La tradición. Un amigo americano. Pasado y Presente. Contra China. Oirán y geishas. Segunda Guerra Mundial. La gran contradicción. Los retos futuros. Algunos pensamientos. La paradoja.
Por Gabriel Fernández *
¿LA TRADICIÓN? El escritor Junichiro Tanizaki ha señalado que “Japón nunca podría dejar de ser un país oriental en el que la tradición pesa demasiado”. Ese aserto ha sido puesto a prueba desde la Segunda Guerra Mundial; el decurso de esa pequeña gran nación brinda argumentos para distintas interpretaciones. Los sucesos recientes evidencian que el pasado habita en el presente con una intensidad significativa. Y su estudio nos lleva a preguntar ¿cuál es la tradición japonesa?
Apenas un par de días atrás se registró una explosión en el puerto de Saikazaki, en la ciudad de Wakayama, mientras el primer ministro Fumio Kishida realizaba una actividad electoral. La explosión se produjo cuando el líder se aprestaba a ofrecer su discurso. En medio de la humareda, la confusión y las corridas, fue retirado por los servicios de seguridad. En tanto, la Policía informó que resultó detenido un joven de 24 años, sospechoso de haber concretado el ataque.
El hecho se produjo a menos de un año del asesinato del ex primer ministro Shinzo Abe quien fue atacado por un ex militar también en medio de un acto electoral. Fue en julio de 2022. Pero la vida pública en el Sol Naciente no sólo está ajetreada por los comicios que se realizarán el 23 de abril. Por estas horas, el país es anfitrión de las reuniones ministeriales del G7 en Sapporo y Karuizawa. Poco después, en mayo, presidirá la cumbre del G7 a realizarse en Hiroshima. Ciudad cuya sola mención, conmueve.
UN AMIGO AMERICANO. La gran ambición de Abe era revisar la Constitución japonesa de 1947, escrita por el ocupante estadounidense, y jamás enmendada. En el escenario internacional, si bien adoptó una línea dura con Corea del Norte, asumió un papel de pacificador entre los Estados Unidos e Irán. Sobre todo, fue cuestionado por sostener una buena relación con Donald Trump e intensificar la interacción entre los dos países. Su popularidad declinó a partir de la pandemia de coronavirus: medios y adversarios evaluaron que no afrontó su expansión con la determinación necesaria.
De hecho, por bastante tiempo se aferró a la esperanza de mantener los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020 y se convirtió en el primer ministro que hizo posible que la gran cita deportiva se disputase en Tokio pese a la pandemia, con un año de retraso. No pudo asistir a los Juegos como primer ministro, pues dimitió en septiembre de 2020 por problemas de salud. Sin embargo, como marca de su personalidad extemporánea, dejó para el recuerdo su aparición en la ceremonia de clausura de Río 2016 disfrazado de Super Mario Bros para recoger el testigo olímpico.
PASADO Y PRESENTE. El Estado del Japón es una isla de Asia Oriental. Se halla en el noroeste del océano Pacífico, entornado por el mar de Ojotsk en el norte y el mar de China Oriental en el sur. Sobre el oeste, se recuesta en el mar del Japón. A una distancia de 2 mil 164 kilómetros, se encuentra Taiwán. El territorio japonés contiene un archipiélago de miles de islas que, en conjunto, suman 378 mil kilómetros cuadrados. Son unos cuantos: 126 millones, y tienen que acomodarse en ese recinto, así que estamos hablando de uno de los países más densamente poblados de la Tierra.
Este periodista sugiere hilvanar el arranque del texto con la actualidad. ¿Cuál es la verdadera tradición nipona sobre la cual se hacen reiteradas observaciones? Hay numerosos hechos que ejemplifican las distintas versiones. Tomemos solo un puñado. En 1854, una flota de los Estados Unidos forzó la apertura comercial con Occidente, originando el fin del esquema militar denominado shogunato, y la restauración del poder imperial. A partir de allí, en el período Meiji, el imperio desplegó una constitución occidentalista y llevó adelante un proceso de industrialización.
