Radio Gráfica dialogó con Juan Manuel Rossi, presidente de la Federación de Cooperativas Federadas (FeCoFe), que integra la Mesa Agroalimentaria, sobre los efectos del “dólar soja” y la posibilidad de que el mismo esquema se extienda a los cereales.
“Por lo pronto, el gobierno hace todo al revés de lo que pedimos. La semana pasada presentamos en el Congreso, a través de la Mesa Agroalimentaria, cinco proyectos de ley, uno de ellos tenía que ver con la segmentación, para que el que más tiene más pague de retenciones y de todos los impuestos. El dólar soja va contramano porque el productor chico ya vendió toda su producción a un precio de $50 mil la tonelada y ahora se vende a $70 mil. Esa plata la reciben las grandes exportadoras, que además son las que luego fugan”.
Mientras tanto, el gobierno celebra que la medida anunciada por Sergio Massa y que regirá hasta el 30 de septiembre, haya logrado una recaudación de u$s 1650 millones en sólo cinco días.
“Son grandes corporaciones multinacionales que mandan sus excedentes a las casas matrices, acá no queda nada, más allá de algunos dólares que se queda el Banco Central y que necesita con urgencia, es todo parte de una misma trampa”, opinó Rossi al tiempo que señaló que “el precio extraordinario de este mes, ($200 por dólar) hace que aumente el alimento balanceado, con lo cual hay un aumento para el productor de cerdo, de pollo, carne en general. También se pierde la poca renta que tienen esos productores: en todos los casos hay un impacto negativo”.
Ante la posibilidad de que los grandes productores retengan maíz y trigo, para lograr una medida similar al “dólar soja”, el referente resaltó: “El trigo es mucho más sensible a la mesa de los argentinos que la soja, se consume en el mercado interno. Lo cierto es que cuando uno como Estado no tiene herramientas, como fue la Junta de Granos, cuando no hay una empresa estatal que participe en el mercado, el Estado queda preso de las grandes corporaciones, donde hay cada vez más concentración y poder”.
“Cuando el Estado no tiene herramientas, queda preso de las grandes corporaciones”
Y continuó: “El tercer bien más importado del país es el poroto de soja. Es una maniobra de las grandes exportadoras, lo traen de Bolivia, Paraguay y lo sacan nuevamente. En esa operatoria está la triangulación, la ausencia del Estado para controlar. Vemos además la importancia del Río Paraná, porque las agroexportadores se “autocontrolan” y esa fiesta la paga todo el pueblo argentino”.
Para finalizar señaló que durante mucho tiempo hubo un discurso único del campo que generó una distorsión en la percepción del gobierno: “Muchos creen que la Mesa de Enlace representa a la mayoría, sí es verdad que tienen mucho poder, pero son la minoría en términos de voto, de provincias”. “Dentro del Frente de Todos hay mucho desconocimiento sobre nuestro sector, sobre el cooperativismo, los pequeños y medianos productores, y sobre la agricultura familiar”, concluyó.
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