Por Lucas Molinari
Una semana marcada por la llegada de Sergio Massa de Estados Unidos, la visita de dirigentes sindicales a la Embajada para dialogar sobre nuestra situación nacional, la confirmación oficial de la guerra económica contra el pueblo (Inflación interanual del 78,5%), la reaparición pública de CFK después del intento de magnicidio, la presentación del Presupuesto 2023 que busca enfriar la economía y la propuesta del senador Oscar Parrilli de un encuentro entre CFK y Macri.
El ritmo es vertiginoso.
¿Corresponde justificar un rumbo neocolonial para un país repleto de riquezas como Argentina?
¿Será que la promesa del necesario “derrame” para una victoria electoral en 2023 pueda conformar a la militancia popular?
En Gráfica insistimos con ciertos debates que parecen silenciados en el sistema de medios.
Carlos Avondoglio, integrante del Centro de Estudios para el Movimiento Obrero, reflexionó: “La situación en la que estamos hoy es que hay una especie de empate político, pero me parece que el empate hegemónico que caracterizó a los años `50, `60, `70, esto de que un proyecto de país no podía imponerse sin que el otro lo obturara ya no está, se ha desempatado a favor de los sectores de poder. Es decir que hay un empate en la superestructura, pero en la estructura hay un claro ganador. Por eso hay una crisis de representatividad en el Campo Popular, es como si nuestra dirigencia girara en el vacío. Como si el pueblo siguiera teniendo referencias políticas y emocionales, pero ya no tuviera herramientas para encontrar una salida. Es decir, nuestras dirigencias tienen que dejar de pensar que el rol del pueblo es de votarlos cada dos años para que ellos se pongan la capa y resuelvan todos los problemas. Con este gobierno quedó demostrado que está muy por fuera de sus posibilidades”.
La reflexión de Avondoglio pone el acento en el modelo exportador que Massa pactó profundizar con empresas multinacionales estadounidenses y tiene consenso en ambas coaliciones políticas.
“EEUU entregó 14,500 millones de dólares en armamentos a Ucrania” publicó el pasado martes 13 de septiembre el diario digital “Ejes del mundo en la Patria” (realizado por una cooperativa de trabajo de canillitas), que detalló “El Pentágono informó que ha trasladado alrededor de 47.000 toneladas de equipamiento militar a Europa. De esta forma EE.UU empujó a financiar la artillería militar para Ucrania”.
El interrogante es ¿Cuántas toneladas de soja, trigo, carnes, litio, gas, petróleo se van a llevar de Argentina a Europa?
Porque el guerrerismo yanqui tiene sus bases materiales, tienen mucho (de lo nuestro) para ofrecer a una Europa en recesión que va a transitar su primer invierno sin el gas ruso. Ahí se entiende la exitosa gira de Sergio Massa.
Lo preocupante es que cierta dirigencia haya pasado de rechazar el Acuerdo con el FMI a apoyar una estabilización que impone el ajuste.
¿No hay otra opción? En un país, como decía Jauretche, en el que llueve la riqueza pero está techado con canaletas que sacan todo al exterior ¿qué pasaría si se lograra ir recuperando aunque sea porciones chicas de soberanía?
El CEPA (Centro de Economía Política Argentina) brindó un detalle a partir del informe del INDEC sobre la suba de precios en agosto. Algunos ejemplos: Azúcar: pasó de $173,68 a $203,52, un incremento de 17,2% mensual y 168,9% interanual. Lavandina: pasó de $106,55 a $123,51 un incremento de 15,9% mensual y 103,6% interanual. Yogurt firme: pasó de $158,64 a $178,88, un incremento de 12,8% mensual y 80,1% interanual. Aceite de Girasol: pasó de $487,16 a $576,12, un incremento de 18,3% mensual y 122,7% interanual.
El economista Horacio Rovelli explicó: “Siempre que hubo un Acuerdo con el FMI nunca baja la inflación de tres dígitos anuales. Arturo Frondizi tenía una inflación del 58% en 1958, en 1959 acuerda con el Fondo y Álvaro Alsogaray que era el ministro de Economía decía que había que pasar el invierno. En ese momento la soja era la carne vacuna, nos limitaban el consumo de carne para poder exportarla… y la inflación superó el 110%”.
