El miércoles 30 de junio se colocó la piedra basal de lo que será el edificio Manuel Belgrano de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa), donde funcionará el nuevo laboratorio experimental de producción de aceite de cannabis y de los derivados del cáñamo para fines terapéuticos.
Trabajarán en la producción de ensayos clínicos, etnográficos y epidemiológicos para incrementar el saber científico que valide este conocimiento popular, donde no es la primera vez que la medicina aprende de un saber ancestral oculto por muchos años. Hugo Spinelli, director del Instituto de Salud Colectiva (ISCo) de la UNLa, dialogó acerca de esta iniciativa con Lautaro Fernández Elem y Manuel Maschi en Radio Gráfica.
LFE: ¿De qué se trata esta iniciativa? ¿De qué se ocupa el laboratorio de derivados del cannabis y a partir de qué es necesario tener este espacio de investigación?
HS: La UNLa tiene el Instituto de Salud Colectiva que trabaja problemas sociales y relacionados con la salud de la población. A partir de una propuesta que nos hicieron dos colegas, el Dr. Carlos Magdalena que es médico y el Dr. Luis Acosta que es biólogo, dimos avance, luego de plantearlo en la universidad y que el Consejo Superior apruebe, en hacer un laboratorio de producción de aceite de cannabis, investigándolo para usos terapéuticos.
El aceite de cannabis tiene propiedades terapéuticas muy importantes. Es un tema que la medicina no jerarquizó y realmente cuando se puso a investigar se encontró que tiene bases fisiopatológicas, que el cuerpo humano tiene un sistema cannabinoide, como tiene un sistema sanguíneo, un sistema lari linfático, es decir, que explica por qué se usaba desde la antigüedad el derivado del cannabis para dolores o para ciertas enfermedades. La medicina no siempre va a la saga de los descubrimientos. Muchos de los descubrimientos que hubo en la historia de la medicina son o causales o no vienen de la medicina. La penicilina fue un descubrimiento causal porque se estaba buscando otra cosa y se detectó. Y acá, si bien se usaba en épocas milenarias, el tema del aceite de cannabis empieza desde los sectores populares que rescatan este saber ancestral.
Esto es una anécdota que el doctor Magdalena comenta, que es muy impresionante, que una nenita, que después termina muriendo, que tenía convulsiones desde recién nacida, estuvo internada varias veces en el hospital de niños en terapias intensivas, no mejoraba y usaban medicamentos muy costosos. De pronto, la chica empezó a tener un efecto de mejoramiento sorpresivo, no se entendía, pero llegó un momento en que estuvo bien y le iban a dar de alta. La madre, cuenta el Dr. Magdalena, le colocó un frasquito arriba de la mesa y le dijo al doctor ‘usted me va a acompañar’. El Dr. Magdalena no entendía ese planteo. Entonces, la madre le había estado dando, por su cuenta y dentro del hospital, aceite de cannabis. A priori uno dice ‘qué barbaridad’. Y ahora las madres que tienen hijos con convulsiones adquieren efectos muy importantes, se usan mucho en sistemas paliativos, en adultos mayores para los dolores crónicos.
Hay toda una base de uso comunitario, que nosotros lo que proponemos es hacer investigación para darle basamento científico, porque sino el riesgo que corremos es que esto se use mal. Y de lo que si estamos seguros es que tiene propiedades claras. Entonces, vamos a hacerlo, creo que es el rol social que tiene la universidad y la Dra. Jaramillo siempre lo planteó desde los inicios de la fundación de la universidad: ‘excelencia académica con compromiso social’. Y de esto, el laboratorio es ejemplo, por ende, vamos a producir evidencia científica, epidemiológica, evidencia científica clínica y etnográfica para poder explicar este fenómeno social, independientemente, de todas las cuestiones económicas que tiene el tema del cáñamo, que el Ministerio de Producción lo ha planteado excelentemente y que significaría ahorrar un montón de millones de dólares o ganar en exportaciones, porque se usa para distintos productos de la industria. Pero también en el campo médico podríamos estar reemplazando muchos medicamentos que se usan como antinflamatorios y analgésicos por una producción que va ser muy barata. Producir el aceite de cannabis se puede poner a muy bajo costo a disposición de los efectores de salud, ahí el sistema público podría ahorrar un montón de presupuesto. Ese es el proyecto que se inició con la aprobación de la creación para el Consejo Superior. Se está colocando la piedra basal y empezamos un proceso en el cual el Dr. Luis Acosta. va ser el director del Laboratorio y el Dr. Carlos Magdalena va ser asesor médico.
