Por Lautaro D`Urso
Con puntualidad propia de su tierra, a las 21:00 se apagan las luces de Movistar Arena. Una música ambiental nos va poniendo en clima. Las pantallas se encienden, nos avisan que vamos a vivir una experiencia inolvidable y que el recuerdo del show quedara marcado a fuego en nuestros corazones. Somos testigos del recital 539 de esta gira que la banda craneó para celebrar su música, mimar a sus fans y mantener vivo su legado.
En las pantallas una luna gigante nos refleja, escuchamos la voz tan característica e inconfundible de Jarvis Cocker, pero no lo vemos, los gritos y festejos de los fans presentes se hacen notar. El carismático frontman emerge de una plataforma ubicada en medio del escenario. Una entrada triunfal y digna de las películas de James Bond, con quien comparte más de un atributo, tiene la elegancia de Sean Connery, la madurez y comicidad de Roger Moore, el poder seductor y la sofisticación de Pierce Brosnan.
I Spy es la primera canción de la noche, la banda esta afiladísima y decide meterse al público en el bolsillo desde el minuto uno.
Jarvis pide a la audiencia que lo acompañen con aplausos, marcando el ritmo de uno de sus grandes éxitos Disco 2000. Estalla el Movistar Arena, todo el campo salta, el confeti desde el escenario se suma a esta fiesta de la gente diferente que monto Pulp en el barrio de Villa Crespo.
Cocker con su elegante traje de terciopelo y sus lentes negros de marco grueso, que ya hace unos cuantos años se transformaron en un sello distintivo genera un magnetismo total, se roba todas las miradas y a cada segundo demuestra estar más vigente que nunca.
En tercer lugar llega “Joyriders” canción que desde el año 2012 no integraba los setlist de la banda británica.
En Marzo de este año lamentablemente partió de este mundo el bajista Steve Mackey a los 56 años, Pulp decide dedicarle “Something Changed”, se vive un momento emotivo recordando quien supo ser durante muchos años el que marcaba el ritmo con su bajo en cada disco y concierto.
En primera fila muchas personas muestran guantes rosas, con un español precario el frontman nos introduce en la quinta canción de la noche “Pink Glove”.
Jarvis Cocker no para un segundo de moverse, baila de una manera particular que recuerda por momentos a “Marcello Mastroianni” en la recordada película de “Fellini” “8 ½”.
Pulp saca su costado más ecologista con las siguientes dos canciones “Weeds” y “Weeds II (The Origin Of The Species)”. En el recinto se vive una fiesta total, una oda al Britpop de los años 90s donde la banda, canción tras canción sigue alimentando esa llama de la nostalgia.
Jarvis Cocker es un cantante totalmente performatico, genera que su público no pueda quitarle los ojos de encima, encandila con un estilo que combina lo mejor de varios músicos. Tiene una elegancia que supera a la de su compatriota “Bryan Ferry”, un aura Glam a lo “Marc Bolan”, la transgresión y ambigüedad de “David Bowie”, el erotismo de “Prince” y un costado seductor para cantar y susurrar del recordado francés “Serge Gainsbourg”.
Un público deseoso de seguir embriagándose con el sonido de Pulp baila con “F.E.E.L.I.N.G.C.A.L.L.E.D.L.O.V.E”, a continuación le sigue “Sorted for E’s & Wizz” también del majestuoso disco que llevo al grupo musical al éxito absoluto “Different Class”.
Jarvis sigue en un estado enérgico, parece alimentarse del amor de sus fanáticos.
Con una intro poderosísima, un bajo que marca el ritmo, el público grita y festeja la llegada de “This is Hardcore”, un derroche de sensualidad, una vibra erótica que se genera en el Movistar Arena con un Cocker en estado de gracia que nos regala una interpretación sublime.
De su disco del año 2001 “We Love Life” llega la onceaba canción de la noche “Bad Cover Version”.
Con mucha nostalgia, desamor y derrotismo llega uno de los clásicos del grupo musical “Do You Remember the First Time?” donde nos hace reflexionar si el amor es una bendición o una maldición.
Cocker sigue frenético con movimientos sensuales y una actitud desfachatada. Babies hace saltar a todos los presentes. Luces anaranjadas iluminan el escenario llega “Sunrise”, en las pantallas un sol crepuscular de tono rojizo digno de una película de “Sergio Leone”. Jarvis camina hacia las pantallas casi uniéndose a ese sol ficcional con un juego de luces muy llamativo desaparece del mismo centro de la tarima de donde se inició el show.
La gente corea el nombre de la banda, luego de unos breves minutos, Pulp retorna a escena y nos regala una trilogía sonora difícil de superar.
