BRICS+. Sueño americano. RCEP, Asia Pacífico. Grecia. Meta verso. Medio Oriente, el otro gran realineamiento. Narración y análisis. La paz y el dinero. Argentina, serás lo que debas ser.
Por Gabriel Fernández *
La hegemonía de las vías informativas en Occidente puede hacer creer que el mundo vive un proceso de retromarcha que lo llevará a ratificar los esquemas previos de poder. Al menos ese es el clima político inducido en general y con fuerte despliegue en el Sur de América. Aunque nadie supone que el avance histórico es lineal, resulta preciso señalar que los datos esenciales de los meses recientes no se han modificado regresivamente: en varios aspectos cobraron empuje.
EXPULSIONES IMAGINARIAS. Recién se están empezando a articular los resultados de la reunión BRICS + en Beijing, que opacó a la del G7 en los Alpes. Desde hace poco menos de un mes, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica diseñan el ingreso de Irán y la Argentina a esa coalición formada por emergentes en franco desarrollo. Analistas sureños y norteños coinciden en que el bloque incluye las economías dominantes en las décadas venideras. Esto ya les está permitiendo influir en los rumbos globales y en el seno de las entidades multilaterales existentes.
En medio de ese panorama, se ha difundido como banderola para la imaginaria vuelta al pasado la iniciativa de los Estados Unidos de excluir a la Federación de Rusia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Semejante propuesta debería estar impulsada por el secretario general –a Antonio Gutérrez no le faltan ganas pero le falta una i-, adoptada por el Consejo de Seguridad, y refrendada a través de modificaciones estatutarias por dos tercios de una Asamblea General. Congregar ese respaldo ya era imposible hace una década para el núcleo rector del Norte; ahora, solo despierta comentarios irónicos.
Los acuerdos labrados pacientemente por años y concretados en el período más próximo por Rusia, China e Irán encarnan otro de los elementos a considerar. Las inversiones conjuntas, los recorridos marítimos, el enlace con naciones de Asia Central y Medio Oriente, el cuidado de Siria, el combate a las bandas mercenarias establecidas en varias regiones, son algunos de los pasos que se vienen plasmando. A tal punto que en un tiempo prudencial podrá hablarse de un gobierno confederado sobre esa parte del mapa; equilibrado y con singular vigor.
El avance de este agrupamiento ha llevado al perspicaz periodista Pepe Escobar a deslizar “Hablemos de que China, Rusia e Irán están tan aislados. Bueno, después de todo, estamos muy adentrados en el espectro del metaverso, donde las cosas son lo contrario de lo que parecen”. Lo dice sin conocer el refuerzo que la expresión ofrece en el lunfardo argentino. Los medios andan meta verso. Pero hay más.
LA BALADA DEL MAR SALADO. Si existe un elemento que caracteriza el período, es el raudo establecimiento de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP) un acuerdo de libre comercio entre los diez estados miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). Se trata de Myanmar, Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam, y cinco estados de Asia y Oceanía con los que la ASEAN tiene acuerdos de libre comercio en curso (Australia, China, Corea del Sur, Japón y Nueva Zelanda). Entre todos incluyen al 30% de la población mundial y el 30% del Producto Bruto Mundial.
El RCEP deshilachó el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), el pacto otrora propuesto por el bloque anglosajón que involucró varias naciones de Asia y América, pero excluyó a China y la India. Luego de la salida del TPP de los Estados Unidos durante la presidencia de Donald Trump se reimpulsaron las gestiones en el RCEP y se vivificó el acuerdo de noviembre de 2020. El RCEP es el primer tratado de libre comercio entre China, Japón y Corea del Sur, y también el primer tratado multilateral que incluye al coloso. De hecho, viene corriendo el eje gravitatorio de la economía mundial hacia Asia. Objetivamente se trata del mayor tratado de libre comercio y del bloque comercial más importante en el planeta, superando al establecido en América del Norte y a la Unión Europea (UE).
LA AYUDA OCCIDENTAL. La política es comparación. Mientras todas estas naciones vienen apretando el acelerador, Grecia se despereza después de padecer la pesadilla que Occidente y su Fondo Monetario Internacional (FMI) propone como equilibrio económico. Este sábado celebró el fin de la supervisión fiscal reforzada de sus cuentas públicas por parte de la UE, iniciada hace 12 años por la presión de los mercados sobre su deuda pública. Esto había llevado al país a solicitar varios rescates financieros que fueron otorgados a cambio de aplicar políticas de austeridad.