LFE: ¿Cómo son los modos de abastecimiento, a partir de una producción interesante, que es la producción cooperativa? Desde hace varios años, aún sin la despenalización de ningún tipo y con una casi total prohibición, ya trabajan con este tema ¿Cómo está hoy esa red y esa posibilidad de abastecimiento que hay a través de las cooperativas?
HS: Estamos en una transición de leyes, en la cual va empezar a cambiar paulatinamente. Nosotros estamos en el décimo aniversario del Instituto y hubo una mesa en la cual participaron las autoridades de la universidad, el presidente del Instituto Nacional de Cooperativismo, gente de diputados y muchas instituciones, en la cual, comenzamos a hablar en el sentido de cómo sería rentable que se constituyan cooperativas de estos cultivadores, en el sentido de que puedan producir y entregar como venta para la producción de aceite.
Hay una ley actualmente en tratamiento en Senadores, que es la ley que impulsó Matías Kulfas. Me parece que hay distintos instrumentos legales que apuntan a cambiar o salir del prohibicionismo, sin llegar todavía a la legalidad total, pero me parece que son instrumentos que se van a ir viendo en función de la práctica. También, el Ministerio de Salud tiene una área que va a trabajar estas cuestiones. Lo que se puede observar es que institucionalment,e y dada esta gran movilización que se produjo fundamentalmente por organizaciones sociales como la que se llama Mamá Cultiva, y en la cual yo quisiera recuperar la memoria histórica del tema de madres y abuelas, sobre otras cosas empiezan a quedar en una sociedad que son recuperadas por el movimiento social y en estas cuestionan. Este movimiento Mamá Cultiva fue una acción fundamental en defender este proyecto. Hoy ese proyecto lo está sosteniendo el Conicet. Yo creo que nuestro trabajo ya es la parte fácil, lo difícil es haber sostenido esta cuestión frente al prohibicionismo, frente a la descalificación y enfrentando el saber médico, que no es fácil de enfrentar.
Me parece que estamos en situaciones de transiciones y de nuevos avances que van a ser interesantes para la actividad que tendría que ser legal y que tiene beneficios económicos y tratables. El Cáñamo va a producir bienes de exportación y tenemos en el país zonas muy ricas. Hay varios centros desde el Conicet que ya están investigando el tema, Conicet tiene becarios doctorales y gente en carrera de investigador sobre el tema cannabis. Estamos hablando de algo que ya entró en parte de la agenda científica, creo que eso es bueno para poder trabajarlo más seriamente y legalmente.
LFE: Desde el ámbito de lo cultural y de la idiosincrasia. Para la comunidad científica, charlando entre colegas, ¿todavía existe el prejuicio contra la marihuana?
HS: El desarrollo de esto va a afectar también intereses económicos. Algún señor o señora que produce antinflamatorios como medicamentos, va a tratar de embarrar la cancha porque le va a significar un perjuicio económico. La verdad es que nadie avanza en un campo sin tener contrincantes o gente que se opone por buenas o malas razones. Es parte del juego social, no estamos preocupados en eso. Nuestra preocupación es producir un bien social que tenga efectos y que además le signifique al país ahorrarse un montón de dólares. Me parece que son argumentos válidos como para comerse una fake news o algunos enojos.
MM: Hugo, escuchaba que el edificio donde va a funcionar el laboratorio se va a llamar Manuel Belgrano, ¿tiene que ver algo esta figura histórica con la producción del cáñamo? Tengo entendido que hay como una historia, ahí detrás.
HS: Hay relatos históricos que relacionan que Manuel Belgrano promovió la producción de cáñamo y que España se lo prohibió porque era un negocio que tenía como monopolio España. Y también lo utilizó como elemento terapéutico, que lo tomó de los pueblos originarios. Hay una relación histórica no totalmente documentada porque indudablemente en la historia oficial esas cosas no se hablaban. Me parece que también ahí se arma un buen desafío con los historiadores, ver cuál es esa relación que algunos han publicado como un elemento. Yo lo que hago es hacer eco de las cuestiones que han escrito otras personas sobre el tema.
- Entrevista realizada en Desde el Barrio (lunes a viernes de 10 a 13hs)
- Redacción Lucia Izaguirre














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