Por Lucas Molinari
202 votos afirmativos, 37 negativos, 13 abstenciones y 4 ausencias. Ese fue el resultado, que se conoció en la madrugada del viernes 11 de marzo, del debate en la Cámara de Diputados sobre el Entendimiento con el Fondo Monetario Internacional.
Juntos por el Cambio fue el espacio que más votos aportó: 111 sobre 116, es decir que casi el 96% del bloque acompañó el proyecto de ley. En el Frente de Todos se evidenciaron las contradicciones: 76 diputados votaron a favor, 28 lo hicieron en contra y 13 se abstuvieron.
Entre las abstenciones estuvieron los diputados de extracción sindical: Sergio Palazzo, Vanesa Siley, Claudia Ormachea, Hugo Yasky, Pablo Carro, María Rosa Martínez y Carlos Ponce.
El negociador del Acuerdo, Martín Guzmán, siguió la sesión del Congreso desde Houston, Estados Unidos. Viajó para participar del “CERA Week 2022, el evento anual de energía de mayor prestigio mundial, donde mantendrá encuentros bilaterales con los presidentes y CEOs de algunas de las empresas energéticas con mayor envergadura mundial con inversiones en la Argentina, incluyendo Total, Chevron, Shell y Equinor, entre otras”, según informó el ministerio de Economía en un comunicado de prensa.
Desde allí, el platense opinó sobre la situación mundial: “Lo que está pasando a nivel geopolítico está provocando un shock de términos de intercambio positivo, en el sentido de que los commodities que exporta nuestra región, que exporta Argentina, aumentaron sus precios relativos. Eso es bueno para la estabilidad de la balanza de pagos, pero también ejerce presión sobre la inflación. Es un shock que tiene consecuencias distributivas que son bastante delicadas y necesitan ser abordadas”.
El shock al que se refiere el economista es el principal tema de debate a nivel global. Esta semana la agencia de Naciones Unidas que se ocupa de la alimentación y la agricultura, la FAO, cuantificó en un 20% la posible subida de los precios de los productos alimenticios a nivel mundial por la guerra en Ucrania. Según los cálculos del organismo las personas desnutridas en el mundo podrían pasar de 8 a 13 millones. Mientras tanto, la Unión Europea dirige su interés en Sudamérica ante la posibilidad de escasez de alimentos.
Una coyuntura mundial a partir de la cual se conoció que sectores del oficialismo vuelven a plantear la necesidad de aumentar los “derechos de exportación” como una política para bajar la inflación. Por eso, para marcar la cancha, las cuatro entidades que integran la Mesa de Enlace (Sociedad Rural, Confederaciones Rurales Argentinas, Coninagro y Federación Agraria) emitieron, este viernes, un comunicado tras la votación en Diputados que “rechaza cualquier intención de aumento de retenciones, así como también cualquier otra intervención distorsiva en los mercados” y que finaliza con una amenaza: “Los productores de todo el país no lo permitiremos ni dudaremos en defender nuestros derechos, como lo hicimos hace 14 años, exactamente un día como hoy” (recordando el 11/3/2008, inicio del Lock out agropecuario).
Volviendo al Congreso y a las contradicciones en la coalición gobernante: El diputado Hugo Yasky, titular de la CTA de los Trabajadores, explicó en una entrevista radial que antes de votar habló con Alberto Fernández para argumentar su posición: “Nuestra abstención tenía que ver con nuestra historia y nuestra posición de lucha” a la vez que resaltó su pertenencia al oficialismo: “Una central de trabajadores en este momento no puede ser neutral porque la neutralidad es hacerle el juego a la derecha. No podemos darnos el lujo de dejar la suerte del Gobierno en manos de sectores que buscan debilitarlo”. A la vez, el dirigente caracterizó que “el acuerdo con el FMI, que para la oposición era una suerte de panacea, está claro que nos va a llevar al dilema de afrontar la pulseada de quién va a pagar esta deuda” y definió: “La política es el único camino. Y ese camino es la unidad del Frente de Todos”.
