Se reúne la Organización de Cooperación de Shangai. Llega Irán como miembro pleno. Rusia y China van por mayor integración económica. El dólar. Samarcanda, del Paleolítico al presente, incluidos Tamerlán, Las mil y una noches y Corto Maltés.
Por Gabriel Fernández *
SHANGAI. Entre el 15 y el 17 de septiembre se concretará una reunión trascendente de la Organización de Cooperación de Shangai (OCS). Allí se resolverá la incorporación como miembro pleno de Irán y se analizarán los pedidos de otras naciones en esa dirección. También, se realizará un diagnóstico de la compleja situación internacional, y se profundizará el vínculo económico entre los integrantes de la gran coalición. La cita será en Uzbekistán, más precisamente en la legendaria ciudad de Samarcanda, lo cual permite adentrarse –en paralelo a la información- en una fascinante historia que se prolonga hasta el presente.
La OCS supera las dos décadas de actividad. Nacida para armonizar la realidad en Asia Central entre los seis países fundadores –China, Rusia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán– fue abordando, sin prisa pero a paso firme, áreas sensibles: seguridad, economía, energía y cultura, en el marco de una lucha común contra “el terrorismo, el separatismo y el extremismo”. En el origen surgió como Grupo de los Cinco; ahí nomás se sumó Uzbekistán. Está encabezada por el Consejo de Jefes de Estado, que se reúne una vez al año. Las decisiones son consensuadas, aunque algunos miembros denotan sus preferencias: China, en el aspecto económico; Rusia, en el terreno militar.
La semana anterior se reunió el Consejo Ministerial de la entidad. El cruce se desplegó en Taskent, la capital uzbeka. Resultó clave para ordenar el perfil de la cumbre y para ir delineando lo que se denominará la “Declaración de Samarcanda”. El diálogo de los cancilleres involucró varios asuntos eje: Interconectividad y creación de corredores de transporte eficientes; trazado de una hoja de ruta para el aumento gradual de la participación de las monedas nacionales en el comercio y, más en general, la integración euroasiática. Once Estados aspiran a elevar el rango de su participación. Lo anticipó el canciller anfitrión, Vladímir Nórov, cuyo país ejerce la presidencia rotativa.
Se registraron dos expresiones significativas, formuladas a través de sendas entrevistas, que sirven para entender muy a fondo el futuro que prevé la OCS, así como los elementos centrales del panorama mundial. Por un lado, el recién citado ministro, y por otro, su colega ruso Serguéi Lavrov. Cabe absorber los factores esenciales de sus planteos.
NÓROV (UZBEKISTÁN).
–¿Qué es la OCS hoy en día y qué papel desempeña en la escena internacional?
-En primer lugar, me gustaría destacar que en un periodo relativamente corto la Organización de Cooperación de Shanghai ha recorrido un largo camino y se ha convertido en parte integrante del contexto político y económico mundial.
En la actualidad, la OCS es la mayor organización regional del mundo. Su territorio total supera los 34 millones de kilómetros cuadrados. Esto supone más del 60% del territorio del continente euroasiático. La población total de los Estados miembros de la OCS es de 3.200 millones de personas, lo que supone casi la mitad de la población mundial.
Incluye 8 miembros permanentes, 4 Estados observadores y 9 socios de diálogo.
La “familia ampliada” de 21 países abarca tres continentes: Asia, Europa y África. Al mismo tiempo, sigue creciendo el interés de otros países por interactuar con la estructura en uno u otro formato.
La posición internacional de la OCS se ve reforzada por la constante expansión de su red de organizaciones asociadas: la ONU y sus organismos especializados, la ASEAN, la CEI, la OTSC, la CEEA, la CICA y la OCE. Se están forjando lazos con la Liga de Estados Árabes y otras estructuras multilaterales.
En la actualidad, el espacio de la OCS es una región autosuficiente en términos de vastas reservas de materias primas, productos manufacturados, mano de obra cualificada y capital humano, y potencial tecnológico.
El tamaño total de las economías de los Estados miembros de la OCS es de unos 20 billones de dólares, lo que supone 13 veces más que cuando se creó. La OCS es el mayor mercado de consumo del mundo. En la actualidad, el PIB combinado de los miembros de la OCS ha alcanzado aproximadamente ¼ del total mundial. En 2030 esta cifra puede aumentar hasta el 35-40% del PIB mundial.
