Juan Vera, ex combatiente que sobrevivió al hundimiento del A.R.A Belgrano, dialogó con Radio Gráfica a 40 años de la Guerra de Malvinas sobre el sueño de volver a ver flamear la bandera nacional en las nuestras Islas. “Estoy muy orgulloso de haber podido participar en una gesta que para mí está a la altura de la que llevaron adelante Güemes, San Martín o Bolívar”.
Lucas Molinari: Estábamos recordando aquel crimen de guerra que fue la decisión inglesa de atacar al A.R.A Belgrano el 2 de Mayo de 1982 ¿Cuáles son tus recuerdos?
Juan Vera: De esa tarde en particular los recuerdos no son muy buenos, porque ahí perdieron la vida 323 compañeros. Pero del conjunto, tengo una versión un poco más triste, por las consecuencias: 40 años sin poder haber obtenido aquello para lo que fuimos, que es la recuperación de la integridad territorial de nuestro país.
Juan Natalizio: Ese ataque se produjo cuando el buque navegaba hacia el continente. Cristina Fernández de Kirchner cuando era Presidenta, allá por el 2012, había llamado a Cancillería a retomar la investigación por el ataque al Crucero A.R.A Belgrano. ¿El Estado investigó alguna vez lo que pasó?
JV: Que yo tenga noticia, no. Es más, se privó de esa posibilidad cuando se firmaron los acuerdos de Madrid en el ’89. Hasta ese momento, que yo tenga memoria, no hubo nada en el primer gobierno democrático que apuntara en esa dirección. Lo que sí hicimos nosotros, como veteranos, es iniciar una acción judicial que terminó en la nada porque había que ir a litigar a la Haya (Corte internacional de Justicia) . Luego vinieron los acuerdos de Madrid que nos niegan la posibilidad de cualquier litigio, con lo cual estamos peor.
LM: Nos gustaría que nos cuentes esos primeros tiempos de organización porque vos fuiste uno de los organizadores del centro de veteranos de Tierra del Fuego.
JV: Nosotros empezamos a organizarnos acá, la gran mayoría de los que residimos hoy en Tierra del Fuego vinimos después del ’82. En mi caso, llegué en septiembre del ’82. Empezamos a mirarnos, a vernos y reconocernos como parias, fundamentalmente por lo que se le hacía a otro grupo de gente importante que son los soldados conscriptos, que se los dio de baja y se los envió a la casa con prohibición de hablar. A nosotros, por Obediencia Debida, también teníamos la misma prohibición de hablar, y de discutir entre nosotros qué pasó y qué nos pasó.
“Teníamos la prohibición de hablar, y de discutir entre nosotros qué pasó y qué nos pasó en Malvinas”
Así que se dio la posibilidad de juntarnos acá, entre nosotros, que nos conocíamos un poco y fuimos mirando qué pasaba en el norte con el resto de los veteranos, y decidimos conformar este Centro de Excombatientes que terminó siendo uno de los más importantes en el país por acción de reivindicación de la causa. No tenía que ver con otra cosa que con la reivindicación de nuestra soberanía o el recupero de nuestra integridad territorial que fue para lo que fuimos a Malvinas. Hacer ejercicio pleno de soberanía y evitar que se aceptara una doctrina internacional de derecho que es el principio de estoppel, que es dejar que los ingleses sean policías. Hoy no estaríamos hablando de esto porque las Malvinas serían inglesas.
LM: Nombraste más de una vez los tratados de Madrid o acuerdos de Madrid que firmaron Menem y Cavallo (cuando era canciller) en los años ’89 y ’90. ¿Qué son esos acuerdos y por qué es tan importante ponerlos en agenda?
JV: En realidad, son declaraciones conjuntas. Es un eufemismo, para no decir que son tratados concluidos por parte del Poder Ejecutivo para que el Congreso de la Nación no opere.
¿Qué pasaba? Hasta el año ’89, Argentina tenía una la Ley Nacional (17.094) que nació en el año ’66, que hablaba de los límites del Mar Argentino. El mar territorial argentino pasó a ser de tres millas a doscientas millas. Con eso, se cubría a las Islas Malvinas, se las aislaba del enclave colonial, de cualquier otra posibilidad de jurisdicción o de disputa.
