Por Lucas Molinari
El 17 de agosto finalmente llegó y el movimiento obrero se manifestó en el centro porteño. Fue un día que arrancó con llovizna y continuó nublado. La convocatoria para marchar fue dispersa, en un radio que iba desde el Bajo hasta Congreso y desde Constitución al Obelisco. Por eso no se consiguió una foto aérea que sintetice toda esa masa en las calles.
La CGT, conducida mayormente por los mismos sectores que conciliaron con la gestión macrista, se mostró débil. Ratificó la imposibilidad de dirigir la fuerza obrera que se expresó con voluntad de combate ante cada cronista que consultaba por los motivos de la marcha.
No hubo paro de actividades y eso limitó el número de participantes. Algunos gremios definieron el cese de tareas, pero no fue la mayoría.
Gabriel Galeano, delegado del Fuero Laboral por el sindicato UEJN, opinó en Gráfica: “Yo recorrí toda la movilización y me parece que fue una marcha ambigua, que reflejó el estado del campo popular y del movimiento obrero. Una dirigencia sindical que quedó en una encerrona que dificulta muchas veces donde se reclama. En el caso de las organizaciones sociales, cuando se movilizan van a un lugar y tienen un programa. Después podes estar de acuerdo o no. Mi sensación cuando recorrí la marcha fue ¿Qué estamos haciendo?”.

A la vez, Galeano, afirmó: “Por abajo hay una homogeneidad en lo que se reclama, que los compañeros no llegan a fin de mes, el enojo, por abajo, de los trabajadores es con el gobierno, porque tiene todas las herramientas desde el Estado para ponerle un límite a los grupos económicos y no lo hace”.
En el documento de convocatoria al 17 de agosto de la CGT el moyanismo y la Corriente Federal lograron que queden señalados los enemigos de la patria. El texto reclama: “La inflación ha alcanzado niveles intolerables que pulverizan el poder de compra de los trabajadores. Mucha de la responsabilidad depende de los sectores que se han apropiado de ganancias en tiempos de pérdidas para los trabajadores y trabajadoras. No es ajeno a esto la irresponsabilidad económica de los grandes formadores de precios que remarcan el valor de los productos esenciales para mejorar los márgenes de ganancias. Como tampoco de la especulación financiera en búsqueda de una devaluación que sólo favorece a los grupos económicos concentrados y empobrece a la gran mayoría de los argentinos“.
Quien intenta ponerle nombre y apellido a los enemigos de la patria es Pablo Moyano que en la conferencia de prensa posterior a la marcha expresó: “Una de las medidas que podría tomar el Gobierno y que se la hemos transmitido varias veces —y acá están los compañeros rurales—, es que hay 5 millones de viajes de camiones por año: el 40% del grano sale en negro. Eso quiere decir que el campo no paga el 33% de las retenciones, sino que paga el 26%. Y las balanzas, cuando entran los camiones a los puertos de Rosario o a cualquier puerto del país, son de las cerealeras y ¿Quién las controla? Creo que el Gobierno, si quiere recaudar dólares y si quiere tomar una medida contundente, tendría que estatizar las balanzas que están en los puertos. Que son de Cargill, de Dreyfus, de Aceitera Deheza… Ellos mismos se pesan su producto y lo venden ¿Quién los controla? Las mineras que están en la Cordillera son todas extranjeras. El 80% de los trabajadores camioneros son chilenos o de otros países y hemos realizado medidas de fuerza. Llevan los minerales por Chile y te los procesan en destino. Quiere decir que a los 3 meses te dicen ‘no, de cien mil toneladas de piedras encontramos cien gramos de oro’. Esas son las medidas que tiene que tomar el gobierno: enfrentar a los poderosos, como estos tipos que hoy le sacan un plato de comida a los argentinos. Esas son las medidas que vamos a acompañar si el gobierno toma la decisión de hacerlo”.
Moyano busca referenciar la bronca popular y liderar al sindicalismo combativo que resistió al macrismo, pero que sigue esperando señales del oficialismo, cuyos máximos referentes se mantuvieron en silencio respecto a la movilización.
