Por Leonardo Martín
Días vertiginosos para el mundo sindical, en el contexto de un 2024 sumamente adverso que ingresa en la recta final. Con rasgos que fuimos describiendo a lo largo de todo el año: deterioro salarial, despidos y pérdida de puestos de trabajo, avance de la flexibilización y precarización laboral y desindustrialización en marcha.
Un tramo final del año que termina más disperso en términos de unidad sindical de lo que comenzó. Una CGT que hasta el paro del 9 de mayo lideró la oposición al gobierno de Milei, pero que como admite el propio Pablo Moyano hoy se encuentra “partida” entre un sector de perfil “dialoguista” y otro más confrontativo.
También se da en semanas donde diversos sectores van buscando solidificar alianzas para ganar volumen sindical – político, con marchas y contramarchas. La Mesa Nacional del Transporte como un emergente con la realización de un paro el pasado 30 de octubre, pero un espacio sobre el cual hay algunos interrogantes sobre los pasos venideros.
Etapa donde ambas CTA vienen profundizando gestos e intenciones de avanzar hacia la reunificación con varios encuentros conjuntos y compartiendo posturas. También en la cual otras organizaciones viene explorando alianzas para oponerse a las políticas de ajuste, precarización y ataque en ciernes al modelo sindical que ronda por las comisiones del Congreso de la Nación.
Caso testigo. En el último período, el Gobierno forzó el conflicto con los sindicatos aeronáuticos en Aerolíneas Argentinas con una rebaja brutal de los salarios a lo largo del último año, con una actitud de provocación permanente y luego sin ahorrar adjetivos llegando a calificarlos de “terroristas sindicales”, “mafiosos” y “extorsionadores”.
En los últimos días tomó el centro de la escena el conflicto que mantienen tres de los sindicatos de Aerolíneas Argentinas. La información de las últimas horas es que la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Aeronavegantes y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) llegaron a una recomposición salarial parcial que permite descomprimir, al menos en el corto plazo, una situación de alto voltaje.
Hasta ahora no hubo ninguna comunicación oficial por parte de las organizaciones sindicales para detallar el aumento salarial, que arrastran un atraso de más de 80 puntos desde que asumió Milei, ni los cambios efectivos planteado en convenios. Lo que deja la trascender la empresa es un reducción o quita de pasajes en ejecutiva para pilotos, familiares y jubilados así como una reducción en los costos de los traslados al aeropuerto. Puntos no centrales en la discusión del un convenio, pero para tener más claro el panorama habrá que esperar la comunicación de los sindicatos.
Juan Pablo Brey de Aeronavegantes dio algunas pistas en declaraciones a la prensa: “Siempre dijimos que teníamos que salir de este conflicto que era 100% salarial. No tenemos el tema solucionado, tenemos que seguir negociando, pero descomprimimos. Que el presidente salga a decir que la quiere cerrar o privado sabemos que eso ya es una cuestión ideológica. Estamos dispuestos a discutir, pero no en la instancia en que nos encontrábamos“.
“Hoy esto nos garantiza un tiempo de paz social para respirar un poco, no te puedo decir por cuanto tiempo, pero sí que el acuerdo lo aprobaron los compañeros por unanimidad. Nos da tiempo de respirar un poco y sentarnos a discutir lo que tengamos que discutir”, agregó.
“Aquellos compañeros que trabajen más lo van a ver reflejado en sus salarios, no te lo puedo cuantificar porque hay muchas cuestiones técnicas de por medio”, indicó el referente de Aeronavegantes.
Lo dice el propio Brey, los números han quedado lejos de la aspiración inicial y del recorte salarial a lo largo del 2024, pero al menos temporalmente baja el nivel de conflictividad que había alcanzado niveles muy altos. Con un gobierno enfrente dispuesto a provocarlo, a utilizar herramientas de las que dispone el Poder Ejecutivo y apoyarse en un entramado mediático dispuesto al linchamiento de las organizaciones sindicales.
