Ricardo Mayor es dirigente del Club Wilcoop, de Avellaneda, y vicepresidente del Observatorio Social y Económico de Clubes de Barrio y Afines. Entrevistado por Lautaro Fernández Elem y Leila Bitar en Radio Gráfica, visibilizó la crisis que atraviesan los clubes barriales, que comenzó hace 5 años con los tarifazos propiciados por el gobierno de Macri, situación que se recrudeció en la pandemia de COVID-19. Hizo una llamado a las autoridades a prorrogar el decreto 311 que impide los cortes de servicios básicos por deuda y pidió la reglamentación de la Ley 19.587 para lograr federalismo y equidad. Señaló la importancia de políticas que busquen dar solución a esta problemática histórica de los clubes de barrio, que cumplen una función social de contención a la población infanto-juvenil.
LFE: Se terminó el alcance del DNU 311/2020 que prohibía a las empresas de servicios públicos cortar el suministro por acumulación de deuda. Y se han denunciado ya cortes en el suministro en distintos barrios.
RM: Sumamente preocupados, ya veníamos de 4 años de lucha para evitar que los clubes cerraran por el tema del tarifazo y el ajuste que estuvimos viviendo. Hemos tenido que trabajar muchísimo con los escasos recursos que contamos para mantener los establecimientos abiertos. Bueno, nos tocó ahora esta pandemia que nos ha generado un cierre durante 9 meses sin ningún ingreso y teniendo que afrontar un montón de obligaciones. Con este decreto 311, impedíamos el corte y obteníamos una financiación de hasta 30 cuotas. Mientras aún estaba vigente este DNU, algunas distribuidoras no se “enteraban” y cobraban intereses exorbitantes. Porque en realidad, había una unidad de coordinación que iba a fijar las tasas de interés, que nunca estuvo ante la necesidad que teníamos las entidades. Así es que sumamente preocupado. Encima, todavía no tenemos la reglamentación de la ley 19.587 que nos generaba una tarifa diferenciada.
LB: Acerca del rol que tuvieron los clubes de barrios, durante la pandemia sus espacios funcionaron para hacer los testeos. En algunos casos se pudieron colocar camas para quienes lo necesitaran en caso de saturación del sistema de salud. Un acompañamiento muy importante a la sociedad en general, no solo al gobierno nacional, para poder transitar este problema que estamos viviendo a nivel mundial.
RM: Los clubes históricamente estuvieron junto a las necesidades de la comunidad. Hemos estado en la primera fila de esta pandemia, trabajando no solo juntamente con el personal de sanidad, sino hemos sido centros de logística de alimentos no perecederos, de ropa y abrigo, siempre hemos actuado nosotros y nunca lo hemos mostrado como una gran virtud, sino que es parte de nuestra esencia, de nuestros estatutos fundacionales, porque consideramos que la actividad en las asociaciones socio-comunitarias, es eso, estar al lado de nuestra gente. Para todo eso que hemos hecho, nunca nos han pedido la documentación, ni la personería jurídica, ni las memorias, ni los balances, ni los certificados de vigencia. Hemos trabajado con lo que teníamos y hemos abierto las puertas permanentemente. Es más, tenemos que hacer notar que en estas actividades que no nos competen a nosotros, como participar en algunos hisopados, algunos dirigentes nuestros, pero de una altura soberbia, como ha sido Wílson Parada en Santa Cruz, se han contagiado de Covid y han perdido la vida. Junto al personal de sanidad y junto a la educación hemos estado siempre en primera fila. Entonces, nos extrañan estas cosas de un gobierno nacional y popular, que no haya laburado políticas públicas para cubrir esa necesidad histórica que tenemos los clubes. Así que estamos formalmente pidiéndole al ministro Matías Lammens que reglamente la ley. Y hoy, paradójicamente, vemos en la agenda ministerial que el ministro Lammens tiene una reunión con entidades internacionales para financiar centros de alto rendimiento en el país. La verdad es que no podemos entender. ¿Cuándo se va comprender que los deportistas de allí no nacieron en el CeNARD, sino que nacieron en cada una de las instituciones deportivas barriales?
LFE: Ricardo, hoy en día, ¿las tarifas y la acumulación de las boletas de servicio eléctrico, de agua y de gas, a qué niveles están llegando?
RM: Hay una gran diversidad de entidades barriales, por lo tanto, varía muchísimo el consumo de energía eléctrica y en gas. Algunas instituciones grandes tienen deudas millonarias que no saben como van afrontar, aún con una financiación a 30 cuotas y con una tarifa diferenciada. No sé cómo vamos a encarar esto. La búsqueda de la solución sería, por lo menos, condonar la deuda durante el período de emergencia, pero lo vemos sumamente difícil. No sé cómo vamos a seguir y te vuelvo a repetir, siempre hablamos de políticas federales, pero muchos beneficios se centran en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Y al interior no llegan estos beneficios.
