Javier Amarilla es dirigente del gremio gráfico e integrante de la CGT La Matanza, además de ser militante de la Corriente Federal de Trabajadores. Visitó el estudio Patrick Rice de Radio Gráfica y definió la situación laboral y de las pequeñas y medianas empresas del municipio en diálogo con con Gabriel Fernández y Jorge Thierbach.
¿Sos consciente que La Matanza es termómetro nacional? ¿Cómo está la situación en estos dos meses?
-Es poco tiempo. Dos meses de gestión es prácticamente nada. Pero sí se nota la esperanza. Es una comunidad netamente peronista. En el tercer cordón electoral se ganó las elecciones con un 80% y hasta 85% en algunos lugares. La Matanza es un termómetro para toda la provincia y el país. Trasladando a lo que era el año anterior, este año la gente consume, los supermercados están llenos como no pasaba desde hace tiempo.
¿La CGT en su conjunto comparte esa esperanza?
-La CGT Matanza siempre estuvo encolumnada. Amén de que hay dos CGT, ambas son profundamente peronistas. El movimiento obrero nunca va a estar de acuerdo en todo. Pero acompañamos al Municipio dentro del Concejo Deliberante. Estamos muy cerca del gobierno municipal. Estamos en los barrios haciendo prácticamente lo mismo que hacen las agrupaciones políticas.
Es poco tiempo, pero al mismo tiempo es esperanzador. ¿Hay una síntesis de comprensión política de la situación que nos han dejado?
-Yo creo que los sectores que están disconformes, voy a ser claro, son por intereses. Las decisiones que ha tomado este gobierno, como el tema de congelar las tarifas de colectivo, las tarifas de electricidad, significa plata que entra en el bolsillo de la gente. Creo que los que van en contra de este gobierno es porque defienden sus propios intereses.
“Los que van en contra de este gobierno es porque defienden sus propios intereses”.
¿Es posible que en segundo semestre del año, si no hay una solución para el problema productivo, haya algún malestar en el pueblo?
-No creo, porque también esa esperanza que tiene la comunidad se traslada a las empresas. La semana pasada tuvimos un acto con Axel Kicillof, Verónica Magario y algunos compañeros del gabinete nacional como Cafiero, Acosta y Kulfas. Muchos empresarios fueron y se ve esperanza. En La Matanza tenemos buena articulación con la parte empresarial porque las empresas que son de Matanza, nacieron ahí. Entonces, si crece el trabajo, crecen las pequeñas empresas, crecen los trabajadores, hay más consumo en los negocios. Está todo articulado. Mayormente en Matanza cuando nos reunimos hacemos una tripartita con la cámara empresarial, el municipio y los trabajadores.
Todos vivimos el 2001 y la recuperación comenzó a sentirse en 2003, 2004. No menos de tres años. ¿Crees que va a ser así?
-Yo creo que sí. En cierto sentido, estamos peor. Estamos endeudados. Pero del 2001 aprendimos. No estábamos preparados para lo que aconteció. Esta crisis nos agarra a todos mucho más maduros y sabiendo qué hacer. El gobierno sabe qué hace. Que me disculpen algunos compañeros de otros partidos a los que gobernar les asusta. Pero a nosotros no nos asusta. Estamos mejor que en el 2001 por la clase dirigencial que tenemos en los gremios y la comunidad. Compañeros que saben qué hacer, que dan la cara por la gente. No tenemos problemas en decir que somos sindicalistas, a pesar del estigma
Creció la dirigencia de los sindicatos a través del desarrollo del aparato productivo. Vos tenés más trabajadores afiliados, más delegados, más pensamiento a la hora de accionar.
-Yo creo que en estos años, estos 2 años maravillosos que pasamos, se han formado muchos cuerpos de delegados. Muchos gremios le han abierto las puertas a los compañeros y los han formado. Algo que no pasaba antes. Nadie le va a vender pescado podrido a los compañeros ahora. Los compañeros están formados y saben lo que escuchan. Por eso crecen los canales y las radios populares. Cosa que no pasaba antes. Estamos confiados. Sabemos que es un proceso difícil porque hay deuda que pagar. Lo entiendo, porque gobernar, se gobierna para todos y no solo para un sector.