La OCS tiene un enorme potencial de transporte y tránsito que está a la espera de ser realizado en la práctica. Con la diversificación de las cadenas de suministro mundiales, la creación de nuevos corredores internacionales de ferrocarril y carretera en Eurasia a lo largo de las rutas Este-Oeste y Norte-Sur adquiere una dimensión estratégica.
Tampoco debemos olvidar que la OCS es una plataforma prometedora para reforzar el diálogo intercivilizacional y la cooperación cultural y humanitaria. La relevancia de este ámbito aumenta especialmente en un contexto de empeoramiento de la desconfianza y los sentimientos antagónicos en el mundo.
La participación de países, cada uno con una rica historia y un patrimonio cultural único, en una organización contribuye a reforzar el entendimiento mutuo y el espíritu de cooperación en Eurasia.
-El presidente uzbeko Shavkat Mirziyoyev ha identificado a Asia Central como una de las prioridades de la política exterior de su país. ¿Cómo valora el papel de la OCS en el fortalecimiento del regionalismo?
-La aparición de la OCS se debió a la nueva situación en Asia Central tras el colapso del sistema bipolar a finales del siglo XX, cuando el mundo entraba en un nuevo siglo con problemas complejos y consecuencias imprevisibles. En ese difícil período, la necesidad de una cooperación regional institucionalizada entre los jóvenes Estados independientes de Asia Central para contrarrestar las nuevas y multifacéticas amenazas y desafíos era una realidad objetiva.
En este sentido, la aparición de la OCS fue un resultado directo de los esfuerzos por garantizar la estabilidad y la seguridad en Asia Central. Y, por lo tanto, el valor añadido más importante de la creación y las actividades de la OCS puede considerarse como su contribución, principalmente, al fortalecimiento de la estabilidad y al desarrollo de la interacción regional en Asia Central.
Esto es un hecho reconocido y comprobado.
Hoy en día existe una contribución tangible de la OCS al mantenimiento de la paz y la estabilidad en la región. Sus logros son indiscutibles, sobre todo en la lucha contra las amenazas del terrorismo, el extremismo y el separatismo. Fue en el marco de la OCS donde se elaboró el primer documento multilateral que define el concepto de terrorismo: la Convención de la OCS sobre la lucha contra el terrorismo, el separatismo y el extremismo, del 15 de junio de 2001.
La Estructura Regional Antiterrorista de la OCS, con sede en Tashkent, trabaja de forma coherente en este ámbito, coordinando de forma conjunta y abordando eficazmente las causas, las fuentes y las manifestaciones de los “tres males”.
Se realizan regularmente ejercicios antiterroristas de la OCS, incluidos los ejercicios para detectar y reprimir el uso de Internet con fines terroristas, extremistas y separatistas, así como la operación internacional antidroga “Web”.
Se mantiene un diálogo regular sobre una amplia gama de cuestiones relacionadas con un gran abanico de asuntos de seguridad a través de los Secretarios de los Consejos de Seguridad, los ministros de Defensa, Asuntos Internos y los jefes de las agencias antidroga de los Estados miembros.
Se ha establecido una cooperación para garantizar la seguridad de la información a nivel internacional. Existe un grupo de trabajo en este ámbito, y se ha preparado y adoptado el Programa de Cooperación sobre Seguridad de la Información Internacional con la participación activa de la parte uzbeka.
Sin embargo, la contribución de la OCS a la estabilidad regional no se queda ahí.
En la práctica, la organización considera que la seguridad y el desarrollo económico son pilares interrelacionados. Este es el importante papel de la OCS en el mantenimiento de la estabilidad y el desarrollo sostenible de la región.
A pesar de los cambios que se están produciendo en la región y sus alrededores, después de más de 20 años, Asia Central sigue siendo el núcleo geográfico de la OCS. Los Estados miembros comprenden plenamente que garantizar la estabilidad y el desarrollo sostenible en la región sigue siendo un imperativo y, por ello, estas tareas deben seguir siendo el centro de atención de la organización.
Obviamente, la ampliación del número de miembros de la organización, unida a la rápida evolución de la situación en la región y en el mundo en general, introduce ciertos ajustes en la agenda de la OCS.
