“La política del gobierno nacional sobre la carne es acertada”, aseveró el dirigente agropecuario Pedro Peretti, pues como consecuencia de los cupos a la exportación para los productos cárnicos, medida tomada por el presidente Alberto Fernández que se extenderá hasta fin de año, tuvo un impacto positivo, que se reflejó en el precio de los principales cortes y en el leve crecimiento de su consumo por parte de los sectores populares. Además, el dirigente se refirió a la importancia de discutir el modelo agroexportador de manera genuina, tanto en el campo nacional y popular como en el gobierno nacional, y definió el viejo esquema oligárquico como, “récord de exportaciones, récord de pobreza”.
LM: Contános tu balance de esta política pública.
PP: Lo que decía Axel (Kicilliof) es cierto: debemos llevar 10 u 11 meses de aumento ininterrumpido del precio internacional de la carne, según el índice FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura). Lo cual hace, que si ponemos por encima de la mesa todo lo que producimos, vamos a exportar todo a precios que son desorbitantes. El otro día, yo hacía referencia a un canal (de televisión), donde le hice una nota al dueño de la Casa Argentina, en Londres, que es un restaurante. Le hicieron mostrar al propietario un kilo de lomo y estaba a 40 dólares. Imaginate, ¿quién va elegir vender lomo en el mercado interno, por más alto que lo pongan, a 800 o 900 pesos, si lo puede vender a 40 dólares al exterior? Entonces, yo creo que la política es muy razonable, tiene que haber una política de segmentación. Hay que ir a una política de cupo de exportación y hay cortes que son de consumo popular argentino que no deben poder exportarse. Eso es así.
LM: Para profundizar esta política, porque lo que decía Kicilliof, la cantidad de kilos de carne que se comía en el 2015 disminuyó considerablemente en la actualidad. Además, él también contaba en la entrevista sobre una charla de productores, donde hubo uno que dijo, “bueno, que el pueblo argentino coma pollo y cerdo, la carne de vaca que se exporte toda”. Digamos, que son la cabeza de cierto sector argentino.
PP: Eso fue siempre, es la política de la oligarquía: bajar el consumo interno para que haya un sobrante de exportación. Hace 200 años que piensan e intentan lo mismo. También, hay que reconocer una cosa, hay que aumentar los salarios en la Argentina. El consumo de carne vacuna tiene que ver, no solo con los cupos de exportación, sino también con los salarios. La carne y la alimentación, en general, está directamente vinculada con el salario. La clase trabajadora debe recuperar su poder adquisitivo y eso va a dinamizar todo el mercado interno, no solo el de la carne.
LM: No es que está muy cara la carne, sino que están muy bajo los salarios…
PP: Es una combinación de ambas cosas, Monseñor Helder Cámara (sacerdote católico brasileño, integrante de la Teología de la Liberación) decía hace muchísimo tiempo atrás, “para qué quiero la carne colgada en una carnicería, si no tengo plata para comprarla”. Bueno, ahora eso se resolvió de alguna manera, porque ya no la dejan colgada en la carnicería, sino la exportan, entonces, nuestra gente no puede consumir carne. Lo que hay que hacer es recuperar el poder adquisitivo del salario. El tema de los alimentos debe ser un punto en la reapertura de las paritarias, no solo el aumento nominal del salario, sino también hay que discutir el costo de los alimentos y el control de la cadena agroalimentaria en la República Argentina que está altísimamente concentrado. Hay un dato estremecedor: el 8 de setiembre es el día del agricultor, el semestre pasado se exportó récord en la Argentina, 20.100 millones de dólares producto de las exportaciones industriales de 10 empresas. Esas 10 son las dueñas de los puertos privados que están en el cordón industrial de Rosario, que circunvalan Rosario. Están concentradas, son las 10 empresas que depredaron el (Río) Paraná. Pero vos ves el límite de pobreza del Gran Rosario, donde están asentadas esas empresas, es más alto que la media nacional. Está 42,8% el índice de pobreza. Eso significa que ese tipo de concentración económica, ese tipo de agricultura, no derrama ni siquiera en el lugar donde está asentado. Es todo concentración, es todo exportación, es menoscabar el mercado interno y es precios de los alimentos más caros. Para ellos es mejor, porque sobran más alimentos para exportar. Así es que ese modelo es absolutamente contraindicado para el pueblo argentino.
LM: Para ponerle nombre y apellido, hablamos de Cargill, Dreyfus, entre otras empresas
PP: Sí señor. Y hablamos de Cambiemos y la Mesa de Enlace que son los que lo defienden políticamente. Hay que vincular una cosa con la otra, porque Cargill y Dreyfus no son independientes de Cambiemos y de la Mesa de Enlace, son todos partes del mismo esquema prospectivo que tiene el modelo agroexportador concentrado en el país.
LM: Ahora, vos tenés a una Mesa de Enlace con menos poder de convocatoria y un Consejo Agroindustrial que está sentado en la mesa de discusión con el gobierno. Contános, ¿cómo se puede profundizar, cómo está el debate dentro del Frente de Todos? Porque no es lo mismo Pedro Peretti que el Consejo Agroindustrial.
