Por Leonardo Martín
Una tarde de temperatura templada y soleada en La Plata, en el tránsito de las últimas semanas de un invierno frío y bastante gris. Nos trasladamos a la capital provincial para charlar con Hugo Russo, secretario General de la Asociación Judicial Bonaerense que nos recibe en la sede del gremio. Una elegante casona antigua, de puertas altas, con un franja de patio sobre uno de los costados y un vitraux de lo que ya no se hacen que da color a la sala al entrar. Inevitable no ingresar, mirarlo y hacer un comentario.
Russo llega de una reunión, prepara su mate y se dispone a la entrevista en la sala de reuniones del gremio donde hay una mesa amplísima, algunos cuadros históricos adornando las paredes con molduras de otra época. Antes de grabar se va dando un diálogo para calentar motores, primeras impresiones de la realidad política argentina y el mundo de trabajo. Inevitable que no surjan en estos tiempos turbulentos.
La Asociación Judicial Bonaerense (AJB) representa a todos los trabajadores y trabajadoras diseminados en las 20 departamentales de la Provincia. Hugo es secretario General del sindicato desde el 2021, pero previamente tuvo un largo recorrido en el Poder Judicial y en la vida institucional de la organización.
Ingresó como trabajador al Poder Judicial en la departamental judicial de San Isidro en febrero de 1990, afiliado al sindicato desde entonces. En esa misma década se convirtió en delegado en los Tribunales de Trabajo donde comenzó un vínculo más activo con la vida gremial. En 2003 fue elegido como secretario de Asuntos Laborales en la seccional de San Isidro y secretario de Prensa de la CTA San Isidro, central a la cual está adherida la AJB.
De 2010 a 2018 se desempeñó como secretario General de la CTA Zona Norte y desde 2018 fue vocal de la Comisión Directiva provincial de la AJB por la minoría, con una conducción de otra orientación política en esos días el gremio. Finalmente, en 2021 se impuso en las elecciones como secretario General, cargo que revalidó con más del 70% de los votos en junio de este año. Actualmente es también secretario Adjunto de la CTA de provincia de Buenos Aires. Una carrera gremial metódica que ya lleva tres décadas.
Para romper el hielo también hablamos de música y algo de fútbol. Hincha de Boca, cuenta de su fanatismo por la primera etapa de Luis Alberto Spinetta que va desde Almendra, pasando por Pescado Rabioso y llegando hasta Invisible, de Led Zeppelin y de Eric Clapton, entre otros. Cuenta que en el auto venía escuchando a Crucis, una expresión del rock progresivo en Argentina en el tramo final de la ya lejana década del ´70 de corta vida. Cuenta que no comprende la música nueva, “nos convertimos en nuestros padres”, dice pero preferimos comenzar la entrevista a profundizar en el tema. Se sirve un mate y arrancamos.
Leonardo Martín: Para comenzar, ¿cómo evaluarías la situación del Poder Judicial en la provincia de Buenos Aires? ¿Cuáles son los principales temas que hoy generan preocupación a nivel gremial?
Hugo Russo: Tenemos 800 vacantes de jueces, fiscales y defensores, incluidos jueces de la Corte. Salimos muy fuerte con el tema de la vacante de los jueces. Producto de las políticas de ajuste del gobierno nacional, esa falta se ve reflejada en el día a día que estamos teniendo en los Tribunales donde viene aumentado la litigiosidad, lo empezamos a ver primero en el Fuero del Trabajo. La crisis está haciendo que muchos bonaerenses pierdan su laburo, en la formalidad y en la informalidad, y encima que te quedaste sin trabajo vas a reclamar y no hay jueces. Un juicio te puede demorar una enormidad. En nuestro caso, denunciamos esta falta al Ministerio de Trabajo de la Provincia para que interceda con el Ministerio de Justicia.
Además, ante la falta de nombramiento de jueces, la Corte Suprema bonaerense tampoco nombra personal. Muchos trabajadores renuncian o se jubilan y no son reemplazados con el argumento de la Corte de que no pueden nombrar nuevo personas porque no hay jueces. Por eso pedimos que nombren esos jueces para que puedan ser designados esos trabajadores.
La crisis también se ve en el Fuero Civil con ejecuciones de títulos, tarjetas de crédito, expensas, alquileres así como la descomposición social en el Fuero de Familia. Estamos muy preocupados por lo que pueda pasar en el Fuero Penal porque también la crisis social va a hacer crecer el delito. Ya ha pasado durante la época de De la Rúa y el macrismo.
¿Cuál es la razón de esta situación?