Para Grecia termina una etapa de supervisión fiscal reforzada de la entidad del Viejo Continente. En 2010, el gobierno griego, estrangulado por la presión de los mercados sobre su deuda pública, pidió un plan de rescate financiero a la llamada ‘troika’, formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI. Desde entonces, el país necesitó tres planes de rescate por un valor total de 289.000 millones de euros, que los acreedores otorgaron exigiendo una serie de medidas de enfriamiento económico para “sanear” las finanzas públicas.
Resultó un esfuerzo duro para la comunidad. Esas medidas implicaron recortes de sueldos y jubilaciones, incrementos de impuestos, congelamiento de contrataciones en el sector público y la reducción de los presupuestos en administraciones y hospitales. El tercer programa llegó a su fin en 2018, pero la Comisión Europea lanzó un régimen de vigilancia reforzada sobre la economía griega para verificar la implementación de las reformas adoptadas y la continuación de las privatizaciones. Grecia intenta levantarse. Pero le cuesta. Su cuerpo ha perdido masa muscular y tiene el andamiaje óseo sin densidad ni capacidad de resistencia.
EL OTRO GRAN REALINEAMIENTO. Mientras tanto, el factor turco sigue operando. El primer ministro de Israel, Yair Lapid, y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, acordaron restablecer las relaciones diplomáticas, tras tantos años de tensiones. El país confesional, represor de los palestinos, se viene convirtiendo –sin embargo- en una asordinada preocupación para el bloque anglosajón. “El primer ministro israelí y el presidente turco se felicitaron por la decisión de reanudar el pleno funcionamiento de las misiones diplomáticas y enviar a embajadores y cónsules generales a Israel y Turquía”, señaló un comunicado emitido desde la oficina de Lapid.
El texto añade que ambos mandatarios “coincidieron en que este último desarrollo es un importante nivel adicional en el fortalecimiento de las relaciones que conducirán a muchos logros, especialmente en los campos del comercio y el turismo”. El documento concluye que esos avances “se reflejarán en la reanudación de los vuelos israelíes a Turquía y la próxima convocatoria de la Comisión Económica Conjunta en Israel en septiembre” y enfatiza la gran importancia de las relaciones entre ambos países “para mantener la estabilidad regional”.
¿Qué sucede aquí? Es preciso recordar que el gran aliado zonal de Israel es el reino de Arabia Saudita, en franco descontento con la política petrolera sugerida por los Estados Unidos. Israel recibe de la potencia norteña tres mil millones de dólares anuales desde el año 1979. Hasta ahora eso bastó para articular políticas conjuntas sobre la zona. Pero el litigio con Rusia ha llevado a un re encuadre de la situación: la presión ejercida por Joseph Biden en persona para que Ryad fuerce un aumento de la producción petrolera no ha tenido eco, el dólar carece, en el comercio regional, de la misma potencia que en el pasado y los recientes acuerdos entre Rusia, Turquía e Irán tranquilizaron el contraste persa – israelí.
La historia ayuda a entender. El vínculo entre Rusia y la potencia persa mostró grandes colisiones. Entre los siglos XVI y XVIII confrontaron violentamente por el control del Cáucaso. En la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas soviéticas aliadas a las británicas invadieron Irán para obtener petróleo y terminar con la influencia alemana y japonesa en Medio Oriente. Hasta el fin de la miserable monarquía del Sha, en 1979, Irán se prosternó ante los norteamericanos. Pero la Revolución Islámica cambió el escenario. Por estas horas, las sanciones comerciales que Occidente descargó sobre ambos, aunque por motivos diferentes, galvanizaron el andar conjunto.
Por eso el jefe de Estado Vladimir Putin se aproximó al líder espiritual Alí Kamenei y al presidente Ebrahim Raisi. Los protagonistas convocaron a Erdogan y sellaron esta sub coalición. Seguridad, Petróleo y Alimentos resultaron los ejes del acuerdo, narrado oportunamente en estas páginas. Putin y Erdogán acordaron relanzar las exportaciones de grano ucraniano con el fin de aliviar la crisis alimentaria mundial mediante la combinación de dos acciones: la eliminación de minas en derredor de los puertos del mar Negro y la custodia de las naves que emergen al mundo a través del Bósforo. Todos, emitieron un mensaje hacia Israel: si se mantienen serenos y no se alinean con el conglomerado financiero que, a través del espacio anglosajón comanda la OTAN, Irán nada hará en su contra.
