El extenso trayecto de la Revolución China. Los desgarros interiores del altiplano. La Reserva Federal entra en campaña. Los BRICS + se preparan para volver a crecer. Rusia. Líbano. Francia
Por Gabriel Fernández *
Apenas 24 horas atrás, Israel -Fuerza Aérea mediante- lanzó un tercer ataque misilístico contra el sur del Líbano. La decisión de volcar la ofensiva en ese sentido, tras la andanada padecida por Palestina, tiene el objetivo de aterrar y relocalizar a la población radicada en la zona y a provocar la intervención iraní. La argumentación difundida sobre combates con Hezbollah -organización político militar que hasta ahora actuó en defensa de la población libanesa- no es más que un libreto borroneado para orientar a los medios afines.
En tanto, la Federación de Rusia se sigue afirmando en terreno fronterizo y prepara con esmero la reunión de Kazán, donde los BRICS + desplegarán un nuevo tramo de su incesante crecimiento. Como avanza la intención atlantista de facilitar armas de largo alcance para penetrar el país conducido por el presidente Vladimir Putin, el gobierno de Kiev está presentando justificaciones: indicó este sábado que, según informaciones de los servicios de inteligencia, Rusia se dispone a atacar instalaciones nucleares para restringir aún más la generación de electricidad en el país antes del invierno.
Europa, por su parte, no logra alzar la mirada. El Palacio del Elíseo anunció ayer la composición del Gabinete del nuevo primer ministro francés, Michel Barnier, tras varias semanas de crisis política. Así, el hasta ahora ministro delegado para Asuntos Europeos, Jean-Noël Barrault, fue nombrado nuevo titular de Relaciones Exteriores. En conjunto, las designaciones del presidente Emmanuel Macron son evaluadas como una ratificación de su alineamiento con la Organización del tratado del Atlántico Norte (OTAN).
De este modo, se ha vuelto a complicar la vida política gala, pues han quedado fuera de juego las opciones contrarias al alineamiento belicista que campearon durante las elecciones de julio. Como el mensaje de las urnas no fue escuchado, una multitud salió a las calles parisinas para repudiar el diseño liberal planteado desde la cuestionada cúspide del Poder Ejecutivo. Al igual que en Alemania, el descontento político emerge acompasado por una situación económico social en declive.
La desesperación ante los indicadores en caída de los Estados Unidos, llevó a la Reserva Federal (FED) a resolver una fuerte rebaja de sus tasas de interés, la primera en cuatro años de una política monetaria restrictiva, orientada formalmente a controlar el desborde de la inflación. El motivo profundo, empero, debe buscarse en los intereses especulativos de las grandes corporaciones financieras que manejan la entidad. El organismo dirigido por Jerome Powell, anunció la semana que languidece un recorte de 50 puntos básicos, ubicando el costo del dinero en el rango del 4,75% -5%. La controvertida Reserva mostró así su intención de brindar aire al crecimiento y apuntalar al mercado laboral, que ha mostrado señales de debilitamiento y, en consecuencia, está apuntalando las posibilidades del candidato republicano Donald Trump en los comicios venideros.
Los expertos consultados por estas Fuentes apuntaron que las compañías pueden “sacrificar” un mes de ultra rentabilidad para participar a su manera de la campaña de Kamala Harris, y luego de la votación, retomar la contracción que ahoga a buena parte de la población norteña. En comparación con los cuatro años de transferencia de recursos desde la sociedad, a través del Estado, hacia los grandes bancos y las empresas armamentísticas, el esfuerzo de los concentrados no parece gran cosa. Tras dos intentos de asesinato sin éxito, esta es la más importante inversión política que puede ofrecer el capital financiero.
CHINA. LA LARGA MARCHA, CONTINÚA. El 1 de octubre de 1949, Mao Tse Tung proclamó la creación de la República Popular China. A la luz de los acontecimientos que caracterizan al planeta en este complejo presente, se trata de una de las experiencias más exitosas de la historia. Para entender por qué, este periodista convocó a un especialista en la cuestión. Pues resulta preciso tener un cuadro de situación que permita conocer cómo ha ido sucediendo lo que sucede -valga- para desplazar suavemente las inexactas e insistentes versiones de medios sin panorama. Es placentero aproximarse al decir del estudioso Eduardo J. Vior.
