Martín Guzmán exigirá cambios al FMI en el G20. El planteo externo se liga a la economía interior. L´Gante y Emilio Pérsico. La explosión feminista decanta y razona. La necesidad del pueblo argentino. El Congreso de la Productividad y la ruptura con la CGT. El valor de la unidad. El fútbol siempre está.
Por Gabriel Fernández *
Un día se conocen cifras que dan cuenta del renacer económico. Al otro, aparecen datos que denuncian la caída. Todos los informes provienen del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y contribuyen a la difusión de análisis en direcciones contrastantes. Existen tres elementos que coadyuvan a la confusión: la ausencia de un balance concreto emitido desde el Estado nacional, la declamación genérica de algunos críticos internos y la extrema subjetividad direccionada desde la oposición liberal conservadora. Al cuadro se le suma el decir de la izquierda, siempre lista para denunciar catástrofes sociales en el marco de todo gobierno y toda gestión.
Tal vez, sin dejar de mostrar las estadísticas pertinentes, resulte válido desplegar una mirada más aguda para aprehender el paisaje de modo directo, con todas las dificultades que ello implica pero ofreciendo un panorama distinto al que surge de la esgrima numérica.
En medio, tomar en cuenta los vaivenes de una política que ofrece versatilidad interior para las fuerzas en disputa pero muestra un cuadro relativamente fijo en materia de apologías y rechazos. También, evaluar algunas variables culturales de importancia para la sociedad en su conjunto. Y tomar en cuenta ciertos gestos y declaraciones que lo entornan todo y pueden contribuir a musicalizar con sonidos de la época.
Redoble rataplán y a zambullirse en la Argentina.
DOS TEMAS SOBRE LA CONVIVENCIA. Un par de asuntos sutilmente vinculados, pero en apariencia distantes, sacudieron zonas cercanas de la opinión. La mención que Cristina Fernández de Kirchner formuló sobre el pibe L´Gante y el comentario de Emilio Pérsico sobre la inclinación de la ayuda social desataron reacciones previsibles, formales y poco razonadas. Vamos a entrar con un perfil distinto a los escuchados y leídos en los días recientes.
Hábil, pícara, CFK puso de relieve aquella mirada esbozada por Juan Domingo Perón sobre las oportunidades masivas, pues la misma desmembra toda cerrazón en materia de contención y asistencia. Mientras más personas se encuentren aptas para formar en las gateras, más talentos en cualquier rubro será posible hallar. La trascendencia de la inobjetable precisión la ubicó en lo Importante por sobre lo tangencial. Este último andarivel resultó cubierto por Victoria Donda, quien recordó que el rapero, como otros, compuso una obra de corte “machista”. La presidenta del Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi) colocó –al igual que Fernando Haddad en la campaña brasileña que entronizó a Jair Bolsonaro– lo secundario por sobre lo estratégico.
El asunto no es menor a la luz de las prioridades observadas en el primer tramo del gobierno de Alberto Fernández. Quienes adoptaron como punching ball a Marcelo Tinelli por mostrar bailarinas con faldas bien cortas en su programa, habrán percibido las imágenes de promoción esparcidas por Elian Valenzuela, con muchachas voluntariamente expuestas con mayor intensidad que las conocidas en pantalla. ¿Qué pensarán los teóricos de la “cosificación”? La misma pregunta cabe formular a quienes absorben las sugerencias de Página 12 en su serie Porno, con títulos como “Recomendaciones de porno alternativo y proyectos XXX independientes”.
No se trata de apoyar o condenar un estilo, sino de preguntarse porqué para varias franjas la sexualidad planteada en productos populares como el Bailando o -muy habitual- en las coristas de la cumbia nacional, son considerados degradantes para la mujer mientras que el toque cultural de la sexualidad alternativa brinda un paraguas aceptable.
Ahora bien ¿en qué consistió el decir de Pérsico que alzó airadas réplicas de la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad Elizabeth Gómez Alcorta? Conocedor de la vida en los barrios bonaerenses, el jefe del Movimiento Evita explicó que si la ayuda social se referencia solo sobre las mujeres, es ostensible que los varones deben procurar el sustento por las vías disponibles. Apuntó que, como el trabajo escasea, hay una zona de la comunidad que se vuelca sobre el delito. La observación podría haber generado un interesante análisis en busca de soluciones. Temas como el anatema de los pobres ameritaba incluirse en las críticas al dirigente, pero también un mejor diseño de la asistencia originada en el Ministerio de Desarrollo Social. Hace poco desde el mismo sector surgieron valiosas consideraciones acerca de la importancia de emplear grandes regiones del presupuesto destinado al sostén de emergencia como inyección sobre el aparato productivo para la generación de trabajo genuino. La violenta reacción de Gómez Alcorta, reduciendo un gran debate al estrecho callejón del “machismo” sólo sirvió para emitir frases “correctas” que anulan el pensamiento.