Como ocurrió con la marcha del 18 de octubre del 2021, en la que tampoco hubo oradores, para la cúpula del Frente de Todos la masa obrera que se manifestó “contra los especuladores” este 17 de agosto pasó inadvertida.
Ese destino también tuvo el discurso del presidente Alberto Fernández en un encuentro de la CELAC (Confederación de estados Latinoamericanos y del Caribe) realizado en el Centro Cultural Kirchner. Allí dijo: “Cuando escucho que Cuba ha desarrollado cuatro o cinco vacunas contra el COVID-19 y no las puede industrializar y dar al mundo porque, por los bloqueos que padece, carece de la capacidad financiera que necesita para poderle dar salud a todos los pueblos del mundo, yo sufro”. “Sufro profundamente”, remarcó el mandatario que definió “Un bloqueo que además lleva más de seis décadas. Y ahora Venezuela, esperamos que esto rápidamente se termine pronto. Que el bloqueo se termine pronto y que los venezolanos vivan en democracia eligiendo libremente como ellos quieran”.
Hay que aclarar que Argentina hoy, más allá de las palabras, está bloqueando a Venezuela al no devolver el avión (como ocurrió con la retención de nuestra Fragata Libertad en Ghana en 2012 a pedido de los Buitres). Recomendamos la charla con uno de los tripulantes en Feas, Sucias y Malas.
Pero LA POLÍTICA tuvo otro escenario que fue el Consejo de las Américas, una organización de corporaciones económicas norteamericanas fundada en 1963 por David Rockefeller..
“Una noche antes del evento central”, cuenta Fernando Gómez en su editorial de Infonativa, “más precisamente el 17 de Agosto cuando se celebraba el paso a la inmortalidad del General José de San Martín, 50 empresarios y las autoridades del Council of América celebraban una cena en el Hotel Alvear Palace. Un sólo dirigente político fue invitado al evento. “Tenemos que hablar sin intermediarios. Tiene que haber un acuerdo político y empresarial para la Argentina” sostuvo en su intervención Eduardo Wado de Pedro, quien hizo especial hincapié en la necesidad de promocionar las inversiones en gas, un producto que nace de nuestro suelo, crece en exportación al mismo ritmo en que crece en importación. Sentado en la misma mesa en que lo hacía Marc Stanley, Alejandro Bulgheroni (Pan American Energy), Eduardo Elsztain (IRSA), Martín Eurnekian (Aeropuertos Argentina 2000) y el presidente de la Cámara Argentina de Comercio, Natalio Mario Grinman, Wado se llevó el reconocimiento explícito de la CEO del Council, Susan Segal, quien felicitó públicamente al ministro por su “crecimiento político”, Wado indicó la necesidad de “formar espacios donde todos cedamos un poco y acordemos un modelo productivo que respetemos todos a medio y largo plazo”. Como si nuestra Patria tuviera mucho más margen para ceder”.
El jueves inauguró el evento del “Council” Horacio Rodríguez Larreta que afirmó: “El próximo gobierno de la Argentina tiene que ser un verdadero gobierno de coalición. Un gobierno que marque un punto de inflexión en la historia de decadencia de la Argentina”.
Le respondió el descarado Marc Stanley, embajador yanqui en nuestro país: “Todas las personas con las que hablé, todos están de acuerdo que en la explotación de estos tres mercados, el petróleo y gas, ganado y agricultura y minerales está la respuesta” y fundamentó: “He visto unirse a este país y cómo aprobaron el acuerdo con el FMI juntos en marzo. Tanto diputados como senadores lo hicieron. La respuesta está ahí y está al alcance”. Finalmente el gringo dejó una orden: “Es hora de que trabajen juntos ahora mismo. No esperen 16 meses. Hoy es el día de hacer esto”.
El ultimo orador fue Sergio Massa, a quien el embajador argentino en Estados Unidos (Jorge Argüello) se refirió como “presidente” sin que los periodistas que lo consultaban se sorprendieran. El ex intendente de Tigre se mantuvo en sintonía con quienes lo precedieron en la palabra: “En los próximos meses no hay elecciones, hasta marzo-abril no empieza la temporada electoral. Sería bueno aprovechar para encontrar acuerdos o consensos básicos para el desarrollo de la Argentina”.
