Eduardo Valdés, diputado nacional del Frente de Todos y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, dialogó con Lautaro Fernández Elem en Radio Gráfica sobre la política de acción que viene desplegando el Papa Francisco desde que asumió el liderazgo de la iglesia católica en 2013. Además, sentó postura sobre la coyuntura regional, y en especial, la reciente denuncia del gobierno boliviano contra el ex presidente Mauricio Macri y parte de sus funcionarios por la entrega de armas al gobierno golpista de Jeanine Áñez Chávez.
Lautaro Fernández: Francisco ha llevado, desde que comenzó su Papado, una política de denuncia al capital financiero, al “Dios dinero”, y lo hace cada vez de manera más explícita. La última alusión a los empresarios argentinos que no quieren producir fue directa y muy confrontativa.
Eduardo Valdés: Sin duda. Debo decir, los que venimos siguiendo a Francisco desde el primer día de su Pontificado, que al Pontífice que venga después de Francisco, le va a costar mucho. Es el primer Papa que no es eurocéntrico, es decir no tiene un pensamiento desde Europa hacia el mundo. Él lo dijo el primer día, que él era del sur, del fin del mundo. Y tiene una mirada desde los pobres y quiere representar genuinamente esa opción preferencial, con los pobres, y no por los pobres. Ahí viene su mirada sobre los movimientos sociales, que es una creación de Francisco, en el mundo va a quedar esa organización que en la Argentina está muy avanzada y que ya está hasta naturalizada en el análisis político, pero eso empezó a partir de una mirada de Francisco. Recomiendo leer la Carta del Papa Francisco a los empresarios de Davos de hace 3 años, donde no es muy distinto de lo que le dice a los empresarios cristianos argentinos. Lo que sí llama la atención, es que las dos veces que yo le escuché decir al Papa cuál es su programática, -porque no se la escuché otra veces-, fue ante los jóvenes argentinos en la Cumbre Mundial de los Jóvenes en Brasil, que fue el primer viaje que hace el Papa a Río de Janeiro y donde dice el famoso “hagan lio”. Y en ese momento él dijo, “mi programática no están compleja, es Mateo 25 y las Bienaventuranzas”. “Bienaventurados los pobres, bienaventurados los que luchan por la justicia, bienaventurados los que trabajan por la paz del mundo”. No es tan difícil, no es el Manifiesto del Partido Comunista, es una cosa muy preexistente. Y después dice: “tuve sed y me diste de beber, tuve hambre y me diste de comer, estaba preso y me viniste a visitar”, eso es Mateo 25, son cosas simples de solidaridad social activa. La diferencia que yo creo es que el “ser Cristo” es tomar el problema del otro, del que es vulnerable, es hacerlo carne en uno, no dar lo que te sobra. Contemplar, practicar la vida y la política para que termine su vulnerabilidad y calamidad. Eso creo que es la geopolítica de Francisco tanto en el económico, en lo político y en lo internacional, ser solidario con los pueblos que padecen esa vulnerabilidad, levantar la voz ante la injusticia. Yo creo que aparecen muchas voces para quebrar el lazo entre Francisco y la Argentina, todos los rumores de que el Papa estaba enojado porque no le mandaron una carta porque estaba enfermo, es mentira.
LF: Francisco no es solo un líder ideológico o simbólico; se involucró en la negociación de Argentina con el Fondo Monetario Internacional, es decir, pone en práctica lo que dice, no es meramente discursivo.
EV: Lo primero que hizo, fue con el Banco Vaticano, que era una cueva donde depositaban el dinero muchos líderes de la mafia, políticos y sindicales, también. El Papa puso al Banco Vaticano, que no podía ser distinto en los controles de los demás bancos y que hasta ese momento nadie lo controlaba, bajo los controles que tiene toda Europa con cualquier otro banco. No era tan difícil, esa es una virtud que tiene, ejecuta en el primer día.