“Muchos gremios le han abierto las puertas a los compañeros y los han formado. Algo que no pasaba antes. Nadie le va a vender pescado podrido a los compañeros ahora”.
A partir del 2013 en adelante, hubo oleadas de jóvenes que se sumaron a la militancia política y gremial que nutren de sangre. ¿Pasa igual en todos los gremios?
-Totalmente. Estamos orgullosos de pertenecer a la Federación Gráfica Bonaerense. Tenemos conductores muy formados y a la vez eso lo trasladamos a nuestros compañeros. Tenemos esperanzas y sabemos el camino que tenemos que seguir. No creo que si en 6 meses no se cumplen las pautas que los compañeros esperan, haya problemas. Saben de donde salimos. Todos quisiéramos cumplir medianamente las cosas básicas y darnos gustos, que para eso trabaja. El trabajador cuando gana una moneda más la invierte en su familia, acá, no se la fuga.
Cuando se forjó la Corriente Federal de Trabajadores la situación ya era interesante en el movimiento obrero, ya venían los sindicatos en desarrollo, pero de algún modo faltaba una bandera dentro de la CGT que dijera “vamos por acá”, ¿Pensás que va a haber una renovación en la CGT a futuro? ¿Considerás que la CGT va a tener un “barajar y dar de nuevo”?
-Estoy seguro. No es el momento, hay otras prioridades. Como movimiento obrero tenemos que estar del lado de la sociedad. Tratar de contener todos los problemas que tengan nuestros trabajadores. No estamos solamente para irnos de vacaciones y defender los cambios. También estamos para hacer política. Yo creo que estamos en esa etapa. Estamos convencidos que va a haber una reestructuración. Porque hay muchos dirigentes que no los escucho ni hablar. Tengo mucha confianza de un recambio. Nosotros desde el 2015 como gremio gráfico y luego como Corriente Federal de Trabajadores.
Dimos la discusión en la CGT, de las CGT regionales, dimos la discusión en donde había que darla. Yo creo que el tiempo nos dio la razón y hay compañeros del movimiento obrero que no saben donde meterse, no pueden dar la cara para venir a pedir seguir conduciendo la CGT. Como dice el Gringo Amichetti, “la CGT es solo un sello, la CGT es de todos los trabajadores”.
En La Matanza se está dando un ejemplo de unidad.
-Son épocas de resistencia. Ya discutiremos los cargos en el momento que se acomode el país. La prioridad es levantar el país. Poniendo nuestro granito de arena. Tratando de que Alberto gobierne. Tenemos mucha confianza de que no va a tomar decisiones en contra del pueblo o los trabajadores. En La Matanza nunca estuvimos separados. Es una CGT peronista y como tal tenemos muchos matices. Tenemos dirigentes históricos que nos encaminan.
“La prioridad es levantar el país. Poniendo nuestro granito de arena. Tratando de que Alberto gobierne. Tenemos mucha confianza de que no va a tomar decisiones en contra del pueblo o los trabajadores”.
Me parece que es una reafirmación de aquello que se venía planteando programáticamente desde su fundación, marcarle en reuniones con áreas del trabajo aquello que la Corriente entiende que son los puntos que hay que ir trabajando.
-Como siempre decimos, la CGT es la continuación CGT de los Argentinos, los 26 puntos de Saúl (Ubaldini). Nosotros desde el primer momento estábamos convencidos del camino que teníamos que recorrer como gremio y gracias al carisma del Gringo y el trabajo por la unidad, muchos compañeros han entendido la herramienta importante que es la Corriente dentro de lo que es el esquema político y el movimiento obrero.
Uno de los temas complicados dentro del campo nacional es el de los presos políticos. ¿Cual es tu opinión?