Se pronostica entonces el desarrollo de una gran coalición que tenga acuerdo en un modelo exportador que se sigue profundizando, con récords de producción mientras las mayorías argentas viven cada vez peor.
Fue una semana también signada por los incendios en el Delta. La brutalidad empresarial que destruye y un Estado incapaz de encontrar soluciones. Como botón de muestra, el gobernador Omar Perotti en las últimas horas pidió al Presidente la “urgente intervención de las Fuerzas Armadas para brindar asistencia y colaboración en la mitigación de los incendios”.
La encerrona se vuelve a mostrar en el terreno judicial, porque cuando se trata del poder económico, reina la impunidad.
Una muestra clara de la necesidad de discutir una nueva Constitución Nacional, una bandera que diferentes sectores del Movimiento Nacional levantaron hace diez años. “No es el momento, no da la correlación de fuerzas”, explicaba el oficialismo de aquel entonces.
Hoy, el conjunto del sistema político parece acordar con la consigna expuesta por Sergio Massa: “Sin estabilidad macroeconómica no hay paz social, pero sin paz social tampoco hay estabilidad macroeconómica“.
Esa estabilización implica dejar de disputar por nacionalizaciones, por recuperar soberanía. Quizá sí, al menos, por repartir “algo”. Como plantea este fragmento del documento de la Liga de Gobernadores que se reunió el viernes: “Promover la disponibilidad para nuestro pueblo de la producción de alimentos de buena calidad y precios accesibles, coordinando acciones entre los distintos niveles estatales (Nación, Provincias y Municipios) a través de redes de proveedores locales y mercados populares”.
Un integrante de la Liga, Gustavo Melella, gobernador de Tierra del Fuego, hizo por su parte un planteo de fondo esta semana que no fue retomado por sus pares: Cuestionó a algunas provincias que cultivan vínculos con la embajada que “representa al invasor” y que “está ocupando en este momento parte del territorio de nuestra provincia”. El sitio web “Agenda Malvinas” informó que hizo “referencia a los encuentros oficiales de los gobernadores de Salta y Jujuy con la embajadora británica en la Argentina Kirsty Hayes, dialogando sobre posibles inversiones inglesas en materia energética y en el sector minero, una semana después del encuentro Fernández -Johnson en Alemania, el 27 de junio pasado“.
Son tiempos difíciles, pero nuestro punto de partida está en el enorme legado que dejó la Revolución Justicialista y la década recuperada del kirchnerismo. Dos etapas históricas en las que el Movimiento Nacional conquistó soberanía y tomó la ofensiva contra los enemigos de la patria.

PARO EN LACTEOS VIDAL
“Ellos estaban acostumbrados a entrar a la fábrica y que los trabajadores agachen la cabeza”, definió Heber Ríos, titular de ATILRA General Rodríguez, en referencia a la empresa Lácteos Vidal. “Se comportan como patrones de estancia”, continuó el dirigente que destacó el apoyo a la lucha gremial del pueblo Moctezuma.
Es una localidad a 33 km al noroeste de la ciudad de Carlos Casares, se llega por la Ruta Provincial 50. Según el censo de 2010 tiene 471 habitantes, población que creció sólo en un 5,8% desde el censo anterior realizado en 2001, según el cual eran 445.
En la web de la empresa se presentan de este modo: “Lácteos Vidal S.A., con más de 50 años de trayectoria en el mercado de los productos lácteos, inició sus actividades en julio de 1966. Nuestra usina láctea recibe aproximadamente 100.000 litros de leche por día, proveniente de vacas holando argentina de primera calidad. De esa cantidad, 25.000 litros son de nuestros propios tambos.(…). Además, contamos con una planta de leche y suero en polvo exportadora a China, Bolivia, Brasil y Paraguay (…). En Capital Federal se encuentran nuestra planta donde se completa la producción de mozzarella, nuestras cámaras frigoríficas y nuestras oficinas administrativas, desde donde se controla la comercialización y distribución de todos nuestros productos. Hemos crecido constantemente durante todos estos años…”
Un crecimiento forjado con el esfuerzo obrero que no parece estar valorado.
