Alejandro “Coco” Garfagnini es coordinador nacional de la Tupac Amaru. Desde hace siete años Milagro Sala y una buena cantidad de compañeras y compañeros han transitado y transitan aún un ciclo interminable de persecución política.
En tiempos de resistencia al macrismo, organizó el Frente Milagro Sala con un conjunto de organizaciones populares, que hoy integran junto a la Federación Nacional de Trabajadores, el Bloque Social por el Trabajo, un espacio de articulación social con el trabajo digno como agenda reivindicativa.
En medio de un viernes caliente, en el que los miles y miles de compatriotas que perciben mes a mes el programa Potenciar Trabajo viven con la incertidumbre de no saber si llegan a cobrar el 5 de Diciembre, que escuchan que no se van a actualizar mas sus ingresos anclados al Salario Mínimo Vital y Móvil y miran con temor la judicialización que se inició tras la campaña de estigmatización política y mediática, el Coco Garfagnini se tomó unos minutos para reflexionar sobre un tiempo sombrío, entrevistado por InfoNativa.
Hay una ofensiva contra el programa Potenciar Trabajo. ¿La enmarcan como una política de ajuste?
Y sí, es evidente. Quieren ajustar el bolsillo de los más humildes. Hay una ofensiva contra los pobres que se inició con una operación de estigmatización permanente desde hace ya un tiempo a sus organizaciones, y las consecuencias de eso es la persecución, la judicialización -no es casual que el tema esté en Comodoro Py manoseado por Marijuan- y todo en función de hacer un claro ajuste para seguir pagando deuda.
Es el típico ajuste mandado por el Fondo Monetario Internacional. Es doloroso ver esto porque, la verdad, vinimos para hacer otra cosa. Pero bueno, ya nos pasó en otra etapa de la historia.
En 1989 Menem ganó la presidencia con un discurso que hablaba de revolución productiva y salariazo. Había una fuerte expectativa popular por esa agenda. Y sucedió todo lo contrario. En la Argentina hay dos proyectos antagónicos de país, y llegó a la Casa Rosada para enfrentar a los poderosos, y terminó gobernando para ellos.
Llegó para imponer una agenda soberana, y extranjerizó la riqueza de nuestro país. Llegó para fortalecer al Estado, ponerlo en el centro del desarrollo económico, y lo desmanteló.
Son experiencias de los que llegan a la Casas Rosada y van por el camino de llevar adelante un proyecto antagónico para el que fueron votados. Porque en Argentina siempre hubo dos proyectos, no más que eso: por un lado, el proyecto de Soberanía, de gobernar para tu Pueblo, el proyecto de enfrentarte a los poderosos. El proyecto de dinamización de la producción nacional, de la industria que te permite la generación de empleo; el de tener control sobre el comercio exterior, el de unidad Latinoamericana en función de estas políticas. O, por otro lado, el otro proyecto que es el de anclar los destinos de la Patria a los intereses extranjeros. Hacer de la Argentina una factoría para el extranjero, un país donde las reglas son el extractivismo, la exportación agropecuaria, la extracción de minerales e hidrocarburos para el extranjero, etcétera.
Y ese país, es el que heredamos del macrismo y este gobierno decidió continuar y administrar. Ese es el camino que tomó, como en su momento lo hizo el “turco” Menem. Es el camino de una Patria y de un país para la mitad de la población, en el mejor de los casos.
Un 50% de argentinos y argentinas queda fuera del sistema, en la pobreza. Algunos con la suerte de tener un trabajo en blanco, pero con salarios miserables y otros, sin trabajo.
Eso es lo que vivimos hoy. Y tal como pasaba en aquel momento, el FMI resolvía los problemas y manejando el plan económico de la Argentina, hoy está el mismo Fondo Monetario definiendo nuestro plan económico, con un gobierno que está decidido a ser el administrador de la colonia.
Esto es lo que pasó, es lo que venimos diciendo hace tiempo. Así lo expresamos en el documento fundacional del Encuentro Patriótico, lo dijimos con el Frente Milagro Sala en la calle. Lo dijimos de todas las formas posibles.
