Tras la reunión con el presidente boliviano Luis Arce, Alberto Fernández confirmó que Argentina tendrá prioridad en la compra de gas. “El contrato vigente se mantiene en las mismas condiciones. Bolivia asume un compromiso adicional que, si hay un incremento en la producción de gas, Argentina va a tener prioridad de ese incremento que puede venir como exportación”, sostuvo el mandatario.
Arce destacó que su país sufre un declive en la producción de gas como consecuencia de los contratos firmados durante el gobierno de facto de Jeanine Añez, que fueron “muy contrarios a los intereses bolivianos”.
A su vez, la guerra en Ucrania generó una suba de precios internacionales del Gas Natural Licuado (GNL), a lo que se suma una sequía en Argentina que altera el normal funcionamiento de las hidroeléctricas.
Radio Gráfica consultó al especialista en energía y geopolítica del Instituto de Pensamiento y Política Públicas, Gustavo Lahoud, sobre la situación del país ante los nuevos desafíos en el escenario internacional y local. “En este contexto de crisis hay que asegurar la disponibilidad gasífera, para los hogares que son demanda prioritaria y para las industrias”, sostuvo.
“Hay un aumento de precios del gas natural licuado en los mercados asiáticos y europeos, por las sanciones cruzadas entre EEUU, la Unión Europea y Rusia, que genera mayor inestabilidad y turbulencia. El acuerdo al que se llegó con Bolivia en este contexto es fundamental porque estamos ante la perspectiva de que en el noroeste argentino nos quedáramos sin gas entrando el invierno, por la escasez de la oferta interna”, explicó Lahoud, al tiempo que remarcó: “Generalmente necesitamos entre el 25% y 30% de gas importado entre mayo y septiembre, y más allá de que tenemos un plan gas que paga un precio interesante en dólares (U$ 3,50 por millón de BTU), hoy esa discusión se empalidece al lado de lo que la Argentina tuvo que pagar la semana pasada por 8 cargamentos de GNL, se pagaron U$ 40 millón de BTU, más de 10 veces lo que pagamos en el mercado interno”.
Por otra parte, el especialista destacó la necesidad de mejorar la capacidad de transporte de gas proveniente de Vaca Muerta: “Hace un mes se puso en marcha el proceso de construcción del gasoducto Néstor Kirchner que agregaría en dos tramos más de 40 millones de metros cúbicos por día de transporte de gas, lo que sería muy importante para acompañar la producción en crecimiento” que se registró en el segundo semestre de 2021. “Si no se puede empalmar, esa producción decae y terminamos en el problema de siempre que es la falta de planificación estratégica integral del sector, que vaya desde la disponibilidad hasta el acceso, ese el problema que tiene la política energética de fondo”.
En el encuentro con su par chileno, Alberto Fernández, también abordó acuerdos en torno a la compra de gas licuado al país trasandino. “Se planteó un escenario interesante de integración energética a futuro con Chile, que se compone de estos ejes: por un lado, la oferta adicional de gas que Argentina tiene de Vaca Muerta, podría ser incorporada en mayor oferta exportadora a Chile. Por otro, Chile podría disponer de GNL para incorporar en la oferta local en los meses de invierno a un precio que debería ser conveniente en este vínculo bilateral”.
En esa misma línea, sostuvo: “Nosotros necesitamos reconstituir un nuevo ABC de la energía que incluya a Chile, Bolivia y Brasil como socios fundamentales, y que también disponga de un papel para Paraguay y Uruguay. Tiene que plantearse una estrategia de complementación inteligente en materia energética en un momento en el que el mundo está dando señales muy inestables. ¿Qué mejor que garantizarnos oferta interna de energía y alimentos, que son los bienes que seguirán estando en disputa permanentemente?”.
Por último, Lahoud se refirió a los acuerdos entre Argentina y Bolivia para la explotación conjunta de litio: “Es un sector clave, deberíamos poner sobre la mesa la discusión de la formación de una gran empresa trinacional del litio (junto a Chile), que pueda poner en valor nuestro recurso y establecer en qué sectores de la cadena podríamos participar nosotros”.
Y concluyó: “Hoy tenemos un perfil básicamente extractivo, ligado a la primera parte de la cadena. Necesitamos dotarnos de una estrategia que nos permita participar en el proceso de electro movilidad, de manera paulatina en el tiempo, con construcción de saber y tecnología nacional porque si no, corremos el riesgo de participar como proveedores de recursos y que desde el desarrollo de baterías en adelante, los beneficios y utilidades queden para otros actores”.
- Entrevista realizada en Punto de Partida por Manuel Rivas y Leila Bitar
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