Se trata de un proceso objetivo, pero que no disminuye en absoluto el papel de la organización en nuestra región. De hecho, la inclusión de los mayores países del sur de Asia, India y Pakistán, en el “área de responsabilidad” de la OCS, y la trayectoria emergente de expansión hacia Oriente Medio abren nuevas perspectivas para los países de Asia Central a través de la OCS: se está convirtiendo en una poderosa plataforma multilateral para el desarrollo conjunto y la implementación de iniciativas mutuamente beneficiosas en el desarrollo de interconexiones multiestructurales en el vasto espacio euroasiático, desde el transporte, las infraestructuras, la energía, hasta la economía “verde” y la transformación digital.
También es importante la aplicación práctica del “espíritu de Shanghái” a través de las herramientas de la diplomacia pública, el turismo, el fortalecimiento de la amistad y la buena vecindad, las nuevas iniciativas culturales y humanitarias, el enriquecimiento de la agenda de la OCS mediante la promoción de nuevas áreas y formatos de cooperación en ámbitos tan prometedores como las tecnologías de la información y la comunicación, la reducción de la pobreza, la cuarentena vegetal, el fortalecimiento del perfil global de la OCS y la ampliación de sus vínculos internacionales.
-Como es sabido, Uzbekistán, como nación que preside la OCS, acogerá la Cumbre de Jefes de Estado de la OCS en septiembre de este año en Samarcanda. ¿Podría detallar los preparativos de esta cumbre y compartir su valoración sobre su importancia?
-La presidencia de Uzbekistán en la Organización de Cooperación de Shanghai se acerca al evento principal -la reunión del Consejo de Jefes de Estado en Samarcanda- con un sólido paquete de nuevos documentos jurídicos y conceptuales destinados a elevar la polifacética interacción dentro de la organización a un nuevo nivel cualitativo.
La elección de Samarcanda tiene un profundo sentido: la ciudad ha sido desde tiempos inmemoriales un lugar de encuentro histórico y de diálogo entre civilizaciones, un puente para el enriquecimiento cultural y humanitario y el desarrollo del comercio internacional, la consolidación de la buena vecindad.
Samarcanda ha adquirido una dimensión especial en la dinámica diplomática del Nuevo Uzbekistán, sirviendo de plataforma única para convocar y promover las iniciativas internacionales y diplomáticas más importantes de nuestro país. En los últimos años, la ciudad ha acogido varios foros importantes, como la Conferencia Internacional “Asia Central: un pasado y un futuro común, cooperación para el desarrollo sostenible y la prosperidad mutua” (2017), el Foro Asiático de Derechos Humanos (2018), posteriormente transformado en el Foro de Derechos Humanos de Samarcanda (2020), y otros.
El patrimonio único de Samarcanda y su nuevo poder creativo se ajustan perfectamente a la base de valores de la OCS: los principios de confianza, beneficio mutuo, igualdad, respeto a la diversidad cultural y desarrollo conjunto.
Hoy, en vísperas de la cumbre, la “joya” de la Gran Ruta de la Seda experimenta un nuevo nacimiento con una amplia reconstrucción y está lista para acoger el mayor foro político y diplomático del año en Eurasia.
En un ambiente tan agradable, los Jefes de Estado debatirán en la cumbre de Samarkanda los nuevos retos y tareas a los que se enfrenta la OCS a la luz de la profunda transformación de las relaciones internacionales contemporáneas, y adoptarán una serie de decisiones cruciales que tendrán una importancia histórica para la evolución futura de la Organización.
Uno de los temas clave de la agenda de la cumbre es la ampliación de la OCS. El Memorando de Compromiso de la República Islámica de Irán para conseguir el estatus de miembro de la OCS ya está listo para ser firmado. El documento prácticamente allanará el camino para que esta destacada nación de Oriente Medio se convierta en miembro de pleno derecho de nuestra Organización.
En este contexto, la próxima cumbre presidida por Uzbekistán adquiere una importancia especial, ya que constituye un lugar muy oportuno y eficaz para que los líderes del Grupo de los Ocho de Shanghái discutan toda una serie de cuestiones urgentes de la agenda regional y mundial.
Todo esto inspira la confianza de que la cumbre de Samarkanda marcará dignamente la entrada de la OCS en la tercera década, marcando un nuevo hito en su evolución.