La mejor réplica al sueño americano de expulsar a Rusia de la ONU fue el derivado de estos encuentros efectuados en Teherán. Una semana atrás, representantes de la ONU, Rusia, Ucrania y Turquía coincidieron en promover la exportación de más de 20 millones de toneladas de productos agrícolas hasta entonces atorados en los puertos ucranianos del mar Negro. Putin y Erdogan estrecharon sus manos, y enseguida Kamenei dobló la apuesta: se acercó y manifestó que “La guerra es una empresa violenta y difícil y la República Islámica no se alegra en absoluto de que la gente se vea envuelta en una guerra”. Luego, el líder espiritual se dirigió al jefe de Estado ruso: “Pero en el caso de Ucrania, si usted no hubiera tomado el timón, la otra parte lo habría hecho e iniciado una guerra”.
NARRACIÓN Y ANÁLISIS. Los acontecimientos narrados se desplazan en medio de una confrontación importante. En este momento la Federación de Rusia y las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk responsabilizan al gobierno de Kiev por bombardear la central nuclear de Zaporiyia y por emplear armas químicas contra la población del Donbas. Lo que acaece en el interior de la guerra ha sido explicado con pasión y certeza por el periodista Sebastián Salgado en una nueva emisión especial de Radio Gráfica. El detalle de una guerra posicional compleja fue analizado en la misma emisora por el agudo Guillermo Martín Caviasca. Cabe recomendar adentrarse en esos informes para aprehender aquello que la distancia impide observar.
Todo este jaleo es posible, entre otras cosas, porque el barril sin fondo de la emisión norteamericana lo habilita. Hay más elementos, claro, pero la humanidad está llegando a un punto en el cual necesita resolver el sendero hacia el ayer que implica sostener el dólar como moneda de intercambio global. Un solo fabricante de billetes se permite resolver qué hacer con los recursos. La absurda situación, impuesta a sangre y fuego desde comienzos de los años 70, ha sido horadada por los intercambios mediante síntesis de monedas locales en buena parte del globo. Pero Europa está agarrada de los huevos y mientras padece las sanciones destinadas a golpear a Rusia, cree estar cooperando con una brega democrática.
Eso lo cree, en realidad, una porción de sus comunidades, pero quienes las comandan saben perfectamente de qué se trata el accionar disparatado que llevan adelante. Aunque son varias las naciones víctimas, el modelo productivo, cooperativo e independiente que pudo erigir Alemania bajo el comando de Angela Merkel, es el más dañado. Se está quebrando en beneficio de una conducción anglosajona que, para colmo, desconfía perennemente del eje franco germano y no pierde ocasión de reducir su potencial.
Oda a la pacificación
Mario Benedetti
No sé hasta dónde irán los pacificadores con su ruido metálico de paz
pero hay ciertos corredores de seguros que ya colocan pólizas contra la pacificación
y hay quienes reclaman la pena del garrote para los que no quieren ser pacificados
cuando los pacificadores apuntan por supuesto tiran a pacificar
y a veces hasta pacifican dos pájaros de un tiro
es claro que siempre hay algún necio que se niega a ser pacificado por la espalda
o algún estúpido que resiste la pacificación a fuego lento
en realidad somos un país tan peculiar
que quien pacifique a los pacificadores un buen pacificador será.
LA PAZ, ARTÍFICE DEL DINERO. La Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda lanzada por China ya congregó un total de 139 países adheridos, entre los cuales hay 30 europeos, 37 asiáticos, 54 africanos y 13 de América latina. Los primeros señalados ya habían suscripto un tratado comercial vasto y hondo con el Dragón, que los beneficiaba en materia de infraestructura, energía y comercio exterior. La suspensión de hecho que implicó la confrontación bélica en Ucrania no damnificó la persistencia de los acuerdos con el resto ni desdibujó la proyección de la Unión Económica Euroasiática. Esta entidad, creada entre 2014 y 2015 fue hostigada por Occidente (revueltas inducidas en Bielorrusia, Kirguistán y Kazajistán) en el tramo previo inmediato al inicio del nuevo desplazamiento de tropas hacia el Este fronterizo.
