Palestina. Lo que está en juego. Ucrania. Cuerpo y alma. Las empresas que aceleran al subir la ladera. La propiedad de la energía.
Por Gabriel Fernández *
El área política que opera articulando la difusión del espacio financiero atiborra a la opinión pública internacional con enunciados morales que no cumple. Esos planteos, con gran expansión, resultan cada vez menos creíbles para los destinatarios. Entonces, sucede algo paradojal: los voceros occidentales conminan a pueblos y dirigencias de las naciones, a que les crean. En muchas ocasiones, pistola en mano. Los conceptos diseminados son simples, pero carecen de fundamento; califican a los gobiernos y movimientos antagónicos como autócratas, dictadores, y enseguida evolucionan hacia fraudulentos, corruptos y sanguinarios.
Desde hace varios años sumarse a esas acciones propagandísticas, alinearse en la dirección establecida por el centro tradicional descentrado, no genera beneficios. En todo caso, facilita una mejora en el nivel de vida de la capa dirigencial que acepta las violentas sugerencias. Pero damnifica el panorama de los países y las sociedades que a su través se disciplinan. En la cúspide hay anomia, ni siquiera puede hablarse de maldad: el gran capital financiero solo puede seguir absorbiendo de modo persistente sin derivar un dólar en beneficio de sus propios colaboradores. Entonces, aprieta el acelerador pero su vehículo está en segunda velocidad, pues debe subir la cuesta mientras pretende un viaje más rápido.
PALESTINA. Se informó oportunamente en estas páginas. El líder político de Hamas Ismail Haniyeh y otro referente de esa corriente, fueron asesinados en Teherán al ser atacado su lugar de residencia por una “incursión sionista”, según un comunicado difundido por la organización que lidera la resistencia en la Franja de Gaza. Horas antes, el dirigente había participado de la toma de posesión del nuevo presidente iraní. Este crimen se concreta en una instancia compleja en Asia Occidental, con crecientes enfrentamientos entre Israel y Hezbollah que amenazan expandirse y mientras Hamas continúa luchando contra el ejército israelí en Gaza. Muy especialmente, cabe señalar que se están desplegando las negociaciones para la unidad de las distintas formaciones palestinas. Ya veremos.
Haniyeh, de 62 años, nació en un campo de refugiados cerca de la ciudad de Gaza y se unió a Hamas a finales de la década de 1980 durante la Primera Intifada. Con el tiempo mostró capacidad organizativa y fue nombrado parte de un “liderazgo colectivo” secreto en 2004 y luego primer ministro de la Autoridad Palestina en 2006. En 2017 se convirtió en jefe del agrupamiento. Poco después los Estados Unidos lo calificaron “terrorista global”. A lo largo de los años, Ismail Haniyeh participó en conversaciones de paz con el ex presidente estadounidense Jimmy Carter y se reunió con otros líderes mundiales, incluido el emir de Qatar, el jeque Hamad bin Khalifa al-Thani, y el diplomático chino Wang Kejian a principios de este año.
En abril, los ataques aéreos israelíes asesinaron a tres de los hijos de Haniyeh y a cuatro de sus nietos. En ese momento, Haniyeh, que estaba en Qatar, insistió en que sus muertes no afectarían el alto el fuego en curso ni las negociaciones sobre los rehenes. “Quien crea que atacar a mis hijos durante las negociaciones y antes de que se llegue a un acuerdo obligará a Hamas a dar marcha atrás en sus demandas, está delirando”, afirmó. Lo cierto es que el impacto es fuerte. Se percibe con claridad que Israel necesita prolongar la guerra. Busca un cierre de toda negociación de paz, hacia fuera y hacia dentro de Palestina. Ahora bien, es preciso sincerar el analisis y apuntar que el asesinato de un centenar de personas durante los homenajes a Soleimani, la caída del helicóptero que llevaba a Raisi y este ataque en plena capital, entre otros episodios, muestra dificultades inocultables en la seguridad iraní.