UN MOVIMIENTO CONFLICTIVO Y POSITIVO. La oleada verde que inundó la Argentina en los tres años recientes está decantando. Van quedando resultados apropiados a una mejor convivencia: la agresión verbal callejera se ha morigerado y muchos tontos cierran el pico antes de persistir en improperios; la condena a los acosos, abusos y violaciones ha logrado un lugar social destacado; la sanción de una normativa razonable sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo ofrece una solución parcial sobre un problema real; las direcciones empresariales que otrora preferían sin argumento al varón sobre la mujer están obligadas a equilibrar la selección; aumentó la tensión hacia la igualdad salarial; y mucho más. Lo accesorio y lo perjudicial se van diluyendo más allá de las presiones para su imposición: el mal llamado lenguaje inclusivo, que perjudica la comunicación mediante el borroneo del habla genuina construida por hombres y mujeres en los libros y en las calles; el pre juzgamiento del Yo te creo para el cual basta la imputación para arribar a la condena; la confusión de una organización articulada según las necesidades colectivas con un “patriarcado” que sirve para sustituir el análisis de clase y difuminar responsabilidades; la equiparación de discusiones verbales habituales entre seres humanos con violencia de género; y bastante más.
El pueblo argentino se encamina a un equilibrio razonable después de los remezones. Esto fue posible, entre otras cosas, por la irrupción masiva de las mujeres del movimiento obrero organizado en el Encuentro de La Plata en octubre de 2019. Como lo señalamos oportunamente, ellas pusieron las cosas en su lugar y, junto a las compañeras de las organizaciones sociales, lograron el encapsulamiento de las extemporáneas que dejaron al descubierto su orientación al presentarse, semidesnudas –ya que hablamos de exposición- ante la Catedral ubicada en el centro geográfico de la capital bonaerense y vandalizaron una estatua dedicada a Eva Perón. Allí se abrió un antes y un después en el espacio: dejó de ser hegemonizado por la variante extrema anti – varón con rasgos antiperonistas para desarrollar una concepción vindicatoria de derechos justos que ensambla con buena parte del sindicalismo argentino y con las entidades que, surgidas al calor de la crisis impuesta por el liberalismo en los años 90, bregan por la justicia social en las barriadas populares.
La trascendencia de las franjas minoritarias y radicalizadas al frente del movimiento de mujeres no hubiera logrado tanto despliegue de no haber hallado un anverso equivalente. Pues durante todo este tramo fue posible visualizar el contraste a través de grupos ultramontanos que argumentaron que la Ley por la Interrupción Voluntaria del Embarazo no era otra cosa que un plan imperial para despoblar la Patagonia, que quienes abordaban esa exigencia de la salud pública configuraban una banda de asesinos de bebés y, como frutilla en el postre, que al Estado le corresponde intervenir en las relaciones que los seres humanos deciden llevar adelante en su ámbito privado. Semejantes dislates fueron absurdamente proclamados en nombre de un supuesto peronismo histórico sin observar que justamente ese movimiento impulsó la ley del sufragio femenino, la ley de divorcio y una serie de normativas en defensa de los trabajadores que incluían sin excepciones a las trabajadoras.
DEUDA EXTERNA Y ECONOMÍA INTERNA. Nuestras Fuentes Seguras restregaban sus manos. “La semana pasada te dijimos que, en el tema deuda vs economía interior, una cosa no quita la otra” –Así es. Cómo se comprueba eso. “De ahí lo que queremos decir ahora: no se informa bien que Martín Guzmán pidió a los bancos y organismos multilaterales que otorguen créditos con plazos más largos y tasas más bajas después de lograr un acuerdo con el Club de París para extender los pagos. Dijo que las líneas de crédito de los organismos internacionales deben actualizarse porque se diseñaron para otro período de la historia”. –-Cómo influye en el segundo punto. “Que si se quieren cambios para alcanzar una economía sustentable como declama el Fondo, tiene que haber plazos más extensos y tasas más bajas para que las naciones en desarrollo puedan acceder y pagar con normalidad”. –Cuándo lo dijo. “Se lo viene diciendo al FMI y lo ventiló en el marco del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación”.
