Cinco incendios arrasaron con más de 2500 hectáreas en El Bolsón, Lago Puelo, El Maitén, El Hoyo y alrededores, llevándose consigo viviendas, zonas productivas y todo lo ubicado en los territorios. Las columnas de humo son tan espesas y en una región tan adversa que se informó la “complejidad para combatir las llamas” por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego. También en Río Negro se detectaron focos activos, y la situación ha sido descripta como “inmanejable”. El negocio inmobiliario, nuevamente operando.
Por Juan Patricio Méndez *
Nuevos incendios azotan a la comarca andina luego de que durante la tarde del martes 9 de marzo, las llamas alcanzaran los alrededores de El Bolsón y Lago Puelo. Entre las primeras averiguaciones realizadas, hay sospechas de intencionalidad signada por el sello inmobiliario en la región. Fundamentalmente por la cualidad de los incendios: muchos focos al mismo tiempo. De todas formas, los lobbies se encargaron de salir a poner sobre la mesa de los discursos que los incendios son responsabilidad de comunidades mapuches, que dicho sea de paso, muchas han tenido que ser evacuadas.
Desde los cuarteles de bomberos de Río Negro, y las autoridades provinciales y municipales, se pudo determinar que son cinco los focos activos en la región. La amenaza se corresponde al rápido avance del fuego sobre el terreno, en un contexto donde los recursos humanos no alcanzan para contener las llamas. Más allá de lo aportado por los organismos locales, el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación Juan Cabandié informó a través de sus cuentas en redes sociales, que se enviaron “2 helicópteros, 3 aviones hidrantes, 12 autobombas, vehículos de apoyo y 62 brigadistas convocados por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego”.
Se suma la complejidad que representa la zona en donde se encuentran los incendios. “El incendio está localizado en un área de cañadones a la que es difícil acceder debido a la pendiente, al relieve fracturado y a la vegetación abundante. Las condiciones para el combate del fuego son adversas también a causa del fuerte viento en la zona, a la baja humedad relativa y a las temperaturas altas”, indicó el portal web del Gobierno de Chubut. Según la misma fuente “hay 122 personas trabajando en la línea, y otras 50 aproximadamente ofreciendo asistencia técnica, logística y operando los medios aéreos”.
“Se enviaron 2 helicópteros, 3 aviones hidrantes, 12 autobombas, vehículos de apoyo y 62 brigadistas convocados por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego”
La gravedad de lo hasta aquí acontecido radica en la magnitud del fuego, su rápido avance por zonas de pinares y estepas y la cercanía a poblaciones y viviendas. En Twitter, muchos usuarios compartieron sus experiencias, vivencias y angustia por los hechos acontecidos. En El Maitén, se informó que “la línea del fuego se encuentra muy cerca del hospital nuevo del pueblo”. Por su parte, se indicó que hasta la noche del día 9 de marzo, hay “200 viviendas afectadas, 15 heridos por quemaduras, 70 evacuados en Lago Puelo y El Bolsón, y el Hoyo se encuentra rodeada por el fuego, no se puede salir de la localidad”. “La gente ha salido con lo puesto, porque el fuego avanzó muy rápido, no se sabe cuántas casas se quemaron, y no daban las manos para apagar el fuego”, narraron los vecinos.
El panorama descrito como desolador y catastrófico resulta acertado, luego de recorrer el panorama de lo que sucede. La cantidad de evacuados es tal que, según informan habitantes de la región, “hay gimnasios llenos de evacuados y heridos”. También se anunció que el servicio de luz y agua estará cortado debido al avance del fuego, y ciertas poblaciones quedarán aisladas.
En este orden de ideas, el intendente de El Hoyo, Pol Huisman, destacó enRadio Gráfica que al día jueves 11 de marzo “el fuego no está apagado, aunque se aplacó mucho por la lluvia y por el trabajo de brigadistas”. Señaló que “el día martes el fuego rodeó al pueblo entero, llegando hasta el lago, y en un momento llovían brasas y chispas en el pueblo. Allí fue cuando decidimos evacuar”. “Mucha gente se autoevacuó, gente que se fue a lo de amigos y familiares sin avisar a donde iba”, añadió. Por último, concluyó que “estamos haciendo fuerza para que se investigue, por qué de las diversas causas por las que se enciende el fuego, una es porque hay gente que los prende con distintas intenciones, y si no se actúa se sigue haciendo. Esa es la defensa que hace el ministro de ambiente”.
“El día martes el fuego rodeó al pueblo entero, llegando hasta el lago, y en un momento llovían brasas y chispas en el pueblo. Allí fue cuando decidimos evacuar”
Durante la madrugada del 10 de marzo, tanto en El Bolsón como El Maitén hubo lluvias que disiparon un poco las llamas, apaciguando el avance de los cordones de fuego y ayudando a los brigadistas y al operativo en el trabajo sobre el territorio. Si bien es una buena noticia, aún queda resolver los focos activos que continúan amenazando a la población y al ambiente. En este sentido, el incendio forestal en la zona de Mallín Cume, que comenzó el domingo por la tarde, destruyó más de 2000 hectáreas.