Pero no adoptó una política de buena vecindad: mientras daba lata mediante propaganda devaluatoria del pueblo chino, invadió Manchuria en 1931 con ímpetu feroz. Sobre 1937 la contienda se extendió y enlazó con la Segunda Guerra Mundial. Japón encarnó el proyecto nazi mientras China recibió apoyo de la Unión Soviética y, en cierta medida, de los Estados Unidos. Después de sufrir la derrota, y los ya legendarios bombardeos atómicos, una nueva constitución. Desde 1947, Japón se ha vertebrado en base a una monarquía constitucional parlamentaria y una legislatura bicameral, denominada Dieta Nacional.
OIRÁN Y GEISHAS. El estilo de vecindad japonés no se limita a su sanguinaria incursión en China. En verdad la bandera Hinomaru, un rectángulo blanco que contiene a un sol profundamente rojo, es mirada con recelo y resentimiento por ambas Coreas, Filipinas, Tailandia, Vietnam, Malasia, Taiwan, Indonesia. ¿Por qué? Durante la Segunda Guerra Mundial las Fuerzas Armadas japonesas se caracterizaron por instaurar el sistema de Mujeres de Consuelo. Secuestraron, no como excepción sino como norma y con la admisión estatal, unas 400 mil mujeres de esos países para utilizarlas como esclavas sexuales. Esas acciones son consideradas como un “caso extremo” de crimen de guerra.
Semejante oprobio se asentó en la “tradición” japonesa del Oirán, palabra que denomina a las cortesanas prostituidas desde su infancia. Este esquema pervive hasta el presente y es embellecido ante la opinión mundial utilizando en relevo el concepto de geisha. Pero las famosas geishas son, en realidad, mujeres que dedican su vida a las artes tradicionales japonesas y usan sus talentos en banquetes y espectáculos. Por debajo de ese maquillaje verbal está la más sólida e institucionalizada industria de la prostitución forzada del planeta. No deja de ser llamativo que, en medio de la utilización de los derechos civiles como herramienta de desprestigio de las naciones musulmanas, y de una oleada mediática que condena hasta un piropo callejero, esta situación persista oculta en relación a Japón.
Los líos en el barrio tampoco concluyen ahí. Japón está involucrado en varias disputas territoriales con sus cercanías. Impugna el control de Rusia de las islas Kuriles. También la presencia de Corea del Sur sobre las rocas de Liancourtlas. Mantiene tensiones con China por las islas Senkaku y el estatus de Okinotorishima. (Como curiosidad, esta última fue descubierta por el navegante español Bernardo de la Torre en 1542; por eso su primera denominación fue castellana: Parece Vela. El actual nombre ponja significa Isla remota de los Pájaros). Ahora bien ¿tanto batifondo por unas piedras? La cuestión radica en el entorno marítimo, con sus riquezas de todo tenor. Y, para terminar la suscinta enumeración, el Mar de China Meridional, especialidad de estas Fuentes, con un detalle de sumo interés.
En 2016, un estudio de la Universidad de Tokio conducido por el especialista en Historia Política y Diplomática de Asia e Historia Diplomática de China Kawashima Shin estimó con cierta ironía al analizar la situación del Mar de China Meridional, que “China se cree una potencia” y explicó que Xi Jinping intentaba convencer al pueblo de ese rol. Lo comparó con su predecesor Hu Jintao. “Entre los chinos, la idea más compartida es que ahora que el país se ha dotado de la fuerza suficiente, está haciendo realidad por la fuerza las pretensiones que en otras épocas se quedaban en meras reclamaciones o protestas. El poderío militar alcanzado por China está llevando a pensar a su población que China se ha convertido en un gran país, en una potencia, y que esa es la razón de que lo que antes no podía conseguir lo consiga ahora”.
Ver para creer, vivir para aprender, profesor.
