Por Erika Eliana Cabezas
A pesar que la pandemia de Covid 19 dificulta el encuentro, del 11 al 21 de febrero se llevará adelante la 9ª edición del Festival Temporada Alta en Buenos Aires (TABA). Habrá trabajos artísticos de Cataluña, México, Chile, Francia y Argentina y, por primera vez, se incluirán formatos audiovisuales. También se llevarán a cabo acciones en simultáneo en Uruguay y Perú.
En esta novena edición, se incorpora la programación a distancia. “Ha implicado una gran dificultad y muchísima flexibilidad de parte de todo el mundo, porque siempre lo hacemos a lo grande. Es nuestro gran evento del año y solemos tener 10/12 obras internacionales. En esta oportunidad fuimos trabajando con varios escenarios”, contó Mónica Acevedo, la coordinadora del Festival.
TABA apuesta al intercambio internacional y escénico desde el 2013, y ha crecido año a año. De ahí, la necesidad de sostenerlo. “La propia circunstancia fue generando proyectos que se fueron adaptando a esta nueva situación”, manifestó.
“Genera, hasta cierto punto, un sentimiento bastante agridulce. Es como alegría y tristeza. Siempre es lindo poder generar estos vínculos nuevamente. Ya estuvimos en dos ediciones, esta va a ser la tercera. Pero tristeza porque al final no pudimos ir para allá. Es como que están esos dos lados. La idea de construir juntos aunque sea un espacio de resistencia a distancia y la idea de que no podemos ir”, expresó Damián Cervantes, integrante del grupo mexicano Vaca 35.
En escena y en pantalla
Desde Cataluña, el dúo CaboSanRoque irá con Audioguía para supermercado en tiempo de pandemia, una obra gestada durante el primer confinamiento de España en el 2020 y que simula la experiencia de ir al supermercado a través de sonidos. Por su parte, la compañía el Conde de Torrefiel presentará Se respira en el jardín como en un bosque ofrecerá una vivencia escénica para un único espectador.
La grilla catalana sigue con Informe para una academia, un cautivador cuento de Franz Kafka interpretado por Iván Benet. Una obra que aborda la historia de un simio africado que se humaniza. También está Psicosis a las 4.48 de Sarah Kane, que indaga en una región de la mente que la mayoría de los humanos no quisiera visitar. Ambas se llevarán adelante a través de zoom.
“Siempre nuestra principal búsqueda es encontrar artistas que generen su propio lenguaje o tengan búsquedas que estén más vinculadas a la experimentación. Salir de lo convencional, generar otros relatos. Hemos dado justo con proyectos que, de distintas maneras, van problematizando el tema de la escena y que han podido darle una reflexión más a ese quehacer escénico”, explicó Acevedo.
En tanto Chile propondrá Mirando fijo algo que explota, un mediometraje de Tomás Espinosa que narra la historia de un estudiante que es víctima de un trauma ocular durante el estallido social de octubre de 2019. También estará con Contagio Creativo, la primera residencia inclusiva en danza del Centro Cultural Gabriela Mistral.
Francia proyectará, a través de la plataforma online de Timbre4, la pieza audiovisual Lettres du continent de Virginie Dupray. Además, de manera presencial, se presentará L’Impassé-e de Julie Nioche, un dispositivo coreográfico creado durante el aislamiento con el fin de seguir bailando.
México, de la mano de la compañía Vaca 35, llevará adelante la apertura de proceso de dos obras coproducidas con Timbre4: Proyecto Mujeres y Cuando todos pensaban que habíamos desaparecido.
“Con Vaca hemos trabajado dos veces en el Festival. Vinieron el año pasado y en el 2018. Nos hicimos muy amigos en el sentido de creadores con mucho intercambio y con un diálogo muy activo. Ellos nos propusieron este proyecto, que son dos obras que habían hecho también en coproducción con entidades españolas”, sostuvo la organizadora del TABA.
Y agregó: “Hay una intención poética. Intenta dar cuenta de la búsqueda que estamos haciendo. Luego la resolución va a ser escénica y, por supuesto, distinta. Pero los propios proyectos se han ido renovando porque también los propios materiales son nuevos”.
Argentina pondrá sobre la mesa a Imprenteros de Lorena Vega, una obra de teatro documental que revisa el lugar perdido por tres hermanos.
Timbre 4 y Vaca 35: un proyecto en común
La compañía mexicana está trabajando junto con Timbre 4 en Proyecto Mujeres y Cuando todos pensaban que habíamos desaparecido desde el año pasado. “Empezar un proceso es algo extraño. Sin embargo nos hemos llevado muy bien, nos hemos acoplado. Y, a distancia, empiezan a surgir otros tipos de sentimientos. A mi se me hizo muy romántica la idea de vernos así, en videollamada, porque empiezas a despertar otro lado de ti”, confesó José Flores, uno de los integrantes.
Por su parte, Diana Magallón consideró que “fue complicado” adaptarse a las nuevas herramientas porque en Vaca 35 realizan “exploraciones que llevan tiempo”. “Implican mucho el cuerpo de cada quien. Fue un extrañamiento total. Ambas piezas ya tienen un antes, un recorrido. Tuve que hacer un chip mental rápidamente de cómo abordar nuestras sesiones, de cómo establecer vínculo con la otra persona”, remarcó
“Creo que, en un inicio, hay una cierta resistencia a hacerlo de esta manera porque uno está acostumbrado a la presencia, al cuerpo, al trabajo físico de estar unos con otros. Y aun tengo la sensación de que me hace falta este encuentro, este contacto. Sin embargo, estoy muy sorprendida de haber encontrado un montón de cosas que no imaginé que podía encontrar por zoom”, manifestó Mari Carmen Ruíz, otra de las integrantes.
Proyecto Mujeres es una reunión necesaria entre varias mujeres de la escena para exponer no sólo las vivencias personales y gestar un universo de lo común, sino también para hablar de lo que traspasa.
“La idea es que este proyecto sea una suma de diferentes territorios, de diferentes lugares, donde muchas mujeres se puedan sumar. Lo que van a ver este acercamiento poético de lo que será Proyecto Mujeres en 2022. Tiene que ver con la reunión de estos cuerpos, un poco hablando de aquello que nos atraviesa cada quien en su particularidad”, declaró Diana.
En tanto, Mari Carmen Ruíz aseguró que en la obra se verán “exploraciones muy íntimas”. “Llegando a lo más íntimo de nuestros espacios, de nuestras casas, y mostrar esos pedacitos de los que cada una está conformada”, aclaró.
Cuando todos pensaban que habíamos desaparecido es una invitación a reactivar el recuerdo, los sentidos, que funda el rito de compartir la comida. El origen, la celebración, la nostalgia. “Es una pieza que la denominamos gastronomía escénica. Consiste en, a partir de la comida, generar un espacio de reflexión poética que nos configure quiénes somos y por qué estamos aquí. Lo que busca es eso, una primera cocción, aunque sea a distancia”, relató Damián Cervantes.
“Queremos conciliar el convivio. La idea de que si nos queremos sentar en la mesa juntos y compartir nuestras historias. Y esa es la metáfora teatral por excelencia. Arreglemos un poco el mundo sin arreglar nada”, destacó.
Más información: https://www.temporadaaltaenbuenosaires.com/
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