Vale recordar que el 22 de junio el Gobierno llegó a un entendimiento con el Club de París. Ese acuerdo implica construir lo que se denominó un puente de tiempo hasta el 31 de marzo de 2022 para no caer en default y poner en marcha un fixture de pagos a lo largo de un período de ocho meses. Aunque la reacción se difundió con sordina en los medios concentrados, lo cierto es que el FMI elogió el acuerdo y dinamizó las negociaciones para un nuevo programa que facilite a nuestro país refinanciar los 45.000 millones de dólares de deuda. “Le damos la bienvenida a este progreso de la Argentina para resolver su deuda con los acreedores del Club de París”, afirmó el vocero del Fondo, Gerry Rice, la semana pasada. Como si eso fuera poco, admitió la existencia de “enormes asimetrías entre países avanzados y los llamados en vías de desarrollo”.
-El ministro se sigue afirmando como un buen negociador. “Sin dudas. Pero la relación entre los dos temas que preocupan se ve clara porque en ese mismo marco de debate dijo que´uno de los aspectos más tóxicos que ha tenido la globalización es la elusión impositiva por parte de las corporaciones internacionales´. Textual”. –Se viene el G20. “En esa dirección Guzmán anunció que pedirá afrontar en serio la evasión impositiva de las multinacionales para permitir que los estados tengan recursos para las transformaciones hacia modelos sustentables. Te anticipamos que esta semana que comienza va haber un debate importante entre los funcionarios económicos de los países que integran el G20 para consensuar una tasa impositiva global y una distribución equitativa de los beneficios”. –Eso sí podría beneficiar a la Argentina. “Claro. Guzmán adelantó que en la reunión se va a preguntar, haciendo participar a los demás en la respuesta ´¿Quién va a financiar la transformación productiva de países como la Argentina y otros de la región que la necesitan para su desarrollo?´”.
-Entonces, después de los roces, ya van dos exposiciones de Guzmán sobre el futuro inmediato. En Economía y ahora esta, en Ciencia. “Así es, en la misma línea preocupada por el mercado interno y por eso vemos que hay muchos interesados en ocultar su posición. Seguimos con lo que subrayamos de las palabras del ministro porque viene a cuento con lo que preguntás todas las semanas: ´En el mundo enfrentamos una situación de enormes asimetrías entre países avanzados y los llamados en vías de desarrollo. Asimetrías en contar con los recursos que los Estados necesitan para implementar estas transformaciones, porque el mercado por sí sólo no va a poner el financiamiento´”. -¿Y les habló sobre la investigación? Digo, ya que estaba ahí. “Si claro, calificó al conocimiento como eje central del desarrollo, como sostén de la estructura productiva y dijo que hay que construir las condiciones para su generación porque eso facilitará ´una economía tranquila, capaz de satisfacer un conjunto de objetivos del desarrollo” como la inclusión, la agregación de valor y la estabilidad´”. –Valor agregado, es trabajo. “Valor agregado es trabajo. Si no de qué inclusión estamos hablando”.
-Pienso en lo que dicen y también que igual hace falta una inyección de dinero fuerte y rápida. “Las paritarias están a la vista y contra lo que muchos pensaban no hay intervención del Estado para aplastarlas. De hecho, donde puede, levanta. Fijate que el gobierno ya confirmó que adelantará la revisión paritaria de los estatales nacionales prevista para noviembre. Recordarás que en mayo se pactó un acuerdo salarial del 35%. Si se marca una tendencia en las paritarias que se pueden controlar, se abren las puertas para las demás. Hay que incluir en el mismo gesto la decisión de mejorar el salario mínimo”. -¿Eso está en firme? “El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, ratificó la decisión de aumentarlo y dijo que el Gobierno piensa hacerlo directamente por decreto. Y esto surgió después de una reunión del Ministerio de Trabajo con el Gabinete Económico”. –Estamos en mitad de año. “Como dijimos, el salario empieza a mejorar de veras”. –Bien. ¿Algo más? “Hay aumento y bono adicional para Potenciar Trabajo”. –Gracias, estuvieron locuaces.
Mientras tanto, una secuencia de temas duros atraviesa la agenda. Los sectores que pusieron sobre la mesa la Soberanía se adjudicaron un triunfo parcial en la discusión sobre el Río Paraná. Algo semejante está sucediendo con la discusión en derredor de la propiedad del litio: el debate surgido en el aire de la Gráfica al difundir la elaboración de un proyecto de Ley por parte del diputado Marcelo Koenig, derivó en la creación de YPF Litio, que involucra presencia estatal y provincial. Asimismo, por qué no mencionar la sana acción estatal de evitar la renovación de las concesiones ferroviarias para las líneas de carga Sarmiento, Mitre y Roca. Si hace siete días cuestionamos con severidad la acción oficial en el rubro energético, cómo no describir la contracara.
