El referente del Movimiento de Liberación Nacional, precandidato presidencia y presidente del Foro Naval Argentino Hipólito Yrigoyen y del Instituto de Política Estratégica Argentina, Martín Ayerbe, dialogó con Gabriel Fernández en Radio Gráfica dejando una serie de definiciones sobre el presente económico nacional y con propuestas para un desarrollo nacional con empleo.
La charla comenzó en torno al endeudamiento externo argentino, las perspectivas y el acuerdo que existe con el Fondo Monetario Internacional. trazó un preocupante diagnóstico: “La Argentina para el 2028 va a reventar en una crisis de deuda externa, donde nos van a matar un poco más de hambre. Los pagos para 2028 el pago de deuda van a comprometer el equivalente al 30% del presupuesto de toda la Administración Pública Nacional, Educación, Ciencia y Técnica y a las Fuerzas de Seguridad y Fuerzas Armadas. Esa proyección de deuda compromete el futuro de la Argentina y al funcionamiento elemental de la República Argentina“.
Tras ello planteó la necesidad de profundas modificaciones en el rumbo político y económico: “Lo primero que hay que hacer con estos desastres que se vienen dando desde la Dictadura Militar hasta la fecha es suspender una conducta en la partidocracia demoliberal, no se puede hacer con la gente que está porque han hecho esto. Se necesitan otros protagonistas, con otros proyectos para terminar, por ejemplo, con la cesión jurisdiccional de la Argentina. No se pueden hacer acuerdos donde los litigios se resuelvan en tribunales de Inglaterra o Estados Unidos, ceder a una potencia extranjeras juicios, decisiones y determinaciones sobre la propia deuda que tienen. No hay que pedir dinero en esas condiciones usurarias, así no aceptamos préstamos“.
En segundo lugar apuntó a una profundización de la industrialización nacional que permita sustituir importaciones y con ello defender las divisas de las exportaciones. “Argentina exportó casi 85 mil millones de dólares en 2022. Toda esas divisas se quema en importaciones de productos que se pueden fabricar en la industria nacional. Es decir, hoy todos los dólares de la cosecha se les entregan a los importadores y a los pago de la deuda externa”.
“Argentina no puede sostener este tipo de modelo de importación, porque además peligran esos compromisos externos que los acreedores quieren cobrar. Para eso no queda otro camino que suspender todas las importaciones superfluas. Paralelamente establecer un régimen en el cual el Ministerio de Producción, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y la corporación de empresas nacionales compuesta por astilleros y fábricas navales del Estado, Dirección General de Fabricaciones Militares, Comisión Nacional de Energía Atómica, INVAP, ARSAT y Conicet a realizar ordenadamente un proceso de sustitución de importaciones“, puntualizó.
“HAY QUE ABANDONAR LA DOCTRINA LIBERAL KEYNESIANA QUE PREDICAN LOS ACTUALES FUNCIONARIOS DEL GOBIERNO”
Hoy el Frente de Todos atraviesa una interna a cielo abierto en un contexto con una economía en permanente tensión, una inflación récord en más de tres décadas y pérdida de poder adquisitivo de los sectores con ingresos fijos. En ese cuadro de situación, Ayerbe se refirió a esa situación: “Hay una conducta esquizofrénica, quien elige al Presidente golpea por líneas internas al tiempo que la orden para el resto es defenderlo. Es un poco delirante. Hay que hacerse cargo cada uno de las decisiones que toman porque le hace mal a la patria y se la está pasando muy mal”.
“No hay laburo y el poco laburo que hay es absurdo porque en el régimen de usura que vive el país trabajar se ha vuelto un hecho absurdo, con lo que se gana no tiene sentido laburar. El único plan que tienen son los planes sociales, lo único que proyectan hacia el futuro es la doctrina inglesa escrita por Guy Standing, The Precariat, el precariado es la clase peligrosa. Aquí tiene unos repetidores, escribas, donde anuncian el fin del trabajo y que el único camino es la Renta Básica Universal. Los autos, los productos electrónicos que se venden en Argentina se fabrican en alguna parte del mundo. Con el desarrollo automotriz Argentina podría crear 3 millones de puestos de trabajo con el desarrollo de terminales, autopartistas y el reflejo social de consumo que se produce cuando los trabajadores industriales gastan sus ingresos en el mercado interno”, analizó.
“La Corporación del Estado que planteo que no ejercería monopólicamente el dominio del comercio exterior, pero sí actuaría sobre el mismo para tener el dominio de las divisas. Esas divisas permiten además el dominio de la sustitución de importaciones y poder reservar los dólares para los sectores estratégicos“.
“Los predicadores de la resignación van a decir que no da la correlación de fuerzas, que no se puede ir contra la Organización Mundial de Comercio. Si nosotros tuviéramos una Marina Mercante con un Sistema Multimodal de Transporte, una corporación del Estado que organice el sistema de transporte y un brazo ejecutor en el comercio exterior que sería un IAPI del siglo XXI, podríamos defender las posiciones de exportación y apoderarnos de la renta comercial. No solo son los fletes que representan 10 mil millones de dólares sobre los 75 y 85 mil millones de dólares que exportamos, también las triangulaciones de las cerealeras en donde Cargill Argentina vende barato a Cargill Bahamas y de ahí caro a Cargill China. Es la piratería que ordena el comercio el mundo. Lo que ocurre es esta práctica. no tiene sentido quejarse en la OMC o en las Naciones Unidas”, enfatizó.
“Hay que abandonar la doctrina liberal keynesiana que predican los actuales funcionarios del gobierno y ese sueño húmedo de un Perón yankee que es Frondizi con su desarrollismo. Lo que no podemos hacer nosotros es abandonar nuestra religión del trabajo que se llama justicialismo“, agregó.
Por último, se refirió a una inflación que hoy ya supera el 100% y el correlato en la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y jubilaciones. “Los alimentos están en el mismo precio que hace 30 años, no están caros en Argentina, lo que están baratos son los sueldos y el poder adquisitivo del salario. Una cerveza valía un dólar en los noventa y hoy vale lo mismo. Un kilo de pollo vale lo mismo”
“Planteamos un promedio salarial de 1200 dólares que son 450 mil pesos. Como planteaba en los gobiernos peronistas nadie tiene que trabajar en Argentina por menos de un kilo de carne pulpa, es el piso de dignidad. Esa economía tiene el trabajo como centro y no el dinero ni las divisas. Planteamos fortalecer el peso argentino frente a aquellos que juegan a favor de la dolarización que no es solamente este personaje gritón, ni tampoco Alberto Fernández de Ménem que también va por la dolarización como hizo en los noventa con Ménem y Cavallo”, cerró Ayerbe.
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