Por Leonardo Martín
La sede del Ministerio de Economía de la Nación fue el lugar de encuentro para un acuerdo tripartito (el tiempo dirá su efectividad) en una mesa en la que estuvieron presentes el Gobierno nacional, el sector empresarial a través de la Unión Industrial Argentina y parte del Consejo Directivo de la CGT. Acordaron en trabajar en el mediano plazo en temas como la inflación, la recuperación de ingresos y la mejora de la situación productiva, entre otro aspectos. Se volverán a reunir el próximo 5 de abril.
Días atrás se había conocido la convocatoria de Alberto Fernández a dirigentes de la CGT y de la UIA para avanzar en un acuerdo en medio de la estampida de precios del primer rimestre del año y especialmente aguda durante marzo.
Este jueves se reunieron representando al gobierno nacional los ministros Martín Guzmán (Economía); Matías Kulfas (Desarrollo Productivo) y Claudio Moroni (Trabajo) con los secretarios generales de la CGT Héctor Daer y Carlos Acuña acompañado del secretario Adjunto, Andrés Rodríguez. Por parte de la Unión Industrial Argentina estuvieron su presidente Daniel Funes de Rioja, junto al Secretario de la entidad Miguel Angel Rodríguez y el Director Ejecutivo Diego Coatz.
No estuvo presente Pablo Moyano, que a pesar de ser uno de los miembro del triunvirato de conducción viene esquivando ese tipos de encuentros. El dirigente camionero viene lleva adelante un recorrido paralelo a sus compañeros más relevantes de la conducción de la CGT con una postura disonante que tuvo ayer un episodio con la sugestiva foto que difundió en redes sociales con Máximo Kirchner.
En el comunicado posterior las parte expresaron que “la reunión se produce a instancias de lo solicitado por el Sr. Presidente de la Nación Dr. Alberto Fernández, de establecer una mesa de diálogo y concertación social tendiente a fortalecer la reactivación económica de manera articulada con la creación de empleos y la mejora en los ingresos reales de la población“. Un encuentro muy acotado en la participación de actores del mundo empresarial y sindical para un acuerdo que se entiende como amplio y de fondo dejando afuera a otros sectores sindicales de relieve así como del mundo empresarial. Sin embargo, la promesa es agrandar la mesa de participantes.
En el mismo comunicado expresaron que las partes reunidas coincidieron en los siguientes puntos:
- El acuerdo alcanzado con el FMI ha sido un paso importante para continuar despejando factores de incertidumbre e inestabilidad.
- El programa macroeconómico presentado por el gobierno argentino es un paso significativo para afrontar los desafíos de avanzar hacia el crecimiento económico sostenido con inclusión social y productiva y un sendero de recuperación de las reservas que fortalezca la estabilidad macroeconómica.
- La política productiva permite mejorar las capacidades industriales y tecnológicas en general, y de las PYMES en particular y el lanzamiento del Plan Argentina Productiva 2030 inicia una etapa para concertar políticas para el desarrollo productivo a mediano y largo plazo.
- No obstante estos avances, las dificultades macroeconómicas, sumadas al escenario internacional abierto por el conflicto bélico en Ucrania, han generado nuevas fuentes de inestabilidad que se expresan en mayores tensiones inflacionarias. La inflación es hoy la combinación de problemas internos y de la escalada inflacionaria internacional y expresa un desafío para evitar que ello se traduzca en mayores dificultades para los ingresos de la población y la competitividad de las empresas.
- Tal como la ha expresado el Sr. Presidente de la Nación, es necesario redoblar los esfuerzos para afrontar esta problemática de manera coordinada entre el gobierno y los sectores empresarios y sindicales, para poder arribar a soluciones consensuadas que propongan soluciones diferentes a las instrumentadas en el pasado”.
En cuanto al accionar futuro acordaron:
- Establecer una mesa de trabajo para generar propuestas de medidas y coordinar acciones que permitan enfrentar de manera más efectiva el problema de la inflación, en particular en lo atinente al acceso a los bienes y servicios básicos.
- Las partes definirán esquemas de coordinación para afrontar la particular situación energética dada por el alza internacional del precio de los combustibles, asumiendo esfuerzos que garanticen el acceso a la energía en hogares e industrias.
- Las partes podrán plantear medidas coyunturales y estructurales para mejorar la situación productiva del país, promoviendo más inversión pública y privada, con más competitividad y exportaciones, así como la generación de trabajo productivo y formal.
- Las partes coinciden en la necesidad de fortalecer la recomposición de los ingresos reales de los trabajadores.
- Las partes coinciden en la necesidad de ampliar la mesa de trabajo incorporando a sectores del comercio, la construcción, el agro y la economía del conocimiento.
- Las partes coinciden en la necesidad de intensificar las reuniones de trabajo para poder elevar al Sr. Presidente de la Nación un conjunto de propuestas en el plazo más breve posible, convocando a una siguiente reunión para el próximo día martes 5 de abril.
No es el primer acuerdo de estas características promovido por Alberto Fernández. Durante su mandato se habló de acuerdos de precios y salarios y de políticas más de fondo como el Consejo Económico y Social que aún está más en el terreno de la expectativa que en los hechos concretos. Esta semana lanzó una propuesta ambiciosa con el Plan Argentina Productiva 2030 con un programa para el desarrollo productivo, industrial y tecnológico para los próximos años que apunta a crear a 2 millones de empleos por la próxima década.
Quedan interrogantes sobre la efectividad hacia el futuro con actores de la Unión Industrial Argentina a los que muchos señalan como promotores de la estampida inflacionaria desde las empresas formadoras de precios y sobre que otros actores del mundo gremial y empresarial se sumarán al diálogo social. Por ahora, una mesa demasiado chica para aspiraciones tan importantes.
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