LAVROV (FEDERACIÓN DE RUSIA).
-¿Qué tan cómodo se siente con el dólar estadounidense?
–Presentaremos a los líderes para su consideración propuestas sobre acciones específicas para cambiar a liquidaciones en monedas nacionales. Creo que ahora todos lo pensarán. África ya tiene una experiencia similar: monedas comunes en algunas estructuras subregionales que, sin embargo, en general, están vinculadas a las occidentales. A partir de 2023, comenzará a funcionar una zona de libre comercio continental en el continente africano. Un paso lógico sería reforzarlo con acuerdos cambiarios.
-Bielorrusia -y muchos otros- se han manifestado deseosos de unirse a la OCS
-Hay un amplio consenso sobre la candidatura bielorrusa (…) Lo sentí hoy. Hay una serie de candidatos para el estatus de observador, socio de diálogo. Algunos países árabes muestran tal interés, al igual que Armenia, Azerbaiyán y varios estados asiáticos.
Sigue la tensión sobre la llamada Diplomacia del grano.
-En cuanto al tema del grano ruso, fueron las sanciones estadounidenses las que no permitieron la plena implementación de los contratos firmados debido a las restricciones impuestas: los barcos rusos tienen prohibido ingresar a varios puertos, hay una prohibición en los barcos extranjeros que ingresan a los puertos rusos para recoger la carga de exportación, y las tarifas de los seguros han aumentado. Las cadenas financieras también se ven interrumpidas por las sanciones ilegítimas de los EE. UU. y la UE. En particular, el Rosselkhozbank, a través del cual pasan todos los principales establecimientos de exportación de alimentos, fue uno de los primeros en ser incluido en la lista de sanciones. El secretario general de la ONU, A. Guterres, se ha comprometido a eliminar estas barreras para abordar la crisis alimentaria mundial. Vamos a ver.
-Cuál es la posición de la OCS sobre Taiwán
-No discutimos esto con nuestro colega chino. La posición de Rusia sobre una sola China permanece sin cambios. Estados Unidos confirma periódicamente la misma línea en palabras, pero en la práctica sus ‘hechos’ no siempre coinciden con las palabras. No tenemos ningún problema en defender el principio de la soberanía china.
-¿Debería la OCS abandonar el dólar estadounidense?
–Cada país de la OCS debe decidir por sí mismo qué tan cómodo se siente al confiar en el dólar, teniendo en cuenta la absoluta falta de confiabilidad de esta moneda para posibles abusos. Los estadounidenses han usado esto más de una vez en relación con varios estados.
-Por qué es importante la OCS.
-No hay líderes ni seguidores en la OCS. No hay situaciones en la organización como en la OTAN, cuando EE.UU. y sus aliados más cercanos imponen una u otra línea a todos los demás miembros de la alianza. En la Organización de Cooperación de Shanghái no se da la situación que estamos viendo actualmente en la UE: los países soberanos están siendo literalmente ‘noqueados’, exigiéndoles que o dejen de comprar gas o reduzcan su consumo en violación de los planes e intereses nacionales.
Todos estos procesos, en interconexión, ayudan a formar la Gran Asociación Euroasiática, de la que el presidente Vladimir Putin ha hablado repetidamente. Vemos en ellos un beneficio para toda la población del continente euroasiático.
-Los medios occidentales siguen cuestionando seriamente la acción rusa en Ucrania. ¿Persiste el respaldo de la OCS a la iniciativa militar en ese territorio?
–Estados Unidos, la UE y la OTAN ignoraron todas nuestras propuestas para su eliminación [refiriéndose a los activos de expansión de la OTAN] sobre la base del principio de respeto mutuo por los intereses de seguridad.
Cuando se prohibió el idioma ruso en Ucrania y el gobierno ucraniano promovió teorías y prácticas neonazis, Occidente no se opuso, sino que, por el contrario, alentó las acciones del régimen de Kiev y admiró a Ucrania como baluarte de la democracia. Los países occidentales suministraron armas al régimen y planificaron la construcción de bases navales en territorio ucraniano. Todas estas acciones estaban dirigidas abiertamente a contener a la Federación de Rusia. Llevamos 10 años advirtiendo que esto es inaceptable.