Dos de esos asuntos cobrarán especial relevancia en los días venideros. Estaremos bien atentos.
PODER POLÍTICO Y MOVIMIENTO OBRERO. Es muy probable que a pesar de la combinación de dificultades heredadas, pandemia y vaivenes propios, el país salga adelante. El vigor de la economía argentina es superior al reconocido por sus propios protagonistas; la dimensión del saber técnico, la audacia de pymes y cooperativas, la lucidez de las organizaciones laborales y sociales, la capacidad de ahorro colectivo y el enlace con un período mundial Multipolar favorable para las naciones emergentes, son algunos de los factores esenciales del período que atravesamos. Si esto es así, resultará imprescindible observar el propio decurso y hacerse las preguntas clave para evitar nuevos retrocesos.
Pensemos, lector. Cada período de desarrollo industrial, ampliación del poder adquisitivo, afirmación de la soberanía, que se ha llevado adelante, fue desarticulado por distintas vías. Si la tradicional resultaba el golpe de Estado, es preciso sumar al análisis la defección de un menemismo que arribó al gobierno con nuestras grandes banderas, así como los sucesos que derivaron en los dramáticos comicios del 2015; ambos fracasos del campo nacional operaron como advertencias para comprender que el problema no se asienta específicamente en tácticas o modalidades, sino en el trasfondo que evita un direccionamiento claro y persistente.
Es habitual preguntarse si una acción más decidida y violenta ante los golpistas del 55 hubiera modificado el rumbo de la historia. Y, en los distintos reacomodamientos oligárquicos posteriores, si la unidad constituyó potencia o carga pesada. También, si la cuestión pasaba por incrementar la presencia estatal en rubros clave. O si se trataba de otorgar mayor poder decisorio a los espacios gremiales y sociales que surgieron de las bases. Asimismo: ¿demasiados medios de comunicación en manos del Estado o una excesiva permisividad ante la hegemonía de los privados? No falta, con mucho sentido, la pregunta acerca del rumbo internacional y la relación de fuerzas en cada tramo.
Cada punto, entre tantos, suele ser presentado por distintos sectores como determinante para este equilibrio histórico que no termina de romperse. Pero si los repasamos a todos, veremos que se han probado las más diversas variantes y ninguna garantizó, por sí misma, el ansiado desnivel en beneficio del espacio nacional, popular, industrial.
La discusión sobre si Juan Domingo Perón hizo bien en evitar el derramamiento de sangre a la luz de los sucesos posteriores, apenas se referencia sobre un aspecto procedimental. El tema es averiguar por qué no se logró la potencia necesaria para, con violencia o sin ella, derrotar a los levantiscos. ¿Cómo fue posible que franjas minoritarias se impusieran a un Proyecto en marcha que contenía el respaldo de grandes mayorías, una industria en despliegue y demasiados elementos favorables en los más diversos rubros? Es ostensible que no sólo faltó audacia para castigar a los antinacionales.
Faltó, como en otras caídas –pero la de 1955 resultó quizás, la más importante- ese factor que convierte a un Pueblo Nación en fuerza arrolladora e indetenible. Pero, ¿cuál es ese factor? La pregunta es corrosiva, porque cada vez que se apunta a una causa en particular se percibe que la misma no resultó trascendente en períodos semejantes.
A diferencia de lo que ha sucedido en otros países, el movimiento nacional popular argentino logró demostrar su poderío, arribar al gobierno y transformar la realidad. En el período clásico que estamos señalando, en el arranque de los años 70, en los doce años de innovación más recientes, para enumerar sintéticamente zonas de la historia bien marcadas y no entrar en debates oblicuos sobre otras, que también ameritan estudio dedicado. Ha conseguido el éxito combinando movilización y voto masivo, ha reformulado parcialmente la economía interior, pero no ha podido extender su labor como oficialismo más allá ni establecer bases sólidas que impidieran el freno y un posterior retroceso.
Podemos palpar en nuestra cotidianeidad que los fantásticos avances alcanzados en cada tramo, con gran esfuerzo y a través de construcciones colectivas, resultaron desmembrados en poco tiempo por el retorno de la política liberal oligárquica. En este nivel de análisis, carece de vigor explicar que su contraste, afincado en el interés nacional, es más institucional y democrático, más justo y beneficioso para el conjunto. Es así, lo sabemos, pero resulta inevitable preguntarse si el poder aquilatado por cada contrincante configura una equivalencia tal que la Argentina no termina de averiguar si es más rentable crecer o decrecer.