Un modelo en el que el enriquecimiento de las empresas transnacionales es directamente proporcional al empobrecimiento de las mayorías.
En otro informe del CEPA se da cuenta de las ganancias de Ledesma, Aluar, Molinos Río de la Plata y Arcor: “Tienen una facturación promedio en sus últimos ejercicios presentados todos en 2022 que se ubica 18,5% arriba de los ejercicios anteriores, medida en dólares”. A la vez el “costo laboral” en esas firmas “se reduce a 16,7% en los últimos datos que se conocieron en 2022 (parciales) en relación al mismo período de 2021, donde el guarismo alcanza 17,8%”. El estudio detalla que en el caso de Ledesma, en 2014 los salarios representaban el 24,7% en el balance de la patronal, mientras que ahora es del 21,1%. Para Arcor, en 2016 era el 25,7% del total y ahora es el 20,8%; Molinos baja del 20,9% al 13,5% desde el 2017, y Aluar pasó del 18,7% en 2014 al 11,5% en 2022.
CFK reapareció en el Senado públicamente con los Curas Villeros, entre otros grupos religiosos. Allí dejó algunas pautas que marcarán la agenda política. En un tramo se refirió a la suba de precios: “El problema es que la inflación viene porque no tenemos moneda” definió.
Cabe preguntarse, como lo hizo Rovelli, si la raíz del problema está en la dependencia del Norte.
Si nuestro peso tendría como respaldo nuestros Bienes Comunes ¿Qué pasaría? Es lo que hizo Rusia: ¿Quieren gas? Compren en Rublos.
¿Será esa la salida al problema de nuestra economía bimonetaria, aprovechando las oportunidades del nuevo orden mundial multipolar?
Esta semana se llevó adelante la Cumbre de la Organización para la Cooperación en Shanghái (OCS) en Uzbekistán. Allí se reunieron Vladimir Putin y Xi Ximping, una alianza que empuja otro esquema global. Putin dejó una declaración que resulta interesante para nuestro Sur: “El hecho de trabajar sobre los principios de igualdad de derechos y beneficio mutuo, el respeto a la soberanía de cada uno y la no injerencia en los asuntos internos, permitió que esta organización se convirtiera en un mecanismo eficaz de cooperación multilateral en un periodo de tiempo históricamente corto“.
La agenda internacional tiene mucha presencia en Gráfica y es clave para reflexionar sobre la realidad argentina. Lejos estamos del contexto en que el dirigente sindical Germán Abdala se paraba de manos ante la traición menemista. Aquella era una época marcada por la caída del Muro y un mundo Unipolar. Hoy el Imperio del Norte está en declive (a la vez que redespliega sus fuerzas hacia su “patio trasero”).
Abdala supo decir: “Nosotros vamos a defender esta democracia, haciendo la aclaración de que para nosotros la democracia no es un punto de llegada como para los liberales y para el gobierno que la ve como sistema rígido y cosa acabada. Para nosotros, la democracia es un punto de partida, que depende de la correlación de fuerzas. Si los sectores populares tienen más fuerza, más organización, más propuestas, esta democracia va a ser más popular, va a ser transformadora, va a ser social”. También en una conferencia en 1991 afirmó: “Sostuvimos antes la necesidad del pacto social, la creación de la comunidad organizada… Pero, ahora, ¿con quién el pacto social? ¿Con Pérez Companc? ¿Con Macri, acaso?…”.
REUNIONES EN LA EMBAJADA
“En apenas una semana, Stanley sumó fotos con gobernadores, ministros y dirigentes gremiales. Fue felicitado por la exitosa gira de Sergio Massa por Estados Unidos en el que puso nuestras riquezas al servicio de Norteamérica. Y suma una nueva gira en el horizonte cercano, que habrá de protagonizar el ministro del interior Wado de Pedro junto a gobernadores del Norte Grande de nuestro país”, escribió Fernando Gómez en Infonativa.
