Por Ramiro Coelho *
Continúa el conflicto en torno al aumento de los planes sociales
El miércoles 13 de abril el Frente Piquetero volvió a las calles en reclamo por la universalización del Programa Potenciar Trabajo y asistencia a los comedores populares. Luego de una semana de negociar con el Gobierno sin llegar a un acuerdo, las organizaciones de trabajadorxs de la economía popular opositoras decidieron movilizarse a Plaza de Mayo. El dirigente del Polo Obrero Eduardo Belliboni expresó a Desde el Barrio que la inflación de marzo ha impactado fuertemente en lxs jubilados y en lxs trabajadorxs informales. “Hay una ausencia absoluta de programas de trabajo concretos”, expresó el referente, y anunció la realización de una marcha federal para el mes que viene.
Ante “la ausencia trabajo genuino” el Polo Obrero entiende que es necesaria la creación de un millón de puestos de trabajo mediante el impulso de la obra pública. Una propuesta que no estaría demasiando alejada a lo que varias organizaciones de la UTEP considerarían necesario y posible para impulsar un shock redistributivo en el país. En relación con la situación que las cooperativas de trabajadorxs del sector están viviendo, el líder piquetero explico, a modo de ejemplo, que “hoy es imposible sostener una cooperativa que fabrique pan con los precios actuales de la harina”. Al ser consultado sobre la posición de su espacio respecto de la iniciativa de diputados oficialistas de pago de la deuda con el dinero de quienes fugaron, el referente la calificó como un proyecto “para la tribuna” y aclaró que es incoherente que quienes han promovido el acuerdo con el Fondo ahora planteen esas propuestas.
La postura confrontativa de los movimientos sociales vinculados a la izquierda marca, también, una diferencia respecto del sentido con el que se está implementando el Programa Potenciar Trabajo. Para este sector es necesaria la universalización de un ingreso, sin la imposición de una contraprestación. El “trabajo genuino” debe venir de la mano de la obra pública a través de la contratación directa.
Sin marcar necesariamente una postura totalmente contraria a esta idea, el Secretario Gremial de la UTEP y referente del Movimiento Evita Gildo Onorato desarrolló, en una nota escrita de su puño y letra en Infobae un análisis más pormenorizado de la situación del sector. El dirigente explicó que “de los siete millones de trabajadorxs que se inventaron su propio trabajo desde la subsistencia básica, solo cuatro millones están inscriptos en el RENATEP (Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular) y solo un millón doscientos mil de los inscriptos perciben el Salario Social Complementario a través del Programa Potenciar Trabajo”. De ese universo de siete millones, explica el dirigente, existen “quienes están en la pobreza estructural y forman parte de las familias con dos o tres generaciones de desocupados, aquellos que pueden recuperar empleabilidad en los términos tradicionales de mercado y la inmensa mayoría que se generó su propio trabajo. Demostrando así, que empleo y trabajo no son sinónimos.”
A partir de este diagnóstico, propone un “ingreso básico con acompañamiento comunitario e institucional” para el primer sector con el fin de integrarlxs a procesos productivos o labores socio comunitarias; la “capacitación y vinculación con el mundo PYME” para el segmento minoritario que podría reinsertarse en el trabajo asalariado y, para el tercer sector mayoritario, tres medidas: “ampliación del monotributo social o monotributo productivo para reconstruir la relación fiscal, crédito no bancario a las unidades productivas a través de mutuales u otras instituciones intermedias, potenciar el compre estatal a la economía popular, e integrándose a cadenas de valor del mundo PYME. Una iniciativa de estas características, según Onorato, es la construcción que viene impulsando la UTEP desde hace años. Una política “de la periferia al centro” diferente a la lógica de ciertos sectores de la dirigencia política. La consolidación de una agenda reivindicativa a través de este instrumento gremial creado en 2019, le ha permitido a este grupo mayoritario de los movimientos sociales construir una propuesta programática para el sector expresada en conocida frase del Papa Francisco “techo, tierra, trabajo”.
“Iniciativa multisectorial para priorizar la deuda interna e investigar la deuda externa”
Así comienza el documento firmado por cien referentes sociales, culturales, sindicales, educativos, sanitarios, académicos, artísticos, campesinos, indígenas, de los medios, del feminismo, del mundo religioso y de los derechos humanos. El escrito anuncia la creación del Comité de Acreedores de la Deuda Interna (CADI) “para visibilizar la deuda con el pueblo y promover acciones de investigación, denuncia, y reparación social en torno a la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI)”. En dicha declaración este amplio colectivo expresó su apoyo al “impuesto a los capitales fugados”, proyecto presentado por el bloque oficialista en el Congreso y “revisiones trimestrales de las principales deudas sociales”.
