Alejandra González, filósofa, ensayista, docente de la Universidad de Buenos Aires, la Universidad del Salvador y Coordinadora de la Maestría en Estéticas Contemporáneas Latinoamericana en la Universidad Nacional de Avellaneda, analizó en Radio Gráfica la lucha de las comunidades originarias en torno al proceso de desposesión territorial operado por gobiernos provinciales y poderes económicos locales. Asimismo, reflexionó sobre los resultados de la elecciones PASO de septiembre a las que consideró “una encuesta” que expresó descontento hacia el gobierno nacional.
Para encontrar la conexión de las luchas actuales de los pueblos indígenas con el fondo de una historia colonial, González describió las pinturas que se encuentran dentro del Museo Histórico Nacional en el Parque Lezama de la ciudad de Buenos Aires: “Es toda una simbología de la construcción del Estado Nacional que ha tenido que ver con esa ‘Campaña del Desierto’ (1879-1880) que ha convertido a la tierra en territorios divididos jurisdiccionalmente”, expresó la ensayista.
La filósofa señaló que “cuando se habla del tema de la propiedad de la tierra comunitaria, no es darle escrituras a las comunidades, es ir a otro concepto que rompe con esa idea de ‘territorio judicializado’ por la mirada del Estado”.
Esta idea “vuelve a la tierra como esa unidad que está ligada a las tareas de cuidado: ese cuerpo sagrado de la tierra, de las mujeres, de las comunidades campesinas que trabajan con semillas no transgénicas, con alimentos autóctonos, que no permiten la invasión de formas de deforestación que plantean la biodiversidad, que no es solo de especies vegetales o animales. Es una biodiversidad política. Esto es lo que matan estas invasiones”, explicitó.
Es por ello, que este es “un momento tremendo para que desde la política se piense esta situación. Acá se requiere urgentemente una insubordinación de lo político, y decirle ‘no’ a estas formas de ‘servidumbre neoliberal’ , que se enlazan a la noción de tierra como productividad, como medio de producción para una acumulación indefinida, subrayó la docente
“Lo político no se explica por la economía. Acá requerimos que devuelvan densidad a la palabra y que puedan hacerse cargo de esta demanda que, me parece, ha aparecido en las últimas elecciones: no nos basta con no morir” de una peste. “El esfuerzo por la vacunación ha sido enorme”, destacó la docente e insistió: “pero no nos basta con no morir. Hay algo más en el deseo que se articula en lo político, y esto es a lo que hay que estar a la escucha”, observó.
En torno a las elecciones PASO del mes de septiembre, González remarcó que las bases populares “hicieron sentir sus voces”, pues consideró que “el pueblo no ha faltado a la cita: ha dicho algo muy expresamente”.
La filósofa resaltó que “lo que hace falta es mostrar nuevamente que la política tiene esa capacidad inventiva, esa imaginación necesaria como para salir adelante en los momentos en que verdaderamente nos aprietan con los argumentos economicistas”, y continuó: “La economía no es la ciencia de lo real, es economía política, es un derivado de las posiciones que se tomen dentro de las subjetividades políticas”.
“Si algo ha tenido de renovador el kirchnerismo en este siglo, como expresión renovada del peronismo, es precisamente poner en el primer plano esa inventiva política. Si no nos queda una especie de ‘política programática de almacenero’ y negociar hasta la servidumbre absoluta con el Fondo Monetario”, reflexionó.
Este momento “es una gran oportunidad política, una gran oportunidad para la renovación de lo político, pero que implica dos cuestiones: salir de la ‘servidumbre neoliberal’ y plantear que el estado no es un mecanismo neutro. Es un aparato de dominación construido por la modernidad”, manifestó, y agregó que “entonces hay que revisarlo , usarlo, pero el surgimiento de algo nuevo no va a venir de los aparatos institucionalizados, del Estado, de los museos, de las universidades. Son todos mecanismos modernos, de la cartografía del poder”.
