Por María Laura Morales*
El lunes 1 de agosto se llevó a cabo la primera audiencia del juicio contra Facundo Guerrero por el femicidio de Ana Ríos, la estudiante de la carrera de Veterinaria de Jujuy que “cayó” de un cuarto piso en pleno centro de San Miguel, Tucumán, en el 2018.
Ana Ríos tenía 26 años, cursaba sus últimas materias en la Universidad Nacional de Tucumán, trabajaba como moza en un bar y, según contaron sus amistades, quería volver a su provincia para ejercer allí su profesión. El 30 de marzo de 2018 los canales de televisión informaron que cayó de un cuarto piso en pleno centro de San Miguel, que agonizó 48 horas y finalmente el 2 de abril falleció.
En los medios de comunicación, en un primer momento, se hablaba del caso como un intento de suicidio, ya que murió horas después. Pero Ana no estaba sola en el departamento, su novio fue el único testigo presencial y la policía y el poder judicial le creyeron su relato sin cuestionárselo. Desde los feminismos señalan que por este accionar ineficiente del Estado se perdieron muchas pruebas valiosas para el esclarecimiento de los hechos.
“Luego del fallecimiento de Ana se conoce la noticia de que ella había realizado unos meses antes una denuncia por violencia de género contra Facundo Guerrero. Es más los compañeros de la facultad y amigas declararon que efectivamente sufría violencia de género, que quería separarse e irse a vivir a Jujuy pero él no quería”, contó Belén Ortíz, Secretaria General del Partido Kolina, militante feminista y una de las referentas del Frente de Mujeres y Disidencias del Frente de Todxs que está dentro del colectivo Ni Una Menos en Tucumán.
Días atrás, a través de un comunicado titulado “Freidenberg: La jueza que va a contramano” desde Mujeres y Disidencias del Frente de Todes dieron a conocer algunos hechos puntuales por los que es conocida la Magistrada en la provincia de Tucumán.
Creo que alcanza y sobra con mencionar que el pasado 8 de marzo durante la marcha convocada por Día Internacional de la Mujer Trabajadora, la Jueza Friedenberg condujo su auto por la vereda y en contramano, por lo que tendrá que pagar una multa de 95 mil pesos.
“La Jueza desestimó pruebas, pidió a la querella que descarten testigos, que no se presenten los que no hayan sido testigos del hecho, incluso pidió la prescripción de una causa que se había sumado, que es por violencia de género, por un hecho anterior que la víctima había denunciado”, detalló Ortiz.
Es oportuno señalar que Tucumán fue la última provincia en adherirse a la Ley Micaela, esta norma establece la capacitación obligatoria en género y violencia de género para todas las personas que se desempeñan en la función pública, en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación.
Desde el Frente de Mujeres denuncian la falta de formación en perspectiva de género de la Jueza y anticipan que Freidenberg ya tiene una decisión tomada que es absolver al femicida. “Queremos mostrar la cara de esta Jueza, porque tienen el privilegio del anonimato, la sociedad no los y las conocen, te los cruzas comprando el pan y no sabes quienes son y son ni más ni menos que quienes toman decisiones sobre la vida y la sociedad”, concluyó Ortíz.
(*) Conductora de Desde el Barrio, lunes a viernes de 10 a 13 hs, por Radio Gráfica
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