Por Gabriel Fernández *
BOLIVIA. Recuerdan que sobre el inicio nomás, calificamos el golpe en Bolivia como fascineroso policial. Era una referencia intencionada. En las últimas horas nos van llegando informaciones que corroboran el aserto y le brindan un sustento inquietante. Veamos. En el mejor momento económico de su historia, los intereses conjugados de productores santacruceños, empresas ligadas a la extracción de combustibles y otras volcadas sobre el litio, junto al suprapoder norteamericano y la OTAN, articularon con apariencia desmañada el cese del gobierno constitucional.
Si los impulsores y beneficiarios están claros, la concreción de la asonada sigue en las brumas. Pero al analizar las siguientes referencias podremos empezar a apuntar algunas conclusiones valiosas. Por ejemplo, nos indican que uno de los quiebres entre Evo Morales y la policía fue la decisión oficial de quitar el control del contrabando a esta organización de seguridad interna y traspasarlo a las Fuerzas Armadas. El sostén de la medida resultó transparente: la policía boliviana, lejos de combatir el contrabando, lo promovía y coparticipaba del delito.
Al mismo tiempo, debido al proceso económico creciente, la policía amplió sus posibilidades de corruptela y las desplegó sin pruritos. Exigió mejoras al Estado, mediante varios levantamientos que no llegaron a impactar internacionalmente, y las consiguió. La designación de algunos funcionarios de la confianza presidencial no logró desmontar el andamiaje delictivo interno y sobre ese perfil trabajaron, estos años, los intereses golpistas de fondo. El camino escogido por el gobierno del MAS para contener los desbordes policiales se asentó en el diálogo y la negociación.
De allí que afirmáramos que en las primeras horas, el libre andar callejero de hordas de lúmpenes alquiladas sólo fue posible por la ausencia de uniformados que las disuadieran. Ni siquiera resultaba necesaria una represión en toda la línea: con recorridos habituales de fuerzas bien pertrechadas hubiera bastado para descolocar a los fascinerosos. Pero la policía era parte del juego: rápidamente se sumó al vandalismo y los crímenes, con una violencia pensada para aterrorizar al pueblo, al gobierno… y a las mismas Fuerzas Armadas.
Nos informan que las Fuerzas Armadas, con líderes que declamaron su antiimperialismo y su lealtad a las instituciones del Estado a viva voz, aceptaron la corrupción ofrecida por los intereses golpistas por motivos económicos pero también ante el impacto aluvional del pánico impuesto en las calles por la combinación de hordas y policías. Sin convicciones, sin coraje, terminaron por primera vez en la historia disciplinadas vergonzosamente a la policía. Cuando narraban estos datos nuestras fuentes confiables, preguntamos si eso era posible, si semejante acción podía tener una explicación tan mezquina.
La respuesta fue afirmativa: el contraste entre Fuerzas Armadas y policía es histórico, persiste y tendrá nuevos episodios a futuro. De hecho son reales las informaciones de batallones militares que se suman a las protestas populares. Pero la primera semana del golpe, bien pensada por los lanzadores, fue abrumadora y amenazante para la vida de los altos mandos. El jefe del Ejército designado por Evo Morales, el general cobarde Williams Kalimán, se rajó y ahora reside en los Estados Unidos. De tal dimensión fue el ardor con que se inició el golpe.
Fuerzas Armadas y policía boliviana resultaron, como la mayor parte de la sociedad, beneficiados por la política económica liderada por Evo. Pasaron de ser zonas olvidadas de la vida pública, con armamentos vetustos y presupuestos bajos, a redimensionarse en toda la línea. Lo único que no cuajó en ambas entidades fue la Escuela Antiimperialista, los planteos políticos realizados por el MAS para convertirlos en guardianes del pueblo. La presión de los medios antinacionales y de las clases medias que habitualmente entornan la cotidianeidad de los uniformados resultó de mayor porte que la mejora sustantiva en los niveles indicados.
Estas informaciones que vertimos no explican todo el golpe pero si una buena parte de su desarrollo.
ARGENTINA. En el ámbito local son muchas y valiosas las informaciones que nos aproximaron las Fuentes. Si por un lado se fue conociendo lo esencial –el rumbo básico del futuro gobierno-, por otro algunos nombres pican en punta hacia la configuración del gabinete. Todo, como veremos, en medio de operaciones mediáticas de escasa originalidad pero intensa difusión.