Recordemos el ejemplo de Afganistán, cuando incluso las ceremonias de boda fueron objeto de ataques aéreos, o Irak y Libia, donde el estado fue completamente destruido y muchos humanos se sacrificaron vidas. Cuando los estados que siguieron fácilmente esa política ahora están haciendo un escándalo por Ucrania, puedo concluir que las vidas de los afganos y los árabes no significan nada para los gobiernos occidentales. Es desafortunado. El doble rasero, estos instintos racistas y coloniales deben ser eliminados. Todos los miembros de la OCS conocen estos hechos.
SAMARCANDA. Samarcanda es tan antigua que los investigadores no logran definir el período de su fundación. Han hallado indicios de presencia humana ya en el Paleolítico tardío; las estimaciones más aceptadas señalan que surgió en el siglo VIII antes de Cristo. Con el tiempo, fue prosperando a raíz de su ubicación estratégica y de un buen vínculo tejido, paso a paso, con China. Sucede que al estar situada entre la gran nación y el mar Mediterráneo, resultó clave para el despliegue de la Ruta de la Seda y se configuró como una de las ciudades más importantes de Asia Central.
En el siglo xiv se convirtió en la capital del imperio de Timur (Tamerlán) allí está su mausoleo (el Gur-eAmir), mientras que la Mezquita Bibi-Khanym (una réplica moderna) sigue siendo uno de los monumentos más notables de la ciudad. El Registán fue el antiguo centro de la ciudad, la cual ha conservado las tradiciones de los antiguos oficios: bordados, bordados de oro, tejidos de seda, grabado sobre cobre, cerámica, tallado y pintura sobre madera. ¿Qué es el Registán? Una plaza pública donde las personas se reunían para escuchar las proclamaciones reales, anunciadas por explosiones en enormes tubos de cobre llamados dzharchis, aunque también un lugar destinado a las ejecuciones públicas. La plaza está enmarcada por tres madrasas (escuelas islámicas) de la distintiva arquitectura islámica.
Al comienzo del siglo VIII Samarcanda fue invadida y sometida por pueblos árabes. Fíjese lector: bajo el poder de los Abásidas, se obtiene el secreto de la fabricación de papel a partir de la confesión de dos prisioneros chinos capturados en la batalla del Talas en el año 751, lo que originó la primera fábrica de papel en el mundo islámico. La invención luego se extendió al resto de la zona, y más tarde a Europa. Los batifondos y las reyertas caracterizaron el poblado. Entre los siglos VI y XIII Samarcanda fue controlada por turcos, árabes, persas, hasta resultar saqueada por los mongoles de Gengis Khan en 1220.
Para comprender su importancia, vale indicar que en esa época la ciudad se aproximaba al medio millón de habitantes, la cifra que alcanza en la actualidad. Una pequeña parte de la población sobrevivió, pero Samarcanda sufrió una vez más otro ataque mongol liderado por Khan Baraq para obtener tesoros. Tras varias décadas la ciudad se recuperó de estos desastres. En 1365 tuvo lugar una revuelta contra el dominio mongol. No resultó sencillo construir una ciudad con tantas potencias anhelantes en derredor. Pero la posición geográfica y el firme talante de los locales, fueron diseñando una patria.
Los rusos se aproximaron. Vamos a saltear un tramo para adentrarnos en períodos más cercanos. Digamos que la ciudad se convirtió en la capital del Óblast de Samarcanda en el Turquestán ruso y creció en importancia sobre todo cuando el ferrocarril Trans-Caspio llegó a la ciudad en 1888. En 1925 se convirtió en la capital de la Uzbekistán (República Socialista Soviética de Uzbekistán), antes de ser sustituida en 1930 por Taskent, la actual capital.
FASCINACIÓN Y MISTERIO. No hay mar pero su tono es azul. Las cúpulas redondeadas brindan un matiz que envuelve con ese sabio color a la ciudad vertebral de la Ruta de la Seda. Es la Joya Azul de Asia y sus reflejos se extienden en un aura que la define desde lejos.