El sector rentístico, agroexportador y financiero, tampoco logró resolver el asunto. De hecho, en 1976 se exigió a fondo asesinando 30 mil luchadores populares, encarcelando y persiguiendo al movimiento obrero. Aquella matanza feroz no consiguió evitar que el pueblo argentino construyera su Década Ganada. Y este artículo está siendo redactado bajo un gobierno que llegó a la cúspide estatal con banderas peronistas y varios dirigentes, como la vicepresidenta, muy objetados por encarnar nítidamente esa tradición. El equilibrio relativo se prolonga en el tiempo sin solución. Es obvio que uno de los espacios en pugna posee más beneficios que otro, pero no que la contienda haya finalizado.
UNA NECESIDAD HISTÓRICA. El pueblo argentino necesita romper la paridad. Si estuviéramos hablando de otras gentes, de otras naciones, diríamos que deben seguir adelante o, en su defecto, organizar la resistencia. En este territorio el péndulo conlleva una oscilación sin parangón. Y aunque ese quiebre exija determinación, son otros los elementos que pueden sostenerlo; más profundos y de difícil detección.
Algo es cierto: no resulta viable prescindir de la amalgama. Quien piense que un solo factor es la clave, puede presentar fórmulas gratas para el oído pero ineficaces a la hora de construir salidas superadoras.
¿Los desacuerdos en el Congreso de la Productividad lanzado en el último tramo del gobierno de Perón pueden parangonarse a la ruptura entre la administración de Cristina y la CGT entre 2011 y 2012? Este narrador piensa que sí, y enfatiza que uno de los factores a considerar seriamente es la importancia de la unidad entre los distintos espacios políticos del movimiento y su columna sindical, con relaciones sociales derivadas. Queda planteado aquí a modo de advertencia, por si a alguno de los protagonistas se le cruza por la cabeza romper lanzas por aspectos puntuales.
Hay más para señalar sobre la idea, pero por muchos motivos la intención es introducir estas cuestiones irresueltas como instancia de reflexión hacia un porvenir cercano.
Otra andanada oligárquica, con su impronta antiproductiva y su secuela recesiva, puede llegar a esparcir una oscuridad que resuelva la contradicción sin vueltas en el peor de los sentidos posibles.
El Papa Francisco, con su breve y contundente alocución hacia los empresarios argentinos, brindó un aporte inestimable para el hallazgo de una brecha en la historia que impida otra vuelta atrás. Su decir es una bomba de profundidad de enorme vigor. Merece más expansión y renovados aplausos.
EL FÚTBOL SIEMPRE ESTÁ. Aunque los impactos emocionales relacionados con el deporte tienen su importancia en la gestación de climas, la gente piensa. Hay un momento de euforia o de tristeza y luego lo importante desplaza a lo accesorio. Creer –como se escucha por ahí- que el destino del Gobierno del Frente de Todos está anudado al resultado de la Copa América o al de las Eliminatorias hacia el Mundial, implica una subestimación de la percepción y el razonamiento de nuestro pueblo.
En todos los ámbitos se suscitan internas y cruces. Hace pocas horas irrumpió el técnico riverplatense Marcelo Gallardo anunciando que está dispuesto a dirigir la selección; no le importó que sus palabras fueran evaluadas como un palo en la rueda del ciclo que lleva adelante Lionel Scaloni. Según nos informaron Fuentes Internas de la Asociación del Fútbol Argentino, si el actual entrenador no consigue victorias en los cotejos definitorios que se avecinan, el arribo de quien tanto ganó al frente de su club, será promovido con mayor potencia.
Hace rato que la cuestión ronda la cabeza de quienes impulsan algunas decisiones en el ámbito futbolero. Un año y medio atrás, al filo del inicio de la pandemia, Gallardo se reunió con el entonces flamante Presidente y con Hugo Moyano. Los tres coincidieron en insuflar vida a esa posibilidad, pero enseguida arribó el virus y cada uno en lo suyo salió corriendo a resolver urgencias. Ahora, la intención se ha ratificado. Claro que una probable coronación de la selección nacional en el torneo organizado por la Conmebol, revitalizaría la continuidad del actual técnico y su cuerpo de asesores.
Este periodista, en tanto, se deja llevar por sueños cercanos. Extraña a Diego Armando Maradona y hace votos para que el Pulga Luis Miguel Rodríguez deje su huella en el Bosque.
La nota que aquí finaliza es un guiño a la militancia peronista. No resulta preciso que exista acuerdo en todos los puntos; lo importante es aportar a un debate con buena información y elementos de comprensión. El respeto hacia el lector debe ser eje de la tarea periodística.
Prepare el mate, repase y opine. Aquí, o en los encuentros con los compañeros.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
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