El Consejo de la Magistratura requiere todo un andamiaje de acuerdos que primero con la pandemia no se puso en movimiento y en ese período hubo jueces que renunciaron o murieron. Se generó un cuello de botella por lo cual necesitás un acuerdo muy grande. El Consejo de la Magistratura está compuesto por Diputados, Senadores, Colegio de Abogados, Colegio de Magistrados, el Poder Ejecutivo y la Corte Suprema de Justicia. Nosotros no estamos adentro pese a ser el único sindicato de judiciales de la provincia de Buenos Aires. Le hemos pedido al ex ministro de Justicia, Julio Alak, que nos de intervención al momento en que se toman exámenes de los aspirantes a jueces y así poder dar nuestra opinión, algo que nos permitió. Tenemos muchos compañeros con largas trayectorias en el Poder Judicial, que se hicieron de abajo, que para nosotros están en condiciones de estar con un lugar en la Magistratura.
Para nosotros la Justicia es un derecho y hoy estamos ante un falta de tribunales contemplados pero que no crearon efectivamente, la falta en la designación de cargos termina siendo una negación del acceso a la Justicia a los bonaerenses. Los gremios tienen que defender sus salarios, las fuentes y condiciones de trabajo de sus afiliados, pero siendo trabajadores del Estado también tenemos una responsabilidad en que la cosa esté mejor. No nos quedamos tranquilos con la paritaria si la Justicia funciona para el traste.
-¿Desde cuando se da este deterioro?
Desde la pandemia para acá especialmente. En los últimos cuatro años se hizo un cuello de botella en un Poder Judicial que es el segundo más grande de Latinoamérica. La provincia es un país y es enorme, con 20 departamentos judiciales con realidades distintas. El deterioro se nota mucho en los departamentos judiciales del Conurbano.
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¿Cuantos trabajadores judiciales hay actualmente?
Son 32 mil en total contando a la Corte Suprema. Somos el 4% de todos los empleados públicos de la provincia más los Juzgados de Paz, donde también tenemos vacantes. El Poder Ejecutivo mandó una tanda pliegos hace 20 días. Ahora hay tribunales y juzgados desarmados.
Vamos a suponer que nombran a todos los jueces y fiscales, ¿Cuál es la situación edilicia? ¿Puede albergar a esos trabajadores?
Hay una crisis edilicia muy grave que viene desde hace mucho tiempo, pero pospandemia se agravó. Hubo situaciones que no se atacaron y no se pudieron resolver con edificios en estado deplorable en el Conurbano y algunos del interior. Pasan cosas como que no se arregla el baño, no hay aire acondicionado o que no funcionen las calderas como ocurre en Lomas de Zamora. El Ministerio Público Fiscal tiene un presupuesto para Fiscalías y Defensorías y después hay otro presupuesto para todos los juzgados y oficinas y venimos con un presupuesto nacional que se prorrogó en 2023. Hay que afrontar el tema edilicio porque hay malas condiciones para los trabajadores, los abogados y justiciables. Son edificios viejos que requieren mantenimiento. Nosotros estamos trabajando en el presupuesto que vamos a plantear a Economía de la provincia de Buenos Aires diciéndole todo lo que se necesita en designación de personal, infraestructura y lo que creemos que hace falta. El último presupuesto que tuvimos está por debajo del 4% de los gastos provinciales.
¿Cómo están a nivel salarial?
Primero hay que entender el contexto. El Gobierno nacional eligió como enemigo al gobernador de la provincia de Buenos Aires. En realidad está eligiendo como enemigo a todos los bonaerenses al no pasarle los fondos estipulados por ley a la Provincia. El 60% de la deuda del gobierno nacional son fondos creados por ley que van al IPS. Nosotros le exigimos al gobernador, ahora lo primero es que tenga los fondos para luego pelear por como se distribuyen esos fondos. No le podemos exigir algo que no está.
Sin perjuicio de eso y con la administración que está haciendo la Provincia apenas ganó Milei le dijimos que las paritarias había que respetarlas y sostenerlas y ocurrió eso, se mantuvieron. Veníamos con paritaria cada dos meses, pero con la devaluación de enero le dijimos paritaria todos los meses y el gobierno cumplió eso. Ahora cuando la inflación bajó volvimos al esquema de paritarias cada dos meses. En la negociación también están planteadas mesas técnicas en este contexto donde hay provincias que no han tenido paritarias, en otras por decreto o muy por debajo de la inflación. Lo que le dijimos en la cara a los compañeros es que en épocas de crisis todos vamos a perder, está en nosotros perder lo menos posible.
