas. Qué fueron las elecciones del año pasado sino un QUE SE VAYAN TODOS por otros medios…”
“En todo caso, lo que tenemos que ver es qué tarea nos pone por delante esta orfandad dirigencial.
Pero antes de eso, para entender la etapa debemos preguntarnos ¿cuáles son los rasgos que la distinguen de otras etapas liberales? Y para eso, aunque haya que tomarse un antiácido, hay que mirar el fenómeno Milei. Hay que dejar a un lado por un rato la irritación que nos produce su egocentrismo y su estupidez y ver qué se condensa en ese personaje de lo que efectivamente existe en la sociedad. Esto, sin negar que la decrepitud de la clase política le haya dado un empuje decisivo a ese emergente, pero ahí la pregunta que surge sola es ¿por qué fue ese emergente y no otro? ¿Por qué no fue una opción ultra de izquierda que también criticaba los vicios de la dirigencia política y que hablaba de no pagarle al Fondo Monetario Internacional pero que sacó dos puntos? Ahí hay un par de cosas: la ideología de Milei es la ideología del sistema, por un lado, pero al mismo tiempo Milei conecta con un sentido común liberal que existe en la sociedad y me parece que eso es de lo que más nos cuesta hacernos cargo. Porque decir que detrás de Milei está la AmCham es cierto, pero ¿qué ilumina de la etapa respecto de otros periodos liberales donde también estaban los grupos económicos locales y extranjeros detrás de las figuras políticas?”
“Y lo mismo esto que decía de la crisis de representación… Es cierto, pero si solo analizamos eso quedamos un poco a oscuras respecto de algunas singularidades de la etapa. De lo que hay que hacerse cargo es de que evidentemente Milei (y la paciencia social sobre la cual se está recostando) tiene que ver con que hay un liberalismo, un individualismo que desde 1976 a la fecha ha echado raíces en nuestra sociedad. Un poco de eso se trataba lo que decía Thatcher en los 80: LA ECONOMÍA ES EL MEDIO, EL OBJETIVO ES EL ALMA”.
“A mí me parece que la mejor manera de conocer al pueblo es no esencializar sus virtudes ni sus defectos, ni el pueblo es infalible ni el pueblo es idiota. El pueblo es lo que es, sabemos de sus hazañas y también sabemos de sus dolores muchos de los cuales se han traducido en un fuertísimo individualismo. Eso no significa que nosotros tengamos que bajar nuestras banderas. No porque tu vecino sea liberal e individualista vos te vas a hacer liberal e individualista. Seguimos teniendo el desafío de construir una opción política ética, existencial, con la condición sine qua non de que queden por fuera todas las miserias que han caracterizado al movimiento nacional o a su dirigencia sobre todo del 83 para acá. Y creo que ahí sí son una herramienta muy potente la enorme cantidad de reflexiones que hemos intercambiado y que hemos construido durante los últimos años”.
“Lo que pienso es que algunos de esos diagnósticos ya están hechos. Tenemos que cuidarnos quizás de no de no caer en análisis circulares y pensar la salida a esto, y que creo que esa salida no se cifra únicamente en los límites de nuestra dirigencia, sino que también se cifra en entender qué es lo que está pasando en en los niveles más profundos de la sociedad.”
Ante la pregunta de ¿Qué hacer?, Avondoglio opinó:
“Me parece que nosotros hemos perdido el contacto con ese registro que tiene que ver con proponer una gesta. Nos terminamos pareciendo a una especie de patrulla civilizadora comedida que tenía enfrente a la barbarie desenfrenada que iba detrás de una utopía, una utopía reaccionaria, pero una utopía al fin. Yo no sé si lo entendió o si simplemente lo encarnó, pero el fenómeno Milei interpreta que la política no está hecha solamente de razones, sino que está hecha también de pasiones. Milei removió todas las pasiones: muchas de ellas pasiones tristes, porque ahí hay resentimiento, aunque también hay esperanza. Movilizó eso, repuso un horizonte mítico”.
“Qué eran nuestras banderas sino banderas míticas, banderas movilizadoras. Entonces, me parece que un poco la clave pasa por ahí, por volver a convocar a nuestro pueblo a esas grandes gestas que aún tenemos pendientes. Más allá de lo pesimista que puede sonar el análisis o la descripción del panorama, quedan restos heroicos de esa Argentina organizada que hay que aprovechar al máximo (pero hay que aprovecharlos ahora porque tal vez mañana sea tarde), queda la imposibilidad de que este sistema le arregle la vida a las mayorías, queda la angustia de vivir separado o en guerra permanente con el de al lado. Bueno, sobre el fracaso inevitable que va a tener todo esto, nosotros podemos invitar nuevamente a nuestro pueblo, o intentarlo, que es la tarea de la militancia… porque la militancia no crea ex nihilo procesos de liberación, pero sí puede tocar algunas fibras y disparar algunos procesos y me parece a mí que hay significantes como la idea de Argentina en el pueblo. Hay una idea de soberanía, obviamente muy contaminada por consumos o pautas culturales; pero todo eso de alguna manera está y me parece que es donde tenemos que intentar tocar. Creo que al final del día, como siempre, la tarea es construir la comunidad organizada“.
“Pasa por ahí, por acercarse a nuestro pueblo, no pretendernos algo externo, en ningún caso pretender iluminar al pueblo, sino entrar en contacto, en ese cuerpo a cuerpo. Debatir y combatir. Me parece que ahí están un poco las claves de esta época, pero entendiendo de qué se trata la época y cuál es la verdadera altura de esta ola”.
YAPA. INTENTO DE MAGNICIDIO, ¿SIN RESPUESTA?
Un día como hoy en 2022 le gatillaron en la cabeza a Cristina Fernández de Kirchner.
El dirigente del Encuentro Patriótico Fernando Esteche publicó: “Se cumplen dos años y no se pudrió nada porque perro que ladra no muerde, y porque nos pusieron bozal a los que sin ladrar hubiéramos respondido a la altura de la agresión. la historia es implacable y pone las cosas en su lugar “Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.”
Una afirmación que seguramente puede generar varias discusiones sobre qué hubiera sido “responder a la altura de la agresión”. Porque el kirchnerismo era parte del gobierno.
Se decretó un feriado, se convocó a la Plaza y sólo se leyó un comunicado frío que afirmaba: “la conciencia democrática debe estar por encima de cualquier desacuerdo político”.
Quizá este Panorama sirva para reflexionar sobre el sistema político que tenemos y el que necesitamos para liberar la Patria.
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