A Francisco, lo conozco desde mi función de embajador de Argentina. Yo siempre tuve claro que mi representación era mi país, que yo no era un hombre desde el Vaticano hacia la Argentina, sino soy un hombre que tenía que representar la Argentina ante el Vaticano, que tenía alguna cercanía mayor que otro embajador, puede ser, pero nunca quise ser el amigo del Papa. Y en ese sentido, tengo el orgullo de haber compartido el viaje del Papa a Cuba, junto con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que fue la única líder latinoamericana invitada a ese evento por el Papa y por el gobierno de Cuba. Y también, la primer gira latinoamericana del Papa que fue a países bilaterales; Ecuador, Bolivia y Paraguay. Cristina estuvo en la culminación de la visita de Francisco, al igual que estuvimos juntos en la Cumbre Mundial de los Jóvenes en Brasil. Tenemos tres visitas acompañando al Papa con la presidenta de Argentina, ese es mi pequeño orgullo.
LF: ¿Pensás que en algún momento vendrá Francisco a la Argentina, en el corto o mediano plazo?
EV: Sueño con eso, me parece que ese contacto entre la Argentina y él, sería lo más extraordinario. Por eso, creo que lo que denuncia Gabriel Fernández tiene que ver con impedir que suceda ese hecho, que yo no lo nombro más para que se concrete.
LF: Ahora te pregunto por Bolivia. Ha surgido una denuncia importante por parte del estado boliviano, la investigación avanza cada vez más y compromete a Mauricio Macri, a Patricia Bullrich, a Oscar Aguad, a los titulares de gendarmería y más funcionarios. ¿Cómo se está viendo desde lo parlamentario?, ¿Hay alguna investigación desde la Cámara?
EV: Yo creo que hay varios pedidos en la Cámara. Sé que Leopoldo Moreau que preside la Bicameral de Inteligencia, me planteó que esta semana íbamos a hacer una reunión por este tema. Ahora, en mi carácter de Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, de seguir el día a día de la política internacional, al menos en la región, este hecho que acaba de aparecer, sincera muchas situaciones. Estamos hablando en época de Donald Trump, todo esto sucede cuando todavía no se habían llevado a cabo las elecciones de los Estados Unidos. Trump que tenía una pata en la OEA, que era Almagro y sus segundos, y que tenía otra pata en la Casa Blanca, que se llamaba Mauricio Claver-Carone, a quien eligieron de presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, violando todas las normas. Cuando sucede aquel acontecimiento, faltaba 12 días para que Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner asumieran el gobierno en la Argentina. La conmoción internacional que había logrado el Frente de Todos, que no lo esperaba nadie y ganar en primera vuelta, hizo que nosotros, cuando vimos este golpe de estado en Bolivia, nos sorprendiera por la cercanía, hasta lo pudimos llegar a tomar como una advertencia hacia nosotros, a los que íbamos a asumir el gobierno. Sorpresa fue también, que Macri no aceptara el asilo. A mí me gustó mucho la actitud de Alberto y de Cristina en ese momento porque se pusieron al frente de resolver la situación de Evo Morales y de Álvaro García Linera. Alberto consiguió que México mandara un avión, el avión necesitaba reabastecer combustible en Lima, no lo acepta el gobierno de Perú, tampoco lo acepta el gobierno de Colombia. Nos enteramos que Ecuador junto con la Argentina, mandó armas. Acá freno, esto es política internacional, el Grupo de Lima que se creó para hacer la pata junto con la OEA para invadir países que no comulgaban con las ideas del mundo de Donald Trump, esto es lo primero que yo observo. Está sincerándose la situación, nosotros no imaginábamos que la Argentina y el Ecuador habían mandado armas para ese golpe. Y ahora vemos cuáles eran los objetivos del Grupo de Lima, ahora nos cierra por qué Perú y Colombia no permitieron que el avión pasara y cargue combustible. Tuvo que hablar personalmente Alberto Fernández con el presidente de Paraguay para que permita que el avión de México con Evo Morales y Álvaro García Linera pudieran reabastecer combustible. También debo decir, que el actual presidente Fernández le pidió a un colaborador que hablara con el (x) canciller (Jotge) Faurie, para que éste hablara con el canciller brasilero y le permita sobrevolar espacio aéreo al avión en donde estaban Morales y García Linera y se hizo.