EL DIFÍCIL CAMINO DE LA UNIDAD. El volumen del proceso en marcha explica, junto a los otros factores, el acelere occidental. Hace dos semanas, 14 vertientes palestinas firmaron la “Declaración de Beijing” con el objetivo de zanjar la división y esbozar las bases de una confluencia. El documento, emitido al final de la conferencia celebrada en la capital del coloso asiático entre el 21 y el 23 de julio, convocó a la unidad nacional de todas las fuerzas en el marco de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y a la formación de un gobierno de consenso nacional temporal. Del conclave participaron Al Fatah, Hamas, PIJ, el Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), el Partido del Pueblo Palestino, el Frente de Lucha Popular Palestina, la Iniciativa Nacional Palestina, el Frente Popular – Comando General (FPLP-GC), la Unión Democrática Palestina, el Frente de Liberación Palestina, el Frente de Liberación Árabe, el Frente Árabe Palestino y el Frente Popular para la Liberación del Pueblo Palestino.
Hamas, que orienta políticamente la Franja de Gaza desde 2007, exige el no reconocimiento de “Israel” y rechaza el proceso de Oslo, que considera ineficaz para alcanzar los objetivos palestinos. Los Acuerdos de Oslo significaron el reconocimiento de la OLP a Israel y de Israel a la Autoridad Palestina (AP). Se complementaron con el tratado de paz entre Israel y Jordania en 1994, los acuerdos Gaza-Jericó en 1994 y Oslo II en 1995, y las cumbres de Camp David en el 2000 y Taba en 2001. Está a la vista que no alcanzaron el éxito. Cabe recorder que Hamas evaluó esos pactos como una traición al pueblo palestino.
Sin embargo, un documento de Hamas presentado en 2017 marcó un cambio en su postura al aceptar un Estado palestino con Jerusalén como su capital. Pero, tras el despliegue de la agresión a Gaza, varias posturas se están modificando. Las organizaciones de izquierda, vienen elaborando un lineamiento semejante: varias suspendieron su membresía en la OLP y el Consejo Nacional Palestino en protesta por la coordinación de la seguridad de la AP con Israel y la adopción de decisiones inconsultas por el presidente Mahmud Abás. El FPLP considera que su gestión facilitó la expansión de los asentamientos judíos y la represión israelí y llama a intensificar la resistencia y a aumentar la presión internacional sobre Tel Aviv.
El tema palestino, con frondosos antecedentes, se ha disparado en este dinámico presente. Al modificarse la relación de fuerzas internacional a través de la irrupción de grandes potencias emergentes, los actores externos son más numerosos y la incidencia norteamericana dista de resultar hegemónica. En los años recientes, Rusia y China asumieron un rol más trascedente. El deterioro de la influencia política de los Estados Unidos en Asia Occidental abrió la puerta a otros enfoques para la resolución de conflictos. Rusia viene mediando entre agrupamientos palestinos; organizó varias reuniones con representantes de Al Fatah, Hamas, la Jihad Islámica y el Frente Popular en busca de consensos internos para los variados representantes. En este punto la dificultad radica en que Moscú rechaza la idea de anular el reconocimiento a Israel, ya que su estrategia histórica se asienta en una solución de dos Estados. No está demás recorder que Rusia forma parte del Cuadrilátero -un grupo que incluye a los Estados Unidos, la ONU, la UE y la Federación– que condicionó a Hamas, tras formar su gobierno, a reconocer a Israel y aceptar Oslo. Al mismo tiempo, Moscú ha subrayado la necesidad de ejercer presión internacional sobre Israel para que se retire de los territorios ocupados en 1967.
La complejidad está a la vista, pues los nuevos protagonistas multipolares tienen sus propias concepciones sobre lo que debe ocurrir en la región. Es pertinente tomar en cuenta que las mismas surgen de intereses cruzados como el petróleo y el gas, los corredores comerciales, la Franja y la Ruta, las inversiones energéticas. El resultado de esas combinaciones no siempre coinciden con las exigencies de los palestinos.
