Días atrás Argentina suscribió con la República Popular China un convenio para incorporarse a la nueva Ruta de la Seda profundizando el vínculo económico con el gigante asiático. Según anunció el gobierno nacional esto implicaría inversiones por 23 mil millones de dólares en los años venideros a materializarse en obras de infraestructura, también añadiendo la posiblidad de financiamiento de capitales chinos.
Gustavo Girado es uno de los mayores (si no el más) experto en temas relacionados con China en Argentina contando con una amplia formación académica. Es Magíster en Relaciones Internacionales (Flacso), licenciado en Economía (UBA) y actualmente es director de la carrera de posgrado de “Especialización en Estudios en China Contemporánea” en la Universidad Nacional de Lanús (UNLa)*.
La evaluación de los acuerdos anunciados, las características, el desarrollo chino, qué potencialidad tiene para Argentina, las perspectivas, son algunos de los temas que desarrollo Girado en una entrevista con el programa Feas, Sucias y Malas.
Entrevista por Úrsula Asta, Leonardo Martín y Valeria Rodríguez.
Úrsula Asta: ¿Cuál es tu lectura de la visita del presidente argentino, Alberto Fernández, a China?
Gustavo Girado: La primera impresión es positiva, promisoria. No hay documentación oficial sobre lo que han acordado en forma específica, pero por lo que ha trascendido por las autoridades soy optimista. Alberto Fernández fue no sólo para conmemorar el 50° aniversario de las relaciones bilaterales de Argentina con China, sino también como titular pro tempore de la CELAC, que es la institución regional que China ha elegido como contraparte para entender las cuestiones políticas regionales. La adhesión a la Nueva Ruta de la Seda es un acierto político considerando que las otras economías grandes de la región no han tomado esa decisión, hablo de México, Brasil y Colombia, siendo Argentina cabeza de playa del Mercosur. Igual falta aún ver los papeles.
Úrsula Asta: ¿Qué significa la inclusión de Argentina en la nueva Ruta de la Seda?
Es una iniciativa que es el mascarón de proa del proyecto político del presidente Xi Jingping que, mirando el mapa de frente, va desde el este del océano Pacífico donde está China, atravesando tres rutas terrestres, todo el Cáucaso meridional, los desiertos gigantescos, Europa del Este hasta Europa Occidental. Hay otros proyectos que van por rutas marítimas que salen del sur de China, pasan por abajo de la India, suben por el Cuerno de África hasta Somalía.
Son proyectos de infraestructura que China piensa y desarrolla con los países que lo reciben, básicamente inversiones en ferrocarriles, aeropuertos, autopistas. En todos los casos China pone arriba de la mesa lo que los economistas llamamos oferta excedente, que en este caso es en infraestructura, tecnología y financiamiento. Va con eso, negocia políticamente con el país que lo recibe, que discute el proyecto que cada uno pretende y a partir de ahí se negocia todo como la participación de empresas locales, sin son estatales chinas, privadas o mixtas, si hay joint venture para ello.
A Argentina lo beneficia porque tiene muchas obras ya comenzadas, pero dada la debilidad macroeconómica argentina, nuestros serios problemas de financiamiento, la deuda no resuelta con el FMI, más la pandemia y la cuarentena que hizo lo suyo, tenemos muchas cosas pendientes que ahora pueden incorporarse a la iniciativa. Ya el año pasado Argentina decidió formar parte del Banco Asiático de Inversión e Infraestructura, casi un paso obligado para aprovechar el menú que se abre a partir de adherir a la Ruta de la Seda.
Leonardo Martín: Concretamente en Argentina estas inversiones en infraestructura, ¿en qué se materializarían?
Esto va a permitir refinanciar el proyecto más grande que tiene China en el exterior que son las empresas hidroeléctricas de la Patagonia que hoy deberían estar funcionando y con esa generación repagando el préstamo original. Con la administración Macri se suspendió la obra y se encarceló al representante argentino que participaba de la UTE. Eso detuvo el calendario original y en vez de estar pagándose no pueden habilitar más líneas de financiamiento porque la empresa china no cuenta con los avales suficientes por esta situación de impago.
También hay muchas obras de infraestructura que tienen que ver con los ferrocarriles, del Belgrano Cargas hasta una revisión de las obras en el AMBA con una actualización importante. China hoy está en la frontera tecnológica en lo que es el ferrocarril y es donde más se destaca. Otras obras son la ampliación de los parques solares que están en Jujuy, el desarrollo de otros, la construcción de represas en el noroeste. Son más de 25 proyectos en total.
Valeria Rodríguez: Hace algunos años atrás Irán y China firmaron un acuerdo por la Nueva Ruta de la Seda donde China iba a financiar la construcción de uno de los puertos más importantes que tiene Irán. Allí China planteaba mantener tropas en la región por 50 años. ¿Eso puede llegar a pasar en Argentina donde China pida como parte de la negociación la inclusión de tropas en territorio argentino?
