Walter Barraza, integrante de la Comunidad Wayra Ryma, del Consejo de la Nación Tonokoté Llutki de Santiago del Estero y referente de Organizaciones de Pueblos Indígenas del Noroeste Argentino (OPINOA), dialogó con Ariel Weinman en Radio Gráfica sobre el significado del 12 de octubre y cómo la resistencia al orden colonial impuesto por la Conquista de América insiste y persiste en lucha de los pueblos ancestrales por la prórroga de la Ley 26160 y la aprobación de una Ley de propiedad comunitaria indígena en el Congreso de la Nación.
AW: ¿Cómo los encuentra este tiempo a los pueblos indígenas, protagonistas de luchas que vienen desde el fondo de la historia?
WB: Bueno, en referencia a esta fecha, uno ve en las redes que hay de todo. Anoche, casualmente, veía la información que sale por los medios de comunicación en nuestro territorio que se llama Santiago del Estero, y la verdad que da sorpresa. Por ahí tenés cuestiones que no son positivas y otras que son positivas. Pero, bueno, en líneas generales, en función a lo que hasta hace muy poco tiempo se utilizaba como el Día de la raza, hay de todo: hay mensajes colonizados, evangelizadores, y hay mensajes que son revolucionarios, que nacen de un lugar que no se espera. Es lo que nos toca. La causa sigue. Seguir adelante con propuestas es la cuestión que nos ocupa hoy.
AW: Como lo más coyuntural y no por eso deja de ser esencial, ¿cómo está el tratamiento parlamentario de la prórroga de la Ley 26 160, que tanto hemos hablado en el aire de la Gráfica?
WB: Es una Ley que reconoce el territorio actual y público, que tiene una carpeta técnica de tipo catastral, de lo que hemos logrado sostener desde el año 2006 en adelante. El gobierno argentino ha sido ultimado por la Corte Interamericana por los desalojos y por la violencia que se generaba. Tuvo que votar esa Ley que, al día de hoy, después de 15 años, solo se relevó aproximadamente el 45% de las casi 2000 comunidades que habitamos en la Argentina. Bueno, esa Ley vence cada 4 años y ahora vence el 23 de noviembre próximo. Así es que ahora estamos intentando dialogar con los senadores, con los diputados, para que voten otra prórroga. Queremos que salga esa Ley como permanente. A la vez, estamos promoviendo como propuesta una Ley de propiedad comunitaria que ya hemos ingresado como anteproyecto en el Congreso nacional en el año 2019. Esas serían las cuestiones puntuales que nos ocupan hoy, más allá de otras cuestiones que tienen que ver siempre con el territorio.
AW: Hemos escuchado el mensaje que has enviado en las últimas horas, y hay una parte que quería recuperar, donde puntualizás que la sociedad metropolitana o esto que llamamos “sociedad argentina” está en crisis: hay cosas de la vida común que han dejado de funcionar. Deberíamos escuchar con más atención la cosmovisión ancestral, esa sabiduría que viene a través de los siglos y que se hace realidad a través de la lucha y la palabra de nuestros pueblos indígenas. Y quiero que lo vuelves a plantear, sobre todo en una crisis que no es solamente económica, sino de enorme deterioro de la Madre Tierra, que tiene que ver con el Nuevo Régimen Climático.
WB: Yo creo que la cuestión más grave que nos toca enfrentar hoy es la educación, que no nos hace figurar, que no muestra otra forma de vida, que no muestra otra forma de relacionarse con el Planeta, que no muestra otra forma de relacionarse con la espiritualidad, que no informa sobre otras formas de ver el arte. Pero, lamentablemente, me entero que todo el mundo está hablando sobre el calentamiento global, sobre las cuestiones que genera la depredación que se está haciendo sobre los bienes naturales. Y nosotros, particularmente, habitamos esos territorios, por ende, nos toca ser defensores naturales. Lamentablemente, nos encontramos un día con una topadora, otro día con el usurpador que viene confabulado con el juez y la policía. Nos toca una cuestión de tensión permanente ante el avance de la soja, los empresarios que avanzan con la frontera de la soja y contaminan: ya empezaron a nacer niños con malformaciones. Todo eso es promovido en función del “progreso”, ellos lo dicen así, pero eso tiene que ver con un sistema que solo ve el dinero. Y de eso no se tiene conciencia. Porque el que se crió y vive en la ciudad está alejado de todo eso, solo lo escucha a veces por la radio, en informes, pero muy poco, obviamente, porque los medios hegemónicos esconden todo eso porque realmente son socios o cómplices. Entonces, esas cuestiones de las que hablan tanto los ambientalistas, de a poco nos vamos encontrando con los ambientalistas, que dan un mensaje de “cuidado del Planeta”. Y nosotros decimos “el cuidado de la Madre Tierra que nos da la vida”, porque es el lugar que habitamos, es el lugar que nos da todo y uno no puede ser hostil con algo que lo rodea porque da todo lo que necesitás: te da la medicina, te da el arte, te da el aire que respirás, las plantas, las frutas y los animales con los cuales convivimos. Y si es necesario, de una forma muy cuidada, podríamos decir también que te permite pescar, cazar esos animales para poder comer el alimento. Así que vemos que todavía falta mucho y tiene que ver con esto que decía, con la educación. Nos educan para ver una sola cosa, de una sola forma, una sola religión, un solo idioma, y eso es complejo. Va a llevar mucho tiempo.
AW:¿Cómo está el despliegue de esto que ustedes han conceptualizado con la palabra “interculturalidad”? ¿Cómo se despliega esto en el territorio nacional? ¿Cómo podrías evaluarlo?
WB: En realidad, nosotros apuntamos a la gran ciudad que es Buenos Aires, por eso cada 60 días nosotros recorremos gestionando y proponiendo la “interculturalidad”, donde de a poco se van encontrando aliados estratégicos, como en la RIEDAI (Red Intercultural de Equipos de Acompañamiento Indígena) que mayoritariamente está conformada por distintos Departamentos de diversidad de la Universidad Nacional de Avellaneda, la Universidad Nacional de Quilmes, la Facultad de Humanidades y de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata. Así vamos avanzando y tratando de ejercer esa “interculturalidad” que vamos mostrando en los distintos departamentos, sindicatos, universidades, centros culturales y alumnos universitarios. Bueno, es una construcción que va a llevar tiempo porque en las currículas de la universidad no estamos. Por eso, tenemos que ir a contar que estamos vivos, que somos presente, que somos una realidad, que tenemos propuestas, cuando la mayoría tiene una mirada del pasado en la que piensan que vamos a llegar a caballo, descalzos. Todo eso es una tarea del día a día. Vamos encontrando los aliados, eso nos alienta. Pero bueno, la cuestión definitiva es agregar contenidos a las currículas.
AW: Se me ocurre algo que aquí leemos bastante, a una antropóloga Rita Segato que insiste una y otra vez acerca de que esta matriz de poder, que define como “colonialidad del poder”, se estructura a partir también del racismo. Dice Segato, “todos somos racializados”, y denuncia el racismo en el campo intelectual, cómo las elaboraciones conceptuales de las autoras y los autores del Sur del mundo son consideradas despectivamente, son estigmatizadas también. Es decir, el racismo opera desde los estados nacionales hacia los pueblos que vienen desde el fondo de la historia, pero racializados y racializadas somos todos. Hay que desmontar esa corriente de pensamiento que se llama “colonialidad del poder y del saber”.
- Entrevista realizada en Panorama Federal (lunes a viernes de 7 a 8, en Radio Gráfica)
- Redacción por Lucía Izaguirre
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