De las fotos de reuniones la que llamó la atención de muchos fue en la que apareció Hugo Yasky y Roberto Baradel.
En diálogo con Gráfica Yasky explicó: “Pudimos plantear nuestras perspectiva sobre la situación de los trabajadores y el papel del sindicalismo en la sociedad”. También habló sobre un pedido: “Le recordé que somos campeones del mundo en la fuga de capitales y que sería muy importante que EEUU brinde la información que hoy protege con ese secreto a quienes han fugado dinero a ese país”.
En la conversación se le recordó a Yasky sus dichos en noviembre de 2021, en respuesta a las declaraciones de Marc Stanley que había cuestionado la postura Argentina respecto de la no injerencia en la política de Cuba, Venezuela y Nicaragua. En aquel entonces el titular de la CTA de los Trabajadores dijo que el futuro embajador era “un virrey que tiene una concepción colonial” y agregó “Sus expresiones revelan el pensamiento profundo del gobierno de los Estados Unidos. Por más que haya diferencias entre Trump y Biden siguen pensando que América Latina es su patio trasero”.
En este caso, Yasky destacó que “los demócratas les dan a los sindicatos un reconocimiento y un papel importante en la sociedad, por supuesto que podemos tener diferencias, pero creo que el embajador se ha corrido de ese tipo de declaraciones, la última fue cuando le dijo a Larreta que no tienen que esperar a 2023 para tratar de construir un piso de mínimos acuerdos que hagan transitable la democracia”.
En el intercambio radial, se lo consultó por la línea política que promueve Evo Morales: la nacionalización del litio como puntapié para construir un acuerdo soberano entre Bolivia, Chile y Argentina, propuesta que resulta contraria a los intereses yanquis. El dirigente respondió: “Tenemos que situarnos en la realidad, acabamos de salir de una cornisa en la que estuvimos a punto de que este gobierno tuviera que entregar el mandato antes. La propuesta de Evo de ninguna manera la tenemos que desestimar, debería darse una política regional. Pero está claro que la infraestructura que requiere la explotación de litio y Vaca Muerta no la tiene Bolivia, que además también tiene inversión extranjera. Hay que discutir cómo se garantiza la soberanía sobre los recursos y dividendos. Tenemos que ser capaces desde el movimiento nacional y popular, con Cristina como garante y las centrales sindicales como garantes, de construir una propuesta que tenga que ver con defender nuestros intereses”.
Finalmente, Yasky planteó la necesidad de marchar el próximo 17 de octubre y repuso la exigencia de una suma fija que parece haber quedado fuera de la agenda de gobierno: “Las dos terceras partes de los trabajadores de este país tienen un salario por debajo de la línea de la pobreza y un montón de dirigentes sindicales mira para el costado, cuando pedimos aumento de suma fija para levantar el salario de los que están abajo, se agarran de la concepción corporativa y dicen que la paritaria no se las saca nadie. Hay que discutir ahora hoy, de qué manera recomponemos ingreso de quienes están debajo de la línea de la pobreza, si no cambiamos la realidad este país no tiene destino”.
Entre las críticas que se escucharon hubo muchas voces en off y otras que lo hicieron público. La dirigente gráfica y de la CGT de Córdoba Ilda Bustos expresó: “Les tengo mucho respeto y siempre he elogiado la historia sindical tanto de Yasky como de Baradel, y los diferencio del resto, pero me causó una profunda tristeza esa foto. Da un mensaje confuso a un movimiento obrero que ya está atravesando tiempos muy difíciles con la situación económica, laboral, el marco impuesto por el FMI, y el intento de asesinato de la vicepresidenta. Es un momento en el que hay en el mundo una discusión sobre el rol de Estados Unidos (…) que no ha cambiado de posiciones porque esté Biden. Hay una política exterior que siempre es parecida y en su intento de dominación, ha producido masacres en todo el mundo”.