LA GRAN CONTRADICCIÓN. Hoy Japón es la tercera economía del globo, con un PBI de cinco mil billones de dólares. Sin embargo, desde la crisis financiera 2008 – 2010, fue acumulando dificultades de gran volumen, relativizadas por una comunicación occidental que necesita difundir el aleccionador modelo japonés asentado en el esfuerzo, la dedicación y la contracción al trabajo. Millones de tontos en el planeta han saturado los oídos de quienes efectúan demandas laborales con el ejemplo de la disciplina en la ínsula modelo. Pero Japón es el país más endeudado del mundo: un 255,39 por ciento de su PBI. Desde 2019 se registra una firme alza en el número de suicidios hasta alcanzar, el año pasado, unas 22 mil muertes. El 12 de febrero del 2021 se anunció la creación del Ministerio de la Soledad, con la designación del periodista Tetshushi Sakamoto como ministro. Tras observar el panorama, reconoció que “en general los lazos sociales se han debilitado”. Un informe oficial destacó que la mayor preocupación radica en el abrupto incremento de suicidios entre “estudiantes de nivel primario y secundario”.
Japón integra la Organización de las Naciones Unidas (ONU, desde 1956), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido). Aunque resignó su derecho a declarar una guerra, el respaldo anglosajón lo llevó a constituir el cuarto ejército más potente del planeta. Desde su rendición, el principal vínculo político externo está situado en los Estados Unidos. Político, pero no económico. Y ahí arrancan algunos problemas de difícil resolución en la actualidad, pues los socios comerciales nipones son los siguientes: China (22%), Estados Unidos (18,5%), Corea del Sur (7%), Hong Kong (5%) y Tailandia (4%). Por eso las sanciones que pretende imponer la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra China por su relación con la Federación de Rusia, amoscaron a los responsables económicos oficiales.
Es más. En plena guerra ucraniana, como lo informamos oportunamente en esta secuencia, el gobierno de Japón resolvió sostener el proyecto de petróleo y gas Sajalín-1 y Sajalín-2 en Rusia, para explotar de modo coordinado esas riquezas naturales. El ministro de Industria japonés, Koichi Hagiuda, indicó que el proyecto contribuye a diversificar el suministro energético de Japón. “Sajalín es una valiosa fuente de energía no procedente de Oriente Medio para Japón, que depende de Oriente Medio para el 90% de sus importaciones de crudo”, dijo, y reforzó: “No hay ningún cambio en el mantenimiento de los intereses de las empresas japonesas en él”.
Antes, en agosto de 2022, se había lanzado a la configuración del Tratado más voluminoso. La Asociación Económica Integral Regional (RCEP) un acuerdo de libre comercio entre los diez estados miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). Se trata de Myanmar, Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam, y cinco estados de Asia y Oceanía con los que la ASEAN tiene acuerdos de libre comercio en curso (Australia, China, Corea del Sur, Japón y Nueva Zelanda). Entre todos incluyen al 30% de la población mundial y el 30% del Producto Bruto Mundial.
El RCEP relegó el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), un pacto propuesto por el bloque anglosajón que involucró varias naciones de Asia y América, pero excluyó a China y la India. Luego de la salida del TPP de los Estados Unidos durante la presidencia de Donald Trump se reimpulsaron las gestiones en el RCEP y se vivificó el acuerdo de noviembre de 2020. El RCEP es el primer tratado de libre comercio entre China, Japón y Corea del Sur, y también el primer tratado multilateral que incluye al coloso. De hecho, viene corriendo el eje gravitatorio de la economía mundial hacia Asia.
Entonces, ¿cuál es el eje de la discusión?
Japón creció, durante el tramo previo a la hecatombe financiera, en base a un modelo productivo con fortísimos rasgos industrialistas. Puede decirse que mientras su enorme PBI se asienta en la producción de bienes de producción y consumo, con elevado nivel científico técnico, su descomunal deuda radica en el déficit gestado por las instituciones financieras. En la etapa presente, el país donde nace el Sol está en una tremenda disyuntiva que puede sintetizarse entre la continuidad del sometimiento a sus vencedores estadounidenses o su adhesión a un diseño de desarrollo que los contrasta. La base de sustentación nipona está tan vinculada a la realización de bienes y a su consumo, que buena parte de su deuda se construyó en la canalización de recursos estatales para promover la inversión y la adquisición pública de productos.
