Por Juan Patricio Méndez *
El 6 de Mayo, la Comisión de Desarrollo Económico, Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Cámara de Diputados de Chubut rechazó el proyecto de ley de la Iniciativa Popular (IP) presentado por las organizaciones sociales y civiles, y asambleas comunitarias y ambientales de la región, que contaba con más de 30.000 firmas.
Es por ello que, desde el día jueves, hay marchas y movilizaciones en contra de la megaminería y de la decisión gubernamental de desechar el proyecto. Clima de tensión en la Patagonia, que vuelve a resistir otro revés neoliberal y corporativo, y que advierte el advenimiento de la Zonificación Minera, deseo permanente de la gobernación y de las corporaciones extranjeras para explotar el territorio.
Los reclamos no tardaron en llegar, y muchos gremios y sindicatos apoyaron las medidas de fuerza tomadas por las argupaciones y organizaciones civiles y sociales. Los cortes consistieron en vigilias, marchas pacíficas, corte de la Ruta 3, concentración en la Legislatura Provincial y campañas en Redes Sociales, con hashtags como #NoALaMegamineria, #ChubutAGUAzo, #ChubutResiste y #NoEsNo.
El trayecto político y social que atravesó el proyecto estuvo signado por la lucha popular y el lobby corporativo. Por un lado, varias fueron las denuncias que tuvieron como protagonistas a diputados que votaron en contra de la Iniciativa Popular. Por otro lado, masivas han sido las movilizaciones y las resistencias de las asambleas y de las organizaciones de la provincia de Chubut, que vienen aguantando los golpes de las empresas y de los gobiernos neoliberales para aprobar la Zonificación y el extractivismo. Además se ha dejado entrever una trama política que, como mencionamos en un principio, emerge en forma de crisis de representación parlamentaria y social.
Esto último porque la acción de los representantes de la población rechazan los proyectos que la misma ciudadanía presenta, al tiempo que pretenden incorporar a las normativas los deseos de las corporaciones que son ajenas al campo de la representación. O, al menos, en términos de democracia y Ciencia Política. Porque claro está que con estas decisiones, la rama política se encuentra lejos de representar los deseos e intenciones de los votantes de la provincia, y se encuentran cerca de asumir la banca gubernamental en nombre de empresas privadas.
Los votos en contra
El rechazo de la Iniciativa Popular fue votada en mayoría por los integrantes de la Comisión de Desarrollo Económico, Recursos Naturales y Medio Ambiente. Pero previo a este dictamen, vale la pena aclarar que el Gobernador Mariano Arcioni se mostró a favor de la megaminería en reiteradas oportunidades. Entre los miembros votantes se encuentran Carlos Eliceche, presidente de la Comisión y quien debería velar por los derechos ambientales de la ciudadanía. Resulta contradictorio el hecho de rechazar una propuesta elaborada por la población para dar lugar a una petición explícita del extractivismo corporativo.
Otro de los votos en contra de la IP fue de la diputada Mariela Williams, quien en su momento fue protagonista del escándalo que tuvo en el medio al audio de la diputada Leila Lloyd Jones, quien aseguró en dicha oportunidad que “hay otros legisladores que recibieron 10 millones de pesos para aprobar el proyecto de zonificación minera que tanto anhelan las corporaciones”. En su momento, el legislador Miguel Antín, y las diputadas Xenia Gabella y Mariela Williams denunciaron a Lloyd Jones por el audio, indicando que “no hay pruebas ni fundamentos que acrediten sus dichos”.
Pero luego, en debate de comisión, no se posicionaron explícitamente sobre lo sucedido, sino que se limitaron a mantenerse alejadas de la problemática, y a opinar del proyecto que, en donde Gabella mencionó que “no puedo decir minería sí o no, solo hay que ver qué es lo que dice la población”. Williams, por su parte, señaló que es preciso discutir si “sólo es posible la minería para salir de la crisis económica”.
Por último, cabe destacar que el diputado Sebastián López, del bloque PRO, también votó en contra. El funcionario es recordado por protagonizar un video, que según él fue “extemporáneo y parte de una jugada sucia”, en donde se lo ve ofreciendo “rosca y contactos políticos” a cambio de protección mediática, cuidado de imagen pública y apoyo en las campañas electorales. En sus palabras, solicitó “100 lucas” para incentivar la votación a favor del proyecto minero en la meseta patagónica. El enunciatario es una “multinacional”, a la cual le ofreció la posibilidad de “trabajar en equipo”. “El tema es que no me peguen, y que si sale algún boludo lo frenen, esa protección nada más, el cierre con el medio. Y después en campaña, notas”. Añadió además que “esto es un equipo, yo estoy hablando arriba de 100 lucas”.
En este marco es donde el proyecto popular fue rechazado. Con un claro signo extractivista y corporativo, los representantes actuaron conforme los deseos de los privados y de los miembros de la canadiense Pan American Silver. Durante todo el fin de semana hubo paros convocados de distintas agrupaciones, y aún continúa la vigilia en toda la provincia, con cortes en Ruta 3 y con marchas a la Legislatura. El pueblo ha dicho No a la Megaminería. Es hora de que el gobierno escuche, de una vez por todas, los requerimientos de una ciudadania que no se rinde ante los golpes del neoliberalismo extractivista.
(*) Columnista de Ambientalismo de Abramos La Boca (Lunes a Viernes de 16 a 18 horas) / Radio Gráfica 89.3
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