Para comprender el sentido es preciso evocar el estilo que absorbió Alberto Fernández durante su acción junto a Néstor Kirchner: en una Argentina con el movimiento nacional popular al frente del Estado, el Ministro de Economía no es otro que el Presidente de la Nación. Una vez que se percibe la hondura es esa definición, es de interés barajar nombres.
En principio, el nuevo gobierno buscará alzar la base general de ingresos. Dispondrá un aumento para los espacios sociales más damnificados, probablemente a través de una suma fija en general y de una mejora fuerte en la Asignación Universal por Hijo en particular. Creará el Consejo Económico y Social para canalizar el ya famoso Acuerdo destinado a equilibrar salarios con precios, en permanente consulta con empresarios, organizaciones sindicales y movimiento sociales. Ostensiblemente, el objetivo inicial es colocar un piso para que rebote la recesión y promover el consumo para iniciar el camino de la reactivación.
Razonable es decirlo pero complejo su despliegue: el cierre de más de 22 mil empresas productivas, la mayor parte de ellas equipadas con máquinas de nueva generación durante el tramo previo a la desolación macrista, implica un esfuerzo singular para su relanzamiento. Ante eso, los colaboradores de Alberto estudian algunos pasos: bajar la tasa de interés que orienta al conjunto de la economía rumbo a la especulación y promover, mediante las instituciones bancarias estatales, un acceso al crédito específicamente destinado a la industria. Pero esas instituciones han sido damnificadas por el mismo esquema rentístico liberal. El peronismo tendrá la difícil tarea de recomponerlas sin recurrir al crédito externo.
La pregunta entonces es de dónde saldrá el dinero. Las Fuentes nos indicaron que el tema impuestos a la agroexportación primaria estará sobre la mesa pese a la intensa propaganda en contra de las organizaciones rupestres y sus medios para retomar el sendero de la auto victimización. Habrá que remarla: otra vez, tremendos hacendados multimillonarios emergerán en la comunicación concentrada como laboriosos campesinos con sombreros de paja que destinan sus vidas a trabajar de sol a sol. El otro recurso –sobre el cual también hay cañoneo artero- es la emisión; derecho soberano de toda república que controle las herramientas básicas de su economía. Esto puede llegar a combinarse con un aumento tributario sobre los Bienes Personales.
Una decisión en firme, aseveran los informantes, es la de frenar el alocado crecimiento de las tarifas de los servicios públicos. Aunque no resulte pertinente una argumentación para tan razonable medida, se planteará lo manifiesto: la energía, el gas, el agua, el transporte, son productos locales, extraídos, procesados o conducidos por trabajadores argentinos; es decir, la dolarización carece de sentido y ha sido impuesta por el gobierno macrista con el único y específico objetivo de beneficiar de modo extraordinario a las empresas privadas que usufructúan esos negocios. Alguien, nos narran, atisbó la idea de la recuperación de algunas firmas clave, pero la iniciativa fue descartada “en principio”. No “por principios”.
Amplios sectores del mundo sindical –pilotos, bancarios, varias franjas industriales- advirtieron que esto no va a quedar así. Por lo bajo, precisan que un cese en los aumentos y una mejora salarial no bastarán para remendar el daño causado. “En algunos casos es preciso y justo ir con todo sobre los responsables porque los delitos cometidos desde la administración estatal han sido gigantescos. Lo ocurrido en Energía, en Líneas Aéreas y en el Banco Nación, más el vaciamiento del Central –nos susurraron conteniendo la bronca- está muy claro y la reparación tendrá que incluir algún tipo de castigo, con la ley en la mano y las denuncias muy claras”. Eso se verá, por supuesto, ya que la interioridad del Poder Judicial sigue siendo un lugar oscuro y frío, alejado de todo control popular.
En cuanto a la deuda, la reunión entre Alberto Fernández y el ex presidente Eduardo Alberto Duhalde resultó esclarecedora. Acá nadie va a pagar nada hasta que la economía se recupere. Hay un default encubierto por más deuda y por las mentiras de los medios afines. El gobierno del Frente de Todos renegociará los vencimientos de capital y no aceptará los intereses propuestos por los acreedores voraces. Se postergará todo pago –capital e intereses- por tres años. Al respecto, añadimos: todo sería un poco más sencillo si el Congreso no hubiera autorizado la determinación del gobierno de Cambiemos para adquirir un compromiso grandioso, innecesario y perjudicial. Pero a lo hecho, pecho.
