Fernanda Miño es Secretaria de Integración Socio Urbana del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat y militante en La Cava. Conversó en el aire de Radio Gráfica para explicar de qué se trata el Programa Argentina Unida por la Integración de los Barrios Populares. Además, se refirió al impacto de la pandemia en los sectores más vulnerabilizados y analizó que “hay sectores que siempre ganan, sea cual sea el Gobierno”. “Nosotros estamos del lado que siempre pierde”, marcó.
“Celebramos mucho el lanzamiento, porque es un proyecto que veníamos trabajando hace tiempo. Le fuimos afinando detalles, y la pandemia lo demoró porque el Estado quedó muy parado”, comenzó sobre la puesta en marcha del programa ‘Argentina unida por la integración de los barrios populares’. Y explicó que se lograron “hay muchos convenios con organizaciones sociales y con municipios para la acción y la articulación necesaria para la integración de los barrios populares”.
“Este trabajo lo empezamos antes de entrar a la Secretaría. Yo soy militante social en La Cava, y todo se desarrolló en un contexto adverso como fueron los cuatro años vividos bajo el gobierno de Cambiemos. Eso nos exigió crear herramientas para cuando vinieran tiempos favorables, y utilizarlas para el bien de los barrios. Hicimos un relevamiento, el Registro Nacional de Barrios Populares, RENABAP, y encontramos que hoy hay más de cuatro mil quinientos a lo largo y ancho de la Argentina. Con esos números, empezamos a trabajar para llevarle dignidad a la gente, que lo está pasando mal hace mucho tiempo. Lo teníamos presente, pero queríamos tener datos concretos para poder trabajar sobre eso. Primero buscamos que el ANSES generara un certificado de vivienda. Eso permitió, a través de otro certificado emitido por el mismo organismo, la posibilidad para los sectores vulnerables de reclamar por los servicios. Al saber dónde estaban y cuántos eran estos barrios, definidos por la falta de acceso a dos de tres servicios básicos entre agua potable, electricidad y cloaca, pudimos construir esta política, que hoy pasa a ser pública”, desarrolló sobre el inicio del proyecto.
“Lo acompañaron tanto el Presidente [Alberto Fernández] ahora, como en su momento lo acompañó Cristina Fernández, porque supo que es una necesidad de hace mucho y entendió que políticas de otro momento quedaron truncas o no fueron eficaces. Entonces la creación del Ministerio y de la Secretaria, son los primeros pasos para llevar dignidad a los barrios populares. Post pandemia va a ser uno de los grandes pilares para sostener este trabajo de integración”, marcó.
“Al saber dónde estaban y cuántos eran estos barrios, definidos por la falta de acceso a dos de tres servicios básicos entre agua potable, electricidad y cloaca, pudimos construir esta política, que hoy pasa a ser pública”
La funcionaria agregó, acerca del trabajo cuando finalice la pandemia, que “primero vendrán las obras tempranas, relacionadas con los pequeños espacios y el comienzo del trabajo para generar confianza en el territorio. Arreglar y colaborar en los espacios que ya existen. A partir de eso viene la siguiente etapa, financiar la mejora de ese espacio social y la posibilidad de ir generando entre los vecinos y vecinas, ese proyecto de trabajo dentro del barrio”.
“Sabemos que muchos están adelantados con eso, que hay organización. Pero tenemos que pensar en todos, los que ya tengan hábito de trabajo comunitario y los que todavía están empezando, sea porque son asentamientos muy nuevos o porque las organizaciones no se han puesto de acuerdo. En ese caso tenemos que llamar a esa organización para que el saldo sea organizativo, porque ahí es donde se va a cuidar y valorar lo que se logre. Esto tiene que ser un efecto contagio para otros barrios. Si se puede en uno, por la voluntad política, después tiene haber una organización que pueda sustentar y lograr que se concreten las obras”, continuó.
“El trabajo de la política tiene que ser develar que esa articulación se haga en el territorio para que podamos acompañar el proceso organizativo de acceder a los servicios. Entendemos que más allá de la vivienda digna, hoy no tener agua luz, gas o cloaca es un signo de inequidad”, subrayó.
