Por Lucas Molinari
“No nos estamos derechizando, en todo caso nos estamos enojando un poco y con todos en general, porque si no ganarían las oposiciones de manera arransante, sacando el 90%. El muchacho que ganó en Chubut, de Juntos por el Cambio, sacó el 25% del padrón, es decir que el 75% le dijo que no lo quiere ni a él ni a los demás”, planteó el historiador Bruno Nápoli en diálogo con Radio Gráfica.
Haciendo el cálculo exacto, sólo el 24,55% del padrón de Chubut votó por el nuevo gobernador Ignacio Torres que cosechó 116432 de los 474242 electores habilitados en la provincia.
Un sistema democrático que vale poner en discusión, ¿hacia dónde va esta crisis de representación?
El “que se vayan todos” fue el canto de un pueblo insurrecto que quebró con 25 años de hegemonía neoliberal. Desde el 2 de abril de 1976 en que Martínez de Hoz hizo público el modelo primarizador y dependiente hasta aquellas trágicas jornadas de diciembre del 2001, hay un común denominador: el poder creciente del sistema financiero y la desnacionalización de nuestra economía.
Tras el estallido, la respuesta fue el peronismo encarnado en un nuevo caudillo: Néstor Carlos Kirchner que simplificaba su propuesta: “quiero una Argentina normal”.
En este 2023, la previa a las elecciones se caracteriza por un fuerte descontento hacia la dirigencia política que, a la vez, se muestra enroscada en su dinámica de internas.
Por estas horas un dirigente sindical matancero envió a Gráfica imágenes de la campaña del intendente Espinoza que busca su reelección. Ante la pregunta por la disputa primaria con la lista del Movimiento Evita (Patricia Cubría), el referente reflexionó: “Esto se parece al 2015”.
Aquella contienda bonaerense entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez tuvo un fuego cruzado que, sumado a la campaña mediática antinacional, fue una de las explicaciones de la derrota.
“El problema está en la conducción”, se suele escuchar en diferentes espacios de militancia. Luego, el interrogante ¿Hay campaña? En muchos distritos que venimos consultando, nos remarcan la escasa presencia callejera de la propuesta oficialista.
“Los gobernadores peronistas exigen que luego de las primarias haya cambios en la campaña porque creen que el kirchnerismo está jugando a media máquina con el rodaje de la candidatura de Sergio Massa”, publicó el portal La Política Online que agrega: “los gobernadores, que le llenaron estadios con 30 mil personas a Massa en su gira por el norte de la semana pasada, ven que al candidato no le hicieron ni una caravana en el Conurbano bonaerense”.
“El panorama es difícil” repiten muchos dirigentes por lo bajo ante la consulta de ¿cómo la ves? El último acuerdo con el FMI sumó aumentos al combo de agosto: transporte público, combustible, servicios públicos… y el “dólar maíz” incrementó un 20% la carne.
El pre-candidato presidencial Guillermo Moreno, en diálogo con Gráfica, criticó: “Massa se metió con la comida del pueblo argentino, como se metió Macri ¿Qué diferencia hay entre que Macri aumente el maíz y que lo aumente Massa? Acá tenemos que hablar de realidades conducentes. Estas bestias se metieron con el precio de la comida hace una semana y si hacen antiperonismo no se los puede votar. Tampoco sé cómo votarán a Grabois que es parte del oficialismo, yo lo estimo, me parece un buen pibe, pero él también aumentó el maíz porque ¿cómo se hace para estar dentro del oficialismo, y decir ‘yo no fui’?”.
En esta edición dejamos algunas opiniones de compañeros sobre el 13 de agosto. Lo que parece quedar claro es que los votos del Bloque Nacional están dispersos en varias listas (que puede explicar una “ola amarilla“).
Malena Galmarini buscó de manera brutal levantar la candidatura de Massa, diciendo que elegir a Grabois es “tirar el voto al tacho”. Declaración que quizá sea una muestra de preocupación. Porque el rechazo en la base kirchnerista al hombre del Frente Renovador no es una novedad.