Esta es la etapa y el momento que nos toca: un gobierno que estaba para asumir la agenda de la resistencia al macrismo, pero decidió continuar con la administración de lo heredado.
No es un gobierno solamente, es un problema de la coalición política del Frente de Todos. Como pasó en otro tiempo, la gran mayoría, salvo excepciones, se alinea automáticamente atrás de esta línea de los poderosos. Eso sucede porque lógicamente tenemos una dirigencia política que se construyó no a partir de la pelea y la representación de las demandas populares, sino que se construyó en función de representar el poder de otro.
El 90% de la dirigencia política que tiene el Frente de Todos hoy, es producto no de la lucha popular ni de la representación autónoma, sino que están en esos lugares por decisión de Cristina o del propio Néstor Kirchner en su momento. Son delegados de otra persona que tiene el poder de representación, entonces como lo que tienen es por vocación de poder de otro, demuestran que no han luchado por representar a nuestro Pueblo.
Bueno, tenemos una dirigencia devastada ideológicamente que justifica cualquier cosa y hacen lo que le dice otro.
Yo digo que estamos viviendo el menemismo tardío.
Nosotros no fuimos menemistas de jóvenes, no los seremos ahora que tenemos algunos años más.
Lo que hay que hacer ahora es enfrentar este ajuste en la calle.
El miércoles próximo estaremos movilizando seguramente, y es una pelea que hay que continuar porque están absolutamente convencidos de que los problemas de la Argentina son los pobres, que por el contrario, son las víctimas de todo este sistema enfermo.
La verdad que poner a las víctimas como los responsables de los problemas que tienen la Argentina, es algo realmente miserable. Tienen tan trastocada su concepción política, ideológica, de clase. Parece que cada vez se quieren parecer más a lo que creen combatir.
Y los que se la fugaron, los responsables de la deuda de la Argentina, que está absolutamente documentado, todos sabemos quiénes son -con nombre y apellido- ellos tienen dólares especiales y lo necesario para que nadie los toque.
En cambio, los trabajadores y los humildes de la Argentina, tienen que pagar la joda de ellos. En la práctica, esto es así.
Todos los que dicen estar en contra del acuerdo con el Fondo, yo en la calle nunca los vi. Lo que sí veo es que hay una justificación permanente al ministro de Economía para que haga este ajuste que estamos viviendo y que se hace abajo, a los que menos tienen.
¿Cuáles son los riesgos actuales que corren los beneficiarios del Potenciar Trabajo? ¿Como piensa un gobierno una agenda de Justicia Social cuando no puede sostener un ingreso popular de 27.000 pesos?
Los riesgos que corren los beneficiarios del Potenciar Trabajo son que en cualquier momento les van a dar de baja porque la política que se lleva adelante desde el gobierno, con consenso absoluto del sistema político, es ajustar sobre el Potenciar Trabajo. Eso está claro.
Entonces van a buscar justificaciones de todo tipo para que cada vez haya menos beneficiarios. Van a reducir paulatinamente hasta llegar a un número razonable de beneficiarios que el FMI les permita tener para gasto social. Y además van a licuar su ingreso, porque la otra decisión que ha tomado el Frente de Todos en su conjunto, es desenganchar el beneficio del potenciar del Salario Mínimo Vital y Móvil. Por lo tanto, yo creo que -a partir de febrero- eso se concretará y lo que perciben los beneficiarios se estancará ahí. Si a eso le sumas el nivel de inflación que hay en Argentina, lo que ocurrirá es que, en tres o cuatro meses, el monto pasará a ser insignificante.
Esto es lo que veo que va a suceder y el riesgo que corren los compañeros y compañeras que tienen la suerte de tener un programa como el Potenciar Trabajo.
Nosotros nunca estuvimos a favor de los planes, siempre luchamos por la generación de empleo, para que nuestros compañeros y compañeras sean trabajadores. De hecho, tuvimos bastantes controversias con la ley de emergencia social en su momento, porque necesitábamos volver al gobierno para conquistar soberanía y generar trabajo.