Gabriel Fernández – Se cumple un nuevo aniversario de la gestación de la República Popular China. Desde aquél entonces hasta hoy ha recorrido un largo camino. ¿Dónde poner los ejes? ¿Cuál es el balance que puede hacer China de su proceso transformador?
Eduardo Vior – La proclamación de la República Popular en China el primero de octubre de 1949 es la culminación de más de un siglo de resistencias a la agresión imperialista, primero británica y después de todas las demás potencias imperialistas y colonialistas de la época. Fue hecha por el pueblo chino con distintas formas con movimientos campesinos, con movimientos urbanos, con logias secretas como fueron los llamados boxers en 1900, la proclamación de la República China en 1911, el movimiento antiimperialista de los estudiantes (este por influencia de la Reforma Universitaria Argentina de 1918) un movimiento que estalló el 4 de mayo de 1919 y uno de cuyos líderes fue Mao.
Todo esto llevó, el primero de julio del año 1921 a la fundación del Partido Comunista de China. O sea, fue un largo proceso, primero de alzamientos, luego de coalición con el Partido Nacionalista, la traición del Kuomintang en 1927, la masacre de los comunistas en Cantón y en Shanghai en 1927, fundamentalmente posibilitada por las erróneas directivas dadas por la Internacional Comunista, la resistencia guerrillera en el sureste del país, y en 1935 ante el cerco del ejército nacionalista, la Larga Marcha que recorrió 10.000 kilómetros y finalmente instaló las bases revolucionarias en la provincia de Xian en el norte del país. A partir de allí con la invasión japonesa en 1937 y la Masacre de Nanjing, el Partido Comunista llama a la concreción de un Frente Único Antiimperialista, que es lo que le permite ponerse a la cabeza de la lucha contra la agresión japonesa y, al terminar la Segunda Guerra Mundial en 1945, ir a la a la tercera guerra civil contra el Kuomintang y vencerlo en 1949. Con esa victoria culminó lo que los chinos llaman el Siglo de la Ignominia.
A partir de ese momento China inicia un largo proceso de recuperación con un un sistema político muy particular, el sistema llamado de la nueva democracia. Un sistema de alianza de cinco partidos que todavía subsiste, dirigida por el Partido Comunista y por su brazo militar, el Ejército Popular de Liberación. Recordemos que la Revolución China, a diferencia de otras revoluciones, fue una revolución fundamentalmente campesina. A partir de la revolución campesina comenzó la reconstrucción y la modernización del país. Un gran intento de industrialización fue el llamado Gran Salto Adelante entre 1958 y 1962, que fracasó estruendosamente. En ese contexto China este se sintió traicionada por la Unión Soviética, rompió con la Unión Soviética y esa ruptura se trasluce internamente entre 1966 y 1976 en la Gran Revolución Cultural Socialista con la cual este Mao intenta, en los últimos años de su vida -él fallece en 1976- purgar y limpiar el Partido Comunista de China de elementos ligados al Antiguo Régimen y de elementos proclives a la formación de una burocracia urbana contraria a la base campesina. En un cierto sentido esa revolución cultural es un desastre porque produce decenas de miles de muertos; hay distintos balances al respecto, pero hay nuevos estudios históricos que dicen que precisamente la Revolución Cultural Socialista fue la que permitió el surgimiento de una nueva élite de origen campesino que fue accediendo a las posiciones de mando y que fue lo que hizo posible, después de la muerte de Mao y de la asunción del poder por Deng Xiaoping en 1978, la modernización del país. Es el período de las llamadas reformas que son fundamentalmente la reforma de la economía, la reforma de la política, la reforma del Estado y la reforma de las Fuerzas Armadas. Todo hacia la modernización. Deng Xiaoping, con un enorme pragmatismo fiel a su consigna no importa de qué color es el gato, lo que importa es que cace ratones.
