El Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), presidido por Alfredo Serrano Mancilla, elaboró un nuevo estudio de opinión pública en nuestro país, en plena campaña de las elecciones legislativas que tendrán su primera expresión en las PASO del próximo 12 de Septiembre.
Como es habitual en el CELAG, la encuesta no se limitó a consultarle a la población sobre figuras y candidatos, también fue al hueso de lo importante. Temas sensibles que movilizan las preocupaciones sociales en la Argentina, la incrustación geopolítica de la Argentina en boca de la opinión pública, que hacer con el yunque de la deuda externa y que opina sobre el sistema de salud y la justicia en el contenido de una encuesta necesaria.
“En Argentina, hace varias semanas que comenzó el baile de números en relación a la intención de voto de las principales fuerzas políticas de cara a las PASO a nivel nacional y también a escala provincial. Hay para todos los gustos y colores. Muchas de ellas arriman el agua a su molino. Esto es, fuerzan sus números para contentar a su contraparte, sea porque les paga o porque les simpatiza, hasta al punto, por ejemplo, del inolvidable ridículo que hizo Management & Fit precisamente en unas PASO, en las presidenciales del año 2019, cuando auguraba empate técnico y al final acabó ganando el Frente de Todos por más de 16 puntos” asegura en una nota de opinión Alfredo Serrano Mancilla, presidente de la CELAG y en la que analiza sobre el sentido de las encuestas en los procesos eleccionarios de nuestro país.
Las preocupaciones sociales
La mitad de las personas encuestadas revelaron que su primera o segunda preocupación económica resulta ser la inflación. El 38,2% destacó que resulta ser el desempleo y el 38,2% la pobreza.
Es indudable que la consecuencias sociales de la pandemia, tras cuatro años de azote neoliberal, y la incapacidad del gobierno de poder revertir una dinámica económica en la que unos pocos multiplican su fortuna, mientras la enorme mayoría la pasa cada día peor, tiene consecuencia directa con el relevamiento de opinión sobre las principales preocupaciones sociales.
El enorme drama para el gobierno nacional, empeñado en narrar una recuperación económica que apenas se refleja en el balance de un puñado de empresas, es que no puede acomodar la campaña en una propuesta sensata que indique el modo en que se va a revertir la inercia de los primeros dos años de gobierno una vez superada la próxima contienda electoral.
La relación con la deuda externa
El 70% de los argentinos, según la encuesta de la CELAG, tiene una imagen negativa del FMI, apenas el 20,5% señaló tener una imagen positiva del organismos multilateral de crédito.
En un relevamiento que sólo ofrecía como respuestas posibles pagar la deuda externa contraída con el FMI en 10 años o en más años, aunque esta decisión implique romper relaciones con el organismos de crédito, implicó que el 64,6% expresó que prefería postergar por décadas el pago aunque implique romper relaciones.
No se encontraba en el cuestionario la posibilidad de no pagar la deuda externa, la cual hubiera puesto en serios inconvenientes no sólo a la fuerza política que endeudó al país por décadas, si no a aquella fuerza electoral que celebra los acuerdos para pagar la deuda como si se tratara de un campeonato mundial.
En forma sintética, Alfredo Serrano Mancilla, compiló el resultado de la encuesta realizada por el CELAG en una reciente nota de opinión, en la que destacó que las principales hipótesis que realiza el instituto se resumen en tres ejes:
- En relación al reparto de las dos fuerzas más destacadas, el panorama es parecido al de las presidenciales de 2019:
- a) El Frente de Todos continúa con un nivel de fidelidad muy similar al de hace dos años. Posee un piso muy sólido y elevado (30-33 % sobre el padrón electoral) y, a partir de ahí, tiene margen para alcanzar la votación lograda en 2019. Ese ‘voto probable’ sigue estando cerca, a pesar de ser más crítico.
- b) Juntos por el Cambio conserva su núcleo duro, pero presenta una gran dificultad para ampliar su base. No logra transitar a ser un ‘Frente’, que sume y amplíe, y por ahora se queda en una suerte de ‘Mínimo Común’, muy anclado en lo que aportan Macri y Bullrrich, quienes siguen estancados y con una imagen positiva baja. Larreta y Vidal tienen mejor imagen, pero aún no comandan ni les dejan. La disputa interna está servida.
- En relación al presidente y la vicepresidenta:
- a) Alberto Fernández cuenta con mayor apoyo (visto en imagen, sentimientos positivos y atributos) que porcentaje de votos que obtuvo en las elecciones de 2019. Muchos ven su caída de imagen desde inicios de 2020 como una catástrofe. Sin embargo, no tienen en cuenta que no se pierde lo que no se tiene. La imagen positiva de 70-90 % es pura ciencia ficción, algo efímero. En política, un 50 % de imagen positiva después de dos años vale más que un 90 % momentáneo, como el que se puede tener en plena luna miel al inicio del mandato. El presidente logró estabilizar su imagen positiva en 46 % luego de la caída provocada por la ‘foto en Olivos’.
- b) Por su parte, Cristina Fernández continúa con estabilidad en su imagen y su nivel de apoyo desde 2019 hasta hoy en día. Es una base leal innegociable que supone el núcleo sobre el que se edifica el ‘Frente Ampliado’.
- En lo económico, tres dimensiones:
- a) Las necesidades económicas están encima de la mesa. Se valora algo mejor la gestión económica de lo cotidiano, pero aún es insuficiente. Precios de medicamentos y alimentos y salarios/empleo es lo que más preocupa a las familias. Y también el endeudamiento creciente para afrontar gastos básicos.
- b) La combinación de herencia macrista y pandemia es hasta el momento considerada como la principal responsable de la actual situación económica. Pero seguramente esto no persistirá por mucho tiempo más.
- c) La sociedad sigue manteniendo sentidos comunes progresistas (aprecio por el rol del Estado, necesidad de más salud pública, el “cepo” es necesario, no podemos pagar la deuda al FMI a cualquier coste –éste tiene una imagen negativa muy alta–).
Finalmente, Serrano Mancilla resaltó sobre el estudio realizado que “hemos realizado una encuesta en estas últimas semanas (2 al 23 agosto), a nivel nacional, con 2.002 casos, con sistema CATI (Computer Assisted Telephone Interview). Ésta podría considerarse como la segunda fórmula más confiable para entrevistar, muy por encima del aluvión de encuestas IVR (Interactive Voice Response) y las que se hacen “por internet”; lo ideal es lo presencial, pero aún estamos en tiempo de pandemia”.
- Fuente: InfoNativa
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