Por lo que describís hay buen diálogo con la Provincia.
El último acuerdo salarial lo hicimos no tomando el último mes del año anterior, rompimos con eso y ahora los aumentos son sobre junio por lo cual los números son totalmente diferentes. Vamos llevándola, el último acuerdo fue de 4,5% con una inflación del 4%. Obviamente que llegamos tensionando a ese número. Nosotros estamos para defender los intereses de los trabajadores, pero tenemos que hablar de la coyuntura y compararnos. No estamos perdiendo en gran medida frente a la inflación. Tenemos confirmada la paritaria del mes entrante y una mesa de monitoreo. No estamos teniendo mayores problemas en el contexto en que estamos. Es muy difícil negociar paritarias cuando hay una inflación muy alta.
Tenemos una reunión el próximo 16 para hablar un montón de cuestiones, la mesa paritaria aún goza de buena salud, pero en el largo plazo se puede complicar. Hay dinero que no está bajando no solo a la provincia de Buenos Aires, en aquellas provincias que le acompañaron todo a Milei tampoco. Hay gobernadores que han pagado los sueldos en dos tramos al igual que el aguinaldo que no están haciendo paritarias y están echando gente del Estado. En la provincia de Buenos Aires no se echó ningún trabajador.
“LA DISCUSIÓN MÁS GRANDE QUE TENEMOS PARA DAR ES LA REFORMA JUDICIAL”
Recientemente reelegiste como secretario general para un nuevo período, ¿cuál es tu balance de esa elección?
Hemos tenido logros, pero para nosotros fue muy importante poner en el centro al afiliado y la afiliada. Hemos mantenido el poder adquisitivo, logrado el bloqueo de título para los técnicos y peritos, recategorizaciones y subcategorías para ir recuperando los 27 puntos que habíamos perdido durante el gobierno de Vidal. Realizamos la Olimpiada más grande de la historia del sindicato, avanzamos en cuestiones de juventud y género. Todo para nosotros es importante. Es un gremio abierto, con el afiliado en el centro de la escena que nos respaldó con un 71% de los votos en una elección con mucha participación. El trabajador necesita un gremio presente, salario, condiciones de trabajo, acompañamiento en los casos de violencia laboral y de género. Es una enorme responsabilidad.
¿Cómo se abordan los casos donde hay episodios de violencia laboral y de género?
Tiene que funcionar lo orgánico que hay en cada uno de los departamentos judiciales. Si hay un compañero que sufrió violencia lo primero que tiene que hacer es ir a su Departamental y hacer la denuncia. Ahí interviene el Sindicato, la Secretaría de Género, Gremial. El secretario General y Adjunto y actúan sobre la problemático. En caso de que sean graves interviene la provincia con esa departamental.
Cómo sindicato del Poder Judicial, ¿Cuál es su planteo para una reforma judicial?
La discusión más grande que tenemos para dar es la reforma judicial. Queremos trabajar conjuntamente con la comunidad, modificar la conformación de ese Consejo de la Magistratura creado por el Pacto de Olivos en la reforma constitucional de 1994. Nosotros planteamos la necesidad de una mayor participación popular donde estén sindicatos, organizaciones sociales, de Derechos Humanos, académicos, la prensa. Hay que debatir que los jueces sean vitalicios los jueces, democratizar como se elige y controla. Esta forma de elegir los jueces no está dando resultados. Todo se decide entre gallos y medianoche. Un cambio tiene que haber.
Vamos a salir públicamente con un proyecto donde tienen que ser lo jóvenes los que impulsen. Se discuten los mandatos de los gobernadores e intendentes, pero los jueces son vitalicios. Además, en el último período Ha habido en el último período en Latinoamérica un poder judicial en el cual se introdujo la política que es un tema a revisar.
EL SINDICALISMO CON MILEI
¿Cuál es tu evaluación del rol del sindicalismo durante el gobierno de Milei?
En una época difícil el sindicalismo ha demostrado que al menos está peleando y discutiendo algunas cuestiones, después podemos ver si hay que ser más revolucionarios o combativos. No es lo mismo estar en el Estado que en una fábrica. Yo jamás le voy a reclamar lo que tiene que hacer a otra central. Para mí fue muy bueno lo que hicimos en diciembre, en enero, el paro nacional, la marcha con los estudiantes, luego el 1° de mayo. Algunos nos critican, pero a los políticos no los ví, se ponen una consultora, otros están en Twitter, otros se van a dar clases al exterior o escriben como hay que hacer los cosas. Los sindicatos nos bancamos la palos y los gases. Muchos que hablan sobre el sindicalismo es porque lo detestan o porque nunca trabajaron y estuvieron encuadrado. Veo compañeros en las regionales, en la CTA y los movimientos sociales y ayudando en los comedores en esta situación tan difícil.