¿Por qué esta acción o esta reacción? Esta Ley es una reacción a lo que plantea la Resolución 2.065 de Naciones Unidas que habla de una disputa de soberanía entre los dos países. Esa resolución tiene tres puntos que son importantísimos reconocerlos. Elimina la posibilidad de la autodeterminación de los pueblos, que no cabe porque reconoce que esta situación es colonial. Y el tercer punto habla de la disputa de soberanía. Allí hay una “trampa” que nos pone en calidad de pares con Inglaterra y nos obliga a sentarnos a negociar la soberanía.
De acuerdo a lo que dice la Resolución 1.514 del año ’60, cuando el mundo reunido en las Naciones Unidas decide que no va a haber mas colonialismo, se plantea que para que un pueblo que está siendo colonizado pueda ser liberado, se le tiene que restituir tres cosas: la independencia política, la independencia económica y la integridad territorial.
Nosotros somos un país libre, económicamente tenemos libertad, políticamente tenemos libertad. ¿Qué nos falta? La integridad territorial. Esto planteado en la Resolución 1.514 es violado por la 2.065 cuando dice que hay una disputa de soberanía.
Obvio que hay disputas cuando uno está siendo colonizado y otro es colonizador. Pero ésta situación lleva ya 56 años sin una solución por aceptar esta parte de la Resolución 2065 que nos dejó a nosotros sin la posibilidad de hacer ejercicio pleno de soberanía sobre los mares australes.
Entonces esta Ley 17.094 viene a cubrir esa posibilidad para poder seguir haciendo ejercicios de soberanía plena en los mares australes y que nos dio, por ejemplo, para mostrar cuál es la importancia de eso, en el año ’76 se ordenó cañonear un barco inglés, que se le denomina comúnmente la misión Shackleton, el barco se escapó y se escondió en Malvinas. Fueron disparos de advertencia que tenían como objetivo demostrar que Argentina podía defender su soberanía en los mares australes.
En el ’82, pasó exactamente lo mismo. Argentina no fue a invadir como muchos dicen, que lo hacen para desmalvinizar. Argentina fue a recuperar y a hacer ejercicio del poder de policía que le da la jurisdicción marítima de esta Ley, y fue en defensa del señor Davidoff en las islas Georgias.
Esto es lo que nos pasó y esto es lo que se viola en el acuerdo de Madrid I. Los escritos fueron solamente rubricados por Argentina, por los personeros argentinos. Esos documentos fueron elaborados en Londres, y se les cede en este paraguas de soberanía, la jurisdicción marítima, las Georgias, las Sándwich (que no estaban en disputa), y crea una figura jurídica nueva que es el Espacio Marítimo Circundante.
Ese armado, en las negociaciones en Madrid entre el 17 y 19 de octubre de 1989, son el collar que nos puso Inglaterra para avanzar luego con otras acciones que tienen que ver con la industria nacional.
LM: Con entregar el petróleo, con liquidar los ferrocarriles. Allí está la clave del Menemato. Podemos decir que ahí están las claves de una diplomacia del coloniaje.
JN: Totalmente, en esa línea, dentro de eso tenemos, los grupos económicos británicos siempre operando para que ambos gobiernos no se sienten a dialogar. Desde 1982 los ingleses no cumplen con lo que dice la Resolución de las Naciones Unidas porque ni siquiera se sientan a dialogar. Entonces Juan, la pregunta es ¿Qué tendría que hacer el Estado argentino para empezar a romper con los acuerdos de Madrid y lograr que los ingleses se sienten a negociar para devolvernos nuestras islas? ¿Qué políticas hay que empezar a implementar?
JV: No sé de política y mucho menos de estrategia, pero te voy a dar una visión personal. Casi les ganamos la guerra a los ingleses, si nosotros terminábamos ese ataque, dejábamos fuera de combate a toda la flota inglesa. Los argentinos no lo saben por la campaña de desmalvinización, pero los ingleses lo tienen muy en claro. Creo que es por eso la acción vengativa que tienen hoy contra nosotros, es porque saben que nosotros con agua hirviendo los podemos echar. Solamente hace falta tomar la decisión.
