A ocho meses de comenzada la gestión del Frente de Todxs, dirigentes de la UTEP y funcionarios de Ministerio de Desarrollo Social analizan la implementación del Plan Alimentar, el Registro Nacional de Trabajadorxs de la Economía Popular (ReNaTEP) y el reciente Programa Potenciar Trabajo. En el aire de Radio Gráfica, Pablo Chena, Rafael Klejzer y Gildo Onorato reivindicaron la importancia de terminar con los subsidios y poner a trabajo “como ordenador”de la vida.
Por Ramiro Coelho
Las políticas mencionadas, han sido diseñadas en diálogo con los movimientos sociales y, como el caso del ReNaTEP, son parte de la implementación de la Ley de Emergencia Social y Laboral, votada por el Congreso Nacional en 2016 y aplicada a cuenta gotas por el Gobiernos de Cambiemos. El denominador común es la generación de trabajo a partir de una fuerte participación del Estado. La crisis económica y social generada por las políticas económicas de gobierno de Mauricio Macri y los efectos de la Pandemia por el COVID 19 en los sectores trabajadores han hecho de conocimiento público la existencia de diez millones de personas que generan su propio trabajo, sin ningún vínculo laboral, ni registro en el Estado. El fenómeno superó los pronósticos de los dirigentes de los movimientos sociales que, hasta diciembre de 2019, calculaban cinco millones. Ante este grave escenario la presencia del Estado como ordenador y promotor de trabajo parece resultar imprescindible.
“El Plan Alimentar consta de una tarjeta de transferencias de recursos que, a diferencia de lo que dice la derecha, se utiliza para comprar alimentos sanos. Se ha vuelto a consumir lácteos y pescados. Por un lado hay una inyección de recursos muy importante al mercado interno y, por otro, generamos un piso de dignidad alimentaria a las familias.” Explicó Rafael Klejzer, dirigente del Movimiento Popular La Dignidad y actual director Nacional de Políticas Integradoras del Ministerio de Desarrollo Social. La inyección de recursos de manera directa para la compra de alimentos, junto con la entrega directa de bolsones, ha logrado paliar gran parte de la crisis alimentaria, gracias a la activa y permanente participación de los movimientos sociales en los barrios populares de todo el país. Política que ha mostrado cierta eficacia, luego de los errores cometidos con la compra de alimentos al comienzo de la actual gestión.
Hasta hace un mes el gobierno aún no había logrado perfilar políticas sociales que se metieran de lleno en la cuestión productiva del sector. Según Pablo Chena, a cargo de la Dirección Nacional de Economía Social y Desarrollo Local, “tanto el ReNaTEP como Potenciar Trabajo y el Banco de Herramientas se articulan en un concepción del trabajo como ordenador social del sector”. La implementación de estas políticas buscan por un lado generar un conocimiento estadístico sobre la necesidades productivas de las diversas ramas y utilizar dicha información para formalizar al sector y potenciarlo a través del ordenamiento de en ocho ramas productivas entre las que se destacan, comercio popular y trabajos en espacios públicos, recuperación, reciclado y servicios ambientales, construcción e infraestructura social y mejoramiento ambiental, servicios socio-comunitarios y agricultura familiar y campesina.
“Nosotros vemos una enorme campaña de registración por parte de los movimientos populares” expresó el dirigente de la UTEP y el Movimiento Evita Gildo Onorato. En tan solo un mes y diez días se han registrado en el ReNaTEP más de cuatrocientos cuarenta mil tabajadrxs. Según los primeros datos del Registro más del cincuenta por ciento de lxs incritos se dedica a actividades de reciclado y cuidado. Actividades que se articulan de manera directa políticas de estado. “En relación en el Programa Potenciar trabajo”, continuo el dirigente, “nos exige a los movimientos y al Estado una planificación de la infraestructura social, en la producción de alimentos y en lo que hace al cuidado y saneamiento de los espacios públicos”.
La posición plateada, tanto por lxs dirigentes sociales en funciones de gobierno, como por lxs que no lo están, es que las políticas sociales deben centrarse en la generación de trabajo genuino, articulando a las ramas productivas de la economía popular con los recursos y necesidades del Estado. Plantean, de esta manera, una diferencia sustancial con otros sectores del gobierno que impulsan el proyecto de generar un salario social sin contraprestación alguna a modo de ingreso ciudadano universal. Las recientes declaraciones del ministro de producción Matías Kulfas parecen señalar que habría una posición a favor de orientar las políticas sociales al trabajo y la producción.
- Entrevistas realizadas en Abramos la Boca (lunes a viernes de 16 a 18)
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