El gobierno argentino profundizó el rumbo industrial. Mientras la campaña mediática arrecia para sumir a la comunidad en debates sin salida, este Día de la Industria sirvió para evidenciar el sentido profundo de la política oficial, dentro del sendero que se percibe desde hace un mes a esta parte. Si todo el período previo dio cuenta de una gestión abocada a sostener la cuarentena y atender la emergencia en las zonas sociales más humildes, la etapa económica concatenada con la apertura de actividades permite observar la adopción de medidas destinadas a promover el desarrollo.
Por Gabriel Fernández *
En el marco del Día de la Industria, el mandatario nacional participó de un acto junto al titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, quien anunció un paquete de medidas para la reactivación. En primera instancia, informó sobre el financiamiento. “Estamos por lanzar dos grandes nuevas líneas. Una para la reactivación productiva de las pymes. Esto es un financiamiento del BID por 500 millones de dólares y nos va a permitir llegar con 248.000 millones de pesos a 87.000 micro y medianas empresas para capital de trabajo, pagar deudas, etc. Esta línea tendrá una tasa subsidiada de entre 10% y el 24% anual”.
Luego abordó la necesidad de un cambio estructural hacia la recuperación del terreno perdido en la generación de inversiones “para que la Argentina ahorre más y exporte más. Ahora en conjunto con el BCRA promovemos inversiones a largo plazo por $ 200.000 millones de pesos de hasta 10 años con tasas de interés por abajo de Badlar para proyectos a largo plazo”. La disección de los ejes propuestos por el área económica permiten comprender el alza en el volumen de las reducidas voces opositoras sobredimensionadas por los grandes medios de comunicación: es visible que el país puede zarpar, el año venidero, hacia una situación promisoria que fortalecerá la perspectiva electoral del oficialismo.
Los anuncios pueden sintetizarse así.
Créditos por 455.000 millones de pesos para reactivación productiva de las pymes y financiamiento del cambio estructural. Tasa de interés de fomento y plazo a 10 años.
Creación de un sistema de Banca de Desarrollo que coordine la oferta de financiamiento para incrementar el impacto de los beneficios y la profundidad del crédito.
Desarrollo de proveedores industriales y tecnológicos. Apoyo de $1.400 millones a empresas nacionales que sean o aspiren a ser proveedoras en sectores estratégicos y de alto impulso como el petróleo y gas, la minería, automotriz, industria ferroviaria y naval.
Las pymes recibirán Aportes no Reembolsables (ANR) del Ministerio de Desarrollo Productivo por hasta un 70% del proyecto, o bonificación de hasta 10 puntos de tasa a empresas que inviertan en bienes de capital, certificaciones, desarrollos de productos.
Plan de Transformación Digital PyME y Plataforma Industria Argentina 4.0
Financiamiento público de $2.500 millones a tasas bonificadas e incentivos fiscales para proyectos de adopción de tecnologías 4.0
Programa Nacional para el Desarrollo de Parques Industriales
Más de $ 3.000 millones de aportes y financiamiento en los próximos 12 meses. En esta primera fase del plan se ofrecerá apoyo a 48 parques industriales y tecnológicos en todo el país. El objetivo es asistir y desarrollar 300 parques industriales y tecnológicos en el período 2020-2023.
PERFILES. Como cierre de la actividad, el presidente Alberto Fernández llamó a “construir un capitalismo en el que la industria sea central” y afirmó que es “imposible pensar en ese capitalismo sin una industria floreciente, pujante, que invierta a riesgo y dé trabajo”. Luego exhortó a construir una “Argentina de encuentros, no de disputas, donde puedan sentarse juntos los que producen, los que trabajan y el Estado”. Recordó que en breve será presentado el Presupuesto 2021, sobre estos mismos perfiles.
El mandatario sostuvo también que el Gobierno no cree “en un país sin industrias”, ya que eso implica “un país dependiente, sin trabajo y sin futuro”. En esa dirección puso de relieve que “Ser industrialistas no es estar en contra de nadie sino pensar en una Argentina de grandeza. No hace falta que para que una industria crezca, otro padezca. Hoy veo cómo el campo y la industria, mancomunadamente, hacen un esfuerzo para ponerle valor agregado”, dijo.
Desafió, con la intensidad que había despuntado el sábado por la noche desde la televisión, a que la oposición en vez de evitar las sesiones del Congreso, entre a las cámaras y diga claramente que se opone a las medidas reactivadoras. Puso el ejemplo del proyecto de Ley de Sostenimiento y Reactivación del Turismo. “Que salgan a hablar y digan a las personas que viven de esa actividad que se oponen al apoyo que proponemos para que salgan adelante”. El acto se desplegó en la planta de la empresa Sinteplast, en la localidad bonaerense de Ezeiza.
Al comienzo, el titular de la UIA Miguel Acevedo aseguró que “cuando el país vive años difíciles buscamos sostener el empleo y en esta pandemia, garantizando la salud de los trabajadores”. Según el jefe de esa asociación “La industria estuvo a la altura de esta emergencia sanitaria: abastecimos a cada región del país, adaptamos nuestras líneas de producción para fabricar aquello que la pandemia exige. Por sobre todo: estamos sosteniendo el empleo y la producción”.
PERSPECTIVAS. Ahora bien, si se observan los ejes del planteo oficial el objetivo primordial salta a la vista: El fortalecimiento de las pymes y las actividades vinculadas a la infraestructura. Al relacionar estos anuncios con los previos, destinados a lanzar la construcción, podemos entrever la búsqueda de locomotoras que dinamicen per se otras franjas productivas. En conjunto, se trata de medidas que generan empleo y al mismo tiempo –en vínculo con la asistencia estatal de base- necesitan del establecimiento progresivo de una masa con capacidad de compra y un mercado interno con rápida circulación del dinero.
De allí que los indicadores sobre el humor público, muy a pesar de la insistencia mediática, ratifiquen el respaldo social a la administración de los Fernández. Por el momento, la algarada sobre el “malestar” no trasciende más allá de las pantallas y una zona estrecha ligada a la dirigencia de Juntos por el Cambio sostenida estructuralmente por empresas agroexportadoras, de servicios públicos y finanzas. Algunos militantes del Frente de Todos han caído en la trampa y siguen el juego. La región mayoritaria de la población observa esperanzada la perspectiva de delinear un futuro.
- Área Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
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