China también acrecentó su presencia en la cuestión palestina. Congregó numerosas corrientes bajo la supervisión del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, donde la talla de Wang Yi es adecuada para semejante desafío. El diseño a futuro del Dragón tiene por objeto promover la reconciliación palestina como primer paso hacia un papel más importante en el proceso de paz. Tras observar los antecedentes occidentales al afrontar situaciones conflictivas en el pasado y las acciones que el bloque anglosajón que comanda la OTAN perfila en la actualidad, la nación que conduce Xi Jingpin no admite que la solución se tramite según el parecer de Washington. Según varios analistas asiáticos reflejados en Asia Times, aunque el movimiento de China es lento, está cuidadosamente planificado.
MIRADAS CONFLUYENTES. Es que nadie se confunde sobre las intenciones. Volvamos al primer segmento de este artículo e insertemos el diagnóstico de The Cradle: “El asesinato del jefe del politburó de Hamas, Ismail Haniyeh, por parte de Israel no sólo tuvo como objetivo eliminar al principal negociador palestino en las conversaciones de alto el fuego, sino también al hombre más capaz de unificar a las dispares facciones palestinas en Gaza, Cisjordania y el exterior”. Y el contraste es, también, palpable. Según Pepe Escobar “La reunión de representantes de 14 facciones palestinas para comprometerse a una reconciliación plena mostró al mundo entero que el camino para resolver problemas geopolíticos intratables ya no es unilateral: es multipolar, multinodal, y tiene a China, miembro del BRICS / Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), como un líder ineludible. El concepto de China como superpotencia pacificadora está tan arraigado que después del acercamiento entre Irán y Arabia Saudita y la firma de la Declaración de Beijing, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, decidió decirle a su homólogo chino, Wang Yi, en Beijing que Kiev ahora está finalmente lista para negociar el fin de la guerra por poderes entre la OTAN y Rusia en Ucrania”.
Hay más. Según esas miradas al involucrarse en el más enredado de los conflictos internacionales, China envía a la Casa Blanca y al Pentágono el mensaje de su capacidad y poderío para desafiar el control estadounidense sobre cuestiones políticas globales clave, consolidando aún más su posición como potencia internacional en ascenso. Según el periodista palestino Ibrahim Al-Madhoun “Es importante destacar que China propuso una iniciativa de tres pasos con respecto a Gaza: primero, mejorar la consecución de un alto el fuego integral, duradero y sostenible lo antes posible y garantizar la entrega fluida de ayuda humanitaria y socorro. El segundo paso se basa en el principio de que ´los palestinos gobiernen Palestina´ y trabajen juntos para fortalecer la posguerra en Gaza. El tercer paso implica alentar a Palestina a convertirse en miembro de pleno derecho de las Naciones Unidas y comenzar a aplicar la ´solución de dos Estados´. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino enfatizó que los ´tres pasos´ están interconectados y son indispensables, y destacó que China y Palestina son hermanos y buenos socios que confían entre sí”.
LA TRAMA PROFUNDA. La acción de la potencia asiática y el reconocimiento que la misma prodigó a su gobierno, resultó equivalente a la ovación que recibió el primer ministro Benjamín Netanyahu en Washington hace poco más de una semana por parte de los congresistas norteamericanos. El planteo de quien redacta estas líneas es transparente: mientras China canaliza junto a sus aliados el interés geoeconómico profundo de los multipolares, el Estado desterritorializado del Norte encarna el interés económico de las grandes corporaciones financieras y armamentísticas. Ahí está la afamada guerra mundial. Los ejemplos de cada postura surgen a la vista de todos en Ucrania y en Asia Occidental, pero sus equivalencias subyacentes pueden atisbarse en Europa, en Asia, en Africa, en América latina. Cuando una nación potente propone la paz, lo que sugiere es la activación de la inversión y el comercio, y así se convierte, rápidamente, en adversario del centro occidental. Un centro descentrado, claro, porque su orientación está en dirigencias sin asentamiento hondo, y sin pueblos a los cuales defender.