LFE: Existe el programa “Clubes en Obra”, pero he escuchado las críticas de la Confederación y de distintos espacios. ¿Qué es lo que está pasando con este programa?
RM: Mirá, para que tengas una idea, hay un presupuesto asignado en la Secretaría de Deporte, que se llama “Clubes en obra” y han otorgado subsidios de alrededor de 500 mil pesos a 1.145 entidades y nosotros tenemos relevados 8.800, ya con un convenio que hemos hecho con la UNDAV (Universidad Nacional de Avellaneda), hace dos años y sabemos que hay una proyección más o menos de 20 mil clubes en todo el país, por lo tanto hay otros 18.855 que no recibieron absolutamente nada y que no van a recibir. Porque estos 1145 clubes que recibieron, están registrados en la Secretaría de Deportes con toda la documentación, es más hay alrededor de 4500, por lo tanto hay un montón de clubes registrados con toda la documentación que no recibieron nada. En realidad, el objetivo nuestro no es reclamar subsidios, lo que estamos intentando reclamar es una ley marco que genere equidad y federalismo. Y que ponga a todos con las mismas opciones de seguir avanzando y generando esa cultura y seguir conteniendo a la gente. Entonces, no buscamos subsidios, porque hay veces en que parte de la sociedad cree que el tema de pedir un subsidio, es estar buscando salir de la miseria y lo que nosotros queremos es que se reglamente una ley que fue sancionada por unanimidad en el Congreso, en diputados y senadores.
LB: ¿Cómo sigue todo esto?, ¿van a seguir esperando algún tipo de reunión con Lammens o con las autoridades encargadas de atender los reclamos?
RM: Hay un pedido de generar mayores contactos con la Secretaría de Deportes y con el ministerio. Hemos tenido un par de zooms donde le hemos planteado la problemática del sector que conocemos perfectamente. Y el ministerio creo que tiene su receta, no nos ha dado mucha importancia ni al relevamiento de clubes que hicimos nosotros con rigor científico, con técnicos de la UNDAV, ni a las investigaciones sobre las que las entidades barriales alimentan, las economías regionales y lo que consumen, en todo, infraestructura, materiales, en transporte, en elementos deportivos y nos preocupa eso porque no se le da importancia. Cuando en realidad, hemos estado en la primera línea de fuego en esta pandemia y consideramos que la línea de pobreza, el rango infanto-juvenil, que es nuestro principal participante en las entidades, y la juventud, que es la primera franja del mercado laboral, que es de 19 a 29 años, que va a quedar excluido del mercado. Hay que contenerlos de alguna forma y la única forma es con estas asociaciones socio-comunitarias, no solamente los clubes, sino los centros culturales, la sociedad de fomento, y básicamente fortalecer los lazos familiares.
LFE: ¿Cómo es la atención económica para aquellos trabajadores de los clubes? Porque hay una cantidad de profesores y profesoras de educación física, de los distintos deportes que se practican en los clubes, en los buffets, tantas tareas que hay que realizar. ¿Han recibido el ATP? ¿Lo siguen recibiendo? ¿Cómo es la atención económica para estos sueldos?
RM: Lo que hay que tener en cuenta es que la gran parte de estas entidades están en la informalidad. Tenemos muchísimo personal en negro, por lo tanto, solamente los que están en blanco han podido recibir las ATP. Las instituciones han tenido que hacer rifas, generar donaciones, buscar algún sostén, algún sponsoreo para poder cubrir, aunque sea parcialmente, los ingresos de esa gente que teníamos en negro. Algunos profes han podido trabajar desde la virtualidad, que son los menos, y generar algún pequeño ingreso, pero son los más afectados en todo esto. Hay algunas actividades que no han vuelto a la normalidad y esto genera un circulo vicioso, es una bola de nieve que cada vez se agranda más y no sé cómo vamos a poder pagar esto. Lo que hay que entender es que nuestros participantes, en cada una de sus actividades, son de la clase obrera, trabajadores. Entonces, si ellos se ven afectados en la reducción de ingresos, en la falta de empleo, directamente las entidades se ven afectadas de igual manera. Esta posibilidad de visibilizar la problemática de los clubes, es visibilizar un poco la problemática de la gente. Nosotros somos parte de la sociedad, parte de cada uno de nuestros barrios.
- Redacción por Lucia Izaguirre
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