Las compañías más importantes de Japón son: Toyota Motor Corporation, Honda Motor Company, Mitsubishi UFJ Financial Group, Japan Post Holdings, Nippon Telegraph and Telephone Corporation, SoftBank Group, Sony Corporation, Sumitomo Mitsui Banking Corporation, Canon Inc., Nintendo, Nissan Motor Co., Lexus, Suzuki, Mazda, Hitachi, Panasonic, Daikin, Fujitsu Group, Rakuten, Fujifilm, Uniqlo, JR, Don Quijote Co., Kirin Brewery Company, Kikkoman Corporation, Bridgestone, Japan Airlines, Tepco, Komatsu Limited, Mizuho Financial Group.
LOS RETOS FUTUROS. Según estudios sociológicos confiables, estos son los principales desafíos para los japoneses:
- Política exterior: el rol de Japón en la comunidad internacional;
- Defensa: respecto al Artículo 9 de la Constitución, en el cual, debido a la invasión estadounidense, Japón rehúsa de su derecho a la guerra;
- Reforma constitucional de descentralización: dualidad centro/periferia; gran parte de los partidos se muestran a favor de que las unidades geográficas más pequeñas tengan más poder y no estén centralizadas;
- Problemas sociales: debate sobre Estado asistencialista o Estado mínimo; y sobre cuestiones del eje progresista/conservador;
- Política Nuclear: un tema omnipresente tras los ataques de Hiroshima y Nagasaki, y los accidentes nucleares en Fukushima y Tokaimura.
- Y muy importante: Sectores económicos Internacionalizados – sectores económicos no internacionalizados: debate sobre el TPP y demás tratados de libre comercio que atacan a industrias incipientes y no competitivas, pero permiten el desarrollo y la entrada de divisas.
Como vimos, el modelo político japonés es definido como sistema de partido predominante. Pasa que en la nueva institucionalidad posguerra, casi siempre ha gobernado el Partido Liberal Democrático (PLD). Desde su fundación en 1955, excepto en los períodos de 1993-1994 y 2009-2012, hasta la actualidad, ha sostenido su primacía. Es decir, el PLD gobernó 68 años, mientras que el resto de los partidos sólo logró estar 6 años en el poder.
El poder que detenta el PLD le permite organizarse en facciones internas dentro del parlamento. Hoy en día, existen aproximadamente diez tendencias. Cada núcleo se encuentra referenciado con algún líder, como ex primeros ministros o gobernadores. Incluso, dentro del partido coexisten figuras con ideologías diferentes.
En segundo lugar en cuanto a apoyo y relevancia, se encuentra el Partido Democrático (PD), que surge en marzo de 2016 a partir de la unión de dos partidos centristas, y Komeito, el cual plantea un proyecto político que define humanista y ha formado coaliciones con el PLD.
El partido Nippon Ishin no Kai es el tercero con más bancas y trae una agenda similar al conservadurismo nacionalista del LPD, aunque más exacerbado. También se muestra a favor de la revisión del artículo 9.
La cuarta fuerza es el Partido Comunista de Japón, que propone un sistema económico alternativo a la economía de mercado, la desvinculación de los Estados Unidos y la derogación del Tratado de Seguridad. Sin embargo, no está a favor de restablecer el derecho ofensivo del ejército, sino que anhela un Japón pacifista e insiste en el diálogo como medio de resolución de conflictos.
ALGUNOS PENSAMIENTOS. Si el director de cine Akira Kurosawa es considerado uno de los mayores creadores del Japón, Hayao Miyazaki con su animé y Haruki Murakami con sus libros, pueden evaluarse como portadores presentes de las inquietudes de un pueblo.
En todos, la tradición se enlaza con briznas de la cultura occidental. En distintas etapas, han sido caracterizados críticamente por esas aperturas, pero al mismo tiempo han logrado ser profetas en su tierra: los japoneses los veneran. Allí, supone este narrador, hay una clave.