El panorama no es lineal ni sencillo. Esa labor contraria a la producción industrial masiva y proclive a la generación de conflictos duros y ampliados, impacta directamente sobre Europa. ¿Qué está sucediendo ahora? Las dirigencias políticas del Viejo Continente plantean que, al disciplinarse a la OTAN, están perdiendo el vigor de sus economías y, de paso, las elecciones. Como no “pueden” salirse del esquema, solicitan beneficiarse con la producción armamentística y, al igual que en los Estados Unidos, ofrecer al menos una cantidad de empleos razonable y una carga impositiva que compense la traslación de recursos de la sociedad hacia la Defensa.
La respuesta atlantista, canalizada a través de la vergonzosa dirección de la Unión ha sido contable: la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyden, con el respaldo del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, recomendó a las naciones miembros eliminar del rubro déficit la inversión en Defensa -argumentalmente destinada a sostener el accionar de Kiev para estirar el litigio euroasiático-. Todo un gesto keynesiano. Y un disparate que movió a reir, por no llorar. a los titulares de las áreas económicas de los países. En diálogo con el Financial Times, Von der Leyden señaló “Tenemos que gastar más, tenemos que gastar mejor, tenemos que gastar europeo”. Así presentó sus intenciones sobre la industria armamentística europea. “El mundo se ha vuelto más duro” porque se registra un “incremento de las amenazas geopolíticas”.
A decir verdad las grandes corporaciones no están demasiado preocupadas por el distrito en el cual se fabrican las armas. Lo importante para ellas es sostener y desarrollar el esquema. El alza de las tensiones, les prodigan ganancias directas, pero también complementarias, ya que mientras más gente muere, más se acrecienta la cotización de sus acciones. Son escasos los realizadores de productos bélicos y todos vienen logrando una rentabilidad en alza. Vale repasar los principales; Lockheed Martin (Estados Unidos), Boeing (Estados Unidos, BAE Systems (Reino Unido), Raytheon (Estados Unidos), Northrop Grumman (Estados Unidos), Leonardo (Italia), Rheinmetall (Alemania), Saab (Suecia), Airbus (Transeuropea).
Como bien explica el experto Alejandro Marcó del Pont “La idea es que invertir en la guerra es bueno y beneficia a la sociedad. Que se desarrolle una industria bélica con claros ganadores, y que esta industria esté financiada por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) o por bonos mutualizados con deuda, forma parte del debate. Todos estos mecanismos son motivo de disputa a pesar de las muertes generadas por las guerras. Ese “gastar europeo” que argumentaba Von der Leyen se convierte en un “prestar europeo” que hace las delicias de la gran industria armamentística del viejo continente, con fondos que deberían dirigirse a la transición ecológica, al fortalecimiento de otras industrias o a la búsqueda de la independencia energética”.
Completa: “Detrás de esas empresas de armamentos están los accionistas, donde los mayores inversores resultan los sospechosos habituales. Según el informe Financiar la Guerra. Financiar la Paz. Cómo la Banca con Valores promueve la paz en un mundo cada vez más conflictivo, el principal inversor del mundo en empresas armamentísticas es el fondo de inversión Vanguard, con 92.000 millones de dólares. Le sigue State Street con 68.000 millones y completa el podium BlackRock con 67.000 millones invertidos. El resto de la lista: Capital Group, Bank of America, JP Morgan Chase, Citigroup, Wellington Management, Wells Fargo y Morgan Stanley”. En tanto, la Federación de Rusia y la República Popular China están construyendo sus pertrechos bélicos y van a salir de esta etapa armados hasta los dientes.