“El objetivo de Massa es octubre, no agosto” plantea el analista Jorge Asís, que remarca que lo central de estas primarias está en ver cómo se ordena la oposición que vive una interna plagada de acusaciones. Pero que, a la vez, tiene para acumular en una situación económica cada vez más cuesta arriba para el bolsillo del pueblo trabajador.
¿Cuánto pesará el recuerdo del macrismo a la hora del sufragio?
La fondomonetarización de la economía argentina es un hecho desde el 2018 al presente, con ajustes que van aumentando progresivamente. El oficialismo busca recordar que “fue Macri”, pero no se hace cargo que en esta gestión se legalizó aquel fraude.
En esa encerrona estamos. Con el optimismo de vivir en un país tan hermoso y plagado de riquezas como Argentina, pero con la indignación de la pobreza que crece.
El Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, que coordina Claudio Lozano, difundió esta semana un análisis de los últimos datos de la EPH (Encuesta Permanente de Hogares del INDEC) que expresan “la gravedad de la situación social actual”: “Al contrastar con el valor de las canastas básicas al primer trimestre de 2023, se comprueba que la tasa de pobreza es del 38,7% y la indigencia del 8,8%. Estos ratios indican, al expandir los resultados de la encuesta urbana al todo el país, que la cantidad de personas que viven en hogares pobres es de 18 millones y que 4,1 millones de éstas, directamente pasan hambre”.
Ahora bien, lo que viene puede ser mucho pero si gana Juntos por el Cambio. De allí que posiblemente el 14 de agosto arranque una campaña defensiva a favor de la reelección del oficialismo.
Porque, si bien no hay una “derechización”, el ausentismo puede derivar en una victoria macrista.
En diálogo con Enfoque Sindical, el candidato a diputado nacional Mario “Paco” Manrique planteó: “Yo creo que la gran fortaleza que tiene la oposición es el descontento que nuestro electorado tiene con nosotros, si nosotros logramos traspasar la barrera de participación del 75% la elección, la ganamos fácil. Lo que pasa es que la gente está descontenta, enojada, y el laburo que tenemos ahora es hacerla entender que todo ese enojo, que tiene buenas razones, no hay que canalizarlo con el voto en blanco o no yendo a votar”.
También Manrique volvió sobre la necesidad de la intervención del Estado a favor del pueblo, que son propuestas poco escuchadas en la campaña: “Si el Estado pone los controles que tiene que poner en el Paraná por poner un ejemplo, ¿sabés cómo achicas el déficit fiscal? Si controlás todos los barquitos, si vos en la Argentina dejás de hacer cambio de bandera en los buques que se llevan los granos…Paraguay llegó a ser el tercer exportador de soja, decime ¿dónde Paraguay tiene el suficiente territorio para exportar esa soja?, esa soja es nuestra y se va sin que nadie la controle. Entonces los muchachos del campo se enojan por las retenciones ¿y lo que no garpás? ¿Y la que guardás en los silos? Mirá si hacemos la japonésa, ¿sabés cómo hacen los japonéses con el arroz? Nosotros fuimos a Japón por la cuestión Toyota y vimos cómo era el sistema. tenés entre 30 y 45 días para liquidar la cosecha, si no lo hacés te rompen la espalda con los impuestos, empiezan a cobrarte impuesto a la tierra, inmobiliario etc. Te sale más caro pagar los impuestos que lo que podés ganar con la especulación, y no se atrasa nadie y funciona muy bien”.
En estos días volvió el debate de la “suma fija” como una posible medida para recomponer ingresos, pero se verá después de las PASO (porque la veda electoral impide hacer anuncios estos días).
Sergio Massa declaró: “En el corto plazo hay tres cosas centrales. Una con la mejora de ingresos, tenemos que resolver el tema de ganancias que va a mejorar el salario de muchos; resolver el tema de la suma fija, sobre todo para los salarios más bajos; y tenemos que tener recursos para fortalecer la situación de los jubilados“.