Quizás sus reflexiones nos ofrezcan algo de comprensión.
Kurosawa, después de la Segunda Guerra, creó héroes que se sobreponen a la adversidad en el Japón deprimido por la derrota. Escribió en su cuaderno: “Me voy a encargar yo. Aunque haya grandes personas, nunca se convierten en héroes nacionales, y eso no está bien. Creo que necesitamos lograr que esas personas parezcan héroes”. “Los seres humanos son incapaces de ser honestos acerca de ellos mismos. No pueden hablar de sí mismos sin embellecer”. “En todas mis películas, los héroes tienen cada uno sus propias motivaciones y la capacidad para alcanzar sus objetivos. Para mí, el héroe es aquel que es sincero…Que llega a alcanzar sus fines con sus medios, incluso si estos son modestos. Es esto lo esencial. Para mí, eso es un héroe”.
Miyazaki, por su parte, ha planteado su expansión hacia el pasado y en dirección a Asia. Cosa curiosa tratándose de un grande de la animación: “El siglo XXI es una época compleja e imprevisible. Nuestros hábitos de pensamiento y nuestros valores, que hasta ahora parecían establecidos, están siendo desafiados”. “No hay mañana para la gente que anhela el futuro y olvida el pasado.” “No asistí al evento por una sencilla razón: Me parecía deshonesto visitar un país que actualmente está bombardeando Irak”. “Soy un pesimista. Pero cuando estoy haciendo una película, no quiero transferir mi pesimismo a los niños. Lo mantengo a raya”.
¿Y Murakami? “Siento que nadie ha asumido ninguna responsabilidad por el fin de la guerra de 1945 o el accidente nuclear de Fukushima”. “Con respecto a la Segunda Guerra, nadie se hizo responsable, nadie fue condenado y se utilizó la figura del emperador para engañar al pueblo”. “Los japoneses simplemente se sienten víctimas, sin darse cuenta de que su país también fue atacante”. “Uno de los principales objetivos de mi obra es transmitir optimismo a las generaciones más jóvenes, a las que considero pesimistas frente al futuro”.
LA PARADOJA. Qué curioso. Alemania y Japón son los países con mayor nivel de contradicción interna en derredor de su política exterior. Grandes protagonistas de esa guerra inolvidable, tremendos derrotados en la misma, aceptaron por fuerza las condiciones de sus vencedores y se esforzaron por crecer desde el subsuelo. Lo hicieron admitiendo las reglas impuestas, que les proponían inversión, producción, comercialización. Se tomaron el capitalismo en serio. Canalizaron la ayuda de las grandes potencias para adecuarse a sus modelos y, en cierto modo, lo lograron.
Ahora tales potencias les indican que ese no era el camino. Convertirse en líderes industriales pragmáticos que establecen relaciones con el que ofrece mejores productos y mejores precios según sus necesidades, utilizando el Estado como orientador para garantizar ese proyecto, no es lo que en realidad se esperaba de ellos. Se les pide desmontar lo alcanzado: subir tasas de interés, transferir divisas hacia las finanzas y la defensa, ralentizar la generación de bienes, comprar caro los recursos naturales que obtenían a precio razonable. El colmo: cooperar con guerras, pese a que esa posibilidad les había sido vedada.
Es probable que esas naciones, como otras, no encuentren respuesta adecuada para esa paradoja.
Les pegaron fuerte, y lo sintieron. Hoy, los Estados Unidos y el Reino Unido, aún en decadencia, representan la Voz del amo.
Puede servir como precaución para ciertos espíritus tan belicistas como declamativos.
Lo advirtió Sun Tzu: “La guerra es un asunto de vital importancia para el Estado, el territorio donde se deciden la vida o la muerte, el camino que conduce hacia la supervivencia o la ruina. Es imprescindible estudiarla a conciencia”.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
Ilustraciones. Comic japonés. Obras de Hayao Miyazaki, salvo la última: Astroboy (pionero en la industria) de Ozamu Tezuka.
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