Heber Ríos contó la razón del conflicto: “Hay 46 trabajadores, algunos con más de 30 años trabajando mal categorizados. Exigimos la categorización de 20 trabajadores según la tarea que realiza cada uno dentro del establecimiento, es fácil de corroborar”.
El dirigente describió que “hay una metodología que no es solo de Lácteos Vidal, sino de muchos pequeños y medianos empresarios del sector, que imponen la tendencia de contratar a trabajadores fuera del convenio o con monotributo. Es un acuerdo bilateral entre empresario y trabajador sin ningún tipo de derecho, y con las condiciones de la patronal”.
En síntesis, se trata de la defensa del convenio colectivo de trabajo.
En comunicación con Gráfica, Ríos explicó que tardaron varios años en preparar al colectivo de laburantes para dar la pelea. Porque, siempre que se elige ir al conflicto el sindicalismo evalúa las fuerzas para lograr el objetivo gremial.
La estrategia patronal fue de manual: Un video de la dueña llorando y denunciando bloqueos. El macrismo sumando su habitual campaña en la que puso su firma el mismísimo Macri que tuiteó: “Estos hechos mafiosos se van a terminar, falta poco. Falta poco”.
Actuó el Ministerio de Trabajo de Nación dictando la conciliación obligatoria. Desde ATILRA se opusieron a la medida pero la acataron. Ríos explicó que existe demasiada evidencia para que el Estado haga respetar el convenio colectivo.
La impunidad empresarial se mostró cuando fue a la audiencia convocada por el Ministerio, donde afirmó que “se ve imposibilitada de llevar a cabo toda negociación en tanto y en cuanto el conflicto continúe en los términos que se dan al día de hoy”. Luego se retiró.
El sindicato demostró en fotos y videos que no había ningún bloqueo de la entrada y salida de la fábrica. Pero el paro de los obreros es total y se mantiene un acampe afuera de la empresa.
Ríos informó que “están ingresando materia prima que la están procesando los encargados de la planta con dos empleados del campo que no son personal autorizado para entrar. Igual es muy poco respecto a la producción que suelen hacer”.
También destacó que hay fuerza y unidad: “El viernes llegaron telegramas para todos los compañeros intimando a que en 48 horas se presenten a trabajar, sino van a considerar que están haciendo abandono de trabajo. Vamos a responder las cartas obviamente, pero los compañeros están firmes. No tienen pensado volver a trabajar sin que se solucione el conflicto. Vino el hombre del Correo a notificarlos acá donde estamos haciendo el acampe y después hicimos una asamblea. Por unanimidad se continúa con el plan de lucha”.
Como novedad, mañana asume como ministro de Trabajo bonaerense, el curtidor Walter Correa. Una noticia que fue recibida con mucha expectativa en múltiples cuerpos de delegados.
A la vez, se conoció la amenaza del “Movimiento Empresarial Anti Bloqueo” que lidera la macrista Florencia Arietto, que declaró por estas horas que “impugnarán las inspecciones, resoluciones, multas y/o citaciones a audiencias de conciliación o dictados de conciliación obligatoria que sean emitidas por el ministerio de Trabajo mientras se encuentre a su cargo Correa”.

SUMA FIJA
“Los salarios acordados colectivamente, en paritarias libres, por sector de actividad, son los garantes mínimos que movilizan y desarrollan un mercado interno legítimo y creciente“, escribió en el documento del 17 de agosto el Consejo Directivo de la CGT. Nada expresó allí sobre el debate de “suma fija”.
Consultado para esta edición, Carlos Minucci, titular de APSEE e integrante de la conducción cegetista explicó: “Hay una parte que no la quiere y eso siempre se impone en los documentos”.
Quien plantó postura fue Abel Furlán, secretario general de la UOM que en un acto en Córdoba frente a 400 metalúrgicos afirmó: “Si el gobierno toma la decisión de intervenir en esta puja distributiva, sin condicionar las paritarias, sin sumas a cuenta de futuros aumentos, ni sumas que se absorban de ninguna forma, con el solo objetivo de devolvernos algo del poder adquisitivo que perdimos, entonces definitivamente hemos sido escuchados”.