-La verdad es que me metés en un aprieto. Yo vivo en barrio La Juanita en Gregorio Laferrere, muy cerca del compañero D’Elia. Soy muy cercano a Amado Boudou. Siempre él ha estado en el barrio. Sabemos que los compañeros tienen que estar afuera. Porque están mal encarcelados. No creo que haya argumentos contundentes para que los compañeros están presos. Pero soy criterioso. Y los que tienen que definir su libertad es la Justicia, no la política. Tenemos que esperar que la Justicia se defina. Los medios hegemónicos utilizan esos desacuerdos para tratar de generar una fractura. A mi forma de ver, está muy bien lo que hace el presidente de salir a marcar la cancha él como líder político que conduce el país.
¿Cómo lo ves a Berni?
-Berni es un tipo muy formado. Por ahí, debería tratar de encolumnarse en su rol. Y no darle de comer a los medios hegemónicos con declaraciones que no suman. Debería ser más inteligente y no darle herramientas a Clarín y La Nación para que hagan tapas todos los días. Pero nadie le va a quitar la capacidad que tiene de conducir. Podría conducir la Ciudad y la Nación.
¿Y a Frederic cómo la ves?
-Es una compañera muy teórica. Le falta lo que le sobra a Berni y a Berni le falta lo que le sobra a Frederic, que es más intuitiva, más formada en cuestiones legales. Creo que se van a articular bien.
¿Como ves la creciente influencia de los medios en la sociedad, la gente sigue repitiendo lo que ve en las pantallas concentradas, monopólicas y hegemónicas?
-Yo creo que el debate sigue existiendo. La grieta entre los trabajadores sigue existiendo. Hay compañeros que lo han entendido, otros que votaron este gobierno por el bolsillo, porque se vieron muy perjudicado por las medidas que tomó Macri. Pero no han logrado superar el odio que le han instalado a Cristina. Yo creo que es una minoría que estuvo siempre. Te voy a trasladar a lo que es en el campo. Hay muchos trabajadores en negro que los explotan y que defienden al patroncito todavía, en esos términos. La verdad es triste, pero está culturalmente incorporado.
Trasladándolo al tema trabajo, industria y fábricas, es lo mismo. Ven que hay una mejora pero siempre están buscando una causal externa, lo que digan los medios hegemónicos. A veces nos cuesta un montón no pelear un punto más de paritaria. Pero viendo que la comunidad está padeciendo lo básico, comprar una leche o comer dos comidas diarias, como trabajadores y militantes tenemos que priorizar eso. Sabemos de qué pozo estamos saliendo.
“La grieta entre los trabajadores sigue existiendo. Hay compañeros que lo han entendido, otros que votaron este gobierno por el bolsillo, pero no han logrado superar el odio que le han instalado a Cristina”.
Va a ser una tarea larga ese cambio de cabeza para que la gente halle una conexión entre las mejoras y lo que significó el gobierno para esas mejoras y poder sacarse de encima esa constante demonización de Cristina por parte de los medios hegemónicos.
-Por eso mismo los compañeros que conducen tienen que ser inteligentes. Nosotros sabemos dónde están nuestros corazones. Pero a veces tenemos que ceder algunas cuestiones en pos de una construcción. Por eso mismo, a veces tenemos que tragar unos sapos en pos de lo que es la unidad. Y en pos de una conducción política que beneficia al pueblo en su totalidad. Hay responsabilidades que hay que asumir y no poder los sentimientos delante de la razón
¿Algo más que quieras decir?
Me quería referir al distrito al que militamos. En La Matanza se nota un cambio radical en esta nueva política. La intendenta Verónica Magario está siempre cerca del pueblo. Se nota que hay un cambio de mentalidad. Un cambio esperanzador y hay que trasladar eso a nivel provincial y nacional. Un agradecimiento a todos los que dan una mano, un agradecimiento a la conducción de mi gremio y feliz cumpleaños al gran dirigente que fue Raimundo Ongaro.
GA/UA/GF/RG
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