“más allá de la vivienda digna, hoy no tener agua luz, gas o cloaca es un signo de inequidad”
La entrevistada también detalló que en la actualidad “más allá de que es común a todos el cansancio de tener interrumpida la vida cotidiana, se siente tres o cuatro veces más en los barrios populares por no poder salir a buscar el sustento. Hay más de diez millones de personas fuera del sistema laboral, que necesitan salir a hacer sus microemprendimientos, su trabajo en la economía popular, sus ventas ambulantes. Si no se tiene un espacio que reparta viandas, hay que salir a comprar. Y cuando no es solamente la vianda o la garrafa, sino también el analgésico, hay que tener plata, que no se brinda en ningún lado”.
“Como los hospitales están detonados, y mucha gente no va al médico por miedo a contagiarse, se acude a las farmacias, donde hay que comprar remedios. Sigue habiendo problemas con los alimentos, donde todavía la ayuda no llega o llega deficiente, recortada. Hay que atender eso como Estado y como organizaciones, porque hay gente que lo está pasando muy mal. Después viene todo lo que tiene que ver con el hacinamiento y la falta de servicios”, sostuvo sobre la situación.
Al respecto de la puesta el marcha del Programa Argentina Unida, indicó: “Pudimos sacar algunos convenios en municipios donde van a empezar a ejecutarse las obras. Hay que empezarlas para que el agua potable llegue, es algo que no puede esperar, no solo por la cuestión sanitaria sino también para que se generen recursos en los barrios“.
“sigue habiendo problemas con los alimentos, donde todavía la ayuda no llega o llega deficiente, recortada. Hay que atender eso como Estado y como organizaciones”
Consultada sobre el escenario político, en el cual se debate sobre los que más tienen y los que menos tienen, analizó que “más allá de entender la política económica, mi postura es que la desigualdad siempre ha existido, y que hay sectores que siempre ganan, sea cual sea el Gobierno. Nosotros estamos del lado que siempre pierde. Hay que visibilizar eso, porque los primeros a veces ganan a costa del sufrimiento de la gente”.
Y siguió: “El viernes tuvimos una reunión en el ENRE [Ente Nacional Regulador de la Electricidad] y planteamos esto. Es muy difícil llegar a un acuerdo cuando hay personas que no están dispuestas a ceder parte de sus grandes ganancias, a veces originadas con magra o escasa inversión, y sin responsabilidad humana ante el servicio que se brinda, tratándose de una necesidad básica como la electricidad ¿Cómo se puede pensar y ser políticamente correcto, sin que te gane la emoción, cuando estamos hablando de la vida?“.
“No se sabe lo que es dormir con los pies húmedos, dormir con frío y levantarse con frío, o no tener cómo calentar agua. Mucha gente ha muerto tratando de colgarse de la conexión, o por incendios debido a malas conexiones del suministro. Ahí es que hay que empezar a buscar el modo de avanzar, y ese va a ser uno de los desafíos de nuestra Secretaría. Hay una gran responsabilidad, impuesta por la realidad, de parte del Estado para poder empezar a regularizar esto, que ya no da para más. Los pobres no pueden ser más pobres. Si no tienen esperanza, ¿para quién queda? Desde ese lugar es que vemos cimentado no solo el trabajo cotidiano. Aparecen las dificultades y seguimos trabajando para esta gente. La solución tiene que ser para ahora porque la emergencia va a durar un montón de tiempo. Y a veces las peleas que tienen que ver con casos como Vicentin y otras empresas que siempre han ganado, es porque solo piensan solamente en su individualidad”, reflexionó.
“Es muy difícil llegar a un acuerdo cuando hay personas que no están dispuestas a ceder parte de sus grandes ganancias”
“Hay una parte de nuestra sociedad -no toda, porque he experimentado la solidaridad que existe en grandes sectores- que le perdona cualquier cosa a algunos, y a otros, por nacer con menos diez en las posibilidades ante la vida, se les tiene que reclamar todo. Es muy injusto que al que nació en un barrio privilegiado no se le cuestione nada, y sí a los pobres, a quienes si cobran un IFE o un salario complementario hasta quieren dirigirles en qué se gasta”, marcó la militante.
“Entonces, el financiamiento nuestro también tiene que ver con que estas empresas que siempre ganaron ganen un poquito menos, ni siquiera que dejen de ganar. Así de simple. Se les está pidiendo una ayuda para una sociedad que la está pasando muy mal, y en esa escala de pasarla mal, hay gente que está particularmente mal hace mucho tiempo, y ahora hasta está perdiendo la esperanza”, finalizó.
- Entrevista realizada por Úrsula Asta en Feas, sucias y malas (sábados de 9 a 12 hs, por Radio Gráfica)
- Redacción por Martín Gorojovsky.
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