Por su parte, el CIFRA (Centro de Investigación y Formación de la República Argentina), que depende de la CTA de los Trabajadores, publicó un informe en el que afirma que es “poco probable” que, dadas las condiciones del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el Gobierno logre los objetivos previstos, entre ellos “la continuidad de la recuperación económica y la expansión moderada del gasto estatal”.
La crítica más fuerte vino de La Cámpora con un documento de 15 páginas que presentaron sus diputados, que no hablaron en la sesión, titulado: “La vuelta del FMI a la Argentina: ¿Cómo llegamos hasta aquí?”, en el cual critican al Gobierno de Alberto Fernández que “debería haber optado por una negociación ‘dura’ que procure extender los plazos de devolución por encima de los reglamentos vigentes en el FMI, eliminar la sobretasa de interés“. También plantea que “se debió exponer ante los argentinos y argentinas y ante todos los Foros Internacionales posibles, no sólo aquellas gravísimas irregularidades del préstamo otorgado a Mauricio Macri, sino también el carácter y objetivo estrictamente político que tuvo dicho préstamo y que fuera exteriorizado por un funcionario de la administración Trump y actual Presidente del BID: concurrir en auxilio del gobierno de Cambiemos y salvar la administración de Mauricio Macri” (se refieren a Mauricio Claver Carone). La agrupación que lidera Máximo Kirchner definió en este texto que la estrategia oficial fue “equivocada” y denuncia que se viene un el alto “grado de injerencia en la administración de la cosa pública que tendrá efectivamente el FMI”. Finalmente asegura que “la aplicación de las políticas del presente acuerdo no solo no van a solucionar ninguno de los problemas estructurales de la economía bimonetaria argentina” sino que “los van a agravar“.
Saliendo del palacio, vale destacar que las calles estuvieron concurridas. El martes 8M, con marchas a lo largo y ancho del país y documentos que condensan horas de encuentros y discusión política. Es el caso del escrito de las mujeres sindicalistas y de los movimientos populares que en unidad plantearon: “Movilizarnos para decir QUE PAGUEN LOS QUE LA FUGARON. Que quienes han llevado a nuestro país a esta situación deben rendir cuentas ante la Justicia y ante el pueblo. Y que LA DEUDA ES CON NOSOTRAS Y NOSOTRES”.
El miércoles marchó la CTA Autónoma junto a organizaciones sociales y políticas bajo la consigna: “La deuda se paga, la estafa NO”. También presentaron un amparo colectivo en el Poder Judicial para que “se declare la inconstitucionalidad y la nulidad absoluta e insanable de cada una de las Cartas de Intenciones y de los Acuerdos Stand-By firmados por el Poder Ejecutivo y el Fondo Monetario Internacional durante el año 2018 y 2019”. Porque violó la Constitución de la Nación Argentina y otras leyes como la de Administración Financiera.
El jueves coparon Avenida de Mayo los partidos y organizaciones de izquierda. Hubo momentos de piedrazos contra el palacio legislativo. La Policía de la Ciudad intervino después de treinta minutos y la represión “fue sin cacería” contó un militante que estuvo en la zona.
