Por Leila Bitar*
El Partido Comunista Chino cumplió 100 años el pasado 1° de julio y lo celebró a lo grande. Con 92 millones de afiliados, se posiciona como la fuerza política más fuerte del planeta, que a su vez, lidera la economía más pujante; el país asiático camina a paso firme para constituirse en la próxima década, en la primera economía mundial.
Para comprender a fondo las implicancias de tal reconfiguración de fuerzas en el tablero geopolítico internacional, Radio Gráfica convocó a especialistas en la materia. Gustavo Girado, magíster en Relaciones Internacionales y director del posgrado sobre Estudios en China Contemporánea de la Universidad de Lanús, explicó cuáles son las dificultades para abordar la temática, desde una perspectiva occidental.
Un poco de historia
“Los más llamativo para nosotros es que un Partido crea un Estado. Porque la República Popular China ha sido creada por un partido político, el 1° de octubre de 1949, cuando Mao en la Plaza de Tian’anmen celebra su nacimiento”, señaló el analista, al tiempo que remarcó que en la cultura occidental suele realizarse el camino inverso: “Acá hay miedo de que los partidos, cuando se está gestando la república, coopten al Estado. En China es al revés, la preocupación es que el Estado coopte al Partido. Hay una Constitución que dice que el presidente del país tienen que ser miembro del Partico Comunista”.
El periodista especializado en relaciones chino-argentinas, Gustavo Ng, fue otra de las fuentes consultadas. Por su parte, el comunicador resaltó que “uno de los aspectos trascendentes” en torno al extraordinario crecimiento económico chino, es que está dirigido por un partido comunista: “Cuando cayó la Unión Soviética, lo que se leyó en todo Occidente, fue la caída de toda la intención socialista. Lo que no se destaca en ese momento, es que el socialismo, con otro estilo, siguió en China, y hoy está logrando éxitos que el capitalismo no logró”.
En esa misma línea, Girado afirmó: “China hace exactamente dos meses y medio que eliminó la indigencia. Son 1432 millones de personas, de acuerdo al último censo. No hay indigencia, han eliminado la pobreza extrema”. “Es un país en vías de desarrollo, que todavía está lleno de pobres, pero la política donde lo colectivo está por encima de lo individual, tiene unos resultados que nosotros miramos con asombro”, sostuvo el investigador.
“La política donde lo colectivo está por encima de lo individual, tiene unos resultados que nosotros miramos con asombro”
La Revolución Comunista china fue el resultado de la larga guerra civil iniciada en 1927, en la que se enfrentaron los nacionalistas del Kuomintang, liderados por Chiang Kai-shek, y los comunistas del PCCh de Mao Zedong. Con la victoria comunista, se instaura la República Popular China —proclamada en Pekín el 1 de octubre de 1949—. Chiang Kai-shek y sus seguidores se refugiaron en la isla de Taiwán, donde fundaron la República de China (Taiwán), conocida durante la Guerra Fría como la “China nacionalista” opuesta a la “China comunista”.
Una de las principales políticas puestas en marcha a partir de la revolución, fue la reforma agraria, que implicó la redistribución de tierras confiscadas a los mayores terratenientes. El analista político, Néstor Gorojovsky, remarcó que se trató de un eje central para entender el actual sistema chino: “Vemos un partido campesino que adopta al socialismo como herramienta para salir adelante. Le arrancó el poder a los feudales y puso al Estado en el centro de la cuestión, al servicio de los trabajadores y campesinos”. También se realizaron reformas sociales como la nueva ley del matrimonio, que daba mayores derechos a las mujeres, y planes de erradicación contra la adicción al opio.
“Vemos un partido campesino que adopta al socialismo como herramienta para salir adelante. Le arrancó el poder a los feudales y puso al Estado en el centro de la cuestión, al servicio de los trabajadores y campesinos”
La estructura del nuevo Estado había sido decidida durante la Conferencia Consultiva Política Popular convocada por Mao el 12 de septiembre de 1949. Además de la ley orgánica que establecía los poderes del Estado, se redactó un Programa Común, que enumeraba una serie de objetivos urgentes. También se diseñó la nueva bandera del país; roja con una gran estrella amarilla en representación del Partido Comunista, en torno a la cual se sitúan otras cuatro estrellas más pequeñas, que representan la unión de las cuatro clases sociales: los campesinos, los trabajadores, la pequeña burguesía y la gran burguesía urbana.
Desde la perspectiva histórica, los chinos consideran que durante más de un siglo “Europa sojuzgó a China de una manera muy humillante, desde un poco antes de la Guerra del Opio. El Partido Comunista siente que cuando se libera de la invasión japonesa en 1950, también se libera de todo ese sojuzgamiento, entonces el comunismo para ellos significa la liberación de toda esa humillación”, agregó Ng.
Institucionalidad y diplomacia china
Durante los últimos 20 años la emergencia de China en el escenario internacional, llevó al país a asumir una responsabilidad global de relevancia: “se puso en el vértice de muchos procesos políticos a nivel multilateral”, aseguró Girado. “China crea su propia institucionalidad con los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), el Banco de los BRICS, la Organización de Cooperación de Shanghái, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, la iniciativa de la Ruta de La Seda”, precisó el analista, al tiempo que subrayó: “Toda esa institucionalidad que China viene creando en lo que va del siglo XXI, es una respuesta a toda la institucionalidad creada por occidente”. Después de la Segunda Guerra Mundial, organismos como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, Naciones Unidas, se impusieron como las principales instituciones multilaterales que no expresaban los intereses de Oriente.
