Víctor Manuel Jorquera es dirigente sindical. Preside Chile Transporte, uno de los cuatro gremios de la industria de carga por carretera del país transandino. En diálogo con Radio Gráfica sostuvo que esto es un “reclamo contra la clase política”.
En conversación con Úrsula Asta para Feas Sucias y Malas, Jorquera detalló: “Tenemos un problema y reconocerlo es lo primero que hay que hacer para tratar una enfermedad. Esto es positivo”.
“Se escucha con fuerza que este Estado al que todos aportamos a través de impuestos, de voluntades y de trabajo, recauda caudales que pasan a ser públicos que no están siendo distribuidos según las prioridades que tiene la ciudadanía”, agregó.
“Años atrás necesitábamos construir carreteras para poder comunicar a nuestro país y creo que la mejor decisión fue hacerlo a través de las concesiones. Ahora, otro tema distinto es la forma en que se hicieron esos contratos, que fue tremendamente desfavorable para todos nosotros, porque no tiene sentido que existan industrias con rentabilidades aseguradas. ¿Cómo se explica que haya industrias que hacen las cosas mal, y tengan la misma rentabilidad, y que por un contrato mal hecho, o injusto, o no transparente, le suban el precio a los ciudadanos? Es decir que toda la ineficiencia y falta de capacidad administrativa la traspasan al precio. Es una falta de respeto hacia la ciudadanía”, desarrolló.
“Lo positivo es que hoy nos estamos manifestando porque queremos cambiar las prioridades con que el Estado utiliza nuestros recursos públicos”, siguió.
Días atrás se logró un acuerdo con respecto a los costos de peajes y TAG (sistema de cobro de autopistas urbanas de Santiago), una de las demandas de la ciudadanía tras el estallido social. Se determinó que se eliminará el 3,5% de reajuste anual.
Jorquera señaló al respecto que “las autopistas que se hicieron en nuestro país fueron con contratos para concesionarias, que tenían un reajuste que les permitía una rentabilidad garantizada, lo cual es injusto. No tenía sentido que hacia la finalización de los contratos, dentro de 15 años, el peaje estaría costando un 67% más, porcentaje que luego se transfiere a los precios de todas las cosas. Esto lo hemos hablado con el Ministro de Obras Públicas y se cambió la forma del ajuste”.
Sin embargo, subsiste la tarifa de peaje diferenciada por horarios, cobrándose el importe más caro en las horas pico. “El valor del peaje aquí varia durante el día, pero los trabajadores no pueden elegir cuándo ir a su trabajo, los transportistas no podemos elegir la hora de entrega de las mercaderías. Durante un embotellamiento la calidad del servicio de la autopista baja, por lo que no tiene sentido la discriminación de tarifas por horario”, manifestó.
“Esperemos que de este conflicto salgamos más robustecidos como país y como personas”, concluyó al despedirse.
Consultado acerca del rol que deberían asumir los gremios en este contexto, sostuvo que “para que la ciudadanía pueda reflexionar sobre nuestros problemas y para que pueda estar tranquila de que el abastecimiento de nuestros insumos no va a parar” ellos deben “ser fieles al compromiso con la ciudadanía” y “seguir moviendo y conectando el país”. Por lo tanto, a diferencia de otros sindicatos, él opinó que “sería una irresponsabilidad parar hoy”.
En la misma línea, optó por subrayar que si bien desde su gremio “empatizan” con las “demandas ciudadanas”, “hay que separar los actos vandálicos de quema y saqueos, que condenamos y que no ayudan en nada, sino que ensucian el reclamo de la ciudadanía”.
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