Héctor Amichetti, Secretario General de la Federación Gráfica Bonaerense y referente de la Corriente Federal de Trabajadores, conversó en el aire de Radio Gráfica sobre la decisión del gobierno nacional de avanzar en la intervención de la empresa Vicentin.
“La medida ha caído muy bien en todos los sectores que veníamos sosteniendo la necesidad de dar algunas señales en cuanto a que el Estado, además de demostrar su capacidad para contener la situación de la pandemia, que es un tema muy delicado, y todos los efectos que esta causa, también de algún paso hacia los sectores concentrados de la economía, que vienen funcionando con absoluta normalidad y que ellos han establecido hace mucho tiempo, con el esquema de libre mercado y todo lo demás. Por lo tanto esta decisión, que se venía planteando en enero desde distintas organizaciones, realmente nos satisface mucho. Es un paso importante en uno de los sectores donde el Estado tiene que entrar a regular y tiene que tener mayor intervención”, afirmó Amichetti.
Respecto a las reacciones en contra de la medida, sostuvo que “se trata de la unidad de los sectores que nos atacan por esta idea de que nuestra idea es populismo. Ellos, que hacen fabulosos negocios con el neoliberalismo y la libertad de los movimientos de capital. Son los grandes medios encabezados por Clarín y La Nación, los canales de televisión y radio masivas, y por otro lado las instituciones tradicionales como la Sociedad Rural, la Asociación Empresaria Argentina (AEA). Van a reaccionar así siempre”.
“Lo importante es la convicción de que estos pasos hay que darlos. Si nos quedamos a mitad de camino ellos van a volver a controlar todo, y pueden ganar de nuevo una elección después de desgastar a un gobierno democrático. Toda esa dispersión que representan los intereses de los distintos sectores, tiene que salir como una suela fuerza a defender esta decisión del gobierno”, siguió.
Finalmente, se refirió a las tareas pendientes del gobierno, al marcar que “el Ministerio de Trabajo tendría que tener una posición más activa en relación con los decretos que va dictando el gobierno. Solo con un decreto para prohibir los despidos no se puede frenar la actitud avasallante de algunas patronales, que con absoluta insensibilidad y de manera especulativa, buscan un mecanismo para cerrar o despedir, o hacer aparecer como retiros voluntarios presiones que se ejercen sobre trabajadores. No hay decreto que alcance para los que no están yendo a su lugar de trabajo por la cuarentena y son presionados por las empresas que se los quieren sacar de encima. Ahí el Ministerio de Trabajo tendría que actuar con firmeza, no con formalidades como la conciliación obligatoria, como la que nos aplicó a nosotros en el caso de IPESA, y que la empresa no respetó sin que el ministerio utilizara ningún mecanismo para hacerla respetar”.
- Entrevista realizada por Gabriel Fernández en Patria Grande Latinoamericana.
- Redacción de Martín Gorojovsky.
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