Por Lautaro D´Urso
Siete años de espera para volver a ver a esta banda en vivo en Buenos Aires. Su última presentación en Niceto Club fue histórica, durante cuatro horas hicieron vibrar a los presentes en lo que es hasta hoy el recital de una banda que fue el más largo que se haya registrado en la última década en los escenarios porteños.
El nombre de la banda es un juego de palabras que hace alusión a dos cosas: Brian Jones, el difunto guitarrista, líder y fundador de los Rolling Stones, y a la lamentable tragedia de Jonestown, en la cual un culto religioso acabó con la vida de más de 900 personas en Jonestown, ciudad de la Guyana.
Ya pasaron 33 años desde la fundación The Brian Jonestown Massacre una banda emblemática dentro del rock alternativo y la escena indie, que demostró a lo largo de su carrera ser coherente con su mensaje, nunca se vendieron al negocio de la música, nunca quisieron ni pretendieron ser parte de los grandes festivales, del mainstream musical ni ser una banda que sonara en las radios. Son embajadores de un estilo vintage, de mantener el sonido analógico y que la psicodelia siga más viva que nunca.
Su líder Anton Newcombe hace de la banda su estilo de vida, desde mediado de los años 90s el músico nacido en California y radicado ya hace unos años en Berlín le pone cuerpo y alma a este proyecto musical. El multinstrumentista es la mente pensante y brillante detrás de los más de veinte discos lanzados, el único miembro que se mantiene en el proyecto desde que se inició. Generando un culto alrededor del sonido, la estética e ideología que pregona.
Un poco antes de que se abran puertas, gente comenzó a hacer fila para entrar al C Complejo Cultural Art Media y como si fuese un porteño mas los presentes se topan con la presencia Joel Gion caminando por Av corrientes, saludando a los ansiosos fans que esperaban por entrar, sacándose fotos, haciendo un par de chistes y demostrando la sencillez con la que se manejan a nivel ideológico como banda, que siempre está alejada de la idolatría y del famoso concepto de estrella de rock.
Ya adentro del recinto para calentar motores se sube lo que para mi opinión es la banda del momento Winona Riders que a base de buenas canciones, sangre joven y un sonido demoledor contagiaron con energía a todos los presentes, difícil ser indiferente ante la muestra de talento de la banda nacida en la zona oeste del Gran Buenos Aires. El mismisimo Newcombe salió a tomarle fotos y a mirar un poco de lo fue la presentación de la talentosa banda que los estaba teloneando.
Pasadas las 21 30 se empezó a gestar lo que sería la misa psicodélica de Brian Jonestown Massacre. Anton Newcombe tomo uno de las botellas de vino que estaban en el escenario y brindo con el público argentino que estaba ansioso por el inicio del show. “Salud”, fue lo primero que dijo Newcombe al subirse y también fue lo único que pronuncio en la lengua de Cervantes, luego todas sus interacciones con el público fueron en ingles.
Ver en vivo a esta banda es toda una experiencia audiovisual, un trance místico, donde se genera una conexión entra la banda y su público, los sonidos lisérgicos llegan directo al alma, las canciones psicodélicas generan casi los mismos efectos que consumir estupefacientes.
Entre humo de cigarrillos, botellas de vino, grandes pases instrumentales, zapadas en el medio de sus canciones hacen parecer que se está presenciando un rito chamanico. La energía de la psicodelia genera en los presentes un estado de alegría, de corear las canciones, bailar y saltar.
Casi llegando al cierre del recital había nueve músicos en escena, de los que sorprendentemente seis eran guitarristas. En un hecho que remarca la ideología de la banda y lo lejos que están del odioso concepto de estrella de rock, hasta los plomos se sumaron a tocar. Una grandiosa y mística zapada genero lo que para mi fue el mejor momento de la noche en “A Word” siendo la cúspide de lo que fue esta noche a pura psicodelia.
Después de dos horas quince de recital todos volvimos a la realidad salimos de ese trance místico, lamentablemente la misa psicodélica había concluido, caemos en la realidad que mañana es un día laboral y que para colmo a muchos se les va hacer difícil regresar a sus hogares por el paro sorpresivo de colectivos.
Periodista / El Refugio Musical
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