Ricardo Aronskind, economista, investigador y docente, dialogó con Gabriel Fernández en Radio Gráfica sobre el acuerdo para reestructurar la deuda alcanzado por Gobierno Nacional.
-¿Qué pensás sobre el acuerdo suscrito por Martín Guzmán y el estado argentino?
-Me parece bien, no es perfecto, como siempre decimos, no tendríamos porque estar endeudados. A la Argentina no le hace falta que se endeude para crecer, pero nos endeudaron, nos dejaron este bardo. Y dentro de las condiciones internacionales, globales, regionales, se tironeó bastante y se logró un acuerdo, digamos, que de cada 100 que debíamos- sobre 67 mil millones- vamos a poner 55. Y eso me parece, que dentro de todo, es un logro. La segunda cosa, que claramente es un logro, es que en estos primeros cuatro años que se vienen, tenemos muy poco pago, entonces, queda las finanzas del Estado- por lo menos en relación a esta deuda- muy despejadas para poder meterle control a la reactivación económica y al crecimiento, esas son las dos cosas que veo positivas. Hay una cosa que está difusa y confusa, en lo que se supo hasta ahora, ¿qué va a pasar con la cláusula de acción colectiva?, que tiene que ver, con que no pueda venir cualquier acreedor suelto y meter tu juicio a Nueva York. Lo que indica esa cláusula, es que para hacerte un juicio tienen que juntarse muchos, un 30% -por lo menos- de los acreedores, que nos pone a salvo de buitres, pero no está claro como termina eso.
-¿Puede la Argentina cumplir con este acuerdo, aun en condiciones buenas con un desarrollo relativo, puede hacerse cargo de esto que se ha firmado?
-Si fuera solo esto, yo te diría que sí. El tema es que a esto, se agrega lo del Fondo, porque empieza a aparecer los pagos más fuertes en el 2024, 2025 y 2027. Si de acá a esos años, vos tenés una política inteligente, una política económica que promueve tanto exportaciones como sustitución de importaciones, si llegas a ese momento con una buena situación de comercio exterior, no vas a tener demasiado problema, porque aparte de eso, lo refinancias, no es que todo el mundo paga todas las deudas, sino que las vas pateando para adelante o las cambias por otras deudas, pero no debería haber mayor problema. El tema es que a esto se le agrega lo del Fondo.
-Se abre una discusión entonces: ¿cómo orientar la economía? Es decir, ¿de dónde salen los recursos? ¿si se va aplanar el ingreso de la población o si se va a dinamizar el consumo y el mercado interno? No sé ¿Cómo ves el desafío de Alberto Fernández?
-Mirá, hay una forma muy buena de ahorrar dólares, que es promover sustitución de importaciones. Porque ahí tenes la doble cosa, de que promovés actividades económicas que tenes el potencial de hacer, que sabes que hay una demanda interna y que lo que tenes que hacer es promover que esa rama, ese sector o esa fábrica aparezca y con eso te ahorras una buena cantidad de dólares que estás gastando, importando un bien o un servicio. Si lo empezás a producir acá, tenes la doble ventaja de que generas actividad, generas empleo, generas riqueza y te ahorras dólares. Ese es un camino bien interesante para esta situación, porque aparte de todo, el escenario internacional no va estar muy predispuesto para el comercio de ningún país periférico. Osea, va haber una lucha bastante encarnizada en los próximos años entre grandes potencias por disputarse un mercado que va a salir achicado de la pandemia.
-Ahí es donde los argentinos van a tener que tensionar ese debate, porque hasta ahora el gobierno ha surfeado entre ambas posiciones, por así decirlo, va a tener que dar una definición. No es lo mismo el mercado interno que vincularse de modo único con la agroexportación y con la renta.
-Desde ya, yo creo, me parece visualizar en este gobierno una claridad en relación al mercado interno, de la importancia de las medianas y pequeñas empresas, también del desarrollo regional. Me parece que el gobierno viene anunciando una serie de cosas en ese sentido y viene mencionando el tema de una reforma impositiva progresiva. Si el gobierno hace un buen diseño y se lo dejan hacer, que es la disputa política, hay un horizonte bastante interesante para nuestro país.
-Me preocupó un poco, la presión de los sectores agropecuarios para establecer el fiscalismo nuevamente, para garantizar su continuidad hegemónica sin inserción del Estado. Ojalá el Estado escuche otra voces,¿no?
-Me parece que también hay que pensar el momento político y la capacidad que va a tener en cada momento el gobierno. Me imagino que si logra manejar- más o menos- la pandemia y en el segundo o tercer trimestre del año que viene, empieza la reactivación, va a llegar bien a las elecciones y eso va implicar también mejorar su perfil en Cámara de Diputados. Ahí, el gobierno aparece con otra fortaleza para negociar con sectores que hasta ahora son como muy intransigentes.
- Entrevista realizada en La Señal (lunes a jueves de 18 a 20, viernes de 19 a 20)
- Redacción por Lucía Izaguirre
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