“Casi les ganamos la guerra a los ingleses, los argentinos no lo saben por la campaña de desmalvinización, pero los ingleses lo tienen muy en claro y por eso la acción vengativa”
¿Qué tendríamos que hacer? En mi modo de ver, en junio del ’82 se encontró un mapa en Francia donde figuran las Islas Malvinas y tiene fecha en 28 de julio de 1520, cuando se descubrieron las Malvinas verdaderamente. Ese mapa se había perdido durante 400 años y se encuentra en junio del 82. Es un mapa oficial, concreto, lo tiene Argentina, lo tiene Cancillería. ¿Quién la descubrió las islas? Fue España. Nosotros heredamos todas las riquezas y todo lo que tenía España. Por lo tanto hoy somos, sin lugar a dudas, más allá de todo de lo que pasó después de eso, somos los dueños de esas tierras.
Yo planteo que deberíamos ir a Naciones Unidas, a la Asamblea General y denunciar a Inglaterra por mala fe porque nunca se sentó a negociar lo que manda la 2.065, y poner como prueba de esta mala fe todo estas resoluciones que han salido que son más de 40, el incumplimiento de la 2.065, incumplimiento de la entrada de barcos nucleares acá, la innovación militar que hicieron.
Todo ese desarrollo que ha tenido Inglaterra sobre Malvinas, Georgias, Sándwich y la Antártida, todas esas acciones de mala fe están violentando resoluciones de Naciones Unidas. Hay poner esto en vigencia y mostrar este documento que les decía que es la carta que hizo un cartógrafo sevillano, Andrés de San Martín , ponerlo como evidencia y decir vamos a la 1.514 cláusula sexta y que nos devuelvan la integridad territorial de nuestro país.
Eso es lo que tendría que hacer Argentina, reclamar la integridad territorial, porque hablar de soberanía, es hablar de poder, hacer ejercicio de la fuerza. Entonces, nosotros no estamos en condiciones de hacer ejercicio de la fuerza, pero si estamos en condiciones de hacer el ejercicio de la razón e ir con la razón. Esta carta que nos habilita, esta mala fe puesta en manifiesto por Inglaterra durante estos 56 años y decir bueno alguna vez tenemos que cortarla.
Habrán escuchado que la OTAN acusa a Rusia hoy por el avance sobre la integridad territorial de Ucrania. ¡Qué bonito! Hay que respetar la integridad territorial de Ucrania y Argentina que le tienen subyugado el 50% de su territorio nacional, no pasa nada.
LM: Si, ese es el doble estándar, también podríamos hablar de Palestina. Quiero llevarte a la actualidad, porque hace poquito estuviste recorriendo el país en moto. Contanos un poco de esto porque tiene que ver con pequeños y grandes hechos y actos patrióticos para malvinizar.
JV: Hay algo generalizado en Argentina desde un sector político de que Malvinas “ya fue”, de ver “cómo dejar de lado esta historia”. Y hay otro sector de la sociedad argentina que siente Malvinas. Lo ves en las camisetas, en las calcomanías de los autos, hay mil cosas. Nosotros queremos mostrar eso en una muestra fotográfica para el 40° aniversario.
Por eso, salimos a recorrer el país, a sacarle fotos a todo lo que pudimos llegar, hicimos un viaje de 70 días. Visitamos los 24 distritos electorales o las 23 provincias, sacándole fotos a monumentos de Malvinas. Hay obras monumentales como el de Necochea, o el cenotafio en Capital Federal, y otras muy sencillas que implican una pared con un cuadradito de 30×20.
LM: Qué impresionante porque donde vayas tenés una plaza, una calle, una panadería, tatuajes, en las canchas, las banderas, los recitales.
JV: Eso queríamos mostrar nosotros, el pueblo argentino siente Malvinas. El Pueblo argentino quiere recuperar las Malvinas. El problema es que acá hay una desconexión entre el pueblo y la clase conductora del país y el poder real de Inglaterra. Nosotros fuimos invadidos en 1806, los echamos militarmente o popularmente, pero han seguido volviendo. Allá armaron una cámara argentino inglesa o angloargentina para hacer negocios. El objetivo siempre ha sido hacer negocios para ellos. Y llevarnos a estas situaciones en la que somos el “granero del mundo” que fuimos para proveerles a ellos y todavía seguimos proveyendo de nuestras riquezas y cada vez empobreciendo más nuestro pueblo. Ahí hay una desconexión que se puede arreglar.