Con una alianza estratégica con los Estados Unidos para oponerse a la Unión Soviética que le permite a China incorporar grandes inversiones externas norteamericanas, y especialmente alemanas, lo cual le permite iniciar una industrialización de vanguardia dirigida a la exportación. A partir del férreo control que el Partido y el Estado tienen de la renta que se produce a través de las exportaciones, ir industrializando el país y modernizarlo. De todas maneras, tuvo que salvar algunos obstáculos muy importantes como fue el intento de golpe de Estado de 1989 que acabó en la llamada masacre de Tienanmen, cuando el Ejército Popular tuvo que salir a reprimir un movimiento dirigido por estudiantes en la Plaza de la Paz Celestial de Beijing. Deng Xiaoping tuvo que imponerse en el final de su vida de sobre sectores internos del partido para incorporar, para homogeneizar de alguna manera, el desarrollo que estaba provocando grandes desigualdades tanto regionales como sociales internas. De ese modo entró al siglo XXI con las presidencias de Jian Zemin y después de Hu Jin tao, 2002 y 2012 hasta que finalmente en 2012 asume la presidencia del partido y de la República Xi Jingpin. Ahí comienza un proceso diferente, ese es un salto. Ahí lo que comienza es un proceso por un lado de superar la moderación y la timidez, que China venía a demostrando la relación internacionales, empezó a hablar con voz propia, desplegó una gran campaña para recuperar el patriotismo y el orgullo nacional, y el lanzamiento de la Iniciativa de la Franja y la Ruta con la cual China quiere alcanzar un doble objetivo: por un lado enlazar por tierra y por mar para ligarse a Europa sin depender de las rutas controladas por los norteamericanos, y por el otro lado establecer un gran nexo euroasiático y africano, que le permita tener seguridad frente a un eventual cerco de las potencias anglosajonas.
De ese modo China pasa, en el siguiente congreso del partido, el décimo noveno en 2018, a lo que ellos llaman la política de los de los Dos Ciclos, o sea, China, tiene que seguir creciendo en el mercado mundial asegurando sus líneas de suministro, pero al mismo tiempo tiene que recuperar el terreno perdido en el interior, para mejorar la condiciones de vida de la población y llegar al objetivo inmediato, en 2035, tener una sociedad con un mínimo bienestar, y en 2049 cuando se cumpla el centenario de la República Popular, llegar a lo que ellos llaman una sociedad socialista moderna. ¿Cuál es el eje de continuidad de esta política? Hay varios ejes de continuidad en lo interno fundamentalmente la dirección del Partido Comunista con un gran sentido de la unidad política interna, pero un gran pragmatismo y adecuación a circunstancias cambiantes. En lo externo, y esto es muy importante como propuesta China para la organización del mundo, es la continuidad de lo que ellos llaman los Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica, proclamados en 1954, que son el respeto mutuo por la soberanía y la Integridad territorial, la no agresión mutua, la no interferencia en los asuntos internos de otros países, la igualdad y el beneficio mutuo, y la coexistencia pacífica. De este modo ellos plantean una nueva organización del mundo del orden mundial, de las instituciones internacionales, que resumen en la frase La comunidad de futuro compartido para el futuro de la humanidad.
GF – Se observa que varias naciones asiáticas van virando hacia la multipolaridad. Esto preocupa a los Estados Unidos -han enviado armamentos hacia Taiwán-, y parece que la idea es recalentar las aguas del Mar de China Meridional. ¿Pensás que puede haber una contienda, que se puede ir más allá de las amenazas y la entrega de pertrechos?
EV – Si, ese riesgo existe realmente porque ante la vuelta de China a lo que fue históricamente desde el siglo II antes de nuestra era hasta 1800, o sea, de ser el centro del orden mundial -recordemos que el propio nombre de China en mandarín quiere decir el país del Medio- ante la vuelta a la centralidad de China en que en el orden mundial, el imperio anglosajón -en esto hay que considerar como uno solo a Estados Unidos y Gran Bretaña- ve una gran pérdida de su hegemonía y por lo tanto y está desesperado por salvar lo que sea posible, y aplicar la vieja estrategia geopolítica del imperio inglés del siglo XIX: rodear a la masa continental desde los mares. Entonces uno de los frentes desde donde intenta cercar a China, está igual. Aprovechando precisamente la reivindicación nacional de China sobre la isla secesionista. Es una isla que fue conquistada por Japón en la guerra chino japonesa de 1894 – 95 y que después de la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial sirvió de refugio al ejército nacionalista y luego de su derrota en el continente bajo la protección de los Estados Unidos. Sin embargo, cuando Estados Unidos restableció relaciones con la República Popular de China, se comprometió a la política de Una sola China o sea Taiwán es parte indisoluble de China y eso Estados Unidos lo reconoció en el momento de restablecer las relaciones diplomáticas en 1969 se firmó un compromiso en ese sentido. Por lo tanto, toda la política que están realizando los Estados Unidos de relaciones directas con Taiwán y de intentar militarizar la isla para utilizarla como ariete contra China, es una violación grosera del derecho internacional y de sus propios compromisos.