Bustos luego subrayó: “La representación sindical tiene que ver con la clase trabajadora, y el rol de representar los intereses y derechos del movimiento obrero. No es responsabilidad de ningún dirigente sindical (reunirse con embajadores), es la dirigencia política la que tiene que buscar los caminos para salir de esta crisis, no creo que sea visitando la embajada de Estados Unidos la manera de ayudar al gobierno nacional”.
Finalmente, Bustos, consultada por el rol de CFK en esta coyuntura, respondió: “Ella hoy encarna muchísimas de las expectativas contra quienes creen que lo único posible es someterse a los dictados del FMI y de quienes en nuestro país promueven la continuidad de una acumulación en sus manos que nos han puesto en esta escalada inflacionaria que no se detiene. Un camino diferente al ajuste no depende solo de quienes lo planteamos, sino también de la vicepresidenta”.
También la CGT se reunió con Stanley. La comitiva estuvo encabezada por Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano, además del secretario de Relaciones Internacionales de la central, Gerardo Martínez, Noe Ruiz y Andrés Rodríguez.
Moyano expresó en una entrevista que “Stanley es mucho más peronista que muchos de los nuestros“. Otro elemento más para la confusión en una coyuntura marcada por la desorientación.
PARITARIA DOCENTE
Esta semana hubo acuerdo en la Paritaria Nacional Docente. Del 45,5% de incremento salarial acordado en febrero pasado, se aprobó llevarlo al 82% en tres tramos dispuestos de la siguiente manera: 64,7% (septiembre/octubre), 76,8% en noviembre y 82% en diciembre. Desde septiembre, el salario mínimo garantizado será $70.000, $75.000 en noviembre y $77.137 en diciembre. “Contempla además una revisión en el mes de noviembre y fijar la suma de 5.634 pesos desde septiembre en concepto de FONID (Fondo Nacional de Incentivo Docente) y de 6.173 pesos desde diciembre”, informaron desde el Ministerio de Educación. Muy lejos del monto de la canasta básica según el Indec que el 19 de agosto midió $111.298 (sin contar el alquiler).
CTERA demandó la trimestralización de la actualización de las jubilaciones de los docentes, reclamo compartido por otras organizaciones sindicales. El ministro Perczyk manifestó que “el compromiso y la voluntad política de este gobierno es que los salarios se recuperen y le ganen a la inflación”.
Sin embargo, el conflicto en algunos distritos continúa. En Santa Fe, el sindicato de base al que pertenece la titular de CTERA Sonia Alesso (Amsafe) rechazó la propuesta del gobierno provincial y volvió a convocar a un paro. Se definió en una votación en la que quedaron marcadas dos posturas: “De un lado los docentes que querían aceptar el aumento del 31% que les ofreció el gobierno de Omar Perotti (el 77% anual con una revisión en diciembre) y evitarse el descuento de los 11 días de paros que les recortará un tercio del salario: entre 30.000 y 40.000 pesos en los sueldos más bajos. Por el otro los que impulsaron el rechazo de la oferta desde la seccional Rosario del sindicato. Ganó el No por 623 votos entre más de 30.000 votantes. La asamblea provincial de Amsafé desestimó la propuesta de Perotti por 15.477 votos contra 14.854 y en su bronca profundizó el plan de lucha con dos paros de 72 horas en las próximas dos semanas: el 20, 21 y 22 y luego 27, 28 y 29 de septiembre. El No ganó en siete departamentos del sur y el Sí en los doce del centro norte, pero en una paridad tan marcada sobresalió un dato clave: el 40% de los votos en contra es de Rosario, lo que explica el resultado final”, describió Rosario/12.
En el caso del sindicato de escuelas de gestión privada (Sadop) acordó esta semana con el gobierno provincial, también el sindicato médico (AMRA), UPCN y ATE.
El conflicto docente en Santa Fe lleva once días de huelga en agosto y el 1º de septiembre que tuvieron una adhesión del ciento por ciento. Veremos qué ocurre en los dos paros de 72 horas convocados para la semana que viene (20, 21 y 22) y la próxima (27, 28 y 29). El descuento de los días no trabajados que dispuso el gobierno provincial significa para los docentes la pérdida de un tercio de su salario: el maestro de grado que recién se inicia equivale a 30.000 pesos y en un maestro con máxima antigüedad alrededor de 42.000 pesos.