PP: Bueno, yo no sé cómo está el debate dentro del Frente de Todos. Yo creo que no hay un debate de todo el modelo agrícola, o por lo menos yo no estoy enterado o no participo. Lo que sí sé, es que la mesa de todos es parte de la cadena agroindustrial. No es que está afuera, no es que es contraria. Son lo mismo. La Mesa de Enlace sería la infantería, sería la cara política. Lo otro sería la artillería pesada. Es el mismo modelo. Y acá lo que hay que discutir es otro modelo, es otra forma de producir alimentos, otra forma de que el alimento llegue a la mesa de los argentinos. No podemos seguir con este esquema de pocos productores, empresas agroalimentarias integradas verticalmente y todo vinculado a la exportación. Si seguimos con ese modelo, por supuesto que los alimentos siempre van a ser caros en el mercado internacional. La Argentina es un país que exporta, no un producto que come -no es Japón que tiene arroz, a lo mejor le sobra y lo puedo exportar-, sino que exporta todo lo que come: carne, leche, queso, manteca, exporta legumbres, hortalizas, ajos, cebolla, exporta vinos. Entonces, acá hay que buscar un mecanismo inteligente para que los salarios de los sectores populares puedan acceder a la comida como corresponde y a precios accesibles. Y bueno, si sobra que se exporte. Por eso necesitamos algún mecanismo regulatorio con la intervención del Estado.
LM: Nosotros venimos señalando que el debate, dentro de la coalición del gobierno, es entre desarrollismo y peronismo.
PP: Sí, puede ser. No lo había pensado en esos términos. Pero claramente, el desarrollismo no significa bienestar y calidad de vida para la gente, porque acá va haber un crecimiento de 7, 8 o 10 puntos, y eso ya hemos visto que no derrama nada a la gente, como vimos los 20 mil millones de dólares de exportación: no quedó un peso en Santa Fe. El derrame no funciona. Récord de exportaciones, récord de pobreza.
LM: ¿No ves debate dentro del Frente de Todos?
PP: Veo debates interesantes dentro del Frente de Todos, pero no veo un debate agrario en el campo nacional y popular, hace mucho que no se discute.
LM: Producto quizá del 2008, en esa gran discusión sobre las retenciones móviles, que puso en la escena pública la cuestión agraria, hay organizaciones como la Unión de Trabajadores de la Tierra(UTT), Federación de Cooperativas Federadas Limitada (FECOFE) y distintos espacios agrarios, vos mismo del Movimiento Arraigo. Me parece que el campo popular ha construido herramientas de organización y de construcción política.
PP: Eso es cierto, pero no significa que el campo nacional y popular sea parte del debate. Es marginal al debate. El ministro (Matías) Kulfas presenta el plan ganadero y se los presenta a la Sociedad Rural, a la Mesa de Enlace y a la Cadena Agroindustrial. Kulfas hace un anuncio de créditos para porcinos, y lo hace el ministro de la Producción, y no el ministro de Agricultura y Ganadería. Todos los anuncios lo hace el ministro de la Producción y no el ministro del área. Eso demuestra el poco interés que despierta el sector agropecuario, específicamente, en algunos sectores del gobierno.
LM: ¿Qué opinión tenés de Luis Basterra sobre lo que viene haciendo?
PP: Es un tipo muy capacitado y entiende perfectamente que el principal problema que tiene la Argentina, aparte de la concentración económica y de tierras, es que nos estamos quedando sin productores agrarios genuinos. La Argentina tiene un acelerado proceso de “rentismo rural”, de gente que renta sus tierras para trabajar. El mejor ejemplo de ellos, es que Adecoagro (Agropecuaria SA) acaba de informar a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires que el año pasado sembró 830 mil hectáreas. El nivel de concentración es brutal y todo eso se hace sin productores agropecuarios. La Argentina se puede sembrar toda, íntegra, todos los productos que quieras sin un solo productor agropecuario. Y ese es un debate estrictamente político que no está ni en el gobierno ni en la sociedad.
LM: La carrera para poder conseguir dólares para pagar la deuda es lo que se lleva todo puesto, ¿no?
PP: Exactamente, creo que si no se tiene otra mirada, me parece un grave error estratégico y después nos lamentamos. Es un error que venimos cometiendo desde los años 90.
LM: Tu mirada sobre el debate interno que se está viviendo en el Frente de Todos en Santa Fe, la discusión Omar Perotti – Agustín Rossi.
PP: Yo creo que la verdadera batalla no es esta, sino la de noviembre. Yo voy a esperar el resultado de las elecciones y el día lunes me voy a pronunciar por el que pierda. Voy apoyar al perdedor. ¿Para qué? Para que juntos y acompañándolo en un proceso, para tratar de que el perdedor acompañe al ganador y no se le escape un solo voto al Frente de Todos. Porque la batalla central es la de noviembre. Y no nos podemos dar el lujo de perder un solo voto, aunque queden compañeros heridos y lesionados. Cualquier cosa que hoy divida la fuerza del campo nacional y popular no contribuye a la lucha contra la derecha. Estas elecciones son claves porque son elecciones de rumbo.
- Redacción Lucia Izaguirre
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