Un gobierno que impusiera una agenda con planificación de obras públicas que generen puestos de trabajo directos; con procesos productivos donde el protagonismo del Estado sea importante, sobre todo porque veíamos que en el mundo venían aumentos de commodities, es decir, un contexto donde nuestro país tenía muchos beneficios. Soñábamos con una etapa muy parecida a la que tuvo Perón en la posguerra para poder despegar y aprovechar -a través de tener un control sobre el comercio exterior- los beneficios del aumento de los commodities en el mundo y generar un proceso productivo y de industrialización que genere empleo.
Entonces, nosotros pensábamos que no tenía sentido tener un programa de estas características con un gobierno que venía a generar empleo, que era lo que votamos en la última elección.
Pero nos encontramos con este problema de tener un gobierno que hace lo contrario para lo que fue votado. Es, como dije, una suerte de menemismo tardío.
Entonces, en ese marco de proyecto político, tener un empleo en Argentina ha pasado a ser una utopía. O tenes trabajo, o tenes un plan. ¿Cómo haces funcionar un país con la mitad de la población por debajo de la línea de la pobreza? Yo creo que nuestro Pueblo no se va a acostumbrar a eso, yo tengo mucha Fe en nuestro Pueblo y creo que va a salir a pelear.
Milagro Sala sigue presa, una nueva navidad con presos políticos y un ajuste que vacía la mesa de la mayoría. ¿Cómo viven éste Diciembre?
Sí, Milagro sigue presa y exactamente en la misma situación que estuvo presa hace siete años, por una decisión política sigue presa.
Milagro fue una bandera de resistencia frente al macrismo. Asumimos como nuevo gobierno y nuestro frente político decidió tomar el camino inverso al que habíamos definido en aquella resistencia, y que además habíamos decidido con el voto popular, pero Milagro y los compañeros y compañeras de la Tupac siguen detenidos.
Es una desgracia para nuestros compañeros el hallazgo de la segunda reserva mundial de litio en el triángulo que compone Jujuy porque eso implica que se instalen en el norte argentino las principales multinacionales, se lleven el litio a granel sin impuestos, generen un desastre ecológico y además, repriman a toda organización popular que se resista a eso.
Milagro hoy es una rehén política y la posibilidad de su liberación de parte de los jefes del frente de todes se va diluyendo proporcionalmente a la menemización del espacio político. Solo la militancia y la lucha pueden liberarla.
Pero, a su vez, a Milagro la sigue teniendo presa la política del consenso con el carcelero de Milagro Sala. Cada vez hay gestos más fuertes de acercar posiciones y gestualidades con Gerardo Morales, acercar al radicalismo al consenso democrático. Un consenso democrático que tiene presos políticos no es consenso de nada. Se ve todo el tiempo este acercamiento de los principales dirigentes del Frente de Todos hacia el radicalismo.
Todos sabemos que el presidente de la UCR es Gerardo Morales. Vimos cómo han elegido a la Senadora de Gerardo Morales en la nómina para el Consejo de la Magistratura. Vemos en el Senado cómo el proyecto de intervención de la justicia de Jujuy ha quedado en el olvido desde hace mucho tiempo. Ya ha perdido estado parlamentario en una oportunidad y no tengo dudas de que pasará lo mismo ahora. Esos son gestos claros de que el acuerdo democrático lo piensan hacer con el carcelero de Milagro y no con los presos que son víctimas de la persecución del lawfare.
Todos los gestos van en esa dirección, entonces es difícil pensar hoy en la libertad da Milagro.
