Rodolfo Arrechea, Coordinador Nacional de Salud de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) Nacional y Secretario General de la Junta Interna del sindicato en el Hospital Rivadavia, dialogó con Radio Gráfica e informó como continúa la vacunación contra el Covid-19 en la ciudad de Buenos Aires. El dirigente gremial puso en evidencia el acuerdo entre el gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta y algunas pre-pagas privadas para que sus afiliados sean los primeros beneficiados en recibir las dosis de la vacuna, en detrimento del resto de la población.
Arrechea destacó que la vacunación “es un hecho trascendente, muy importante, porque siempre sostuvimos que de este castigo planetario, se sale con la vacuna”, y agregó: “se va a derrotar a este ‘enemigo invisible’ con la vacuna”.
“Lo peor es un enemigo que sí es visible y que se acentuó mucho más durante la pandemia porque al tener que estar muchas horas en el hogar, mucha gente ha consumido permanentemente lo que muchos medios han dicho criminalmente: ‘la campaña para que la población no sea alcanzada por la vacuna’”, se lamentó. A su vez, el trabajador del Hospital Rivadavia advirtió que para lograr la inmunidad de rebaño, las personas “o tendrán que verse alcanzado por el virus o haberse vacunado” contra el Covid-19.
Sin embargo, el Coordinador de Salud de ATE sostuvo que “pese a todo, y pese a lo que ha pasado en los últimos días –con la renuncia del ministro de Salud de la Nación Ginés González García- estamos todos de pie colaborando en todo el despliegue territorial que tiene nuestra organización y participando activamente con la campaña de vacunación que exitosamente está llevando adelante el gobierno nacional”, señaló.
Sobre la situación sanitaria en la Ciudad de Buenos Aires originada en la decisión del gobierno porteño de ceder dosis de las vacunas gestionadas por el gobierno nacional a las prepagas y los sanatorios privados, el dirigente sindical manifestó que “es un bien que es escaso, un bien que ha sido público. No quiere decir que uno no esté de acuerdo de que los sanatorios privados no sean alcanzados con el plan de vacunación, pero acá hay un plan que hay que respetar dado que es un bien escaso”. Y resaltó que “hay una programación y un direccionamiento muy responsable de las distintas etapas que hay que ir cumpliendo” como consecuencia del trazado epidemiológico establecido por las autoridades nacionales, “y resulta que nos enteramos de lo que han acordado con las Obras Sociales privadas” en CABA, que prioriza la vacunación a los sectores sociales de mayor poder adquisitivo.
Arrechea caracterizó como “tremenda” esta situación, en “una Ciudad de Buenos Aires que no promovió, que no difundió la cuestión de la vacuna, que hemos tenido que ir exigiendo determinados mecanismos para que se inscriba la gente, para que abran los centros -de vacunación-, y fueron respondiendo de esta manera”.
“Salieron del protocolo de vacunación que tiene todo el país, cómo van direccionando todo este tema de la vacunación y de cómo son los estratos de escalonamiento que hay que llevar adelante”, subrayó. E insistió que según lo acordado, “primero fueron los trabajadores de salud, no todos, sino realmente los de “las áreas cerradas”, lo que se llama para esta pandemia, “la primera línea”, y después se fue ampliando dentro de los mismos trabajadores de salud mayores de 60 años y así sucesivamente”.
Por último, Arrechea reflexionó acerca de estos modos de gestión del gobierno de Rodríguez Larreta, que expresan “una visión de cómo hay que administrar el Estado y cómo ellos ven la vida al entregarle a los sanatorios privados de la ciudad de Buenos Aires toda la decisión y la planificación de la campaña de vacunación más grande de toda la historia de Argentina: no creo que haya pasado en otros lugares del mundo, que cada prepaga haga” lo que corresponde a los Estados en tanto responsables de la “salud pública”.
- Entrevista realizada por Ariel Weinman en Panorama Federal (lunes a viernes de 7 a 8)
- Redacción por Carolina Ocampo
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