“La institucionalidad que China viene creando en lo que va del siglo XXI, es una respuesta a toda la institucionalidad creada por occidente”
“El formato de las democracias liberales de occidente a nosotros nos deja con el 50 % de la población en pobreza, desde Río Bravo, el límite entre Estados Unidos y México, hacia el Sur, hasta Ushuaia, con unas catastróficas situaciones económicas sociales”, sostuvo el investigador, que también remarcó que la falta de respuestas ante problemas estructurales que acentúan la desigualdad, la pobreza y el desempleo, posibilitan la amplificación y aceptación de discursos marginales, elaborados por sectores minoritarios, que llegan inclusive, a tener representación parlamentaria.
“En Asia tenés democracias nominales, monarquías, formas de gobierno muy diferentes a las que hay aquí”, sin embargo, y a pesar de que existen fuertes cuestionamientos sobre la falta de derechos individuales, calidad democrática, y derechos humanos, “ésta gente, bajo esas características totalmente discutibles, han sacado de la miseria y de la pobreza a más de 880 millones de personas en muy pocos años”, aseguró el especialista, al tiempo que destacó que sólo llegan al gobierno los “brillantes intelectuales”, producto del filtro que impone el PCCh: “el actual mandatario Xi Jinping, al igual que los anteriores, son gente muy preparada para el manejo de la cosa pública”.
PC chino y peronismo
La fuerza política con mayor cantidad de afiliados en el mundo, no está exenta de debates internos ni contrapuntos entre las diferentes corrientes. A pesar de ello, Girado sostiene que la prioridad es “tener aprobación colectiva, para evitar revueltas sociales que vayan en contra de los intereses de su gente. La permanente necesidad de legitimarse que tiene el Partido, hace que abreven en la base”. Con 92 millones de afiliados, distribuidos entre los distintos estamentos del estado, “hay un trabajo político bastante parecido al de las unidades básicas”, con una fuerte impronta local, afirma el especialista.
Por su parte, Gorojovsky, habló de “la tercera posición china”, y resaltó las diferencias que llevaron a que China y América Latina recorran caminos diferentes: “China era una nación unificada antes de iniciar el camino hacia su revolución nacional en profundidad. La China es como si hoy fuera América Latina, esta es la diferencia crucial, lo que entra en la escena histórica en 1949”, explicó. Para el analista, China era una América Latina unificada por un grupo de políticos y militares revolucionarios que puso al Estado al servicio del conjunto de la población y logró que la población quedara integrada en ese Estado.
“Ellos mantuvieron siempre una política tercerista, en el sentido de que entendían y entienden su gobierno como esencialmente anticolonial y antiimperialista. Este es el punto de partida común entre la experiencia de Argentina y de la China, que Argentina comienza en 1945 y la China en 1949”, explicó.
Gustavo Ng, por su parte, remarcó como característica central de la sociedad china, “el orgullo nacional exorbitante”. “Les da sentido a su vida ser chinos y tener orgullo de su país. Es algo que se aferra a una tradición continuada muy grande, todo lo que es perspectiva histórica, para ellos es de miles de años. Ellos dicen que son una civilización, como la Grecia Antigua, el antiguo Egipto, o el Imperio Romano”, destacó.
Dueños del futuro
China va camino a convertirse en una potencia tecnológica a mediados de este siglo. El proceso emprendido se fundó sobre cuatro ejes centrales: el progresivo incremento del presupuesto destinado al desarrollo científico-tecnológico, el impulso de estrategias de innovación para aumentar la productividad y sostener competitividad exportadora, y la creación e internacionalización de firmas tecnológicas. Las reformas pro mercado impulsadas en las últimas décadas, confirman esa tendencia de transformación y fortalecimiento de sus sectores tecnológicos. De esta manera, China apunta a posicionarse como líder en telecomunicaciones, redes 5G e inteligencia artificial, mientras compite contra EEUU, potencia que no concibe perder su hegemonía mundial.
“China ha hecho una tarea importante para dejar de ser dependiente de occidente. El norte es dejar de ser dependiente desde el terreno alimenticio y desde la energética. Hacer políticas para lograr la independencia económica y tener soberanía política”, opina Girado, consultado por la estrategia de impulso tecnológico oriental. “Y esto lo viene haciendo desde hace 5 planes quinquenales, con desarrollo de políticas para hacerse de conocimiento”, continuó. Las empresas transnacionales que pretenden ingresar a competir en el mercado chino, están obligadas a negociar con el partido comunista. Para obtener beneficios en el mercado, las empresas extranjeras deben compartir conocimientos, utilizados posteriormente en beneficio del desarrollo industrial oriental.
Para obtener beneficios en el mercado chino, las empresas extranjeras deben compartir conocimientos, utilizados posteriormente en beneficio del desarrollo industrial oriental.
“Ahí tenés cómo resultado Lenovo, Huawei, ZT, etc., esa enorme parafernalia de grandes corporaciones de origen chino que compiten de igual a igual con las corporaciones de occidente”, destacó el investigador mientras recordó que la carrera por controlar el mercado de las tecnologías todavía esta en pleno desarrollo. Los patrones sobre los cuáles se van a desplegar el 5G, la inteligencia artificial y en general la nueva tecnología, no tiene definido sus estándares. En ese marco de puja de intereses, es que por ejemplo, Trump prohibió a Huawei vender en Estados Unidos. “Lo hacen para que las empresas chinas no avancen. El gobierno norteamericano dice que el Estado a vencer es la República Popular China, el problema es China, no hay que dejarla progresar”, concluyó.
(*) Periodista de Radio Gráfica
- Gustavo Girado, entrevistado por Lautaro Fernandez Elem en Desde el Barrio (lunes a viernes de 10 a 13 hs)
- Gustavo Ng, y Néstor Gorojovsky entrevistados por Lucas Molinari y Leila Bitar en Punto de Partida (lunes a viernes de 8 a 10hs)
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