En primer lugar llega “Like a Friend”, el himno a la friendzone por excelencia, Jarvis nos cuenta de una manera muy explícita, sonora y lirica los amores no correspondidos, el amar profundamente y que la otra persona solo quiera una amistad; nos recuerda la pérdida de tiempo y lo estúpido que puede ser amar sin ser amado.
A estas alturas uno siente ser testigo de uno de los mejores shows del 2023 en nuestro país.
La montaña rusa emocional se eleva con otra gran canción “Underwear”, el éxtasis total estaba por llegar. Cocker bromearía con el riff inicial, tarareando el hit más emblemático de Pulp. El recinto explota por completo con “Common People”, el recital fue en alza y este momento es la consagración energética, el clásico de clásicos que habla de las diferencias sociales. El Hit que es parte de “Different Class” donde con una pluma prodigiosa Cocker compone un tema autobiográfico que cuenta como un chico de clase obrera de Sheffield y una chica de origen griego de clase alta coquetean.
Los versos del frontman de Pulp son una reflexión bastante irónica y acida sobre las diferencias entre dos mundos opuestos, los dos extremos de esta sociedad capitalista desigual en la que nos toca vivir, la base y la punta de la pirámide de los estratos sociales. Para ponerlos en contexto a mediados de los años noventa, en Gran Bretaña se puso de moda un extraña y peculiar moda entre las clases más pudientes que querían conocer como vivían las clases más humildes en los peores barrios, una especie de voyerismo social nefasto, los ricos podían jugar por un rato a ser pobres. “Common People” nos cuenta como una estudiante griega de clase social alta piensa que ser pobre tiene un encanto “cool” y pretende vivir, experimentar las carencias de las clases bajas y hasta tener sexo con un chico de clase obrera.
La banda se despide en lo alto, pero la noche nos tenía preparada más emociones.
En el intervalo entre que la banda se despidió y volvió para hacer un segundo encore, gran parte de los presentes se expresó en contra del nuevo presidente electo, algo que va muy acorde a la ideología de la banda y más precisamente al pensar político de Jarvis Cocker que simpatiza con las ideas de izquierda, ya que él nació y se crio en Sheffield, ciudad obrera. El carismático cantante es el portavoz de comunicar la decadencia de un sistema desigual, de cómo la gente quiere pertenecer a cualquier costo y con una propuesta estética e ideológica el disfrutar de lo mundano, aunque todo se derrumbe, bailar porque nada más se puede hacer.
Cocker no olvida sus orígenes, no es un desclasado, siendo una persona hoy en día con una posición económica de privilegio sigue hablándole al obrero, a la gente de clase humilde, a esa juventud que no ve un futuro alentador.
En épocas que parece reivindicarse figuras como la de la dama de hierro “Margaret Thatcher” que tanto mal le hizo a Argentina, mencionar que el frontman la aborrece profundamente y en su libro evita mencionar su nombre en su totalidad.
Otra cosa a tener en cuenta en esta época donde desde el poder se agita un capitalismo salvaje, la filosofía del individualismo de Ayn Rand, del sálvese quien pueda y del mercado como único regulador sin contención social, en estos momentos donde el foco esta puesto en el dinero, mencionar que desde sus inicios hasta la actualidad Pulp acciona de manera socialista repartiendo sus ganancias de forma equitativa. Un método poco común hoy en día donde en general los cantantes se suelen llevar una tajada mayor del pastel.
La banda vuelve a escena con la reciente “Background Noise”, canción que tiene menos de un mes, estrenada hace muy poco en su concierto en Mexico.
Es momento de “Razzmatazz”, canción que habla de la complejidad de los vínculos, el deterioro de una pareja, la desilusión y lo destructivo que puede ser lo superficial.
Con imágenes del esplendor de la banda en las pantallas se acerca el final, llega “Glory Days”, Jarvis parece ponerse nostálgico, anhelar el pasado que se fue. Como en un momento al bailar me recordó a “Mastroianni” vuelvo a sentir esa misma vibra en este momento, Cocker me remite al personaje de la película 8 ½ “Guido Anselmi” en donde al entonar los versos se nota una melancolía en su interpretación.
Pulp se retira nuevamente, ahora sí parece ser el final; pero el grupo británico nos regaló una última canción.
Sorprendió a todos con otro clásico tremendo de su carrera musical “Mis-Shapes”, lo curioso es que la banda en esta gira suele interpretarla dentro de sus primeras canciones pero esta vez la guardo para el final, dedicándole este hitazo a su audiencia.
Pulp demostró una vez más ser una banda de una “Clase diferente”, con un show lleno de clásicos, nostalgia, crítica social, política, elegancia, erotismo y glamour. La banda cumplió con su cometido. Para todos los presentes será difícil olvidar esta noche.
Periodista / El Refugio Musical (Lunes, de 22 a 00hs)
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