“Eso queremos mostrar nosotros, el pueblo argentino siente Malvinas. El Pueblo argentino quiere recuperar las Malvinas. El problema es que acá hay una desconexión entre el pueblo y la clase conductora”
Nosotros, cuando asumió el Presidente Fernández, estábamos muy contentos porque había firmado con el Gobernador de la Provincia, un compromiso de denunciar los acuerdos de Madrid. No lo hizo. Tal vez lo haga este 2 de abril, uno siempre tiene esperanzas de poder iniciar este camino. La otra cosa también que hemos intentado hacer es que el Congreso tome conocimiento de estos acuerdos, que son tratados concluidos, pero como se llaman comunicados en conjunto o declaraciones conjuntas, no se lo toman como un tratado internacional. Funcionan como tal, es como eso que dice el criollo, tiene cola de perro, tiene cuatro patas, tiene orejas de perro hace guau, no es un pato.
Esto es lo mismo, nosotros estamos bajo tratados internacionales de cumplimiento concreto. Foradori-Duncan es otro de ellos. Además de haber materializado leyes, convenios para no poder embargar, ni incautar los bienes a los capitales ingleses que están reflejados primero en los acuerdos de Madrid para mostrar la importancia que tiene, y además hay una Ley que lo grafica con claridad que es la 24.184 que se le garantiza las inversiones a los ingleses en nuestro país.
Hay otra Ley que es la que nos quitó las 200 millas de mar territorial que ha dejado a la Provincia más grande del país, Tierra del Fuego, sin límites.
LM: hay que recordar todo porque el territorio argentino es sobre todo marítimo. Más de un 60%.
JN: Juan, por primera vez están escuchando muchos y muchas del otro lado a un combatiente de Malvinas. La desmalvinización durante estos 40 años ha sido muy fuerte, muy dura. Entonces, te pido una reflexión y que le cuentes a ellos si vos como argentino ¿estás orgulloso de haber participado en 1982 del conflicto? ¿Te sentís una víctima de la dictadura?
JV: No, por supuesto que no me siento víctima. Estoy muy orgulloso de ser argentino. Soy recién segunda generación de argentinos. Mi viejo es el primer argentino, mi abuelo era español. Estoy muy orgulloso de haber podido participar en esta gesta que para mi, está a la altura de la que llevaron adelante Güemes en la defensa del norte, San Martín que pudo echarlos de Chile y de Perú, o Bolívar. Soy latinoamericano, o indoamericano como me saben decir. Estoy muy orgulloso de ello y además le digo a los argentinos que deben sentirse orgullosos por aquello que hicimos. Estuvimos a un par de horas de destruir la flota inglesa. ¿Qué pasó entremedio? No sé. Pero el hundimiento del Crucero es una actitud criminal que fue apagar ese fuego que teníamos nosotros de argentinidad para recuperar, o para hacer esos ejercicios de soberanía. La recuperación, hacer de policías nuestros mares.
“Estoy muy orgulloso de haber podido participar en esta gesta que, para mi, está a la altura de la que llevaron adelante Güemes, San Martín, o Bolívar”
Hoy no lo podemos hacer. Si ustedes quieren ir al sur tienen que pedir con 25 días de anticipación la posibilidad de hacer ese cruce. Si quieren ir a la Antártida pasa exactamente lo mismo, tienen que declarar quiénes son, quienes comandan el barco. Todas obligaciones impuestas en los acuerdos de Madrid que nosotros los argentinos aceptamos a través de la no acción, del no tomar partido, de que el problema es del otro. Y en realidad el problema es nuestro, de los argentinos.
LM: Hay que hacerse cargo, pero hay una resistencia malvinera.
JV: Los veteranos y sus familiares están muy orgullosos de haber pasado por esta situación y además quiero recordar un pequeño detalle, nosotros somos hombres y tenemos los mismos problemas y las mismas actitudes que cualquier otro hombre. Lo único que sí tuvimos y que nos honra, es haber estado, es haber ido a defender a la patria. Defender a la patria es defender a los padres, y hacer negocios con los ingleses es traición a la patria.
- Entrevista realizada por Lucas Molinari y Juan Natalizio en Malvinas, 40 historias, martes de 14 a 15 horas por Radio Gráfica.
- Desgrabación con la colaboración por Carolina Ocampo
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