“Conformamos este comité para visibilizar que la deuda es con el pueblo, es con los trabajadores y trabajadoras humildes, con los campesinos, campesinas, es con los y las productore/as de la tierra. Es con las mujeres. Mientras se paga una deuda, que más que una deuda es una estafa, seguimos diciendo que lo urgente es definir como se paga la deuda interna” expresó Dina Sánchez, Secretaria Adjunta de la UTEP, integrante del flamante CADI.
La primera acción del Comité será solicitar una audiencia al Presidente de la Comisión Bicameral Permanente de Seguimiento y Control de la Gestión de Contratación y Pago de la Deuda Exterior de la Nación, Senador José Mayans, para expresar su preocupación “por los magros avances en la investigación de las responsabilidades por la deuda contraída contra el pueblo y fuga de capitales consecuentes”. Asimismo el documento expresa que la crisis social actual está “íntimamente asociada a estos procesos de endeudamiento ilegítimo cuyo peso siempre recae en las mayorías populares”.
Inauguran la primera nave para pequeñxs productorxs en el Mercado Central
El martes 19 de abril a las 14 horas se inaugurará “la primera nave de pequeños productores y productoras en el Mercado Central de Buenos Aires”. Una iniciativa impulsada por la Unión de Trabajadorxs de la Tierra (UTT), cuyo referente Nahuel Levaggi ejerce la presidencia desde hace casi dos años. El objetivo de esta iniciativa lxs productorxs familiares, mayoritarios en el rubro frutihortícola, podrán acceder a la venta directa en un espacio concentrador y distribuidor. Un reclamo histórico de los movimientos campesinos.
La medida apunta a incluir “de manera equitativa” a quienes son víctima de largas cadenas de intermediarixs en la comercialización, que generan una inflación de los precios a lxs consumidorxs y bajos ingresos a quienes producen dichos alimentos. Según el documento difundido por la UTT, “en un principio se comenzará con puesterxs del cordón verde de Buenos Aires y de la provincia de Mendoza, con la venta de, aproximadamente, dos mil doscientos bultos de verdura de hoja, tomate y fruta.” Por su parte el presidente del Mercado Nahuel Levaggi expreso que “después de tanto tiempo, logramos abrir un espacio para pequeños y medianos productores para que puedan comercializar sus productos frutihortícolas dentro del predio del Mercado sin intermediarios. Para nuestro gremio y para la historia del Central esto es un paso histórico que aporta a buscar soluciones tanto para los productores como para el sistema agroalimentario de nuestro país”.
Las primeras organizaciones productoras que participarán de esta iniciativa serán: la Asociación de Medieros y Afines (ASOMA), el Frente Agrario Evita, el Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI – Somos Tierra) y la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra (UTT). La media podría mejorar mecanismos de distribución distorsivos que perjudican tanto a lxs productorxs como a lxs consumidorxs de alimentos frescos. Una de las causas que, junto a la alta concentración en pocas manos de la producción y comercialización de alimentos procesados en empresas cartelizadas, provoca los altos índices de inflación en los precios de los alimentos.
Ofelia Fernández impulsa en la Ciudad de Buenos Aires una ley para la provisión de alimentos a los comedores escolares
A pocas horas de la apertura a concurso para empresas proveedoras de alimentos a los comedores escolares de la Ciudad Autónoma, la legisladora del Frente de Todxs propuso a través de su cuenta de Twitter la creación de una ley que mejore la alimentación que ofrece el Gobierno de Rodríguez Larreta a lxs estudiantes de los sistema de ecuación primario y secundario. Una política que ha sido denunciada varias veces por estudiantes y gremios docentes de la Ciudad, debido a su baja calidad nutritiva y su mal estado. La legisladora propone cambiar el sistema de provisión priorizando a productorxs familiares y cooperativas.
La convocatoria del Gobierno Porteño difundida hace días, da puntaje extra a quienes han sido proveedores históricos y no contempla sanciones ante irregularidades o entrega deficiente de alimentos. Pliegos que, a juicio de Fernández, están pensados para renovar el contrato a las mismas empresas, denunciadas por amplios sectores de la comunidad educativa porteña. La inclusión de productores familiares y cooperativas podría mejorar y abaratar el sistema. Hoy en día es posible apreciar en la Ciudad, como los mercados populares de alimentos frescos, organizados por diversas organizaciones populares, pueden facilitar el acceso a productos de calidad y a precios accesibles a vastos sectores de la sociedad.
En San Clemente se bautizaron dos “lanchas de la economía popular”
El Movimiento Los Pibes, junto a la Federación de Cooperativas de Trabajo Martín Oso Cisneros, bautizaron el trece de abril las lanchas Patriota 1 y 2 en el Club náutico Tapera de López, también en San Clemente. “Una de ellas será la lancha escuela para cursos de navegación en dicha ciudad y la otra estará destinada a la pesca artesanal en la localidad de Pipinas” explicó a Radio gráfica Luciano Álvarez, referente la organización. En segundo lugar se inauguró en espacio FOGATA, un nuevo ámbito comunitario de los Cuidadores de la Casa Común del Movimiento Misioneros de Francisco.
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