También después del 13 de agosto se verá si el FMI pone los fondos prometidos. La situación del país es endeble pero, según economistas como Juan Valerdi, los grupos económicos apuestan por una transición ordenada.
Massa tendrá esta última semana antes de los comicios un acto de la CGT para fortalecer su candidatura, con una Mesa Chica que lo toma como “su candidato”. También algunos empresarios de medios y del sector energético tienen esa tónica, siempre rápidos para lograr prerrogativas.
El pasado 11 de julio, el diario La Nación informó: “El Gobierno finalmente dio marcha atrás con la creación de una nueva empresa estatal para hacerse cargo de las concesiones de las centrales hidroeléctricas. Por falta de tiempo, la Secretaría de Energía publicó hoy en el Boletín Oficial una resolución en donde se decide prorrogar por 60 días las actuales concesiones de las represas que están en la región del Comahue, entre Río Negro y Neuquén. Luego de 30 años, el próximo viernes 11 de agosto (apenas dos días antes de las PASO) vencían las concesiones de las centrales hidroeléctricas Alicura, en manos de la empresa AES; El Chocón y Arroyito, a cargo de Enel; Cerros Colorados, del fondo Orazul Energy, y Piedra del Águila, de Central Puerto. Hasta ayer, todavía era una incógnita entre las empresas saber qué iba a ocurrir”.
La discusión del “programa” quedó en el olvido. Si existiera, seguramente, el movimiento obrero plantearía qué proyecto energético necesitamos. Como ocurrió con la red troncal fluvial cuando venció la concesión de 25 años de Hidrovía S.A., que también fue prorrogada para que la defina el próximo gobierno.
Son decisiones que están quedando a cargo de un Sergio Massa empoderado por su candidatura, jefatura que tendrá que validar en las urnas.
Finalmente, una digresión de política internacional para dar cuenta de las transformaciones propias de un nuevo orden mundial en desarrollo. “Africa ruge”, posteaba un militante esta semana en referencia a los sucesos de Niger, donde triunfó un alzamiento militar nacionalista y anticolonial. El personaje que vamos a citar es Ibrahim Traoré, presidente de Burkina Faso. Tiene 35 años y parece encarnar una nueva generación que promueve el panafricanismo. En la cumbre de países africanos en Rusia dio un discurso que tuvo gran repercusión y que, a pesar de la distancia histórica y geográfica, parece tener puntos de contacto con las tareas urgentes de nuestra Patria Grande:
“Las preguntas que se hace mi generación son las siguientes. No entendemos como África con tantas riquezas en su suelo y naturaleza generosa con mucho agua, sol y abundancia, África hoy es el continente más pobre. África es el continente hambriento y sus jefes de Estado recorren el mundo mendigando. Hay muchas preguntas sin respuesta. Hoy tenemos la oportunidad de construir una nueva relación y espero que esto sirva para dar un mejor porvenir a nuestros pueblos. Hoy nos enfrentamos a las formas más bárbaras y violentas de neocolonialismo y del imperialismo. La esclavitud todavía se nos impone. Nuestros predecesores nos han enseñado que el esclavo que no es capaz de asumir su rebeldía merece vivir su lamento”.
Estas preguntas también existen en juventudes patrióticas de Nuestramérica, que en Argentina podrán encontrar en el peronismo un ideario cargado de futuro.
ALGUNAS POSTURAS PARA EL DEBATE
Para esta edición hemos consultado a diferentes compañeros cercanos respecto a las elecciones del 13 de agosto.
