El viceministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Nación, Sergio Federovisky, habló en Radio Gráfica sobre las estrategias gubernamentales que tiene la cartera para afrontar las distintas problemáticas ambientales del país. Los incendios en el Delta del Paraná, el preacuerdo con China para la producción porcina y la soberania alimentaria fueron los ejes de la charla.
Un conocedor de la materia. Federovisky es biólogo y fue conductor de “Ambiente y Medio”, programa televisivo premiado en varias ocasiones por sus investigaciones y difusiones sobre ecología. Su trayectoria, de más de 30 años en el periodismo ambiental, le valió ser tenido en cuenta para ser el segundo de Juan Cabandié en el Ministerio de Ambiente a partir de la asunción de Alberto Fernández.
Incendios
En los últimos tiempos, los incendios en el Delta del Paraná han tomado protagonismo, debido a la gran cantidad de hectáreas afectadas y al humo que ya ha llegado al cono sur de la Región Metropolitana. El ecocidio perpetrado por las quemas intencionales de los humedales de la zona produjo una crisis ambiental y sanitaria en toda el área. Como resultado la flora, fauna y los suelos resultaron afectados, y pese a que existe una medida cautelar, aún no se han extinto los focos.
“Los incendios se produjeron sobre la provincia de Entre Ríos, el delta superior del Paraná. Los principales afectados son los ciudadanos de la provincia de Santa Fe, en particular los de Rosario”, informó el funcionario. “El origen de los incendios, por lo que sabemos y se ha estudiado en estos días e identificando, son actividades poco felices por parte de productores ganaderos, principalmente de la zona, a costa de un ecosistema valiosísimo, muy rico pero muy frágil por eso tiene que ser preservado”, añadió.
En virtud de lo señalado por el viceministro, se abrió el debate en el Congreso sobre el proyecto de Ley de Humedales, presentado por el diputado del Frente de Todos, Leonardo Grosso. “Justo el día que llegó el humo a la Ciudad de Buenos Aires procedentes de esas quemas en el delta, era el día en que la Comisión (Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano) de la Cámara de Diputados comenzaba a debatir la ya dos veces frustrada Ley de Humedales”, aclaró Federovisky.
La necesidad de una normativa en esta materia es fundamental para asegurar la promoción y protección de los humedales a nivel nacional. Estos constituyen un elemento esencial para la capacidad de filtrado de los suelos, para la estabilidad climática (debido a su humedad), para la oxigenación del aire y para la preservación de especies animales y vegetales. El secretario de Control y Monitoreo Ambiental señaló que la ley “persigue establecer un piso mínimo de conservación pero también de criterios de manejos y de producción sustentable en el humedal. No se trata de declarar decena de millones de hectáreas de humedales de la Argentina como Parques Nacionales intangibles sino por el contrario establecer criterios de cuáles son las actividades que ahí se pueden realizar o no”.En este sentido, opinó que “la ley debería avanzar, no tanto en prohibir o proteger sino en establecer cuales son áreas intangibles, áreas de reserva y cuáles son las áreas donde se pueden desarrollar actividad productiva y de qué manera”. Asimismo sostuvo que sostuvo que “hay posibilidades de manejo y de producción sustentables en tanto y en cuanto sea el Estado que diseñe esas políticas y no los especuladores inmobiliarios o agropecuarios”.
Por otro lado, expresó que “para el inversor inmobiliario un humedal es una molestia, porque es desprolijo o tiene el pasto mal cortado o le falta agua, entonces termina tapando, obturando o llenándolo y trasladando la inundación donde antes no se producía”. Frente a esto, el funcionario acotó que “habría que establecer que con determinados materiales y formatos se pueden realizar determinadas propiedades de la arquitectura. No se puede poner un bloque de hormigón pero se puede poner pilotes”.
“Para el inversor inmobiliario un humedal es una molestia”
Con respecto a los responsables de los incendios, la justicia dictó la prisión de 10 productores el pasado lunes. El funcionario reflejó que el Ministerio no tiene poder de policía sobre esas jurisdicciones. “Lo que podemos hacer y lo que estamos haciendo es combatir los incendios con todos los medios que tiene el Estado Nacional. Lo segundo que estamos haciendo, y que determinó el ministro Cabandié, fue la declaración de emergencia ambiental” así como también “la denuncia y la presentación del Ministerio como querellante ante la Justicia Federal de Entre Ríos para que identifique a los responsables, no solo los que enciendan el fuego sino también los que lo promuevan”, evidenció.
Al día de la fecha, Gabriel Gasparutti, secretario de Protección Civil de la provincia de Santa Fe, estimó que ya son 500 mil hectáreas de islas las afectadas. Federovisky agregó que a la problemática se le suma que se dio “en un año como este muy seco, con una sequía muy pronunciada con una bajante del Río Paraná histórica y esto es lo que aprovechan estos ganadores inescrupulosos para poder avanzar sobre el terreno que está seco para terminar de secarlo y convertirlo en campo como si se tratara el centro de la Provincia de Buenos Aires, cuando estamos hablando de un ecosistema en el que convive el agua con la tierra de manera sistemática y por ciclos desde hace millones de años”.