El encanto y el misterio del lugar se alimentan de varios elementos. Vale contar una historia, la de la Mezquita Bibi Khanum: Esta gigantesca obra fue construida por la esposa de Tamerlán, Bibi Khanum, mientras su esposo estaba de campaña fuera de la ciudad. Tamerlán, gran conquistador nómade que transitó desde Delhi hasta Moscú, desplegó entre 1382 y 1405 su vibrante poder en la región. Pero claro, estaba mucho fuera de casa. Parece que el arquitecto de la Mezquita se enamoró de Bibi y se negó a completar el trabajo acordado a menos que le diera un beso. Al menos esa es la pudorosa referencia de la leyenda.
Se besaron nomás, y el encuentro romántico dejó una marca en ella. El hecho desató la furia de Tamerlán, que no estaba imbuido del actual debate sobre derechos ni apeló a consejos psicológicos para procesar y comprender. Armó un buen escándalo y dispuso parte de su ejército para rastrear al audaz arquitecto. Finalmente lo halló, pero –quizás advertido- ya estaba muerto. La esposa de Tamerlán era conocida por el nombre de ‘Bibi Khanum’ (que literalmente significa mujer-mujer o la reina de todas las mujeres en persa).
En cualquier caso, la mezquita, con su puerta principal de más de 35 metros de altura, es uno de los más espectaculares edificios en Samarcanda, tenía cuatro minaretes el patio central estaba enlosado con placas de mármol y de cerámica y rodeado por un corredor de arcadas con 400 columnas de mármol blanco coronadas por cúpulas. En su mayoría se derrumbó en un terremoto en 1897, pero fue restaurada por el Gobierno con el azulejo original. Aunque aún impresiona por sus formidables dimensiones es tan sólo una trazo de lo que fue.
Pero eso no es todo. Otro de los aportes al encanto que envuelve Samarcanda se afinca en Las mil y una noches. Esa obra en la cual el rey Shariyar, enojado con su esposa –que fijación con la temática ¿no?-, resuelve matar a cada mujer que desposa una jornada después de la boda. Allí está Sherezada, que enfrenta el riesgo de casarse con el sultán y a través de los relatos que le cuenta noche tras noche, siempre interrumpidos en el punto culminante, consigue que el soberano le perdone la vida y frene su sanguinario proceder.
Las mil y una noches evidencian el placer y la tensión que puede generar el arte del buen narrar, de fascinar al lector con la historia que se le impone. El manejo del conflicto es magistral: absorbe al lector y, luego de diversas contrariedades, se resuelve de manera ejemplificadora. Quizás los finales no son sorpresivos, pero sí armónicos: sugieren que el orden puede restablecerse y las injusticias, reparadas.
Drama, pasión, comicidad, configuran el gran libro. Pero también elementos que favorecen la comprensión del comportamiento humano. Estructurado con base en cajas chinas (historias dentro de historias), se cuenta un suceso en el cual los personajes cuentan otras historias dentro de las cuales también emergen personajes que dan a conocer sus propios derroteros. Este recurso delinea la forma del libro, y sus contenidos: apunta a un mundo en el que todos narran para salvar la vida, tal como Sherezada, pero también para deleitar a los que escuchan. Según los mejores críticos orientales, la misma obra es una metáfora de cómo la ficción nos enriquece la vida, nos da acceso a mundos inimaginables y fantásticos, nos saca de nosotros mismos y favorece el vínculo con los demás, tal como le ocurre al rey Shariyar.
Las mil y una noches ofrece historias placenteras, que valen por sí mismas, pobladas de genios crueles, brujas bondadosas, metamorfosis de seres humanos en animales, viajes prolongados y sorpresivos, amores contrariados y culminados, ansias de amor, de reconocimiento, de venganza. Se dice que la mejor edición, bien cercana al lejano original, fue realizada por el sirio René Khawam, con más de un millar de páginas. Sin embargo, este periodista sugiere tomar cualquier versión, poner buena luz, situarse en un lugar cómodo y dejarse llevar por un océano de pasiones y adecuadas dosis de sangre, lágrimas y sonrisas.
Mucho después llegaría el gran Hugo Pratt para asentar en Samarcanda a su Corto Maltés, en una de las mejores aventuras de la serie. El errante marino, con profundos vínculos en ambientes ocultos del lugar, se orienta en busca de un tesoro cuya existencia pudo conocer capítulos atrás. Un manuscrito de Lord Byron, escondido en la cúpula de la mezquita de Kawakly, en la isla de Rodas, es punto de partida para este relato cuya acción transcurre entre 1921 y 1922 en la Ruta de la Seda. Corto, tras la pista del tesoro de Alejandro Magno, enfrenta situaciones complejas: derviches, adoradores del demonio, miembros de la secta de los hashashins y los diversos ejércitos que guerrean en la región.