Javier Vitale (Centro de Estudios para el Movimiento Obrero): “Me parece que la cuestión se centra en la responsabilidad de cada hombre y mujer de nuestro pueblo (y en los diversos marcos colectivos de cada una/o y de las organizaciones libres del pueblo) de ser muy concientes sobre las contradicciones principales que se están disputando en las próximas elecciones. Se necesita apoyar sin miramientos la opción electoral que pueda impedir el retorno del inequívoco y abroquelado proyecto de las clases dominantes, donde hay plenas certezas sobre el futuro de la Nación. Es real que de este lado hay dudas producto de las incertidumbres lógicas. Pero a esas dudas hay que disiparlas reconstruyendo las herramientas políticas y el protagonismo de las y los trabajadores. Es una de las pocas formas que tendremos de darle certezas nacionales y populares al rumbo de Unión por la Patria. Por el contrario las propuestas electorales antipopulares proyectan para el pueblo argentino el retorno del país a la Argentina de la primera década infame sumándole la agresividad y contundencia de la última dictadura. Esa es la disputa propuesta. Las que se nos impuso. Pero es desde esa realidad dónde el pueblo empieza a hacer su política, surfeando las tensiones internas pero confrontando de lleno al enemigo principal”.
Maxi Malfatti (Profesorado Pueblos de América, villa 21-24, Barracas): “Juan Grabois recupera la militancia y pone en agenda muchas de las banderas que levantamos históricamente y que la política profesional, que intenta representar al movimiento nacional y popular, parece haber olvidado. Y no me refiero solamente a las materiales sino también a las simbólicas. El liberalismo que viene hegemonizando el discurso del peronismo, o en el nombre del peronismo, no se permite hablar de redistribución de tierras, de incorporación de derechos laborales, de cumplir y ampliar la ley de financiamiento educativo, de vivienda digna, de integración latinoamericana, Juan si. Y así de muchas cosas más, pero también nos habla de felicidad, de descanso, de deseo, palabras que quedan en el olvido o en el recuerdo para el opositor a Grabois en las Paso. Y para sumar argumentos, Juan es coherente, reflexivo, humano, creativo y leal…también valores imposibles de encontrar en Massa. Juan es el futuro, la oportunidad de frenar el corrimiento del campo popular a la derecha y a posibilidad de devolverla a la política el rol central en la transformación de la realidad en favor de los humildes”.
Fernando Gómez (Encuentro Patriótico): “Es absolutamente comprensible la lejanía con la que nuestro pueblo mira el proceso electoral. Apatía que se reflejará en abstención en muchos casos, pero fundamentalmente, en desapego ideológico y anímico, fundado en la ausencia absoluta de propuestas políticas para resolver las urgencias cotidianas que atraviesan a la mayoría de los que habitan nuestro suelo. Las dos fuerzas políticas que aspiran con alcanzar una victoria en las urnas se han distribuído los últimos ocho años de gobierno. Ocho años en los que los antagonismos que se relatan no se verifican en la acción política material y efectiva. Los que nos llevaron al FMI y los que ordenan la economía para pagarle, pueden pretender ser diferentes a la mirada de sus adherentes más fieles, pero no pueden edificar propuestas razonables para reparar el dolor social que no puede cicatrizarse con la magnitud del deterioro que han sufrido ingresos populares, salarios y jubilaciones. Los sueños y esperanzas de una Argentina grande con un horizonte de felicidad colectiva, no están reflejados en las promesas vacías que la tiranía del marketing le impuso a las fuerzas con pretensiones electorales. Difícil enamorar convocando a no ser tan malo como el rival. No es culpa de nuestro pueblo si no se conmueve frente al tamaño del garrote con el que se disciplina su economía”.
Nehuén Gusmerotti (conductor de Resistiendo con Ideas, programa de Radio Gráfica): “Ante un escenario electoral en el cual, matices mediante, el norte ha logrado poner su proyecto de país para Argentina en las dos alianzas mayoritarias, la crisis de representatividad nos acerca a una desilusión o desgano para ir a votar. En ese contexto, la propuesta de Guillermo Moreno recupera pilares de la doctrina peronista que no aparecen en el discurso de ningún candidato de Unión por la Patria. El ex ministro también supo ser parte de una época de bonanza y hoy es realmente el único que discursivamente pone en la agenda política el proyecto justicialista de país. Las expectativas de triunfo son inexistentes, quien eligió votar Principios y Valores lo hace desde el deseo de supervivencia del peronismo hasta desde lo narrativo. Dar la batalla fuera de las posibilidades de poder es extraño para el justicialismo, al menos en el pasado reciente, pero la entrega de quienes debían cuidar el movimiento y la similitud de perfiles de Massa o Larreta, muchos peronistas encontramos en Moreno y otros de los que conforman sus listas, un reflejo del país que queremos”.