Sin embargo, Milagro nos muestra que la persecución a los dirigentes populares va a continuar, eso está claro. Hay un poder judicial del lawfare intacto y hay una estigmatización a las organizaciones populares que le va a dar continuidad al lawfare. Hay un antecedente desde hace poco tiempo en Jujuy donde fueron judicializados absolutamente todos los referentes de organizaciones populares de la provincia, con allanamientos simultáneos el mismo día. Esas son señales, como la señal que tuvimos cuando la encarcelaron a Milagro, que venían por más dirigentes de la etapa de gobierno de Néstor y de Cristina. Creo que, en este caso, Gerardo Morales vuelve a poner la línea y el norte, cuáles son los pasos a seguir en el 2023 que es perseguir a todos los dirigentes sociales y gremiales de la Argentina.
Eso es para lo que nos tenemos que preparar y creo que hay consenso general para hacer eso, en nombre de una democracia que sigue sosteniendo presos políticos en la Argentina, que el próximo 10 de diciembre va a cumplir años. Fecha en que, por supuesto, nuestros dirigentes difundirán las habituales publicaciones hipócritas de la democracia que supimos conseguir, hablarán de las Madres de Plaza de Mayo y de todos los que lucharon para conseguir esa democracia, y mientras tanto, seguirá habiendo presos políticos en nuestro país.
Es una situación muy dolorosa. Diciembre y enero -que fue el mes de la detención de Milagro- son dos meses de mucha dificultad para nuestra organización.
Diciembre porque llegan las fiestas y nuestros compañeros y compañeras tienen muchas carencias, enormes dificultades para poner una mesa en Navidad y Año Nuevo. Y enero porque tenemos que recordar un año más de la detención de Milagro y la persecución de nuestros compañeros y compañeras.
No nos quejamos, no nos vamos a victimizar. Pero lo que hay que hacer es seguir peleando y teniendo mucha fe en nuestro Pueblo.
¿Cuáles son los desafíos de las organizaciones populares de cara al 2023?
El desafío hoy es generar cada vez más procesos de articulación, de discusión política propia -de absolutamente todas las organizaciones sociales, desde las más chiquitas a las mas grandes- y del movimiento obrero que decida pelear contra este menemismo tardío. Creo que hay que lograr ese proceso de articulación, eso sería muy virtuoso y nos permitiría enfrentar una coyuntura que va a ser difícil en 2023, sobre todo porque el gobierno que asuma el próximo año -ya sea el de Rodríguez Larreta o el de Massa- van a ser de mucha debilidad porque someter a nuestra Patria a los intereses extranjeros como es haber aceptado que el FMI defina las políticas domésticas de la Argentina, genera consecuencias, genera escepticismo sobre la política y crisis de representación. Nada que no hayamos vivido en los ’90.
Por lo tanto, yo lo que veo en el 2023 es una muy baja participación e interés de nuestro pueblo en el proceso electoral y con estos dirigentes políticos, y va a ser gobierno internamente débil con mucha fortaleza que le den desde el extranjero, porque la mayor cantidad de decisiones importantes no se están tomando en el país, sino en Washington, esto es evidente.
A mi entender, a nuestro entender, van a ser tiempos muy duros y muy difíciles.
Al macrismo lo enfrentamos y resistimos con mucha expectativa de volver a ser gobierno y volver a tener un gobierno de las características que tuvimos en el 2003 con Néstor. Y la verdad es que es peor cuando te defraudan. Venimos de una defraudación muy grande y sin perspectiva de salida política, como sí teníamos en el 2019. Hoy no la tenemos, porque si la discusión es Massa o Larreta, es como Guatemala y Guatepeor.
Eso nos pone en una situación muy compleja y además es muy difícil también ver a compañeros y compañeras que vos creías que iban a ser consecuentes con la idea de la liberación nacional, de la Soberanía. Sin embargo, los vemos hoy justificando los ajustes y prácticamente militándolo.
Cuando uno hace política con algún grado de emocionalidad, ver esas situaciones, te golpea. Pero hay que reponerse, refugiarse en nuestro Pueblo y seguir peleando, porque no tengo dudas de que vamos a vencer. Nuestro pueblo tiene un destino de felicidad y Milagro va a ser reconocida por nuestra militancia y por la historia. Los que eligieron el camino de la claudicación les espera el olvido de nuestro pueblo y de la historia.
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