El preacuerdo porcino con China
En otro orden de cosas, el viceministro explicó cuál es la actualidad del acuerdo y cómo es visto desde el Ministerio de Ambiente. “Por lo que entendemos, Cancillería no tiene un proyecto definido al respecto, se está hablando de tratativas al menos, por lo tanto es imposible que el Ministerio de Ambiente haya podido intervenir en el asunto, dado que nos explica el canciller que todavía no hay un proyecto definido”.En este sentido, se advierte que por una cuestión de competencia y proceso administrativo, el Ministerio aún no puede opinar de un proyecto que no ha sido concluído ni presentado.
Con respecto al contexto pandémico, señaló que “en medio de esta pandemia es casi de una obviedad absoluta pero tenemos que salir de esta cuarentena recuperando los niveles de producción y de generación de consumo sin que eso signifique mayor daño para el ambiente”. “Si algo nos permitió aprender esta pandemia es que en el momento que se levanta el pie del acelerador del modelo de producción extractivista, de consumo súper masivo, exagerado y explotación irracional de los recursos naturales, lo que se tiene es una naturaleza que recupera los espacios de los cuales había sido expulsada”, añadió.
En relación al modelo productivo, el funcionario destacó la posibilidad que representó el virus del COVID-19 para repensar los esquemas de producción. “Volver a la situación crítica en material ambiental en la que estábamos el día anterior del inicio de la pandemia simplemente por la necesidad, que por supuesto existe, de recuperar terreno en materia de lo económico productivo, me parece que sería poco inteligente de nuestra parte”, analizó. Y agregó que este es el “momento de pensar y desarrollar proyectos que tengan pertinencia ambiental, que sean sustentables en su tiempo, que dañen el ambiente lo menos posible, que eventualmente tengan los controles que tengan que tener desde el momento mismo de su concepción”.

Soberanía alimentaria: Hacia la agroecología
Ya ha sido definido por el ministro Juan Cabandié que los agroquímicos representan un veneno para la población y para los sistemas de producción de alimentos. “Este es de terreno de intervención obligatoria para el Estado, por varios motivos: la soberanía alimentaria y la necesidad de abastecer a enormes cantidadades de población de este país que están con dificultad alimenticias y que seguramente sean más a la salida de la pandemia por el parate económico que ha significado”, comenzó Federovisky.
Con respecto a la actualidad productiva, el viceministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible dio detalles del estado de crisis ambiental en la que nos encontramos inmersos. “La Argentina tiene un problema de producción de alimentos en materia ambiental por la carga enorme de las sustancias químicas que contiene y por las enormes distancias que viajan algunos productos”, informó. “La posibilidad de tener cinturones verdes agroecológicos, en ciudades de más de 10 mil habitantes, se vuelve una necesidad. Hay experiencias muy exitosas con la de Gualeguaychú, que demuestran que un cinturón verdes frutihortícola agroecológico en las proximidades de una ciudad de este tamaño permite un abastecimiento en tiempo y forma, en estación, con menor carga contaminante, la cual genera trabajo y permite alimentar a la gente”, concluyó.
“La Argentina tiene un problema de producción de alimentos en materia ambiental por la carga enorme de las sustancias químicas que contiene y por las enormes distancias que viajan algunos productos”
Río Atuel: El comienzo de la solución para La Pampa
Hace poco trascendió la resolución de la Corte Suprema de Justicia Nacional acerca del establecimiento de un caudal mínimo de agua del Río Atuel para la Provincia de La Pampa. Este conflicto, que tiene más de 70 años, ha tenido como consecuencia la desertificación del territorio pampeano, la sistemática apropiación del recurso hídrico por parte de Mendoza, y la indeterminación histórica de las autoridades para darle el curso correspondiente a la problemática.
“Estamos en contacto con la provincia de La Pampa, que está muy satisfecha con el fallo después de tantos años. Entendemos que de a poco se va normalizando la situación, no con la velocidad que se requeriría”, expresó Federovisky. “El pueblo de La Pampa ha sido perjudicado durante muchos años con esto. Vivir aguas debajo de una provincia como es la de Mendoza, con un desarrollo relativo tan potente respecto a La Pampa es un problema muy serio”, manifestó.
La raíz del conflicto tuvo que ver con la apropiación de una provincia (Mendoza), del caudal de agua del río, cuando este es nacional. La interprovincialidad indica que deben existir acuerdos para la administración conjunta del territorio, los cuales deben tener perspectiva federal. “Cuando se trata de recursos interprovinciales deberían ser muchísimo más claras no solamente la legislación sino la práctica política del Estado Nacional porque cuando la naturaleza diseñó ese río, no estaba ni Mendoza ni La Pampa, no había ninguna provincia, eso quiere decir que la delimitación de las provincias fue posterior. Esto deberíamos tener claro cuando hablamos de medio ambiente”, concluyó el viceministro de Ambiente.
- Entrevista realizada por Mauro Cavallín y Camila Hernández Benítez en Abramos la Boca (lunes a viernes de 16 a 18)
- Redacción por Camila Cataneo y Juan Patricio Méndez
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