YAPA. SICA CONTRA LA ULTRAACTIVIDAD
El ex ministro de Industria de Macri, Dante Sica, apareció esta semana en una entrevista para lanzar otra propuesta antiobrera, como parte de las promesas de Patricia Bullrich.
“Argentina genera trabajo de muy baja calidad y totalmente informal”, dijo Sica y siguió: “No todo la culpa es de las regulaciones laborales pero claramente tiene uno de los principales roles“. Por lo tanto, dijo que hay que “adecuar toda la normativa argentina, primero a las nuevas condiciones del mundo del trabajo y de las empresas“.
Afirmó que “las indemnizaciones son un derecho adquirido que nadie quiere tocar” pero que “hay que mejorar el sistema de incertidumbre de salida” por las pymes y que “hay que limpiar un montón de regulaciones, de multas que andan dando vueltas” y que han generado la “industria del juicio“.
También se refirió a la necesidad de “modernizar” los convenios colectivos de trabajo (CCT), para lo cual propuso “la suspensión de la ultraactividad”.
La ultraactividad significa que todos los CCT tienen un tiempo de duración y si no hay nuevos convenios, se mantiene el vigente.
Luis Campos, coordinador del Observatorio del Derecho Social en el Instituto de Estudios y Formación de la CTA – Autónoma, explicó que “los CCT solo pueden reconocer mayores derechos que los establecidos en la ley (más vacaciones o licencias, menos jornada, más delegados, etc). Si el CCT se cae, volvemos a los pisos establecidos en la legislación general” y agregó: “Suspender la ultraactividad implica poner a los sindicatos entre la espada y la pared: o modifican las cláusulas de los CCT incluyendo reclamos de los empleadores, o se cae el convenio y se pierden todos los derechos que estén por encima de la ley”.
Detalló qué cláusulas se caerían si no se negocia un nuevo CCT: “Casi todos los adicionales salariales (antigüedad, zona desfavorable, título, etc), vacaciones y licencias que están por encima de la ley (cuidados familiares entre otras), cantidad de delegados, entre otras”.
Finalmente, Campos recordó que el planteo de Sica no tiene ninguna novedad: “Los que peinamos canas tenemos muy presente la Ley Banelco, sancionada en 2000. Googleen la renuncia de Chacho Álvarez, sobornos en el Senado, la humanidad de Julio Piumato. El art. 28 de aquella ley repite letra por letra lo que dijo Sica.”
La respuesta sindical estuvo en boca de Hugo Yasky: “Los sindicatos no se van a cruzar de brazos para ver cómo los suspende temporalmente, que es todo el tiempo que haga falta, hasta reventarlos porque cuando quitás el piso de esos conceptos, cuando no hay acuerdo, rige el anterior, y, cuando eliminas el anterior, cuando no hay acuerdo caes al vacío”.
Yasky también alertó sobre la estrategia neoliberal (del políticos y empresarios nacionales y extranjeros): “Tienen la idea de que no tiene que haber convenios nacionales, y si los gremios no van a poder definir un parámetro nacional van a abrir la puerta para que haya convenios por empresa y por region”.
Desde la CGT, Héctor Daer, también se pronunció: “Repudiamos estos dichos y defenderemos con todas nuestras fuerzas la negociación colectiva. Esta es la campaña del miedo que nos adjudican, bajo ninguna circunstancia permitiremos la caída de los CCT. Siguen provocando a los trabajadores con sus propuestas lamentables”.
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