CFK publicó un video en redes sociales tras la votación en el que cuenta que estaba con los senadores Oscar Parrilli, Anabel Fernández Sagasti y el diputado Máximo Kirchner siguiendo el debate en la Cámara Baja: “En ese momento en la Plaza de los dos Congresos se desarrollaba una multitudinaria movilización política en contra del plan económico del Fondo Monetario, ocupaba toda la plaza y Av. de Mayo hasta la 9 de julio. Unos minutos después de que en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Entre Ríos comenzara una quema de las iniciales del Fondo Monetario Internacional con neumáticos, un pequeño grupo de manifestantes inició una intensa pedrada contra el Congreso. Paradójicamente fue mi despacho el que atacaron. El despacho de quien hizo frente a los Fondos Buitres, quien mantuvo fuera del país al FMI cumpliendo el legado de mi compañero Néstor Kirchner y que además construyó con su decisión el Frente de Todos que permitió derrotar a Mauricio Macri. Paradójicamente o intencionalmente”. Finaliza el relato de la vicepresidenta marcando postura sobre el Entendimiento al que llegó el gobierno del que ella es parte: “Me tocó ver, desde la recuperación de la Democracia en 1983, escenas de violencia siempre vinculadas a ese organismo y sobre todo a las políticas que imponía a los distintos gobiernos. Hoy como nunca, recordé las palabras de Néstor Kirchner respecto del Fondo Monetario Internacional, cuando decía “siempre actuó como promotor y vehículo de políticas que provocaron pobreza y dolor en el pueblo Argentino”. Otra vez, inmensa pena”.
Para la Corriente Federal de Trabajadores se trató de un “ataque intencional” contra CFK. En un comunicado plantearon: “No agreden a quienes encadenaron al pueblo argentino al brutal endeudamiento que limita el desarrollo nacional y empobrece a millones de compatriotas” a la vez que repudiaron “la salvaje agresión al personal de seguridad que intentaba contener los antidemocráticos actos de vandalismo”.
Por su parte, el referente de La Cámpora Andrés “Cuervo” Larroque, mandó un mensaje al Presidente vía twitter: “Aturden el silencio y la parsimonia del gobierno frente al ataque al despacho de la Vicepresidenta”. Le respondió por la misma vía el ministro de Seguridad Aníbal Fernández, informando que el primer mandatario se había comunicado con CFK y que el jueves lo instruyó para actuar “con rigor“, pero “sin reprimir“. Un cruce que evidencia los fuertes chisporroteos que existe en la coalición gobernante (que conviven con los llamados a la unidad). Quien expresa esta crisis es el propio Alberto Fernández quien, tras la votación en el Congreso compartió una chicana (dirigida a 41 diputados del Frente de Todos) del periodista Bruno Bimbi que publicó: “De algo no tengo dudas: si Néstor Kirchner estuviera vivo y fuera diputado, anoche habría votado sí”.
Fue una semana de intensas negociaciones parlamentarias, en las que el macrismo logró imponer su posición para aportar los votos que necesitaba la Casa Rosada. El oficialismo eliminó del proyecto el artículo segundo que comprometía al Congreso a avalar el programa económico del Gobierno. Era la condición que exigían los diputados de Juntos por el Cambio. Finalmente quedó con un solo artículo que consiste en avalar la operación de crédito público contenida en el Programa de Facilidades Extendidas pactado entre el Poder Ejecutivo y el FMI para cancelar los vencimientos del acuerdo “stand by” firmado por el gobierno de Mauricio Macri. Se agregó además un segundo párrafo, que indica que “el Poder Ejecutivo Nacional suscribirá, en uso de sus facultades, los instrumentos necesarios para dar cumplimiento a lo establecido en el párrafo precedente”.
Respecto al debate en comisiones, no tuvo mucha repercusión. Fue “exprés”. Participaron algunos referentes sindicales y patronales. El grupo de los 6 (integrado por la Cámara Argentina de la Construcción, la Sociedad Rural Argentina, la Cámara Argentina de Comercio, la Asociación de Bancos Argentinos, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la Unión Industrial Argentina) expresó un enfático “apoyo” y “satisfacción por los consensos” que permitieron el avance del proyecto de ley. Sostuvieron que una cesación de pagos agravaría las condiciones sociales del país, aumentando el elevado nivel de pobreza, inflación y estancamiento.
En representación del Consejo Directivo de la CGT habló Héctor Daer que planteó: “Es la primera vez en la historia de las discusiones con el Fondo que un acuerdo no se hace con el lomo de los derechos de los trabajadores”.