La oportunidad “va a venir de todo ese movimiento, de este “rum rum“ que estamos escuchando, de la defensa de las tierras, de las prácticas del cuidado, estas prédicas contra los transgénicos, contra los agrotóxicos. Todo eso está vinculado a devolver una potencia inventiva a estas formas de lo político que ha sido vaciada hasta convertirse en mero marketing”, sostuvo.
La ensayista resaltó que “las políticas devenidas en marketing no pueden hacerse cargo de la insubordinación, de la desobediencia. Si hay algo que el peronismo ha sido siempre, y por eso ‘el hecho maldito en este país burgués’, es ser desobedientes. Dejemos de obedecer, ese es el reclamo”, del pueblo.
El gobierno debe volver a escuchar al pueblo. Sin embargo, González cuestionó que “dos días después de la derrota (electoral) se presenta la ley de hidrocarburos, que es una ley que no plantea nada en relación con la transición energética. Esto tiene que ver con todas estas demandas”. Y agregó que “hay que volver al discurso de Perón sobre la tierra que es un discurso del ‘72, si mal no recuerdo”. En ese Mensaje Ambiental a los pueblos y gobiernos del mundo, el general exiliado alertó desde Madrid: “Creemos que ha llegado la hora en que todos los pueblos y gobiernos del mundo cobren conciencia de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medio ambiente y la biosfera, la dilapidación de los recursos naturales, el crecimiento sin freno de la población y la sobreestimación de la tecnología, y de la necesidad de invertir de inmediato la dirección de esa marcha, a través de una acción mancomunada internacional.”
La ensayista subrayó que “hay que volver a escuchar ese tema del cuidado y hay que salir de este discurso que me molesta enormemente: que el ‘Estado nos ayuda’. El Estado es un instrumento que tiene que estar a nuestro servicio mientras podamos, porque como ya dijimos, su estructura nació en un contexto de cómo incluir a las masas domesticadas en el espacio público político”, precisó.
La filósofa advirtió que “a nosotros no nos tienen que ayudar. Que nos escuchen nuestros representantes porque nuestra voz es la única que puede producir algún cambio en el orden de los acontecimientos, sino realmente vamos hacia una depredación, pero no de la naturaleza, sino de la biodiversidad”.
El cuidado de la biodiversidad y la soberanía alimentaria “son las reivindicaciones que tienen que ser de los movimientos populares, del peronismo a la cabeza”, afirmó González y se preguntó: “si no ¿qué vamos a disputar? ¿Por los aparatos obsoletos del Estado? ¿Qué más podrían dar sino más de lo mismo?”.
“Hay que escuchar esto que se está produciendo maravillosamente desde las bases, y una vez más de las bases”, propició, y nuevamente se interrogó, “¿cuándo aparecerán los dirigentes que sean capaces de recoger esto?” Porque “si no como dice Evita, ‘iremos con la cabeza de esos dirigentes para adelante’, si estas palabras no pueden ser escuchadas”, advirtió.
“Hay que articular otras formas que tienen que ver con una perspectiva de la economía no en términos de aumentar solo el consumo. Ahora se está pensando, y esto lo piensan mucho en los sectores de la economía popular, en la forma de ‘la economía del decrecimiento’, precisamente no del consumo”, explicó la ensayista, y cuestionó a quienes toman las decisiones estatales. “¿No saben que si se consume al promedio de un ciudadano norteamericano necesitaríamos cinco planetas Tierra? ¿Qué quieren, la extinción de la totalidad?”
“Le reprochamos a (Donald) Trump cuando se retiró de la Reunión del Cambio Climático”, recordó González, aunque problematizó que “no lo podemos pensar nosotros en nuestras propias tierras cuando hay tantas voces que lo plantean”. Y enfatizó: “no son comunidades de muertos de hambre, son gente que llevan una palabra que da cuenta del cuidado de la biodiversidad y del futuro planetario”.
- Entrevista realizada por Ariel Weinman en Panorama Federal (lunes a viernes de 7:00 a 8:00)
- Redacción por Carolina Ocampo
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