Mientras atraviesa situaciones tan violentas como extraordinarias, se entera del destino de su amigo y contracara Rasputín: el cruel barbado está preso en una cárcel de Samarcanda. A regañadientes, pero sabiendo también que no podrá evitarlo, el Corto brega por su libertad. Se trata de una de las obras más sugestivas de Pratt. Allí el marino de Malta se topa con su doble, un militar turco de mala entraña. El subtexto de la historieta incluye, al entender de este cronista, una reivindicación sincera y sensitiva de la lucha del pueblo armenio.
Así que vea usted, lector, lo que encarna la sede del encuentro de la Organización de Cooperación de Shangai.
UN NUEVO VIAJE HACIA EL FUTURO. Actualmente, ocho países son miembros de la OCS: además de sus fundadores, también están India y Pakistán que se unieron en 2017. Bielorrusia recibió el estatus de observador en 2015. Otros tres países tienen el mismo nivel en la organización: Afganistán, Mongolia e Irán (hasta ahora).
Durante aquella reunión preparatoria, el consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, se reunió con su par Lavrov, al margen de la reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la OCS en Taskent.
Wang Yi dijo que, ante la severa y complicada situación internacional actual, China y Rusia, como dos grandes países y miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), deberían fortalecer la comunicación estratégica para demostrar el impulso básico de su asociación integral y contribuir a promover el desarrollo sano y estable de las relaciones chino-rusas, con el objetivo de perseverar y practicar el verdadero multilateralismo, e impulsar el orden internacional hacia un rumbo justo y razonable.
El canciller del Dragón expresó que este año marca el vigésimo aniversario de la firma de la Carta y el decimoquinto aniversario de la firma del Tratado sobre Buena Vecindad, Amistad y Cooperación a Largo Plazo entre los Estados Miembros de la OCS, lo cual es de gran importancia para heredar los éxitos logrados en el pasado y emprender un nuevo viaje hacia el futuro. China está dispuesta a fortalecer la solidaridad y la cooperación con los demás Estados miembros, para hacer de la OCS una columna vertebral en la salvaguardia de la equidad y la justicia internacionales, un factor estabilizador para la paz regional y mundial y un motor importante que impulse la recuperación posterior a la pandemia.
Por su parte, Serguéi Lavrov dijo que el tiempo mide el corazón de una persona. Las relaciones entre Rusia y China han resistido la prueba del cambiante panorama internacional, lo que demuestra la amistad y la confianza estratégica mutua entre los dos países. La parte rusa está lista para mantener estrechos intercambios de alto nivel con la parte china y promover la cooperación práctica en diversos campos. Las dos partes deberían continuar reforzando la coordinación en los asuntos multilaterales, apoyar el papel central de la ONU en los asuntos internacionales, defender el orden basado en el derecho internacional y apoyar a los países en desarrollo que anhelan independencia.
Ambas partes subrayaron que la OCS reúne a grandes productores y consumidores de alimentos y energía, y que es menester fortalecer la coordinación y aglutinar consensos para desempeñar un papel constructivo en la respuesta a los desafíos de la seguridad alimentaria y energética global. También, que deben profundizar la articulación entre la Iniciativa de la Franja y la Ruta y la Unión Económica Euroasiática (UEE), para impulsar la interconectividad y el desarrollo común de la región.
El azul representa, dicen, libertad y armonía. ¿Es así? Otros, enfatizan la serenidad. Hay quienes lo enlazan a la tristeza.
Un mundo nace, sin olvidar su historia. Otro muere, aunque deja huella.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
Imágenes de Samarcanda
** Desde la misma noche del ataque a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner informamos al aire sobre lo ocurrido en Radio Gráfica y en Telesur, además de las redes sociales. Inicialmente pensamos referirnos al tema en estas Fuentes, pero a la hora del cierre no existían novedades relevantes que modificaran lo que ya publicamos. De tal modo, resolvimos retomar la información internacional profunda.
Discusión acerca de esta noticia