A contramano del dirigente de Sanidad se pronunció la CGT Regional Oeste con un documento titulado: “Las estafas no se pagan, nosotros no debemos nada”, que más adelante comentamos.
La semana que viene siguen las convocatorias. Con una bandera celeste y blanca con la consigna “Patria o FMI” marchará el Frente Milagro Sala con otras fuerzas políticas. En un comunicado plantearon: “Hay que unir la militancia para enfrentar el nuevo estatuto legal del coloniaje que habrá de escribir el FMI en sus revisiones trimestrales. Hay que convocar a un gran ENCUENTRO PATRÍOTICO que permita discutir una agenda de soberanía para consolidar la grandeza de la Patria y una agenda para la producción popular y el trabajo, para edificar un futuro de felicidad popular. La semana próxima, defendemos en la calle el mandato popular otorgado por el Movimiento Nacional para que nuestros representantes rechacen el acuerdo en el Senado de la Nación”.
La síntesis no existe aún. El Movimiento Nacional parece estar en un laberinto del que habrá que salir por arriba, como decía Leopoldo Marechal. Se trata de discutir y disputar nuestras riquezas apropiadas en pocas manos. Los burócratas del FMI se instalarán en nuestra Patria. Será tarea del pueblo organizado echarlos, como una vez hizo Néstor Kirchner, interpretando la insurrección del 2001. ¿Cómo? No sabemos, pero la convicción que “vinieron para hundirnos” es clara para el activismo. Por ahora, la desorientación y la fragmentación parecen ser la marca de esta época signada por la “crisis de representación“.
CGT REGIONAL OESTE: “¿QUÉ ACUERDO? ¡UNA ESTAFA!”
En un documento, la Regional que conduce el curtidor Walter Correa, plantó su postura en esta coyuntura: “Firmes contra el FMI, la derecha y los grupos económicos”, en el que caracteriza la situación política: “El asedio al pueblo argentino es permanente, el ataque de los monopolios se vuelve insoportable mientras las medidas del gobierno sobre los controles de precios no logran frenar la voracidad de las multinacionales y las patronales argentas. La inflación de enero registró un incremento de 3,9%; y en los alimentos, que es uno de los mayores gastos que tenemos los sectores populares, fue de un 4,9%. Estos monopolios producen 8 de cada 10 productos necesarios para el desarrollo de la vida humana. Succionan riqueza de todos lados, así achican salarios y jubilaciones. La pobreza ya suma 18 millones de argentinos. La indigencia 11% y la pobreza alcanzó al 40%, mientras en el conurbano subió al 44,4%. Hay 13 millones de personas en edad de trabajar sin ingresos regulares, víctimas de la desocupación y la subocupación. El fruto de nuestro trabajo se fuga al exterior.”.
En el Oeste (Merlo, Moreno, Marcos Paz) imprimieron miles de volantes con este escrito para ser debatido en las casas del Conurbano y que grita con una bronca mayúscula: “RESULTA QUE NOS ROBARON Y AHORA NOS DICEN QUE VAN A DAR FACILIDADES PARA QUE LES PAGUEMOS LO QUE NOS ROBARON!!! Y encima QUIEREN QUE SEA VOTADO EN EL CONGRESO SIN MEDIAR QUITA DE NINGUN TIPO de CAPITAL Y SIN NINGUN TIPO DE SANCIONES A LOS RESPONSABLES DE ESTE ROBO. Quieren que con la mano alzada de los “representantes” del pueblo se apruebe esta nueva estafa, limpiando las pruebas del saqueo que realizó Macri en 2018, dejándolos libres de culpa y cargo!!! ¿DE ESTO NOS QUIEREN HACER CARGO AL PUEBLO? NO!! NOSOTROS NO DEBEMOS NADA!!!! El ataque de la derecha penetra en nuestras propias filas y las mentiras que inoculan definen el guion argumentativo de muchos sectores del campo nacional y popular. “La catástrofe de la posible cesación de pagos” y “el horror que significaría la caída en el default”, o la justificación que “como este acuerdo no incluye ningún ajuste de gasto, ni reformas del tipo neoliberal, es el menos malo”, son argumentos que desnudan los límites con los que peleamos”.