https://xn--lasealmedios-dhb.com.ar/2024/08/02/la-busqueda-de-sentido-y-la-maquina-de-ser-feliz/?fbclid=IwY2xjawEchORleHRuA2FlbQIxMQABHX8zHAcPh5cCHW1N8241k00PFpAm1a0Ff_QY38xiK0E9qAMBZ1jHK-lRkw_aem_MEAZDV–NFBiCIQwCihgaA
LA VIDA EN EURASIA. Es posible que la raleada población ucraniana esté más “viva” que la deprimida y anodina población europea. Al menos tiene un motivo para seguir adelante, después de tantos años de decadencia, precariedad y corruptela. El modo en el cual los europeos admitieron la recesión alemana, el deterioro francés y las dificultades del conjunto, enancadas en sanciones boomerang, reorientación de recursos, aumento de las variantes energéticas, todo digitado desde la dirección atlantista, resulta llamativo. La aceptación sin cuestionamiento del atentado norteamericano noruego que quebró el Nord Stream, pese a las investigaciones periodísticas concluyentes, también hablan de una debilidad espiritual profunda que intenta ser relevada por la declamación de un puñado de valores etéreos.
Es decir, mientras para Rusia esta contienda es básica e involucra su integridad nacional, y aunque Kiev la percibe en sintonía desde otro perfil, para quienes la insuflan desde la OTAN, carece de potencia espiritual y reivindicativa. La Federación tiene espaldas físicas y conceptuales para seguir adelante, mientras los conducidos por Volodímir Zelenski -para colmo- cuentan con un andamiaje frío. ¿Quién cree que el conglomerado atlántico es más democrático o benevolente que el gobierno ruso? Ese impulso también forma parte de la lucha y si bien el desgaste es para todos los protagonistas, el futuro ucraniano emerge muy oscuro mientras la Federación que lidera Vladimir Putin amasa sólidas esperanzas al visualizar el devenir.
ENERGÍA VITAL. Las elecciones venezolanas han desatado tempestades en el continente, con ventiscas fuertes que alcanzan bastante más allá. Venimos informando en profundidad a lo largo de la transmisión de la emisora. Cuando la situación se estabilice, la nación bolivariana tendrá que dar una batalla firme para quebrar una importante obstrucción: el bloqueo. En lo inmediato, no lo conseguirá en la región, muy custodiada por los Estados Unidos, pero sí a través de Eurasia. Y de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Es ostensible que los embates que padece el proceso transformador instaurado en 1998, parten del anhelo norteamericano de hacerse de la mayor reserva probada del planeta. También, claro, de distorsionar el mensaje populista y unificador que contiene, por su misma existencia, la identidad social chavista en esa nación.
Si forzamos el análisis para encontrar una clave de los tiempos, podríamos indicar que la misma se encuentra en la propiedad de la energía. Con excepciones parciales, la Organización de Cooperación de Shanghai, los BRICS, la OPEP, la Unión Económica Euroasiática, Mexico, Brasil, Venezuela y varios más -cuánto entrelazamiento ¿no?- enloquecen a las grandes corporaciones señaladas en estas Fuentes al no ceder en el manejo de las poderosas herramientas destinadas a motorizar la humanidad.
No se trata del único factor. Pero usted comprenderá, lector, que al subrayarlo estamos aprehendiendo los ejes del presente en proyección.
Los BRICS + se congregarán en octubre. Lo harán en la ciudad rusa de Kazán. La Federación, a través de su canciller Serguei Lavrov, invitó a los estados que están ingresando a la alianza. En especial, el gobierno que lidera Putin, se comunicó con el presidente venezolano Nicolás Maduro para se haga presente. Ya hay 30 naciones que anunciaron su participación.
Volvió el frío en este Sur. Así que para repasar la densa información suministrada, vale calentar el agua, verter la yerba y absorber unos buenos mates.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
Discusión acerca de esta noticia