Lo que confirma que era un golpe planificado, desde la OEA, desde Trump, desde Claver-Carone, es por eso el comportamiento que vimos en el famoso Grupo de Lima, que se armó al calor de querer invadir Venezuela, el querer marcar una política intervencionista en épocas de Trump para con los países que no comulgaban con las ideas neoliberales.
LF: Lo que vimos en Bolivia, que ahora se va aclarando, lo que está pasando en Cuba, lo que sucedió en Nicaragua, ¿hablan de un fortalecimiento de la iniciativa de los Estados Unidos sobre la región?
EV: Yo quiero creer que Joe Biden, no es lo mismo que Donald Trump y tengo algunos elementos para justificarlo. Sinceramente, diez días antes que sucediera lo de Cuba, el asesor presidencial para América Latina, Juan González, anunció que Estados Unidos iba a abrir los consulados que cerró Donald Trump en Cuba. La relación de hoy es de embajada a embajada, cerraron los consulados. Entonces, me llama la atención ese anuncio de Juan Gonzales, me llama la atención la declaración de dos senadores republicanos, Bill Cassidy y Jerry Moran que plantean levantar el bloqueo en Cuba. A su vez, veo que hay una representante de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, que es diputada demócrata de la alianza del presidente Biden, que pide lo mismo. Yo soy un gran apostador al diálogo, al constructor de puentes y no a la construcción de muros. Creo que con Donald Trump muere la política de los muros, muere la política de los bloqueos y quiero creer que en la nueva administración haya un espacio para la construcción de puentes. Digo esto, porque yo era embajador en El Vaticano cuando a Hillary Clinton la desplazaron de la Secretaría de Estado y asume John Kerry, un norteamericano que había sido candidato a presidente, de ascendencia irlandesa católica, que fue al Vaticano a plantearle una nueva agenda al Papa. Recordemos que la relación cuando estaba Hillary Clinton, de Francisco con Obama, no era para nada buena. Al mes y medio que asume el Papa, se opone a la invasión a Siria que anuncia Barack Obama. No solo se opone, sino que plantea una acción concreta, que se lleve una jornada mundial de oración para impedir la invasión a Siria. Se ejecuta la movida en el mismo Estados Unidos y el lunes siguiente Obama anuncia que no va haber invasión a Siria. Un día le pregunté a Francisco, ¿por qué había convocado un sábado, sabiendo que los católicos rezan los domingos?. Y él me dijo “convoque un sábado porque quería que rezaran musulmanes y judíos y yo como Jefe de los Católicos puedo ordenar que recen ese sábado”. Y entonces, cuando aparece Kerry en el escenario, le plantean a Francisco que sea el mediador entre Cuba y Estados Unidos, que no es poca cosa, con el tema que estamos hablando. Y el Papa lo concretó en 6 meses, viajó a Estados Unidos, viajó a Cuba y 4 meses después, Obama anunciaba la apertura de la embajada de Estados Unidos en La Habana, luego lo destrozaría Donald Trump. Entonces, yo soy un político, tengo la obligación de tener esperanza. Y tengo la esperanza de volver al mundo de aquel 2014 o 2015, donde no solo se hizo lo de Cuba, sino donde el gobierno de Obama- Biden le pidió al Papa que se involucrara en el Proceso de Paz de Colombia, cosa que hizo y lo concretó. También, Estados Unidos iba a firmar el Acuerdo del Cambio Climático de París, cosa que lo concretó y lo firmó. Además, sacaron a Irán del eje del mal y el G5, que era los 5 países más poderosos, sacaron a Irán e hicieron un acuerdo por el cual Irán empezó a trabajar junto con Occidente para combatir al ISIS. Quiero volver a ese mundo, al mundo aquel del 2014 hasta que llegó Donald Trump.
- Redacción Lucia Izaguirre
- Entrevista realizada en Desde el Barrio (10 a 13 hs)
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