La crítica al “posibilismo” queda explícita las afirmaciones de esta Regional.
Finalmente proponen como plan de acción: “Construyamos una Democracia Participativa, Directa, Orgánica y Popular como nos enseñara el General, donde debatamos y decidamos cómo vamos a desarrollar un plan común, UNA PROFUNDA UNIDAD DEL CONJUNTO DE LOS TRABAJADORES y TRABAJADORAS, una gran Corriente Política Nacional que junte lo más dispuesto a dar esta pelea del MOVIMIENTO SINDICAL, de los MOVIMIENTOS SOCIALES y una gran lista de organizaciones políticas, barriales, vecinos y vecinas que bajo el incuestionable papel que viene jugando la compañera CRISTINA FERNANDEZ DE KICHNER garanticemos la unidad para Triunfar”.

QUEDAR DESPEDIDA EL 8M
“El 8M recibí una llamada de Recursos Humanos del Hospital diciéndome que había llegado notificación del Ministerio de Salud de CABA, fui a buscarlo y era mi desvinculación del hospital” relató Lucía Barrionuevo, una de las enfermeras despedidas, en comunicación con Radio Gráfica.
Son 25 en total del Hospital de Rehabilitación Respiratoria María Ferrer las echadas por el gobierno porteño.
“En mi caso, soy madre, alquilo, soy sostén de familia y no tengo otro ingreso. Ahora estoy desempleada. Pregunté cuáles fueron los motivos de la desvinculación y me dijeron que era una orden ministerial, después de dos años de trabajo en pandemia”, contó Lucía.
La enfermera recordó que fueron cerca de “tres mil contratados en el contexto de la pandemia para trabajar en los 34 hospitales del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en las UFU (Unidades Febriles de Urgencia) y en los vacunatorios” con el objetivo de reforzar el sistema de salud ante la llegada del COVID-19. “Ahora, como se tranquilizó un poco el número de contagios y la situación sanitaria, comenzaron a despedir a los compañeros y las compañeras”.
“Tenemos un déficit de enfermeros en hospitales públicos. En la Ciudad, faltaban 5.000 enfermeros antes de la pandemia. Encima nos despiden. Cuanto más personal haya en el hospital, mejores niveles de atención van a tener nuestros pacientes. Pero Larreta no lo entiende, nunca van a sobrar trabajadores de la salud”.
Despidos sin otra aparente razón que la precarización y la inestabilidad laboral, realidad que el colectivo de enfermería viene padeciendo y luchando por revertir.
Hay una complejidad en cuanto a la representación sindical. Como las enfermeras son consideradas trabajadoras administrativas están agremiadas en el sindicato de municipales (SUTECBA), que según denunció Lucía Barrionuevo no rechazó estos despidos. Por otro lado están los sindicatos de enfermería que realizan acciones de presión pero no tienen la fuerza que podrían ganar de lograrse el reconocimiento profesional a la carrera de enfermería.
8M QUE LA PAGUEN LOS QUE LA FUGARON
Todas las centrales sindicales y los movimientos populares firmaron un documento conjunto por el día de la Mujeres Trabajadoras: UTEP, SIPREBA, CTA, CGT, CTAA, Mujeres sindicalistas, CCC y CNCT.