La cuestión es: todos los que venían ensamblando relaciones con Eurasia lo siguieron haciendo, con la excepción de los países europeos disciplinados por la OTAN. Esto viene originando vectores con orientación disímil entre los adscriptos al dominio unipolar y los que se ratificaron dentro del esquema Multipolar. Adivine lector, quién crece y quién decrece. La polvareda distorsiona las miradas pero no evita la persistencia del sentido. Lo indicamos oportunamente: las regiones que se yerguen son aquellas en las que el poder político se enlaza coherentemente con el interés geoeconómico profundo. Ni uno sólo de los integrantes de la Organización de Cooperación de Shangai (OCS) ha desertado en este tramo de bulla y algazara que propone Occidente: otra vez, el meta verso, pues se insiste con el aislamiento de varios de sus miembros.
Así como el contraste presente evidencia distintos proyectos para la humanidad, una de las fases de los intereses que sostiene cada bloque en combate da cuenta de revelaciones significativas. Mientras Occidente exige guerra para dinamizar sus corporaciones financieras ligadas a la fabricación de armamentos y a la construcción de ejércitos, los multipolares necesitan paz para comerciar sin sorpresas, sin interrupciones y en relativo equilibrio. Ni los gasoductos rusos ni las rutas chinas se pueden desenvolver adecuadamente en medio de bombardeos y crímenes masivos. El resto de los emergentes ni siquiera pretenden asomarse a una contienda militar extrema y lamentan este decurso pues demandan grandes compradores externos. Esto es, la paz es un factor concreto que impulsa la resolución de la guerra. La presentación pública de los comportamientos que manan de esas profundidades, es inversa a la realidad.
(Este periodista debe subrayar que en este lapso extraordinario que nos toca vivir pueden suceder muchas cosas; varias de ellas, a contrapelo de la historia. Todos los protagonistas poseen tremendo poder de fuego y, aunque el devenir se está delineando con más claridad, intentan golpear donde más duele. Que lo diga, si no, el filósofo Alexander Duguin).
SERÁS LO QUE DEBAS SER. En ese marco internacional, el gran progreso que implicó la reconfiguración de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), ingresó en zona de suspenso ante los devaneos internos de la República Argentina. La expectativa de un Sur con dos referencias insertas en el BRICS y un puente desplegado hacia Oriente ha sido enorme y los recientes pasos zigzagueantes han promovido interrogantes. ¿Nuestro país ha resuelto menoscabar la coalición para convertirse en émulo de Turquía? Alguien puede estimar que se trataría de una versión oportunista pero versión al fin del tercerismo. El problema es que el volumen descarta esa opción: la Argentina, Brasil y México necesitan ser orientadores del bloque latinoamericano para realizarse.
Las tareas efectuadas durante los dos años y medios precedentes, reposicionaron al país como referencia genuina. El Mercosur y –en otra dimensión- la Celac, pueden permitirse a un Uruguay individualista, a un Paraguay oscilante, a un Perú trabado, pero no a esas tres potencias jugando a ser menos de lo que son. La resolución de la geopolítica de la Cuenca del Plata depende en gran medida del comportamiento albiceleste, y el establecimiento de una coalición sub continental, de la ligazón que las dirigencias de las economías con los PBI más voluminosos concreten con su propio potencial. El problema de las naciones vigorosas radica en que si no admiten su propio volumen pasan a desdibujar su verdadera función para ubicarse forzadamente en el fondo de una tabla de posiciones impiadosa.
Tras décadas de colonización pedagógica, medios mediante, una gran porción de la sociedad austral ignora profundamente los recursos disponibles, el know how de su propia autoría, los logros científicos y técnicos alcanzados, la dinámica acelerada de su industria. Cree asentarse en un territorio menor, en un paisito pobretón equiparable a los espacios menos desarrollados del mundo. Y una parte proporcional de la dirigencia política y económica, funcionariado incluido, comparte esas premisas. De allí la tendencia a encapsularse en debates intestinos –a veces muy virulentos- y dejar de lado la expansión asociativa con los aliados naturales que permitiría la configuración de un gigantesco mercado destinado a tallar en un planeta donde los agrupamientos regionales definen rumbos hacia el futuro.
Como queda demostrado en varios de los párrafos que anteceden a este cierre.
En definitiva: los volantes ofensivos no sirven como zagueros centrales. Terminan haciendo macanas, y perdiendo el balón justo cuando el rival arrecia. Tampoco son delanteros de punta, goleadores. Pero, cuando están en posición, cumplen una tarea específica de enorme importancia.
Más claro: Argentina, serás lo que debas ser o si no, no serás nada.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
Ilustraciones. Océano Pacífico, Arte clásico griego, Arte moderno árabe, Corto Maltés y Ernie Pike por Hugo Pratt.
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