El actor Juan Palomino se refirió a la situación del cine nacional frente a la posibilidad del vencimiento de la Ley de Fomento Audiovisual en diciembre próximo y remarcó que la gestión de Luis Puenzo, quien fue apartado de la conducción del INCAA por decreto presidencial, tenía “una mirada de gerenciamiento del cine más que una política de incentivo”.
El vencimiento de la ley ocasionaría que el INCAA o el Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos relacionados con el arte y la cultura, pierdan su autarquía y los fondos que se recaudan para sostener esas actividades irían directamente al tesoro nacional el que podría disponer de su distribución.
En diálogo con Vivian Elem, Jorge Benedetti y Rodolfo Colángelo en Radio Gráfica, Palomino sostuvo que “durante los cuatro años del gobierno de Macri se tuvo una línea de gerenciamiento del INCAA y luego el advenimiento de Luis Puenzo trajo una serie de incomodidades en el sector, precisamente porque respondía de alguna manera a esa mirada de gerenciamiento más que a la necesidad de incentivos hacia una política cultural, porque el cine es una red de espejos que ofrece una serie de oportunidades, sobre todo para los que recién empiezan”.
En ese sentido, dijo que “nuestro cine se ha caracterizado por lo testimonial, tan es así que la película “La historia oficial” (que dirigió Puenzo) ganó el Oscar y es una película testimonial. A fines de los 90 empezamos a leer el nuevo cine argentino ligado a lo experimental conviviendo con lo comercial. Caetano con “Pizza, birra y faso”, Trapero con “Mundo grúa”, Martel con “La ciénaga”, todo esto tuvo que ver con una ley”.
“Ahora ha sucedido algo que no esperábamos, que un director emblemático como Puenzo, con películas como “Gringo Viejo”, “La Peste” y “La historia oficial”, haya gerenciado sin tener una política clara hacia lo cultural lo que provocó esta situación que llevó a sectores de la industria a poner el grito en el cielo y poner en evidencia la situación de nuestro cine, que fue bastardeado por la gestión del macrismo que decía que se filmaban películas que nadie veía”, agregó.
Palomino también mencionó el surgimiento de las nuevas plataformas como Netflix, Amazon, HBO, entre otras, a las que calificó como “un territorio nuevo”. “Es algo que no está legislado. Los actores tenemos la ley del intérprete, estamos representados por SAGAI, pero todavía no tenemos la posibilidad de cobrar por nuestras interpretaciones (derecho de imagen) en las plataformas”, explicó.
Al respecto dijo que “el gobierno incentiva que lleguen estas plataformas para generar trabajo, pero se ha producido una especie de disloque entre la identidad de nuestro cine y lo que significa el cine comercial”.
En cuanto a las dos visiones que existen sobre el cine –muchas películas que generen fuentes de trabajo y pocas pero comerciales con éxito de público- Palomino sostuvo que “tienen que coexistir las dos. “Yo mencioné a Trapero, Caetano, Martel, un cine que vino de abajo y que se suponía que nadie iba a ver, fue el que catapultó a nuestro cine en el mundo. Lo mismo sucedió con “Nueve reinas”. Tienen que convivir las dos visiones: el cine comercial y el cine de arte. Ese es el gran desafío para quien tenga que conducir el INCAA”.
“Hay que construir una identidad del cine donde convivan el cine de arte, el comercial y el de las plataformas teniendo una política de resguardo de la identidad, porque si no se entra en cortocircuito, y ahora parece que sólo el mercado debe regular las plataformas”, indicó.
Remarcó que “la forma de relato que tienen las plataformas ha invadido el mercado. Se debe debatir la batalla cultural respecto a los planteos de la antipolítica y el neoliberalismo. El cine no está exento y tampoco el teatro de esto”.
- Entrevista realizada en En Qué Nos Parecemos (sábados de 13 a 15 horas)
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