“Este 8 de marzo, las trabajadoras organizadas de las centrales sindicales y de la economía social y popular, reafirmamos la unidad que forjamos al calor de la resistencia a las políticas antipopulares del gobierno de Mauricio Macri”, empieza el texto que se posiciona respecto del Acuerdo con el FMI: “Hoy volvemos a movilizarnos para decir QUE PAGUEN LOS QUE LA FUGARON. Que quienes han llevado a nuestro país a esta situación deben rendir cuentas ante la Justicia y ante el pueblo. Y que LA DEUDA ES CON NOSOTRAS Y NOSOTRES. El peso de la crisis debe descargarse sobre los sectores que se beneficiaron con el endeudamiento, y sobre quienes no han dejado de apropiarse de ganancias extraordinarias mientras el pueblo aún sufre las consecuencias de las “dos pandemias”, la macrista y la sanitaria”.
Algunas de las reivindicaciones expresadas son: la urgencia de “políticas activas para la creación de empleo, la desprecarización y la formalización laboral, que golpean principalmente a las mujeres y disidencias”, “políticas efectivas para la incorporación de mujeres y diversidades en sectores masculinizados del trabajo”, “deben jerarquizarse y formalizarse las actividades claramente feminizadas como la salud, la educación, el trabajo de casas particulares, cuidado de niñxs, adultxs y de personas con discapacidad”, “actualizar la moratoria previsional que permite acceder a la jubilación a las “amas de casa”.
El documento finaliza afirmando: “Necesitamos avanzar hacia un modelo productivo de crecimiento con inclusión social, donde el pueblo trabajador esté en el centro, así como la soberanía sobre nuestros recursos y el cuidado del medioambiente. Un proyecto de país con inclusión de nuestras demandas. NO HAY JUSTICIA SOCIAL SIN FEMINISMO POPULAR”.
YAPA. CRISIS DE REPRESENTACIÓN
En el libro “A dónde vamos los trabajadores” del dirigente metalúrgico Agustín “Piraña” Colovos, hay un excelente artículo de Charly Avondoglio, integrante del Centro de Estudios para el Movimiento Obrero, que busca responder el interrogante: “¿Cómo se explica el desplazamiento del movimiento obrero del área de debates y definiciones que dan carnadura a la política nacional?”
Las explicaciones son varias para el autor. En primer lugar “la dictadura oligárquico-militar de 1976 que tuvo como objetivo supremo desarticular política y organizativamente a la clase obrera argentina”. Luego, recupera un hecho poco difundido: “En noviembre de 1987 en el congreso del Partido Justicialista los “renovadores” le tuercen el brazo a las 62 Organizaciones peronistas y reemplazan el sistema del “tercio” (que reservaba una tercera parte de las listas para el sindicalismo) por las elecciones internas directas. Quizás sin saberlo, preparan las condiciones para la desindicalización del peronismo que se volverá transparente en los años que siguen”.
En el Congreso de la Nación este proceso se reflejó en que “la cantidad de diputados nacionales de extracción sindical pasa de los 39 en 1973 (que representaban el 34% de la cámara baja) (…) a los apenas 12 legisladores gremiales de 2019 (un 4,6% del total)”, expone Avondoglio.
Un texto que invita a preguntarnos ¿Cuántos diputados discutieron su voto con una organización libre del pueblo?
En este sentido, dejamos para finalizar este Panorama, un párrafo de Charly que es un interesante punto de partida para debatir el presente nacional:
“La Argentina actual sufre de este modo las consecuencias de la concentración económica, pero también de una concentración política con un pronunciado sesgo social (y hasta étnico). Las posiciones de poder tienden a distribuirse en función de equilibrios políticos y no de representaciones sociales; de manera tal que se alcanza una estabilidad –siempre provisoria- en el armado del elenco gubernamental, pero no logra enderezarse en toda su plenitud un frente nacional (que supone, por definición, el concurso de las organizaciones populares) con capacidad y recursos que permitan doblegar a los adversarios del país. Creemos que es justamente allí, en la desconexión práctica entre la política formal y el pueblo organizado, donde se cifra el drama exacto del campo nacional, que, para colmo, rivaliza con un bando antinacional cuyas terminales se hallan perfectamente definidas”.

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