Por Lautaro Fernández Elem (*)
Argentina ganó una vez más y está en cuartos de final de la Copa América. No está de más mencionarlo en el camino evolutivo que ha sostenido en ya varios años de trabajo de Lionel Scaloni. Argentina se posiciona como seria candidata –y no sólo por su peso específico– sino como una Selección que va a ganar todos los partidos y que trabaja para defender ese resultado. Claro, los modos son los que hoy se ponen en cuestión.
En el año 1972, Carlos Monzón defendió su título frente al estadounidense Bennie Briscoe. Promediando el noveno round y sufriendo los embates del afroamericano, lo abrazó y miró el reloj en una imagen que quedó grabada en el glorioso álbum del Luna Park.
No tan golpeado pero ansioso y preocupado. Lionel Messi miró el reloj del estadio a los 40 minutos del primer tiempo buscando algo de oxígeno a la intensa presión y las dificultades argentinas.
La Selección pasó de cambiar la cara en el segundo tiempo a ya directamente en la segunda mitad del primero. Se regaló la pelota y se regaló el espacio. Sin embargo, desde el vamos, la táctica nos habló de esta decisión.
Cambió todo y lo pagó con juego.
Los cambios masivos y rotundos son una característica de este cuerpo técnico. No le tiembla el pulso y aprovecha el buen semblante para darle lugar a todos. Quienes confiábamos en la inclusión del Kun Agüero “con” y no “por” Lautaro Martínez veíamos con optimismo esa dupla. Finalmente el ex Independiente terminó sufriendo la misma soledad que el ex Racing.
De atrás para adelante. Pero cada vez más atrás.
En la habitualidad de la formación táctica 4-2-3-1, es responsabilidad de los volantes hoy llamados “externos” retroceder a posición defensiva y armar un 4-4-2. Scaloni eligió durante el primer tiempo no responsabilizar a Ángel Di María ni al Papu Gómez en esa tarea y hacer avanzar a los marcadores de punta. La táctica de atrás hacia adelante se lee entonces 2-4-3-1.
Sin ánimos de aburrir con tacticismos, llama la atención que habiendo encontrado el funcionamiento frente a Chile y especialmente frene a Uruguay, se haya optado no sólo por el cambio de nombres sino también por el cambio de estrategia. Scaloni retrasó todo el medio campo y lo despegó del ex dream team al que sólo le faltaría el regreso de Gonzalo Higuaín.
El equipo se rompió. En vez de utilizar al volante central como el pase de transición de la defensa hacia el medio campo, se utilizó a uno para defender y a otro… también para defender. Hubo 4 centrales en cancha.
Está claro que Scaloni se niega a que le conviertan y sus resultados están a la vista; los rivales general poco más allá de tener la pelota, el Cuti Romero, Pezzela y Guido Rodríguez sacaron todo lo que vino por el aire y tanto Molina como Tagliafico clausuraron sus bandas.
Ahora bien. La “preocupación por el estado físico” planteado por Scaloni en conferencia de prensa no convence. Es cierto que Argentina jugó 5 partidos en 2 semanas pero –a diferencia de Chile– no tuvo siempre los mismos 11. Realizó distintas variantes e incluyó a jugadores como Alejandro Gómez que venían “fresquitos” por la inactividad. Simplemente decidió parar más atrás el equipo e intentar salir de contragolpe, lo que olvidó, fue asignar a alguien esa tarea de llevar el balón del área rival hasta la posición de Messi.
Argentina es un equipo ecléctico. Paraguay marcó bien a Messi, salió a atacar cuando se le dio la oportunidad y los volantes de buen pie como Almirón y Romero Gamarra aprovecharon los espacios para asistir a Ávalos que hizo todo lo que pudo en el área. Buena defensa sobre Lionel Andrés de Junior Alonso y Gustavo Gómez y un retroceso veloz cuando Di María quiso encarar y asociarse con sus lejanos compañeros.
La Selección encontró en 2 semanas varios caminos posibles. Sobre cada uno de ellos encontró también los errores y sus soluciones. El asunto será ser lo suficientemente práctico para enfrentar a los rivales y lo necesariamente claro para imponerse sobre ellos.
Hay material, hay compromiso y hay respeto a las órdenes del DT. Hay confianza y, si bien sigue faltando gol, los resultados empiezan a aparecer.
(*) Periodista. Conductor de Desde el Barrio. Sindical Federal.
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