La Cámpora se sumó ayer por la noche con pintadas callejeras con la consigna: “SUMA FIJA YA! 30 MIL PESOS PARA LXS TRABAJADORES“.
Vale recordar que Hugo Yasky de la CTA de los Trabajadores fue uno de los primeros en exigir una “suma fija” y fue subrayado por CFK en su discurso en Ensenada el pasado 2 de julio. Allí la Vicepresidente expresó: “Porque hay un razonamiento que dice que la suma fija le quita importancia a las paritarias, a los sindicatos, un planteo un tanto digo… Mirá, yo la verdad que, cuando uno ve como se ha distribuido el ingreso entre el trabajo y el capital. Cuando nosotros terminamos el gobierno en noviembre de 2015, 51% los laburantes y 49% el capital. Hoy estamos en 42% los laburantes y 58%. Y los dirigentes sindicales siempre son los mismos, en el 2015 y ahora. Y los empresarios también, la UIA, la AEA. ¿Entonces qué es lo que cambió? Cambiaron las políticas del Estado porque la realidad se cambia desde el Estado como hizo Perón muchachos”.
Finalmente, la Corriente Federal de Trabajadores, se posicionó de cara a la discusión del Salario Mínimo, Vital y Móvil que será mañana lunes: “Ningún trabajador debe percibir un ingreso inferior a 111.298 pesos para no caer bajo la línea de pobreza“.

YAPA. LA CGT Y BRADEN
El 1 de marzo de 1946, el periódico de la Confederación General del Trabajo se refería al embajador yanqui en Argentina: Spruille Braden, quien había forjado la “Unión Democrática” para enfrentar a Perón (un descarado intervencionista como Marc Stanley).
Aquel documento, firmado por el titular de la central obrera Silverio Pontieri y su adjunto Néstor Álvarez, arrancaba poniendo los puntos sobre las ies: “Fuimos profundamente democráticos cuando el pueblo español luchó valientemente contra su oligarquía interna y contra la invasión nazifascista. Documentado está nuestro esfuerzo que cumplimos satisfaciendo nuestra más honda inquietud, mientras ellos, los de Wall Street y sus personeros tipo Braden creaban el aparato de la No Intervención, con lo que dejaron indefensos a todo un pueblo, que como el nuestro ahora, sólo buscaba guiar sus propios destinos, a armar sus símbolos y disfrutar de la libertad de pensar y vivir de acuerdo a sus convicciones nacionales”.
El fragmento que nos interesa para esta edición es el último subtítulo del escrito que dice: “La CGT frente a Braden” y plantea:
“En esta oportunidad la Confederación General del Trabajo se colocó frente a Braden enérgica y decididamente y para evitar la materialización de sus siniestras maquinaciones, declaró la huelga general del 17 y 18 de octubre, que triunfó ampliamente porque ella resumía las más caras y puras tradiciones del pueblo argentino. Por eso está Braden contra la CGT, y porque teme que la naciente justicia social se expanda desde la Argentina como la antorcha gloriosa de la Revolución de Mayo, por todo el continente americano y en su propio país, con cuyo pueblo nos sentimos hermanados en propósitos e ideales, dispuestos a luchar juntos frente a la plutocracia de Wall Street por el advenimiento de un mundo mejor. La clase obrera argentina y la Confederación General del Trabajo esperan serenamente el fallo de la historia. Ella dirá si estuvimos a tono con la realidad del momento. Pero que se sepa que nada podrán los lock outs patronales, las “solicitadas” de las fuerzas vivas, los cheques de la Unión Industrial, ni los libros azules o verdes del imperialista Braden para hacer torcer nuestro criterio. Estamos firmes en la lucha y triunfaremos porque somos la fuerza impulsora de una revolución que es del pueblo, porque el pueblo le da sus mejores esfuerzos e ideales. POR UNA ARGENTINA LIBRE DE IMPERIALISMO Y OLIGARQUÍAS. POR EL TRIUNFO DE LA DEMOCRACIA, LA LIBERTAD Y LA JUSTICIA SOCIAL”.
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