Faltaron dirigentes gremiales en el gobierno de Unión por la Patria, ¿pensás que a futuro deben tener más lugar en los espacios de decisión?
Una salvedad, el gobierno de Alberto no ha avanzado sobre derechos nuestros, pero si es verdad que podríamos haber hecho más de lo que se hizo. Alberto dijo “si alguna vez les fallo, vengan a decírmelo” y no lo hicimos. Alberto no fue el gobierno de Macri, no olvidemos lo que hizo el macrismo. Nosotros salarialmente nos hundimos, ahora en esa etapa tendríamos que haber discutido más a la ofensiva. Es un mea culpa que tenemos que hacer las centrales.
Para mí tienen que ocupar otros lugares en las listas, que los compañeros decidan quienes van a los concejos deliberantes, diputados provinciales y nacionales donde pese la palabra de sindicatos con historia y no que venga otro con la lapicera. Los sindicatos peleamos, resistimos, pero después no estamos arriba del escenario. Hay algo nuestro que ha fallado ahí, no poder visualizar el poder y representatividad que tenemos. Hay un ninguneo de la política, a veces te sentás en la misma mesa con sectores que no tienen la representación que tiene un sindicato. Parece que el sindicato es malo. La lapicera ha sido un problema.
“AXEL HA TENIDO VALENTÍA Y CORAJE”
¿Cuál es tu visión de Axel Kicillof?
Estoy convencido que ha sido el mejor gobernador de la provincia de Buenos Aires con gestión para capear el temporal. Fue ministro de Economía de uno de los mejores momentos de la Argentina. Es la primera vez en la historia que la provincia de Buenos Aires está en contra del gobierno nacional, desde el primer día se opuso a las políticas a sus políticas mientras todos los gobernadores bajaron la cabeza e hicieron el ajuste, Axel les dijo que no en la cara.
Es un gobernador que paga los salarios en tiempo y forma, cosa que otras provincias no han hecho. Se para de mano y dice “así van a destruir la Argentina”. Nos genera el mayor respeto. Tenemos paritarias en un contexto de quita de derechos, ajuste salarial y hasta, por ejemplo, la quita de la feria judicial en San Luis. Esto en provincias con gobernadores que no se pelearon con Milei. Axel ha tenido valentía y coraje.
¿Va a acompañar el sindicalismo a Kicillof?
Yo creo que sí. Hay mucha bronca por el famoso fuego amigo que trata de esmerilar al gobernador. Cuando algunos lo querían poner de candidato a presidente nosotros dijimos que no desde la CTA de la Provincia, le dimos el apoyo nuestro para la Provincia. Otros tenían un candidato al que no le fue muy bien después. Lo de Axel en pandemia fue muy bueno. Hay que bancar el hambre en la provincia, no es joda.
Enseguida recompusimos y ahora capeando el temporal. Trata de dar respuesta, estuvo reunido en Brasil, con los chinos, en Uruguay, no defaulteó la deuda, mantuvo la paritaria. Kicillof es enemigo, como los bonaerenses, del gobierno nacional. Además tiene llegada a la gente que no es peronista, no tiene ningún ruido de corrupción. Es un punto muy a favor.
Y al gobierno nacional, ¿cómo lo ves?
Milei es un empleado, un instrumento, la derecha estuvo estudiando como hacer, fracasó el macrismo, el peronismo, y llegó Milei que es un outsider apoyado en el discurso de que se vayan todos. El establishment lo pone en ese lugar y cuando no les sirva más lo sacarán y vendrá otro, pero Milei no es el que gobierna.
Hay algo que está haciendo el gobierno nacional que es la distracción, cuando tiran varias es una la que quieren que pase especialmente. Para nosotros lo que quieren es la eliminación de los derechos, es la pelea que tienen desde el 55 para acá. Esto viene mal y muy rápido.
Ellos están teniendo problemas adentro, se están peleando. La única salida es oposición, no hay nada bueno de lo que hayan planteado. Hay que crear masa crítica y unidad, no va a alcanzar con los gremios, hay que ir a buscar a los estudiantes, a las pymes. Quieren ir a una configuración de clase baja muy amplia y dos o tres vivos. Hoy hay una ametralladora para todos, es la eliminación de la clase media, quieren liquidar todo eso. Necesitamos la mayor unidad posible para enfrentar a Milei.
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