Como fondo de la discusión, el mismo gobierno sigue insistiendo en la voluntad de privatizarla para lo cual necesita su aprobación en el Congreso nacional donde ya se debaten en Comisión varios proyectos. ¿Sólo una paz temporal o el inicio de un canal de diálogo?.
¿Y LA MESA DEL TRANSPORTE?
Lo que parece alejarse es la posibilidad de un nuevo paro del transporte para las próximas semanas. Pablo Moyano deslizó la posibilidad en algunas entrevistas, pero este acuerdo de los sindicatos aeronáuticos y la negativa de la Unión Tranviaria Automotor (UTA) a sumarse hace perder fuerza a una medida de esas características.
El que salió con los botines de punta fue Omar Maturano, casi dinamitando el espacio. El secretario general de La Fraternidad y uno de los impulsores de la Mesa Nacional del Transporte salió con todo contra sus pares aeronáuticos este jueves: “La Mesa se va a desarmar, pero no por nosotros, por otros sindicatos que no tienen historia, que no tienen lucha, que son pilotos de avión, aeronavegantes que no conocen el verdadero sindicalismo ni la verdadera pobreza. Eso nos va a romper”.
Con la defección previa de la Unión Tranviaria Automotor (UTA), los dardos de Maturano y la sindicatos aeronáuticos con un diálogo abierto con el gobierno no parece presentarse un escenario propicio para una medida de fuerza como la del pasado 30 de octubre.
También se da en medio de los cambios en la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT) en donde el martes pasado asumió como secretario general, Juan Carlos Schmid, ante la “renuncia indeclinable” de Sergio Sasia en medio de fuertes diferencias con sus pares. Es un espacio a seguir la CATT, si estas modificaciones hacen efectivamente cambiar la postura de un sector estratégico para la economía del país.
¿UNA MOVILIZACIÓN PARA DICIEMBRE? ¿Y EL CONGRESO?
Por otro lado, la CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma, gremios de CGT y organizaciones sociales exploran la posibilidad de convocar a una movilización para los primeros días de diciembre.
Hubo una reunión este miércoles en la CTA de los Trabajadores en donde se analizó el escenario y la posibles medidas, El planteo de algunas de las organizaciones es que de movilizar tiene que ser con contundencia y masivo aprovechando el debate alrededor del presupuesto 2025 en el Congreso donde el Gobierno no parece tener mucho apuro ni disposición a acordar para manejar los recursos de modo discrecional.
No asistió a esa reunión Pablo Moyano, que se había cruzado minutos antes con Hugo Yasky, Cachorro Godoy y Roberto Baradel en una mesa en el 12° Congreso Internacional de Trabajadores del Metro que se realizó en la sede de la FATPREN y SiPreBA en Constitución.
Se especulaba la posibilidad de una acción que coincidiera con un eventual paro del transporte que por lo descrito líneas arriba parece haber perdido fuerza. En ese sentido, descartada que la iniciativa parta de la propia CGT al menos con las condiciones actuales.
El Gobierno se siente triunfante y fortalecido en estos días con la baja de la inflación, la estabilidad cambiaria y un esquema financiero con jugosas ganancias para los timberos, llamados pomposamente inversores. Sueña con una elección de término medio que le permita fortalecer su posición en el Congreso y revalide socialmente las políticas que lleva adelante.
En el mundo sindical, la atención se dirige al Congreso, más puntualmente a los proyectos de ley que avanzan sobre las organizaciones sindicales entorpeciendo el financiamiento y limitando reelecciones en los cargos, entre algunos de los puntos. A partir de un acuerdo Caputo – CGT se freezaron las iniciativas que impulsaban principalmente los diputados radicales cuando sumando los votos con el PRO y La Libertad Avanza tenían los números para dictaminar.
¿Y si el Gobierno envalentonado decide arremeter? ¿Cuál será la respuesta? Preguntas e inquietudes para seguir en las próximas semanas.
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