El gobierno de Lenin Moreno y el movimiento indígena agrupado en la Coordinadora de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE) anunciaron un acuerdo respecto al decreto 883, que quitó los subsidios a la gasolina. La información permitió atenuar el contraste registrado en Ecuador durante las semanas recientes. Al mismo tiempo, generó miradas diferentes.
Una parte de la población celebró en las calles lo que evaluó cual victoria tras 11 días de protestas apenas controladas por una dura represión. Asimismo, se gestó un debate sobre qué se había logrado en verdad. ¿Una derogación inmediata y efectiva, como anunció y celebró la CONAIE o de una sustitución sin fecha determinada, como anunció en su cuenta de Twitter el presidente Lenín Moreno?
La polémica sigue abierta porque, además, el plan de ajuste, que viene mostrando indicadores económicos y sociales perjudiciales para los sectores populares, sigue en vigencia. Aún cuando el pacto se despliegue como anuncia la Coordinadora, no sería más que un alivio circunstancial en el marco del marcado deterioro general.
Desde Quito María Cinci Bastidas, periodista de la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER), informó en diálogo con Punto de Partida que “se instaló la mesa de diálogo entre la CONAIE y representantes del gobierno. Se está conversando para ver qué pasa con las movilizaciones, la fuerte represión de los últimos once días, y con el estado de excepción y el toque de queda por parte de la fuerza pública. La primera reunión duró unas tres horas y se llegó a un acuerdo que establece la derogación del decreto 883 por parte del gobierno, y el levantamiento de las movilizaciones masivas en toda la capital y otras ciudades importantes del país como voto de confianza. Sin embargo, después de esto, se empezó a especular con que no hubo una voluntad real de cumplir por parte del gobierno, ya que su intención es cambiar un decreto por otro similar. Se celebró la victoria popular por el movimiento indígena ya que ha sido reconocido como un sector social de igual a igual para discutir la política pública con el gobierno, pero este mantiene la política neoliberal que dicta el Fondo Monetario Internacional”.
Cinci Bastidas detalló también que “la CONAIE no es homogénea. Es una confederación de diferentes nacionalidades que no tienen la misma postura acerca del ex presidente Rafael Correa. Algunos sectores reconocen en él un liderazgo que podría retomarse en el terreno político, y otros que lo consideran inadmisible. Por lo tanto el movimiento indígena no tocó el ‘punto Correa’ en el diálogo porque no lo consideró importante en este momento. Los únicos puntos de común acuerdo fueron la derogación del decreto 883 y las renuncias de la ministra de Gobierno, María Paula Romo, y el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, quien ha sido responsable de la represión”.
La noticia más reciente, narrada también por Cinci Bastidas, fue: “la detención a las cinco de la mañana, hora de Ecuador, de Paola Pavón, prefecta de la provincia de Pichincha. Ella es representante del partido Revolución Ciudadana. No se han aclarado hasta el momento los motivos de su detención, ella misma no ha sido notificada. Puede ser un índice de persecución política porque también Radio Pichincha Universal fue allanada durante los días de protesta. Era la única radio, medio público, en Quito que informaba de la situación, mientras los grandes medios corporativos hicieron una cobertura y racista contra el movimiento indígena. En Radio Pichincha se llevaron discos duros y se le impuso una medida que la obligó a suspender su programación porque supuestamente estaba incitando a la violencia. Todo esto nos alerta porque este gobierno posiblemente no tenga el diálogo que dice mantener”.
Sobre la represión Rosa Mireya, representante ecuatoriana en el Parlamento Andino, denunció que hasta el momento hay doce muertos, novecientos heridos, cien desaparecidos y mil 200 detenidos, entre los que se destacan, además de Pavón, figuras del partido Revolución Ciudadana como Virgilio Hernández, secretario ejecutivo del mismo, Alexandra Arce, ex alcaldesa de Durán, Cristian González y Pablo Lastra.
Por último, y en diálogo con Hay domingo, la periodista argentina Stella Calloni trazó un diagnóstico general de la situación al afirmar que “estamos ante una realidad que muchos no querían ver. Iba a ser muy difícil que prosperaran gobiernos como el de Moreno en América Latina, sobre todo después de la década pasada en la que hubo todo un proceso de integración, que había proyectos de una comunidad de naciones latinoamericanas y caribeñas, aceptada incluso por gobiernos muy diferentes entre sí. Además este es el cuarto levantamiento popular ecuatoriano desde los años ‘90 con mucha presencia de las poblaciones indígenas. Los tres anteriores derribaron tres presidentes”.
Calloni puntualizó además que “se está negociando, pero la figura de Moreno ya quedó expuesta. Es un presidente de facto que subió al gobierno con un partido al que después abandonó. Por lo tanto dejó de lado el programa por el que lo votaron las grandes masas de Ecuador. Fue un golpe de estado post electoral, tenemos que manejarnos con esa figura”.
OZ / GF / RG
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