¿Qué es lo que puede pasar en la evolución de ese conflicto? Depende de muchos factores. En principio sí en la elección norteamericana del 5 de noviembre Donald Trump resulta electo, lo más probable es que no haya confrontación militar pero sí una agudización de la confrontación económica entre ambos países. En cambio, si sube Kamala Harris y mantiene la política del liberalismo globalista que viene dirigiendo la política norteamericana desde hace casi 50 años, puede producirse un desmadre y una provocación que lleve a un enfrentamiento militar. Los países de la región de ningún modo lo quieren, ni los países del bloque ASEAN, unidos con China en un acuerdo de cooperación económica, y además por otra parte hay sectores importantes de Taiwán que tampoco lo quieren como por ejemplo el Kuomingtan actual, el Partido Nacionalista Chino en Taiwán, busca la reunificación, no la independencia de Taiwán. Es que además Taiwán es el principal productor mundial de microchips para la informática, para todo tipo de dispositivo informático y tiene gran comercio con China, por lo tanto, las principales empresas taiwanesas no tienen ningún interés en una guerra. Pero hay sectores internos que azuzan la política de independencia con el apoyo de Estados Unidos y ese es el gran peligro que existe.
BOLIVIA. LA CONFUSIÓN INTERIOR. Más cerca, se está generando una situación que debería preocupar a todos los países del Sur de América latina. Al menos. La interesante transformación promovida desde 2006 en Bolivia originó un proceso de desarrollo y mejoría de la situación social desconocida en el altiplano. Con la conducción de Evo Morales, esa castigada región de altura modificó injustas estructuras y se adueñó de sus recursos: La nacionalización de los hidrocarburos se desplegó el 1 de mayo de 2006 mediante el Decreto Supremo 28.701 “Héroes del Chaco”, dimensionando a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) como la empresa líder del país.
Desde entonces Bolivia fue hostigada por las grandes empresas anhelantes de controlar sus riquezas, pero resistió y concretó un período de crecimiento incontrastable. Tras un aplanamiento histórico que explicaba la pobreza extendida, su PBI empezó a crecer y lo hizo de modo persistente desde aquél tramo fundacional hasta la actualidad. Con el impulso de Evo, tras la recuperación de la democracia, alcanzada tras superar un golpe de Estado cruento y breve, Luis Arce fue electo, en tanto candidato del Movimiento al Socialismo, como presidente. Y continuador.
Hoy, la relación entre los dos referentes está quebrada, pero no se trata de un sano debate de ideas. Las movilizaciones de los partidarios de Evo son intensas y plantean la dimisión de Arce. Las réplicas del actual jefe de Estado no facilitan un diálogo. El debilitamiento que esa fragmentación implica es profundo, y puede derivar en una reposición en el gobierno de sectores que ya han entregado las riquezas nacionales al Norte y han tiranizado a las grandes masas populares de la región. Cabe adentrarse, lector, en el parecer del agudo colega Carlos Aznárez.
Gabriel Fernández – La cobertura de Resumen Latinoamericano sobre la situación boliviana es de las más equilibradas. Hemos tomado sus datos para el aire de La Señal. La pregunta es: ¿Es inevitable, el decurso que se observa no tiene solución? ¿Hay una fractura integral dentro del campo popular boliviano?
Carlos Aznárez – Bueno, lamentablemente todo indica que la división que está atravesando el Movimiento al Socialismo es realmente muy muy fuerte. Parece que no hubiera retorno, se han hecho todo tipo de gestiones tanto nacionales como a veces algunas internacionales de los amigos que tiene Bolivia en el continente, pero no han logrado restablecer la confianza entre ambos sectores, el de Lucho Arce y el de Evo Morales. Algunos compañeros dicen que este es un choque entre dos egos, entre el ego de Evo Morales con la idea de sentirse dueño del Movimiento al Socialismo, y también la actitud dura en ese sentido por parte de Lucho Arce, el presidente que puso Evo en su momento, hay que recordar eso siempre, que a Lucho lo eligió Evo, en contra marcha de lo que habían decidido las asambleas y cabildos de distintos sectores campesinos indígenas de Bolivia que estaban más por la fórmula David Choquehuanca – Andrónico. Pero cuando en Buenos Aires se decidió poner el dedo de Evo sobre Lucho Arce, la idea que pesaba sobre toda la explicación que daba Evo era que no nadie se iba a arrepentir porque la trayectoria de Lucho Arce al frente del Ministerio de Economía en el momento que gobernaba Evo Morales había sido muy buena, había puesto a Bolivia al frente de la recuperación económica y por encima de otros países de América latina.