Desde Greenpeace Argentina señalaron que “la lluvia aplacó varios focos y autoridades informan que no hay riesgo sobre viviendas a esta hora (10:30 A.M. del 10 de Marzo). Se espera que continúen las Precipitaciones”. Aunque el fuego calmó las llamas, lo que aconteció fue una catástrofe, según indicaron los vecinos.
Los “Incendios Interfase”: La intencionalidad
Estos incendios fueron catalogados como interfase, es decir, un incendio desarrollado en áreas contiguas urbanas-rurales o donde se entremezcla la vegetación con estructuras edilicias, como viviendas, establecimientos agrícolas, entre otros. Esta clase de fuegos suele afectar severamente a las poblaciones porque se mete de lleno en los tejidos urbanos, y ya hubo cientos de evacuados y algunos hogares incendiados. El tránsito en la ruta 40 se encuentra cortado desde el martes a la tarde desde la localidad de El Hoyo hasta Lago Puelo. El paso está habilitado, unicamente, para fuerzas de seguridad, bomberos, brigadistas y operativos que participan activamente en la primera línea de batalla contra el fuego.
El jefe de operaciones del Servicio Provincial de Manejo del Fuego de Chubut, Jorge Bonasea, indicó en Radio Nacional que “las autoridades del Hospital de El Hoyo evaluaron evacuar a los pacientes por la humareda”. Por su parte, el intendente de Lago Puelo, Agustín Sánchez, expresó que la complejidad de lo suscitado en la región llevó a que la situación sea considerada “catastrófica”. “Los incendios están descontrolados y el avance de las llamas es muy rápido”, afirmó. Y no descartó que las causas de los incendios sean “la negligencia o la intencionalidad”, asegurando que no son por causas naturales.
Los incendios comenzaron en Las Golondrinas y el Cerro Radal, y se expandieron con gran velocidad a los alrededores debido a las ráfagas constantes aproximadamente a las 16 horas. Pero también, con una cercanía horaria particular, comenzaron algunos focos en la zona de El Bolsón y El Maitén. El inicio de varios incendios al mismo tiempo nos da la probable pauta de que los incendios hayan sido intencionales, y que el negocio inmobiliario en la región vuelve a operar con estas prácticas extractivas sobre los territorios.
Cómo son muy recientes, averiguar las causas aún no es prioridad porque los incendios continúan. Pero la versión que corre por la región tiene que ver con la intencionalidad en los focos de incendio. Los incendios forestales para la explotación del territorio, en cualquier tipo de mercado (sea productivo o inmobiliario) son moneda corriente del modelo extractivista de producción.
En esta línea, Cabandié firmó la denuncia penal “que se presentará en el Juzgado Federal de Esquel, para que la justicia identifique, investigue y castigue a los responsables de los incendios en Río Negro y Chubut”. Al mismo tiempo señaló que “es urgente que se avance y que este ecocidio no quede impune. #BastaDeQuemas”.
El extractivismo
Las prácticas extractivas representan un gran riesgo ambiental por llevar al deterioro constante a los suelos, a las superficies, a los ecosistemas y a la flora y fauna circundante. En este orden de ideas, lo ocurrido en estas fechas puede definirse como catástrofe ambiental, en tanto y en cuanto un incendio deja a los suelos inertes, desplaza a la fauna, líquida a la flora y rompe con toda simbiosis entre especies. Los mecanismos productivos deben, necesariamente, cambiar para evitar la reproducción de prácticas altamente perjudiciales para el ambiente, para la salud y para la vida de las personas. Esa decisión es política, y se debe abordar de forma determinante.
Pero no debemos olvidarnos de lo que pesa el extractivismo inmobiliario y urbano en estos escenarios. Porque del mismo modo que se manifiesta un estado de producción extractiva, que arrasa con toda la soberanía de los pueblos en términos de alimentación, seguridad e independencia, por atrás emerge un monstruo silencioso que ejecuta prácticas de esta índole para abaratar costos y endurecer los suelos. Hemos sido testigos de la historia reciente, y no tan reciente, en donde las relaciones entre las instituciones gubernamentales y corporativas se han evidenciado con ciertos permisos y concesiones.
Aún el incendio sigue recorriendo el terreno y sigue destruyendo los ecosistemas a su paso. En caso de que se compruebe la intencionalidad del incendio, estaríamos hablando de una nueva catástrofe en manos del extractivismo, y de la complicidad silenciosa de los lobbies de siempre. Ya lo ha pedido todo el pueblo argentino unísono: Basta de quemas.
(*) Columnista de Ambientalismo de Abramos La Boca (Lunes a Viernes de 16 a 18 horas) / Radio Gráfica 89.3
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