En el rubro analizado es preciso añadir un puñado de datos que, no por puntuales, se desgajan del panorama general. Los medicamentos a los jubilados serán gratuitos, pero la discusión en torno al conjunto del esquema de Salud Pública no está resuelto. Los incrementos salvajes de todos los fármacos –un pequeño frasco destinado al control de la insuficiencia renal alcanza los 80 mil pesos, por ejemplo- y de las prepagas –entre 10 mil y 15 mil pesos mensuales- han generado mortandad directa, pues en simultáneo el sistema hospitalario ha sido debilitado con esmero. Aquí el problema se complementa con la baja conciencia de los médicos, fuera de toda sindicalización y cercanos a la defensa del interés empresarial a costa de sus pacientes.
Un abogado de relieve e influencia nos comentó, con amplia sonrisa: “en este período nosotros, los abogados y ustedes, los periodistas, quedamos muy mal parados. Es justo. Todos vemos en lo que se han transformado la Justicia y el Periodismo. Pero los peores son los médicos, que zafan siempre y sobre los que nadie dice nada. Encima mantienen esa aureola de hacerle bien a la gente. Las diferencias que hacen entre los pacientes de un nivel y otro, el trato y la atención, la inducción a comprar determinadas marcas costosas aunque las drogas sean equivalentes, y la falta de pronunciamientos sobre la destrucción de la Salud Pública deberían avergonzarlos. No me pienso olvidar de eso”. Cuando referimos algunas de las protestas conocidas, replicó “Si si, cuatro pibes recién recibidos que vienen del interior. Eso es todo. Estoy hablando de profesionales que tienen en su área la misma trayectoria que vos tenés en el tuyo y que yo tengo en el mío. Esos, no nos pueden mirar a la cara”.
En cuanto al equipo de Alberto. Hay algunos nombres que sí tendrán presencia en la gestión. Brindamos aquí menos cantidad de la que está circulando por otros espacios periodísticos, donde se ha generado una suerte de construcción en base a la adivinanza. Fíjese lector: Santiago Cafiero, Mercedes Marcó del Pont, Wado de Pedro, Felipe solá, Agustín Rossi, Gines Gonzalez García, Matías Lammens. Esos, van a estar. El resto, veremos.
FÚTBOL. Cuántas cosas para resolver ¿no? Imposible modificar todo en un ciclo gubernativo. Pero no está demás dejarlas planteadas. Como colofón, vamos a hundir el bisturí –vaya la metáfora- en el mundo del fútbol. Siempre portentoso en pasiones, dineros, tensiones; aunque también jugadas, tácticas y goles. Entre las Fuentes consultadas es pertinente incluir a uno de los históricos referentes de la oposición boquense que en los días venideros se juega a todo o nada para desalojar al macrismo de su gran trampolín nacional.
El decir del referente –ampliamente conocido en el mundo xeneixe y en la región empresarial porteña- deja un trazo preocupante. Tras la gran recepción del sábado a Juan Román Riquelme por miles de aficionados en La Bombonera, evaluó que “las elecciones se hacen un día en el que no hay partido. Entonces, el socio riquelmista, el más futbolero, tiende a ausentarse. Hizo bien Román en convocar a votar, pero un domingo a la mañana, sin el atractivo del juego, la participación se reduce”. Empero, hay otro dato a considerar: “el macrismo armó una estructura que le permite partir de ocho mil votos fijos. Se abren las urnas y mientras nosotros vamos en 0, como es lógico, ellos ya tienen esa cifra. Y es a partir de ahí que tenés que descontar. La lógica indica que el resto de los votos tienden a repartirse, aún cuando tengamos algo más. ¿Entendés? Es como entrar a la cancha perdiendo tres a cero, esa sería la proporción”.
En un tiro libre combado, durante el segundo en el cual la pelota está en el aire, se genera la mayor expectación y ansiedad posible en el ser humano apasionado por este deporte. La intriga se resuelve enseguida. El balón ingresa en el ángulo superior ante el furor de la multitud, o roza el vértice y sale a recorrer un destino ignoto ante el “¡uuuuhhh…!” de esa misma masa sudorosa.
A decir verdad, todo puede pasar.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
** Con la colaboración de Omar Zanarini y Lautaro Fernández Elem
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