En el Plenario de Amsafe que cubrió Rosario/12 se escucharon planteos como: “Estamos eligiendo entre un pésimo aumento y no pagar el alquiler”, “si con lo que cobramos no llegamos a fin de mes, ¿qué pretenden que hagamos con una amenaza de no cobrar casi 40 mil pesos?”.
YAPA. ¿ORDEN Y PROGRESO?
CFK expresó esta semana en su encuentro con religiosos: “A todos nos gusta el orden ¿no? Pero para mí el orden que nosotros dimos en nuestro gobierno fue ese: el orden que la familia coma toda junta, que los pibes vayan al colegio a estudiar, no a comer, que los obreros tengan su trabajo en la fábrica, el vendedor en su comercio, el comerciante. El orden de que cada uno esté haciendo lo que sabe y lo que tiene que hacer, ese es el orden. Por lo menos para mí ese es el orden. El orden de la pala, del palo y bala no me parece orden. Aparte son órdenes que duran poco tiempo”.
Así como el gran ordenador de una sociedad es el trabajo, la vivienda es un derecho humano que no está garantizado y constituye una urgencia social que parece ser desconocida por la dirigencia nacional. Parece haberse naturalizado la concepción mercantil a partir de la cual crece la dinámica de “gente sin casas y casas sin gente“.
Esta introducción es para dar cuenta de un aspecto del proyecto de Presupuesto 2023 que presentó el gobierno nacional al que hay que prestarle atención. Así lo informó el diario La Nación: “El proyecto de Presupuesto 2023, enviado por el Ministerio de Economía a la Cámara de Diputados ayer por la noche, contiene una ampliación del actual blanqueo con foco en la construcción y también uno nuevo, que se convertiría en el quinto en el milenio (hubo en 2009, 2013, 2016 y 2021, con distintas amplitudes) y el segundo del gobierno del Frente de Todos. En los artículos 71 y 72 del documento se propone hacer una modificación a la ley 27.679, que habilite a usar los fondos no declarados para comprar viviendas usadas (hasta ahora no se permitía) y para pagar importaciones”.
Consultado para este Panorama, Fernando Muñoz, militante de Inquilinos Agrupados y columnista de la Gráfica reflexionó: “La Argentina sigue un derrotero de beneficios fiscales para los más ricos, rebajas impositivas, y blanqueo de capitales sin dar explicaciones sobre su origen y garantizando el secreto suficiente que merecen los miserables dueños del dinero no declarado. Pero aun así es difícil competir con los paraísos donde se lava el dinero de la corrupción global. Quizás por eso, o apremiado por la larga fila de corporaciones empresarias que esperan sacar más beneficios de un gobierno lábil y cada vez más diligente con los poderosos, el presupuesto 2023 viene con premio. Se trata de la reforma de la ley 27679 de blanqueo para la construcción, de modo tal de habilitar a los tenedores de dólares no declarado a comprar viviendas usadas para locación, para alquiler, o para tenencia propia. Si solo en bancos norteamericanos habría 100.000 millones de dólares de evasores nativos, difícil es imaginar que necesiten comprar una vivienda usada para habitar con su familia. El blanqueo 2023 de Sergio Massa es una continuidad de su prédica por derogar la ley de alquileres y permitir la libertad de negocios que el mercado inmobiliario exige. La Argentina no tiene estadística, demora el resultado del censo, declara en la AFIP apenas el 10% de los alquileres, y ni siquiera controla y aplica el cumplimiento de la legislación vigente. Es claro que la concentración de la economía es simultánea a la tenencia de inmuebles. Solo un puñado de privilegiados podrá “dinamizar el mercado” y quedarse con la tierra urbana y rural. Los costos los seguirán pagando los trabajadores, a quienes se les niega -inclusive- el derecho a incluir el alquiler en el cálculo de la canasta básica. El INDEC ni siquiera reconoce el gasto mayor de una familia: el pago del alquiler a un mercado de viviendas cada vez más concentrado”.
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