Horacio Ávila, integrante de Proyecto 7, dialogó con Radio Gráfica sobre un flagelo que el invierno suele exponer más que otras estaciones del año: el desamparo de quienes viven y mueren en las calles. “Es lamentable que todos los años lleguemos siempre a la misma instancia de saber que el frío se va a llevar a algunos compañeres, y que todo el tiempo estemos con la expectativa de que va a pasar, la verdad que es algo que ya no encontramos una lógica”.
“Es lamentable que todos los años lleguemos siempre a la misma instancia de saber que el frío se va a llevar a algunos compañeres”
Argentina es uno de los pocos países de la región que cuenta con varias leyes, de distintos niveles jurisdiccionales, que abordan la problemática.
A nivel nacional, recientemente se reglamentó la Ley 27654, que reconoce que “la situación de calle y el riesgo a la situación de calle son estados de vulnerabilidad social extrema que implican una grave restricción para el ejercicio de los derechos consagrados en la Constitución Nacional y los tratados internacionales de derechos humanos”.
Por tal motivo, obliga al Estado a garantizar, entre otras cosas: “procedimientos que faciliten el acceso a los servicios públicos”, la “participación en la planificación, implementación y evaluación de las políticas públicas que los comprenden”, y la “creación de una red nacional de centros de integración social, de atención permanente y continua, que presten servicios socioasistenciales básicos de alojamiento, alimentación, higiene y cuidados de la salud y además desarrollen actividades de formación y ocupación adaptadas a los conocimientos y necesidades de los destinatarios”.
La normativa también establece que es deber del Estado “la realización de un relevamiento anual de personas en situación de calle y en riesgo a la situación de calle, de alcance nacional, con la participación de profesionales y organizaciones sociales, algunas integradas por personas en situación de calle, dedicadas a esta problemática, que suministre información para el diseño e implementación de políticas públicas”.
En la provincia de Buenos Aires, también hay legislación al respecto. Ley 13.956 establece que “Serán funciones del presente programa:
- Brindar asistencia médica inmediata y ambulatoria.
- Detectar casos de adicciones.
- Generar espacios físicos adecuados para brindar alojamientos temporarios.
- Realizar tratamientos de nutrición.
- Fomentar convenios con empresas y organismos públicos y privados con amplia sensibilidad social, en pos de facilitar la implementación del presente programa.
- Fomentar la participación ciudadana a través del voluntariado social.
- Promover y difundir los derechos sociales, civiles y políticos de la población, a través de campañas informativas.
Por último, cabe destacar la legislación en la Ciudad de Buenos Aires, donde rige la norma 3706 de “Protección y Garantía Integral de los Derechos de las Personas en Situación de Calle y en Riesgo a la Situación de Calle”, cuyo objetivo es “proteger integralmente y operativizar los derechos de las personas en situación de calle”, e impulsar “la orientación de la política pública hacia la promoción de la formación y el fortalecimiento de las personas en situación de calle y en riesgo a la situación de calle”.
A pesar de la normativa, en campaña electoral, candidatos como Jorge Macri, que competirá por la jefatura de gobierno en la Ciudad, elige no sólo desconocer los derechos de quienes no tienen otra alternativa que vivir en la calle, sino que además, busca exacerbar el conflicto entre vecinos por la utilización de los espacios públicos.
“Hoy los cajeros automáticos se han transformado en monoambientes de algunos. Se apropian de algunos sectores de la ciudad”, lanzó despectivamente. “No los puedo obligar (ir a los paradores) pero tampoco puedo aceptar que sean dueños del espacio público”, continuó.
Ávila, por su parte, explicó que “los espacios públicos son de todos, y cada uno de nosotros lo utiliza de una manera que le parece mejor”, pero además apuntó contra los problemas estructurales de la Ciudad: “También podríamos hablar de la cuestión inmobiliaria, que cada vez es más exclusiva y expulsiva. Ya ni siquiera quienes tienen laburo pueden pagar sus viviendas, acá habría que declarar una emergencia habitacional real con un cese de desalojos y una regulación del mercado inmobiliario”.
“También podríamos hablar de la cuestión inmobiliaria, que cada vez es más exclusiva y expulsiva”
Para finalizar, el referente, señaló que “ya no podemos seguir repartiendo frazadas en el siglo XXI”, y que la dirigencia debería dejar de preocuparse por “si el pobre es suyo o del otro, si está de este lado o el otro de la General Paz porque eso no lleva a ningún lado, y así vamos a seguir contando muertos”.
Discusión acerca de esta noticia