Fabián Ventre y Martín Rodríguez, delegados de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en la línea 39 de colectivos, conversaron en el estudio Patrick Rice de Radio Gráfica acerca del panorama en el sindicato, y de otros temas relacionados con el mundo de los colectiveros.
La UTA ha estado en el centro de la escena sindical en los últimos meses por un episodio de violencia como la toma de la sede del gremio el 16 de diciembre pasado y una huelga reciente de un sector del gremio que paralizó la actividad de más de 50 líneas de colectivos. Detrás de esas medidas se encuentra la Agrupación Bocha Palacios, encabezada por Miguel Bustinduy, opositora a la actual conducción del gremio que encabeza Roberto Fernández. Una interna que tiene varios capítulos y que promete algunos más por delante.
Fabián Ventre y Martín Rodríguez son delegados de la Línea 39 que une Barracas con Chacarita. Ventre trabaja en la Línea hace 27 años, Rodríguez hace 20 años siendo delegado desde el 2004.
De visita en Radio Gráfica dieron su visión sobre la situación interna de la UTA. “Los que conocemos el tema sabemos que Miguel Bustinduy estuvo veinte años en el gremio al lado de Roberto Fernández“, dispara Ventre.
“Ahora dice que el gremio tiene un estatuto proscriptivo. Para participar en una elección hay que armar una lista a nivel nacional, no se puede ser candidato del barrio de Barracas, la UTA es de nivel nacional. Si no se tiene el espacio para poder armarlo no se puede sectorizar. Suponiendo que el estatuto sea proscriptivo como él dice, ¿se dio cuenta diecinueve años más tarde? Desde mi lugar como delegado, no siento que alguien que tarda dos décadas en darse cuenta de que un estatuto es proscriptivo tenga la capacidad de representarme a mí”, agrega.
“Bustinduy estuvo veinte años en el gremio al lado de Roberto Fernández. Ahora dice que el estatuto es proscriptivo. Suponiendo que el estatuto sea proscriptivo como él dice, ¿se dio cuenta diecinueve años más tarde?”
En diciembre pasado sorprendió la violenta toma de la sede de la UTA de la calle Moreno 2969 (CABA) por parte del sector que lidera Bustinduy. Martín Rodríguez indicó sobre ese tema, “no la tomaron los trabajadores. Fueron con barrabravas, porque así se manejan muchos sectores sindicales hoy en día. A los trabajadores los tenían en colectivos a la vuelta del sindicato, esperando que estos individuos entren y rompan todo. Después bajaron a los verdaderos choferes”.
“Tenemos amigos ahí. Hubo pibes que nos dijeron por teléfono que les daba vergüenza ajena lo que habían hecho. Mirá lo precaria que es la gente de Bustinduy, que si quería copar el sindicato el mejor día que tuvo fue ese 16 de diciembre. Lo puedo hacer yo, y te garantizo que si entro con compañeros todavía estamos ahí porque tengo el mismo derecho que cualquiera a estar. Ellos no fueron a copar, fueron a romper, a demostrar que son los más guapos“, añadió.
A la figura de Bustinduy se la asocia a la empresa Dota que tiene más de líneas de colectivo que circulan por el área metropolitana. “Dota fue creciendo, fueron ganando lugar pensando que se iban a hacer los dueños del transporte. Les falta la pata sindical, tenían al hombre de ellos (Bustinduy) que es un delegado que llegó a ocupar cargos importantes dentro de la organización.
“SER CHOFER ES UN LABURO MUY ESTRESANTE, TRAE MUCHOS PROBLEMAS DE SALUD”
Quien maneja habitualmente por calles de Buenos Aires puede comprobar fácilmente la tensión que implica. Tránsito intenso, sobre todo en horas pico, cortes, desvíos, maniobras imprudentes, todo un menú que al estar mucho horas detrás del volante con el tiempo trae consecuencias. En los choferes se suma el trato constante con los usuarios, que en muchos casos no suelen colaborar para hacer más sencilla la tarea.
“El problema de salud es muy delicado para los choferes“, señala Ventre. “Nosotros nos jubilamos a los 55 años, es un laburo muy stressante. Tenemos muchos compañeros con problemas psicológicos, depresión en cantidad. Es un laburo desgastante, hoy más que antes. Mejoró la tecnología, pero tenés más semáforos, bicisendas, robos, más puertas en el colectivo. Estamos más expuestos a los accidentes”, enumera.
“Para contar un caso puntual, en 2017 se jubilaron cinco compañeros y se murieron los cinco a los dos meses. Sufrimos problemas cardíacos, presión, de riñones, problemas de cintura. La actividad no tendría que ser así”, puntualiza.
“Tendríamos que tener una jornada laboral de seis horas. Es un problema económico, los empresarios no quieren. Dimos esa lucha con un compañero de la 39 que fue secretario gremial, pero no se logró”, cuenta.
SALARIOS: “HOY LA PELEA NO ES CON LOS DUEÑOS DE LAS EMPRESAS, SINO CON EL GOBIERNO”
Finalmente Ventre se refirió al funcionamiento del transporte de colectivos al afirmar que “el boleto es caro. Históricamente siempre valió, hace décadas, lo mismo que el diario y un café. Hoy está subsidiado por el gobierno nacional. Nosotros firmamos un convenio laboral y a último momento no se bajó a las empresas el dinero para repartir. No se pelea más el salario con los dueños de las empresas sino con el gobierno. De ahí que vale preguntarse si los colectivos son privados o no“.
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