La cosa es que cuando volvió a Evo empezó a temblar la estantería, porque evidentemente no hubo una clara sintonía con su pupilo y se largó a recorrer todo el territorio con la idea no de candidatearse, porque era todo muy reciente, faltaba tiempo para las elecciones, pero si para marcar territorio para mostrar que él era el auténtico líder y que el presidente se tenía que subordinar. Esto no pasó, y ahora está dividido todo el MAS y esto quiere decir no solamente el partido, sino todas las organizaciones las Bartolinas sisa, los culturales, la Confederación Sindical de campesinos, la COB, todos tienen un sector que está con Evo y otro sector que está con el gobierno. Nos dicen que si bien Evo sigue teniendo carisma en gran parte del movimiento indígena, ha perdido mucho apoyo, hay críticas sobre cómo está funcionando, sin dejar margen para la negociación y algo parecido está pasando con el pensamiento de Arce, que ante la avanzada que está haciendo Evo, se radicaliza en contra. Entonces yo diría que lamentablemente por hoy no hay, no hay atisbos de poder juntar este estos dos pedazos en que se ha dividido el MAS, que a la vez genera que la derecha tenga posibilidades, pensando en lo electoral. La verdad, la derecha no está interviniendo. Está mirando desde las gateras como se pelean unos y otros. Llegan a pelearse duramente, por ejemplo, en la marcha actual que está haciendo Evo, hubo enfrentamientos, hay heridos de los dos lados, o sea que cada vez está peor la situación.
GF – ¿Cómo afecta esta situación boliviana al entorno geográfico? ¿Cómo afecta al Mercosur y a las distintas naciones de América latina?
CA – Y esta división inevitablemente afecta a América latina. Lo discutíamos en Venezuela la pasada semana en el Congreso Mundial contra el fascismo. La pata de Bolivia en una mesa que cada vez tiene menos patas es muy importante, no perderla. El imperialismo yanqui está con muchas ganas de quedarse con Bolivia, la embajadora norteamericana opera fuertemente ahí con la idea de quebrar la posibilidad de que el MAS pueda seguir gobernando y en ese sentido va a afectar una situación que no tenga resolución y que conduzca a que la derecha pueda hacerse un espacio que ya había perdido -estaba muy golpeada después de la derrota que sufrió por las urnas-, gracias a la unidad de todo el movimiento popular.
Ahora, esta división le abre paso a la derecha y va a repercutir en América latina en la Celac, en el Unasur … fíjense que nos quedan como gobiernos intactos a nivel de planteos revolucionarios Cuba Nicaragua y Venezuela. También sumábamos a Bolivia, pongámoslo como un país que orillaba más en el progresismo que en un planteo revolucionario, también está obviamente Honduras, también está lo que pueda ser Claudia Sheinbaum en México, cosa que hay opiniones muy encontradas sobre qué puede hacer, qué posibilidades tiene frente a un vecino como Estados Unidos que puede cambiar de color en noviembre, pero cualquiera de los dos que asuma tanto la Harris como Trump van a tener a México en la mira tratando de que no se radicalice, así que la situación latinoamericana con una caída de Bolivia en manos de la derecha o con una profundización de esta división del MAS, no es favorable para la idea de integración o unidad y sobre todo para combatir contra la ofensiva fascista y de la extrema derecha en todo el continente.
LA VORÁGINE AUTODESTRUCTIVA. Como se observa, las vicisitudes que se plasman en distintos puntos del globo son electrizantes. Unos mates y el repaso de algunos trazos ofrecidos aquí pueden ayudar a absorber -al menos en cierta medida- el volumen del sendero en desarrollo. El andar humano por esta era es de un vigor inusitado. Si se desea una pista, cabe apuntar que las corporaciones financieras solo admiten aminorar por un mes los beneficios extraordinarios, con el objetivo de salvaguardar a su candidata en los Estados Unidos.
Lo que está en juego es muy importante, pero la dinámica de acumulación rentística no logra ralentizarse; ni siquiera en propio beneficio.
Según Fuentes confiables, los BRICS + aprovecharán esta realidad y el dólar padecerá un nuevo sacudón en el primer trimestre del año venidero.
Es razonable.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
Pinturas Gerhard Richter.
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