En lo personal no es punto que me preocupe porque la presencia militar China en el exterior es prácticamente nula, tiene solo una base militar fuera del territorio que es en el Cuerno de África en Somalía y a pedido de Somalía porque hay varias bases porque por allí pasan buques petroleros que provienen del Canal de Suez. Si uno toma un mapamundi y ponés una lucecita en cada base norteamericana o británica el globo terráqueo hay para iluminar toda una pieza. En Irán se discutió el tema y seguramente ocurrió lo mismo con otros países pero no forma parte del menú que China tenga presencia militar acompañando a la iniciativa de la nueva Franja de la Seda. Esta se encuentra orientada en obras de infraestructura, en el financiamiento, lo que le permite a China tener clientes a futuro. No parece un tema central.
Leonardo Martín: En términos históricos Argentina estuvo finales del siglo XIX y primer tramo del XX bajo la hegemonía británica, luego y hasta el presente de Estados Unidos. Con los británicos fue una relación más complementaria, con Estados Unidos claramente no es así. ¿Qué puede pasar con China? ¿Podemos volver a tener una relación más parecida como fue con los británicos con Argentina enviando materias primas con el costo de reprimarizar nuestra economía?
Estoy convencido que va a ser diferente. Tanto Estados Unidos como Inglaterra tuvieron un carácter imperial con características que no están en el caso de China. No solo porque es una economía en vías de desarrollo y está llena de pobres, sino porque en ningún momento ha tenido una política expansiva desde 1949 cuando se transformó en una República Popular. Solo un par de episodios fronterizos con Vietnam y con la India, pero nada se puede comparar con las 1032 excursiones militares de Estados Unidos en un segmento mucho más corto de tiempo. El carácter imperial no se lo puede reconocer de la misma manera que en Gran Bretaña y Estados Unidos.
Otro aspecto central es que Argentina es una economía que compite con Estados Unidos porque somos los dos agroexportadores de alimentos de clima templado. Argentina pone un limón en el mercado norteamericano y al otro día lo prohiben, lo mismo con un litro de biocombustible, al igual que un kilo de carne. Así es nuestra relación comercial con Estados Unidos porque competimos, por eso ha sido una relación de espanto toda la vida en tema comercial, no es centroamérica con quien sí tiene una relación de más complementariedad
Todo lo que constituye la canasta básica de exportación argentina constituye la canasta de importación de China, así como lo que China produce a nivel internacional en mercados manufactureros son los que Argentino no hace y tiene que comprar al exterior. Hay un comercio muy promisorio con China y no ocurre lo mismo con Estados Unidos. En materia de inversiones China tiene una interesante necesidad de tener una relación de largo plazo, confiable y proveedores de productos que le permitan consolidar su crecimiento. No hay nada más importante para China que tener agroalimentos e insumos industriales garantizados.
La Franja de la Seda es una oportunidad extraordinaria para que los capitales chinos puedan venir a la Argentina y transformar ese producto primario en territorio argentino con mano de obra local, con capitales locales o joint ventures. Discutamos la cuestión medioambiental en minería, se le puede agregar valor agregado a diferentes productos. Por ejemplo, si en lugar de venderle la soja le vendés la carne de cerdo alimentando el cerdo acá con esos granos se le puede terminar vendiendo un producto mucho más caro, lo transformás en inversión directa en Argentina con salarios más altos, generando empleo. En lugar de vender un producto primario el valor agregado se da en tu territorio con un producto transformado. Eso se puede trasladar a todos los productos sobre los cuales China tiene un interés directo. Es una relación complementaria, pero no de equivalentes, pero ello permitiría que nuestra debilidad macroeconómica sea un poco menor.
Úrsula Asta: Para que no quede todo en el plano de lo benigno y prometedor, una de las críticas que más se escuchó tiene que ver con la diferencia entre inversiones y financiamiento en relación a los capitales chinos.
Esto no es un juego de carmelitas descalzas, estamos hablando de negocios, geopolítica, de economías que se influencian entre las cuales en un juego de ajedrez global Argentina es un papel al viento. Hay que ver qué carácter uno quiere asumir en ese juego. Uno puede querer tomar algunas decisiones, pero hay aspectos que escapan a la posibilidad argentina de influir. El capital puede venir a Argentina en forma especulativa como entraron con Macri por las altas tasas de interés y fugarse a los 15 segundos haciendo un desastre en la cuenta capital provocando lo que provocaron. Otras es cuando viene la inversión extranjera directa, eso también es dinero que viene del extranjero pero entra con el carácter de convertirse en una inversión productiva. También está el préstamo a corto, mediano y largo plazo ligado a ese proyecto de inversión.
*La carrera de posgrado de “Especialización en Estudios en China Contemporánea” en la Universidad Nacional de Lanús (UNLa), de la que Girado es director, tiene la inscripción abierta (las clases comienzan en marzo): consultas en posgradochina@unla.edu.ar
Feas Sucias y Malas se emite los sábados de 9 a 12 hs.
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